Interesantes temas relacionados con la protección, restauración y conservación de nuestro patrimonio arquitectónico.
viernes, 30 de abril de 2010
Reconstrucción activará turismo en Juan Fernández
Viernes 30 de abril de 2010
Por Narayán Vila / La Nación
La ministra Magdalena Matte, los alcaldes Leopoldo González, de la isla, y Felipe Guevara, de Lo Barnechea, y el presidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectos, Patricio Turner, suscribieron el Plan de Reconstrucción Estratégico Sustentable.
La ministra Magdalena Matte junto a los alcaldes de Juan Fernández, Leopoldo González, y de Lo Barnechea, Felipe Guevara, observan algunos de los modelos de viviendas que se levantarán en las zonas más altas de la isla.
Foto: Mario Ruiz
VIDEO
Una alianza estratégica entre el sector público-privado permitirá a las 42 familias damnificadas por el tsunami del 27 de febrero pasado en la isla Robinson Crusoe, en el archipiélago de Juan Fernández, obtener una solución habitacional definitiva.
Esto, gracias al Plan de Reconstrucción Estratégico Sustentable (PRES) que fue suscrito ayer por la ministra de Vivienda y Urbanismo, Magdalena Matte, los alcaldes de Lo Barnechea y Juan Fernández, Felipe Guevara y Leopoldo González, respectivamente, y el presidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectos, Patricio Turner.
El plan maestro establece la construcción de viviendas de 46 y 47 m2, ampliables hasta los 90 metros cuadrados.
El valor de las casas es de 480 Unidades de Fomento (UF) -equivalente a 10 millones 94 mil 400 pesos- que serán entregados por el subsidio de emergencia del gobierno a través del programa “Chile Unido Reconstruye Mejor”.
El plazo final para la entrega de estas viviendas será de tres meses.
El plan de reconstrucción ofrece un abanico de siete modelos de viviendas innovadoras que potenciarán el desarrollo turístico de la zona. De éstas las autoridades elegirán cuatro modelos.
PLANO REGULADOR
Además se contempla el reordenamiento urbano de la isla y la modificación del plano regulador local, con el objeto de planificar la construcción de un bulevar turístico, Plaza de Armas, paseo por el borde costero, centro deportivo, parque botánico, mercado y una nueva caleta.
También se prevé la edificación de un gimnasio con piscina cubierta y sala de máquinas además del edificio consistorial (municipal) y un colegio.
Al respecto el alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara, sostuvo que “debemos usar esta catástrofe como una oportunidad para que nuestras ciudades y pueblos sean mejor de lo que eran antes”.
En tanto, el financiamiento del PRES, añadió, está asegurado y saldrá de aportes de la empresa privada y embajadas europeas interesadas en la reconstrucción.
La ministra Matte valoró la iniciativa y sostuvo que “creemos que es muy importante para Chile esta asociación público-privada-ciudadana. Yo creo que es muy importante entenderlo así. La ciudadanía debe participar en forma activa para que puedan elegir la solución que más convenga y no quitarle la magia a esta isla”.
Buzos rescatan restos óseos que pertenecen a héroe de la "Esmeralda''
Fecha: 30 de abril de 2010
Fueron detectados en zona donde se hundió la corbeta:
Osamenta estaba a 41 metros de profundidad entre vestigios de histórica nave. Armada rindió honores y el cráneo ubicado será sepultado en cripta de Héroes de Iquique, en Valparaíso.
NARCISO DONOSO
DESEMBARCO.- La caja en que fue extraída se selló bajo el mar y fue transportada a tierra firme por la lancha de la Armada, escoltada por la misilera "Serrano".
ACTO.- Diego Carabias, arqueólogo submarino, entrega los restos al comandante en jefe de la IV Zona Naval, contraalmirante Kenneth Pugh.
IQUIQUE.- El cráneo de un tripulante de la "Esmeralda'', que según historiadores locales correspondería al guardiamarina Ernesto Riquelme, fue rescatado desde los restos de la histórica corbeta, hundida a 41 metros de profundidad en la rada de Iquique. El descubrimiento se realizó durante un peritaje de arqueólogos submarinos, quienes preparan un proyecto de la Armada para recuperar la nave.
La ubicación se logró gracias a los testimonios e informes de buzos de la IV Zona Naval. Con esos datos, el arqueólogo Diego Carabias, junto a Renato Simonetti y David Letelier, fijaron el lugar y levantaron la pieza, para sellarla en una caja y llevarla a la superficie. Emergieron a las 17.20 horas y fueron escoltados por la misilera "Serrano" hasta el muelle de la IV Zona Naval, donde todas las naves y las dotaciones rindieron honores a los restos del héroe.
El comandante en jefe de la IV Zona Naval, contraalmirante Kenneth Pugh, dijo que los primeros informes indican que el cráneo corresponde a un hombre joven, de entre 20 y 24 años.
El contexto histórico y la opinión de los expertos locales hacen creer con certeza que es un tripulante de la histórica nave.
El 21 de mayo de 1879, la embarcación tenía una tripulación de 202 hombres, de los cuales murieron 143 en el combate.
Indicios
El curador del museo naval de Iquique, Enrique Cáceres, estima que la osamenta sería del guardiamarina Ernesto Riquelme, dado que en 1978 se efectuó un rescate a cargo del doctor Alfredo Cea, quien sacó un cuerpo desde el sector de la cubierta, que estaba atrapado junto a un cañón. Cuando era alzado, la canasta se rompió y los restos cayeron nuevamente al mar.
Los peritajes comenzaron el martes y en ellos participaron 10 buzos de la Armada, tres arqueólogos submarinos, representantes del Consejo de Monumentos Nacionales y un equipo de medición submarina. Estos últimos trabajaron con ecosondas especializadas y comprobaron que junto a la estructura de la nave hay un radio de 50 metros en donde es posible hallar más restos.
Tras el desembarque de los restos, hubo un oficio religioso y luego los restos se entregaron al Consejo de Monumentos Nacionales. Luego serán llevados a Valparaíso, al Centro de Conservación del Patrimonio Submarino, donde serán tratados por alrededor de 4 meses. Lo más probable es que sean sepultados en la cripta de los Héroes de Iquique, en la plaza Sotomayor.
Película zarpa la próxima semana
Como una película del Bicentenario. Así ve el cineasta Elías Llanos "La Esmeralda, 1879", una superproducción local de US$ 4 millones que recrea el Combate Naval de Iquique y que llegará a las salas locales el próximo 20 de mayo. "Realmente espero haber hecho un aporte desde el punto de vista histórico", afirma.
Pero la película "zarpa" este miércoles 5, con una avant-première en Iquique a la que se invitará a autoridades locales y a los 500 extras que participaron en el rodaje. Al día siguiente será el estreno en Santiago, y luego habrá funciones en Concepción, Temuco y Punta Arenas. Filmada entre septiembre de 2007 y noviembre de 2009, la cinta -que dura 90 minutos- narra 24 horas en la gesta heroica contada desde la mirada de Wenceslao Vargas, grumete sobreviviente del combate que relata la odisea. Ese papel está a cargo del actor Fernando Godoy. Para el rodaje se construyeron réplicas de la "Esmeralda" y del "Huáscar", y en pleno mar se recreó el combate. Para filmar el salto de Prat, instante que no dura más de 9 segundos, el equipo de producción tardó tres días.
Trailer: La Esmeralda 1879 (09/04/10)
Jaime Omeñaca y Fernando Godoy son parte del elenco de Esmeralda 1879, la película que relata las 24 horas antes del hundimiento del buque en plena Guerra del Pacífico. El filme se estrenará en mayo próximo.
---
LA TERCERA
EDICIÓN viernes 30 de abril de 2010
Rescatan restos de tripulante de la Esmeralda a 131 años del combate naval
Por primera vez se recuperaron osamentas de uno de los marinos de la corbeta. Se trata de un cráneo que se encontraba en la proa de la embarcación. El hallazgo se enmarca en un proyecto de conservación de la nave.
por Alejandra Lobo, Iquique
Los restos óseos de uno de los combatientes de la corbeta Esmeralda fueron recuperados, tras un extenso operativo realizado en la rada de Iquique. Esta es la primera vez que se rescatan osamentas de los tripulantes de la nave después de la gesta heroica ocurrida en 1879.
La iniciativa que responde a un proyecto impulsado por la Armada de Chile y en la cual participan Monumentos Nacionales, Arka Consultores, Corporación del Patrimonio Marítimo y la Universidad Andrés Bello, entre otras entidades, busca realizar un diagnóstico del estado de la nave que está sumergida a 42,5 metros de profundidad en las costas de Iquique. Tras el estudio se determinará si es posible recuperar piezas y restos óseos que se puedan hallar en la corbeta para ser conservados.
El procedimiento para rescatar los restos del tripulante se iniciaron el lunes y tras ubicarlos, se determinó retirarlos de las profundidades, faena que fue realizada por especialistas. Se trata de un cráneo que estaba dentro del navío, en el sector de la proa. La faena se extendió por unas tres horas.
El comandante en jefe de la IV Zona Naval, contraalmirante Kenneth Pugh, explicó que junto al Consejo de Monumentos Nacionales están preparando un convenio para recuperar restos de la nave y conservarlos. "Creemos que debe haber más restos de tripulantes. Ahora sólo contábamos con tres días para realizar el salvataje y lo logramos", sentenció.
Peritajes
El contraalmirante Pugh argumentó que peritajes realizados por arqueólogos permiten garantizar que, efectivamente, se trata de un tripulante de la nave. "El perito arqueólogo submarino determinó que en el contexto histórico y la forma en que los restos están, permiten garantizar que se trata de uno de los marinos", dijo.
Rodrigo Rivero, arqueólogo de Monumentos Nacionales, apuntó que se trabajará en la conservación de los restos, que podrían ser destinados a la cripta de los Héroes de Iquique, una vez que estén concluidos los estudios.
"Los restos pueden revelar las características del individuo, sexo, patología y con ello, tener una imagen de las condiciones de vida de los tripulantes de la Esmeralda y estimamos que los estudios se podrían extender por cerca de un año".
Rivero apuntó que prepararán un plan de estudio y protección del naufragio de la Esmeralda. "La idea es preparar un plan a largo plazo y conocer más de este navío que es tan importante para nosotros y para el país", argumentó.
Por su parte, Diego Carabias, buzo especialista de Arka Consultores que realizó la recuperación, dijo que "hubo cierta complejidad de trabajar en profundidad, pero contamos con el apoyo de un equipo multidisciplinario laborando en el fondo marino. De lo que pudimos apreciar, no hay evidencia de más restos hasta el momento, pero creemos que deben existir otros, debido a la cantidad de marinos que naufragaron".
Las osamentas rescatadas fueron ubicadas hace unas semanas, por buzos que trabajan en la construcción de la réplica de la corbeta Esmeralda, los cuales, debido a la vulnerabilidad de los restos, los dejaron en un lugar de la nave y luego dieron aviso a la Armada.
De acuerdo con la visión de los especialistas que trabajaron en la recuperación, la Esmeralda se encuentra bien conservada, aunque presenta evidencias de saqueos, lo que amerita un urgente plan de conservación.
Tras la recuperación del cráneo se realizó una ceremonia fúnebre por parte de personal de la Armada. Los restos del tripulante fueron depositados en una urna y serán trasladados a Valparaíso para el proceso de conservación
---
jueves, 29 de abril de 2010
El maremoto que golpeó a Chile también habría sido doble
Científicos creen que los dos focos de liberación de energía del terremoto habrían movilizado al mar en dos puntos, entrando el agua a la costa por frentes opuestos.
Lorena Guzmán H.
"El fenómeno es demasiado complejo para tener explicaciones claras", dice Rodrigo Cienfuegos, ingeniero hidráulico de la Universidad Católica. Se refiere al maremoto, que al igual que el terremoto de febrero pasado habría sido doble.
Junto a Patricio Catalán de la U. Santa María, Patricio Winckler de la U. de Valparaíso y Manuel Contreras de la U. de Playa Ancha, Cienfuegos partió el 11 de marzo al sur a medir los efectos del maremoto en la costa. Observaron desde Ritoque hasta Constitución. Mientras, un grupo de científicos estadounidenses hizo lo mismo en la otra mitad de la zona afectada.
Aunque aún están estudiando los datos recolectados, ya tienen algunas conclusiones preliminares.
Doble impacto
En Pichilemu, Puertecillo y Topocalma detectaron que tierra adentro el agua alcanzó una altura superior a la de otras áreas. "Esperábamos encontrar esos máximos en Constitución, más cerca del epicentro, pero no en esta zona", dice.
Comparando esos datos con los dos focos de liberación de energía del terremoto (ver infografía), Cienfuegos se dio cuenta de que en esa área el Servicio Geológico de EE.UU. había ubicado el segundo foco. Ello implicaría que el maremoto tuvo dos orígenes, desplazando agua en sentidos opuestos.
"Nosotros ya habíamos detectado este fenómeno. En Iloca, la gente relata que a 15 minutos del terremoto hubo una subida del mar, pero sin fuerza. Pero 40 minutos después, una gran ola llegó desde el norte y luego otra mayor desde el sur. Ambas con sólo 5 minutos de diferencia", cuenta. Iloca quedó entre los dos focos.
"En mar abierto, por la profundidad, el agua puede alcanzar la misma velocidad que un avión, pero cerca de la costa ésta avanza sólo entre 30 y 50 km/hr", ejemplifica. Cuando la ola se mueve en paralelo a la costa, entra de lado al continente y choca con los accidentes geográficos (penínsulas, por ejemplo) que encuentra de frente. En ese choque, la ola no disipa toda su energía y rebota como si fuera una pelota de pinball. "Por eso, en muchas zonas, como Llolleo, el mar estuvo en movimiento por varias horas", explica.
"Los dos focos de maremoto, sumados a la intensa pendiente del fondo marino y a lo accidentado de la geografía costera, dejan muchas cosas por entender", asegura.
Otro aspecto que también fue evidente para los científicos es la capacidad protectora de las dunas. Tanto en Punta de Lobos como en Pichilemu, observaron que el agua se desvió gracias a estas montañas de arena. "Esto permitió que tales zonas sólo se inundaran, y no fueran arrasadas; las dunas cubiertas de vegetación actuaron como barreras, resistiendo el golpe de la masa de agua", explica.
Cienfuegos estima que no sólo se deben conservar estas formaciones ("aunque tapen la vista") sino, incluso, se podrían cultivar para resguardar zonas costeras.
---
domingo, 25 de abril de 2010
Presencia africana en Chile: relato de una ausencia
25 de abril de 2010
ARTES Y LETRAS
Investigación Un nuevo libro rescata las huellas de este grupo en el país y en América
Hacia el año 1777, la población de Santiago estaba compuesta en un 19 por ciento por personas definidas como "negras" según los censos. ¿Qué ocurrió con la población africana y sus descendientes en el país? Esta y muchas otras interrogantes sobre la historia de esta minoría son planteadas en el libro "Huellas de África en América", compilado por la historiadora Celia L. Cussen.
Evelyn Erlij
Poco suele hablarse de la presencia de africanos y afrodescendientes en Chile cuando se enseña el período de la Colonia en las escuelas. Siguiendo las afirmaciones de Diego Barros Arana, la típica mención que se hace es que no se adaptaron al clima chileno y que, por lo tanto, el número que llegó a partir del siglo XVI al país fue escaso, a pesar de que las cifras indican que en el siglo XVII, el 25 por ciento de la población de Santiago fue descrita como "morena", "parda" o "mulata" en sus partidas de bautismo.
Sin embargo, esa tajante explicación no sólo se convirtió en la versión oficial en los colegios, sino además hizo que las generaciones posteriores de historiadores no le prestasen mayor importancia al tema de las minorías de origen africano, tanto esclavas como libres. Si bien "Guillermo Feliú Cruz, Rolando Mellafe y Gonzalo Vial habían examinado aspectos de la trata, las normativas y la abolición de la esclavitud, muy pocos habían extendido esas exploraciones iniciales", escribe la historiadora Celia L. Cussen en el prólogo de "Huellas de África en América: Perspectivas para Chile". Una obra que compila una serie de novedosas ponencias presentadas en 2007 en un coloquio en la Universidad de Chile.
El inédito encuentro -donde expusieron algunos de los investigadores más connotados en la materia, como el reconocido historiador estadounidense Herbert S. Klein y Carmen Bernand, profesora de la Universidad París-oeste Nanterre- fue el primer acercamiento formal a nivel de academia en Chile al tema de la presencia de africanos, lo que permitió la apertura de un campo de investigación hasta ahora muy poco explorado, aun cuando Chile tiene el mérito de haber sido uno de los países pioneros en la abolición de la esclavitud en 1823.
Un pasado desconocido
"La historia de los africanos y sus descendientes en América es un tema bastante estudiado en gran parte del continente", comenta Cussen, en referencia a Estados Unidos y Brasil. "Diferente es el caso de algunos lugares de América española continental, como México, Perú, Argentina y Chile, donde sólo en los últimos 10 ó 20 años ha surgido un interés en la historia largamente olvidada e incluso negada de la esclavitud negra y sus consecuencias y aportes".
-
En el caso chileno, parecen quedar pocas huellas visibles de la presencia africana.
"La esclavitud africana en Chile es bastante poco conocida, pero su presencia está absolutamente documentada en los archivos, donde muchos chilenos coloniales, y no sólo los más prósperos, contaban con uno o más esclavos entre sus bienes al momento de testar. Incluso los negros que lograban salir de la esclavitud invertían en esclavos para sus pequeños talleres artesanales. Las cifras son indesmentibles: el censo del Obispado de Santiago de 1777-78 constata que el 12 por ciento de la población entre Copiapó y el Maule eran descendientes de africanos, algunos esclavos, otros libres. En Santiago en esa fecha, la proporción de negros se eleva al 19 por ciento. Pero como Jean-Paul Zúñiga constata en el libro, en su artículo "Huellas de una ausencia", las proporciones de negros bajaban rápidamente incluso en la misma época colonial, un fenómeno que él llama la 'estrepitosa desaparición' de la presencia negra en Chile".
-¿Cómo podría entenderse ese fenómeno?
"La explicación es compleja, pero parece estar relacionada con que los negros lograban acceder con relativa facilidad a la manumisión, cuando sus amos les concedían la libertad por gracia, o cuando lograban comprar su propia libertad y luego la de sus parientes, uno por uno. Entonces, los hijos de los negros libres pasaban a integrar otros segmentos de la sociedad a través del matrimonio, debido a que en el mundo católico estaba asegurada la libre elección de cónyuge. Lo que sorprende en el caso de Chile es la frecuencia con la cual los descendientes de africanos se casaban con mestizos e incluso criollos y españoles. Estamos en presencia de una sociedad colonial bastante abierta en términos sociales, que aceptaba al africano con más facilidad de la que hoy en día se acepta los inmigrantes andinos".
Olvido de la historia
"Una vez libre, el afroamericano jugó un papel mucho más importante en las sociedades latinoamericanas que en las colonias y naciones inglesas", revela Herbert Klein en su ponencia publicada en "Huellas de África en América", donde también explica cómo negros y mulatos libres fueron un elemento fundamental en los ejércitos de países como España y Brasil.
Pero así como cada país tiene sus historias particulares respecto de la esclavitud y su abolición, también existen rasgos compartidos en torno a este fenómeno en América.
"El régimen legal heredado de España medieval regulaba y, en cierto sentido, promovía la manumisión de los esclavos y la posibilidad de casarse con personas libres e incluso de otras razas, si bien los amos estorbaban muchas veces el ejercicio pleno de estos derechos", explica Cussen respecto de las similitudes de esta práctica en el continente. "Los esclavos en todas partes también se reunían en las cofradías, agrupaciones patrocinadas por las parroquias y conventos, que les ofrecían la posibilidad de juntarse con regularidad y con mínima supervisión a tejer redes sociales y una identidad común, honrar su santo patrón y apoyarse de forma material y espiritual a la hora de la muerte", detalla la historiadora.
A pesar de que la compilación revela aspectos desconocidos y novedosos de la presencia africana en América, la autora recalca que aún quedan muchas aristas por investigar, lo que ha motivado a las nuevas generaciones de historiadores a saldar esta deuda histórica. Según su opinión, el escaso estudio de este tema no sólo se debe a que en Chile la presencia indígena era muy fuerte en términos numéricos y territoriales en comparación con la población negra. También advierte que ha existido una dificultad de varios países americanos de asumir su herencia africana.
"Sin duda, ha sido bastante difícil para algunas sociedades reconocer la presencia histórica de los africanos y sus descendientes. En los países de América española continental, la identidad nacional está construida sobre la base de que los habitantes son descendientes de españoles e indígenas. El hecho de que alguna parte de la población lleva en sus venas sangre africana y que sus antepasados fueron mercadería humana no encaja fácilmente con esta visión de la nación mestiza", señala Cussen.
Su texto, sin embargo, es un primer paso para superar los prejuicios y miedos que por siglos mantuvieron a esta parte de la historia de Chile en el olvido.
Raza y color en el mundo colonial: nuevas y necesarias perspectivas
El liberto negro Manuel de Amat había nacido hacia 1750 en Angola, siendo capturado por "otros negros" y luego "bautizado" para ser vendido en Buenos Aires. Esclavo doméstico durante gran parte de su residencia americana, Manuel es manumitido por su ama española, dedicando los años siguientes de su vida a reunir dinero para "rescatar" a su esposa, sujeta aún a la condición servil. En su testamento, Manuel se describe a sí mismo como "pardo", es decir mulato, y no como negro. El eufemismo revela una autopercepción distinta a su estatuto racial objetivo, una negociación entre la identidad africana y la europea.
En efecto, las ideas sobre raza y color en el mundo colonial ibérico admitían una cierta capacidad de acomodo , y no siempre coincidían con la apariencia del individuo. Las "pinturas de castas" del siglo XVIII procuraron establecer una taxonomía de las mezclas entre indios, negros y europeos, y documentaron combinaciones tan heterodoxas como "morisco" (mulato con española), "chino" ("morisco" con española), "salta atrás" ("chino" con india), o "lobo" ("salta atrás" con mulata).
Se ha discutido si estas tipologías tenían una aplicación real en las colonias, o bien si se trataba de una elaboración puramente teórica. En cualquier caso, dan cuenta del ascenso y proliferación de los grupos de mestizos y mulatos libres, las así llamadas "castas", que tendrán un lugar crucial en la formación del artesanado y del bajo pueblo latinoamericano. Las castas constituyen así una zona gris -a menudo escasamente contemplada por la legislación de la época- entre los dos polos originales de la sociedad colonial: la "República de Indios" y la "República de Españoles".
Nacido "negro cafre o bozal" y muerto "pardo cristiano", de Amat es también prueba de una aculturación exitosa, un "blanqueo" que llevará a gran parte de los descendientes africanos a ser absorbidos por las sociedades nacionales tras 1810.
Aporte esclarecedor
Celia Cussen ha reunido en "Huellas de África en América: perspectiva para Chile", una serie de artículos especialmente esclarecedores. Cada uno de los ensayos proporciona una perspectiva, cuando no inédita, sí necesaria y penetrante. Los autores del volumen abordan el comercio negrero atlántico y las formas que asumió la esclavitud en las Américas, así como las sociabilidades pública y privada entre amo y esclavo. En no menor medida, el estudio colectivo se concentra sobre la transición histórica entre "negros" y "castas", proceso en el que convergieron la manumisión, la emancipación legal y el mestizaje.
El itinerario probable de un liberto negro después de 1810 -nos recuerda la investigadora Carmen Bernard- era integrarse al artesanado o escalar posiciones una vez enrolado en las milicias de la Independencia. Impedido de cursar la carrera eclesiástica o de entrar en las universidades, el Ejército constituía, incluso para el siglo XVIII, una interesante vía de ascenso social. Pero la integración de los ex esclavos dependía, drásticamente, de los escenarios jurídicos y económicos en que se hubiera desarrollado el régimen de trabajo servil. La esclavitud podía tomar así un carácter doméstico o urbano, o bien adquirir un perfil de enclave rural, como lo eran las plantaciones de algodón o caña.
Herbert Klein examina las diferencias entre las instituciones esclavistas de América Latina y Estados Unidos, sociedad caracterizada por un mayor aislamiento de su población afrodescendiente a través el siglo XIX. Pero la influencia de la plantación capitalista -opina Klein- no siempre resulta determinante para juzgar la futura segmentación de los negros libres. En las repúblicas latinoamericanas -donde también existieron plantaciones, por ejemplo Brasil y Cuba- el "color" era un marcador de estatus, si bien modulado por otros marcadores, por oposición a Estados Unidos, donde el "color" era el marcador fundamental. De ahí el "éxito relativo" de las sociedades criollas en absorber a su población negra.
En este sentido, Chile parece ser un caso extremo, careciendo de rastros culturales o sociales que testimonien una anterior presencia africana. Tradicionalmente subestimada, la cifra de esclavos negros en Chile -esclavos indios los hubo nominalmente desde 1608- era tan considerable que en los censos del siglo XVIII sumaban la cuarta o quinta parte de la población total. Cien años después este contingente se diluiría casi sin huellas, absorbido en los estratos inferiores del pueblo. Cabe especular que los motivos para esto se encuentren -según Cussen- en la singularidad que representó la Guerra de Arauco. La crónica beligerancia con las huestes al sur del Biobío habría engendrado solidaridades personales entre esclavos (negros) y amos (blancos), propiciando una espontánea política de manumisiones.
Cofradías y cultura ecléctica
Un mérito adicional de "Huellas de África en América" concierne al estudio del origen tribal de los esclavos, y su posterior recomposición en las "cofradías de negros", grupos de feligreses con devociones particulares, asociados al culto de una iglesia o parroquia. Desde luego, el problema de la pertenencia étnica de los esclavos, más allá de su calificativo común de "negros", plantea un auténtico rompecabezas.
Tan temprano como en 1627, el jesuita Alonso de Sandoval identificó las eventuales procedencias de los "bozales" que desembarcaban en Cartagena de Indias. Pese a la gran variedad que registró Sandoval, las denominaciones genéricas de negros Congo y Angola fueron las que, sin ser exactas, finalmente prosperaron.
Las cofradías de negros retomaron esta tradición y congregaron a los cautivos en gremios religiosos asociados tanto a Angolas como a Congos, si bien ahora el vínculo era más metafórico que real. La existencia y continuidad de estas hermandades devocionales permitió el desarrollo de una cultura ecléctica, con elementos animistas y católicos. Manifestaciones musicales y dramáticas tuvieron lugar en este contexto, y fueron el embrión del cual emergieron expresiones típicas latinoamericanas.
El volumen editado por Cussen cierra con un significativo epílogo. Se trata de la peripecia de la fragata negrera "Trial", naufragada en las costas de Concepción luego de un motín de esclavos. El episodio fue recuperado por Melville y transcrito en clave novelesca en "Benito Sereno", narración emplazada en el litoral chileno. La historiadora Javiera Carmona lleva a cabo una reconstrucción conjetural de los amotinados, en especial de su líder, posiblemente un negro islamizado y semialfabeto. Al contrario del "pardo" Manuel de Amat, el negro Babo de Melville acaricia la extraordinaria idea de secuestrar un barco y regresar a un África apenas recordada.
---
RUTA DEL ESCLAVO
EL MERCURIO
Domingo 16 de noviembre de 2008
Trayecto de 30 km entre Arica y el valle de Azapa tiene 10 hitos donde la comunidad afrodescendiente chilena muestra su cultura. En el valle de Lluta hay otros dos. Por Mauricio Silva
ARICA.- La nueva región de Arica y Parinacota intenta preservar una de sus mayores riquezas, el mosaico étnico y cultural que sella su identidad, en que las raíces negras adquieren un valioso significado histórico.
A través de dos proyectos pioneros busca rescatar la última comunidad de afrodescendientes chilenos, que hasta hace pocos años permanecía en el anonimato y que ahora quiere recuperar su protagonismo.
Son los propios líderes de esta comunidad los que están empujando al nuevo gobierno regional a asumir estas iniciativas.
Una es la “Ruta del esclavo”, la primera ruta patrimonial que el Ministerio de Bienes Nacionales declara en la región de Arica y Parinacota y que será inaugurada a fines de año. La segunda, que tendrá lugar en marzo, busca cuantificar y caracterizar socioeconómicamente a la etnia y será el primer trabajo con ese objetivo que realice el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Hace ya un lustro que grupos culturales afroariqueños están trabajando por recuperar los vestigios del último reducto negro de Chile. Desde inicios de siglo hasta entonces la tendencia había sido la contraria, pues en un intento de no ser discriminados por su piel morena se mezclaron con criollos, descendientes de europeos y de chinos.
“Y es que aunque no quiera reconocerlo, el chileno es racista”, señala Azeneth Báez Ríos, presidenta de la organización “Lumbanga”. Lumbanga es el nombre del antiguo barrio negro de Arica, en el centro de la ciudad. Hasta inicios de siglo XX, rebullía de lavanderías, billares y casas de remolienda.
De su propia infancia, a fines de los 50, Azeneth recuerda las chozas de paredes de caña enlucidas en barro, que los agricultores negros de Azapa dejaban sólo para ir a vender totora, trigo, aceitunas y pacay (vaina comestible) a la ciudad.
Recuperando vestigios
La “Ruta del esclavo” surgió hace dos años por iniciativa de las propias familias afrodescendientes que buscaron en las memorias de sus abuelos, en los trastos desechados y en los álbumes fotográficos los vestigios de una cultura que parecía morir.
Recuperaron así viejas imágenes de patriarcas y matriarcas de piel agresivamente oscura, máquinas y utensilios de la labor en la aceituna y sus viviendas típicas. Resurgieron en los recuerdos bailes grupales como el tumbe, en que hombres y mujeres se enfrentan a caderazos; el chavarí, en el que el danzarín se arroja al suelo gesticulando como los animales al son de la percusión; o duales como el tierra, versión local de la marinera y la cueca.
Hay 12 hitos o estaciones: 10 están a lo largo de 30 kilómetros entre Arica y Azapa y otras dos en el valle de Lluta, donde se busca recrear la presencia afro desde sus orígenes hasta el pasado reciente. Las ruinas de un “criadero de negros” en Lluta recuerdan la Colonia, cuando sus antepasados fueron “importados” desde El Callao o Cartagena de Indias o como artículos de lujo desde África (bozales). Hacia 1614, negros y mulatos eran el 75% de la población de Arica, pero a inicios del siglo XX emigraron en masa hacia Perú en pleno conflicto por la cuestión de Tacna y Arica.
El pasado reciente es recreado con una vivienda de quincha y piso de tierra reconstruida y en las historias llenas de picardía que narran los mayores. Con un costo de $8 millones, Bienes Nacionales aporta la señalética y una topoguía, un “turistel” versión PDF en su página web.
ORÍGENES
CONGO, Guinea y Sudáfrica son los orígenes remotos de la comunidad negra de Arica.
Foto de: Osvaldo Chacón
Ver: Renace "Pascua de Negros” en la localidad de Roma
---LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
Martes 29 de junio de 2010
---
www.elmorrocotudo.cl
23 de Septiembre, 2006 02:09
AFROrtunados: Inaugurada "La Ruta del Esclavo"
Luego de 2 años de gestión, Cristián Báez y la Agrupación de afrodescendientes “Lumbanga” hacen realidad su proyecto etnoturístico.
(Nota Incluye Video)
Por Cristian Mena
Los afrodescendientes siguen contribuyendo al desarrollo de Arica. Lo han hecho con la agricultura desde su arribo como esclavos de los españoles en la segunda mitad del 1500, y hoy, en el 2006, retoman aquello como proyecto presente y futuro con “La Ruta del Esclavo”.
La Agrupación “Lumbanga”, coordinada por Cristián Báez, han hecho realidad un proyecto etnoturístico que rescata su historia, la comparte y los/nos proyecta. El jueves 21 de septiembre fue la inauguración de “La Ruta…”: varias estaciones en distintos puntos del Valle de Azapa que muestran al turista una visión integral y participativa de su cultura que ha enriquecido nuestra zona.
Algunas de las estaciones son: Parcela San Francisco, donde se habilita el Museo Afro que muestra las herramientas con las que fueron cultivando Azapa; el Mirador de la Quebrada del Diablo que da una panorámica del valle que permite distinguir los terrenos en que los afro tenían cañaverales en vez de olivos; la Hacienda Baluarte, donde se desarrolló el cultivo de algodón y caña; entre otros.
Sin embargo, la idea no es contarte todo: atina y anda a formar parte de “La Ruta del Esclavo”.
He aquí los contactos:
Oficina Corporación Norte Grande (Socio Estratégico)
18 de Septiembre #1808
Fono: 56 – 58 – 22 14 67
Email: rutadelesclavo@yahoo.es
Y, para que veas de lo que puedes disfrutar, he acá el clip con la inauguración (HAZ DOBLE CLICK SOBRE EL PLAY):
Foto
---
jueves, 22 de abril de 2010
Vuelven al colegio los niños de la isla... ya no están Matías, Joaquín ni Javier
—He tenido que contenerme tanto para esperar este momento.
Cristina Riquelme Beltrán amaneció con el corazón apretado. La directora de la escuela de Robinson Crusoe inauguró hoy, junto al Presidente de la República y al ministro de Educación Joaquín Lavín, el Colegio de Juan Fernández. Y mañana tocará la campana llamando a clases a los alumnos de la isla, los que por primera vez vuelven al colegio tras la trágica experiencia del tsunami que se llevó la escuela y, más que eso, a tres de sus compañeros de octavo básico.
El nuevo establecimiento, similar a la escuela modular de Iloca, fue levantado en tiempo récord. Los gestores son los privados Felipe Cubillos, la Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi y el gerente general de Tecnofast, Cristián Goldberg.
La noche del maremoto, Cristina Riquelme no estaba en la isla porque —así lo ha entendido— tenía una misión.
El domingo 28 pudo comunicarse desde Peñaflor con carabineros del archipiélago y uno le dijo:
“¿Usted sabe lo que es nada? De su casa no quedó nada y de la escuela, nada. De la capitanía de puerto, nada, de la municipalidad, nada”.
—Cuando regresé a la isla, divisaba el mar y las cuevas (de los piratas). Antes no podía ver las cuevas porque esto estaba lleno de casas. Había planta telefónica, se la llevó el mar. No tienes colegio, no tienes casa, no tienes ropa, no tienes nada. Yo pensaba que podía haber un “nada” que fuera un “algo”, no podía asumir la dimensión de esa palabra. Esta casa era fiscal, que históricamente la ocuparon los directores de escuela, era de las más antiguas que quedaban en la isla. Pero el mar no respetó nada.
Y vuelve su memoria al colegio que se llevó el mar:
—Habíamos sacado tres promociones de cuarto medio. Teníamos entre 130 y 140 alumnos. Eran 620 metros cuadrados de construcción los que teníamos, un establecimiento nuevo verdaderamente espectacular. De repente llegamos a tener unos 50 computadores. Pero de eso no quedó nada.
Pero ocurrió un hecho que le levantó el espíritu:
—Unos marinos encontraron el estandarte del colegio cuando estaban buscando muertos. Yo dije: Bien, hay profesores, hay alumnos, tenemos estandarte. Hay colegio.
Felipe Cubillos le mandó un mail y, a partir de ese contacto, surgió la idea de llevar la escuela modular al archipiélago de Juan Fernández. Fueron 38 contenedores que llegaron en la barcaza “Valdivia”.
Es el momento en que la directora recuerda a sus alumnos perdidos:
—La Axa (una alumna egresada de cuarto medio) se iba a terminar los estudios al continente en el mismo vuelo que debía llegar yo (el día del tsunami). Javier, Matías y Joaquín pasaban a tercero básico los tres... eran compañeros de curso.
Javier era el único niño de la isla con el pelo hasta la cintura. Le gustaba la música y tuvo una aplaudida presentación días antes del tsunami, que fue prácticamente su despedida. Manuel Escalona (38), su padre, lo buscó durante un mes en el borde costero mientras la Armada hacía lo mismo mar adentro. En ese tiempo encontró otros cuerpos, totalmente desfigurados, y entonces concluyó que no quería ver así a Javier. “Mi hijo está enterradoen el cementerio del mar”, dice hoy. Y reflexiona:
—Si nosotros hubiésemos arrancado 30 segundos antes a esos árboles, nos habríamos salvado todos. Aquí se murió mi hijo y, al lado, mi sobrina Axa.
Por cosas del destino, su esposa apareció con el hijo de Axa, Lucas, de dos años, en brazos. El niño, que quedó huérfano de madre, vive ahora con los Escalona.
Los padres de Joaquín, apodado “el Puntito”, ya no están en la isla. Su abuela, Jimena Green, lo sigue llorando. Para evitar el tormento de la pérdida, la (hasta el maremoto) dueña de la hostería Martínez Green cocina kuchen, tortas, pescado... vende, vende y vende en una bodega que le quedó de sus arrasadas casay hostería.
—Hellen (su hija) se encerró con los niños y los metió debajo del catre. Cuando entró el agua a la casa, ella los tomó de la mano y les dijo que los quería mucho. El Joaquito se le escapó de las manos.
Doña Jimena y la directora de la escuela recibieron un regalo de Felipe Cubillos y Cristián Goldberg: una nueva casa. Pero el mayor regalo es para las mujeres de la isla la vuelta a clases de los niños... hay 103 matriculados.
miércoles, 21 de abril de 2010
Gracias al maremoto llegó el celular y la TV abierta... isleños luchan por sobreponerse
Miércoles 21 de Abril de 2010
Fuente :Lilian Olivares
Los Chamorro perdieron su empresa turística, pero formaron la Cámara de Comercio y Turismo para levantarse de nuevo. Nuevo capítulo de la serie "Viaje al corazón del tsunami en la Isla Robinson Crusoe".
El 27 de febrero, la familia Chamorro estaba despidiendo a Hans en el Restorán Bahía, en el centro costero de la Isla Robinson Crusoe.
El muchacho partía al día siguiente a estudiar a Valparaíso.
Llegaron a la casa, de vuelta, a eso de las tres. Rita Chamorro y su marido, Rudy Aravena, se fueron a dormir. Lo mismo hicieron los padres de Rita en la casa del lado. Sus hijos Hyerko y Hans se quedaron mirando internet, modernismo que llegó hace cinco años al Archipiélago de Juan Fernández.
De repente Hans se quedó sin línea porque se cortó la luz. Rita escuchó el "gong" y exclamó "¡Incendio, incendio!"
Justo pasó el cabo Donoso, de la Marina, gritando:
-¡Rita, tsunami, arrancaaaa!
Ella corrió a buscar a sus padres y luego intentó escapar hacia el cerro, mientras dio un último vistazo hacia atrás:
-Vi mi boliche (tenía un surtido almacén) que iba subiendo, envuelto en una cosa oscura, negra. Era una cosa grande, que subía como cuando uno hace una masa de queque .
Era el tsunami.
La abuela de Rita, Dora Rojas, desapareció para siempre. De su casa no quedó ni el piso; solamente su cama de bronce apoyada directamente en la tierra, donde esa noche descansaba junto a Luis Petersen, que sí fue encontrado, pero muerto.
"En islas no aseguran nada"
-Mi papá perdió todo lo que había armado desde 1968.
El padre se había convertido en empresario hotelero con sus cabañas hechas por él mismo, en el sector "El Palillo", llamadas "Dafne-Rita", el nombre de sus dos hijas. Luego construyó las cabañas Hans, Simón, Amanda y Hyerko, en honor a sus cuatro nietos. No imaginó, en ese momento, que lo perdería todo.
"Ahora mis fuerzas ya no son las mismas, ustedes tienen que seguir", les dijo a Rita y a Rudy, su marido.
Acogiendo la voz de su suegro, Rudy acaba de formar junto a otros isleños la Cámara de Turismo y Comercio "para poder recibir ayuda de distintas partes y poder levantar el comercio y la hotelería", cuenta. El año pasado habían terminado el plan de construcción de las calles pavimentadas. "Ya no andábamos en el barro. Pero ahora la gran pérdida es el borde costero, donde estaba toda la construcción turística. Nosotros no somos de los empresarios que tienen todo asegurado, porque en islas no aseguran nada".
Los Chamorro mantienen su optimismo. .
-Mantenemos más de las 200 millas de pesca nacional. Y también somos un aporte por el hecho de ser chilenos y mantener la soberanía. Nosotros somos gente muy positiva. Empezamos de nuevo. Va a quedar mucho más lindo, porque vamos a partir de cero. ¡Oye, estamos vivos!!
Ahora podrán ver el Mundial de Fútbol
La hotelería y todo lo levantado en la isla eran de autoconstrucción. Ahora quieren aprovechar nueva tecnología y tener incluso paneles solares.
Ya cuentan con algo a su favor, gracias al tsunami. Lo cuenta el alcalde, Leopoldo González:
-Después del maremoto llegó el gobernador a la Hostería Petit, muy consternado por todo lo que ocurrió. Ahí se encontró con gente de Movistar y entonces se le ocurrió: andaba con un teléfono satelital, llamó a la gerencia de Movistar, les comentó lo ocurrido y a los dos días estaba instalada la antena y al día número tres teníamos celular.
Son beneficios inesperados para los isleños.
-Y Entel esta semana va a instalar telefonía celular, y ahora se fusionaron Canal 13, Televisión Nacional, el Mega y Chilevisión para tener una sola antena y traer la televisión abierta a la isla.
Los azotados isleños de Robinson Crusoe podrán ver el Mundial en junio.
martes, 20 de abril de 2010
Viaje al corazón del tsunami en la Isla Robinson Crusoe: Los tesoros que sobrevivieron al maremoto
Martes 20 de Abril de 2010
Fuente :Lilian Olivares
“¡Che Bertullo, con ese nombre no nos van a conocer en el mundo!”, le dijo la uruguaya Blanca Luz Brum al historiador Bertullo y le mandó una carta al Presidente Frei Montalva para llamarla “Isla Robinson Crusoe”... donde se ocultan los tesoros de los piratas.
La fotografía de una mujer hermosísima fue rescatada desde los escombros que dejó el tsunami en la Isla Robinson Crusoe. La encontró la familia Chamorro, dueña de las arrasadas cabañas “Dafne Rita” en el archipiélago de Juan Fernández.
Están esperando entregársela a la hija de esa hermosa mujer, María Eugenia, que perdió su casa durante el maremoto del 27 de febrero.
La imagen que aparece en ese pedazo de papel salvado de las aguas es de la escritora uruguaya Blanca Luz Brum, que vivió hasta su muerte en la isla donde buscó refugio luego que en 1958 ayudó a escapar al peronista Patricio Kelly desde una cárcel de Santiago, donde huyó disfrazado de monja.
A Blanca Luz Brum le deben los isleños el nombre por el cual su pedazo de tierra tiene fama mundial y que se ha convertido en uno de los grandes tesoros de la isla: el turismo. También están la langosta, la flora y la fauna y... el oro que escondieron los piratas.
Nadie lee la prensa en la isla de Robinson Crusoe.
—¿Y qué van a leer? ¿Los sacos? ¡¡¡Si no hay nada!!!
La respuesta del alcalde Leopoldo González es sólo una reacción post tsunami. En los hechos, los diarios no llegan a la isla y nunca ha habido un kiosko donde se vendan periódicos o libros.
Toda una paradoja si se considera que la novela de Daniel Defoe que dio origen al nombre de la isla es el libro más traducido después de la Biblia y, según el historiador-profesor Vittorio Bertullo Mancilla (75) es, para los europeos, lo que El Quijote para los latinos.
Buen ojo tuvo la escritora uruguaya Blanca Luz Brum cuando convenció al Presidente Eduardo Frei Montalva de cambiarle el nombre a la entonces “Isla de Más a Tierra” por el de “Robinson Crusoe”.
Vittorio Bertullo cuenta que en 1966 todos comentaban “esta señora está loca”.
—A mí me dijo: “¡Che Bertullo, con este nombre no nos van a conocer nunca en el mundo!”. Y como tenemos el hecho histórico de que Alejandro Selkirk, el personaje real en el cual se basó Daniel Defoe para escribir su novela “Robinson Crusoe” estuvo 4 años y 4 meses en esta isla, tenía lógica ponerle ese nombre. Cuando Blanca le escribió a Frei Montalva, seis meses después el Presidente le cambió el nombre y pasó a llamarse “Isla Robinson Crusoe”.
Según el alcalde, hoy la langosta es el gran tesoro de Robinson Crusoe (la unidad vale $8 mil, mientras en Santiago se vende a $25 mil).
“El 80% de la langosta se va a Europa y el 20% queda en el país”, cuenta Leopoldo González y confirma que, tal como Alejandro Selkirk, en la isla nadie se muere de hambre.
Del tesoro que buscaba Bernard Keiser aún no se sabe nada, salvo que el empresario-aventurero invirtió millones y que el año pasado estuvo por una semana y no pudo continuar la búsqueda porque le tocó mal tiempo. Ahora tiene un cáncer.
Los isleños hablan de la existencia de tres tesoros. El alcalde dice que de haberlos, los hay... y que el tsunami no parece habérselos llevado.
Claro que advierte que si él lo encuentra, no va a gritar.
—Aquí en la isla hay tesoro. Este fue un paso obligado de piratas y corsarios. El tema es que si nosotros empezamos a hacer la búsqueda, aquí aparecen todos los organismos: Consejo de Monumentos Nacionales, la Conama y todos, a buscar su parte. Al final uno hace un hoyito y llegan.
Dice que por eso quieren conversar del tema con el Ministro de Educación, para llegar a algún consenso.
—Si Bernard Keiser encuentra algo, ¿qué va a dejar para la isla?
—Nada. Por eso queremos que cambie la ley de tesoros. Si un extranjero encuentra restos arqueológicos interesantes, el 25% es para el extranjero y el 75% para el Estado. Pero si lo mismo lo encuentra el chileno, todo para el Estado. Esto lo que hace es acentuar el pirateo. Aquí han encontrado cosas de oro y la gente no lo declara porque si lo hace, dicen, se lo van a quitar.
---
EMOL TV
25-04-2010
REPORTAJE El dolor se quedó en la isla
A dos meses del tsunami recorrimos Juan Fernández en busca de las historias que dejó la tragedia.
---
domingo, 18 de abril de 2010
Restauradores emprenden la sanación de nuestro arte enfermo
Desde murales hasta imaginería religiosa, pasando por pinturas familiares y esculturas. Las colecciones de arte también salieron damnificadas con el terremoto, y los restauradores se han comprometido en una tarea que, a simple vista, parece inconmensurable. Aquí sus estrategias y objetivos para salvaguardar el patrimonio mueble de nuestro país.
Patricio Contreras Vásquez
Tras el terremoto, los edificios colapsados y las casas de adobe derrumbadas monopolizaron las postales de la tragedia. No es mucho lo que se sabe del daño que sufrieron los bienes muebles como pinturas, esculturas y murales.
Los museos tuvieron dispar fortuna. Mientras la colección del Bellas Artes salió ilesa -situación que la curadora Marianne Wacquez atribuye a la preocupación generada tras el terremoto de 1985-, en el Museo de Arte Conteporáneo se cayeron algunas fotografías en blanco y negro de Miguel Etchepare, donadas por él mismo en 2005; sus marcos de aluminio se descuadraron, y algunas presentan raspaduras. En el Museo Andino unas veinte cerámicas de la cultura arica fueron dañadas por el quiebre de cristales; sin embargo, representan menos de un uno por ciento de las más de tres mil piezas que alberga el lugar. En el museo de Colchagua de Carlos Cardoen se perdieron muchas figuras precolombinas de las culturas nazca, paracas y moche. Momias chinchorro también fueron dañadas.
La imaginería religiosa tampoco quedó indemne. En la región de O'Higgins, uno de cada tres templos católicos quedó en el suelo, sepultando íconos como el retablo de la iglesia de La Compañía, una exquisita pieza barroca del siglo XVIII. En la diócesis de Talca un porcentaje similar de iglesias deberá ser demolido.
La pulverización, al únisono, de edificios y arte, más la amenaza del invierno son obstáculos que los restauradores deberán encarar, anticipándose a la eutanasia patrimonial que sentencia la retroexcavadora o la agonía que propicia la naturaleza. Son los bemoles de un trabajo que mezcla arte y ciencia. Luego del terremoto, la restauración -como la medicina- busca sanar nuestro arte enfermo.
Trabajo en terreno
Durante 28 años Lilia Maturana lideró el laboratorio de pintura del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), dirigido, hasta marzo de este año, por Magdalena Krebs, hoy cabeza de la Dibam. Maturana ocupa su lugar en el Centro y evalúa positivamente el desempeño de las pinacotecas, museos y bibliotecas públicas. "En relación a lo que fue el terremoto de 1985, y a través de una gran capacitación que se hizo en la conservación preventiva para evitar los daños de los objetos, en esta ocasión fueron menores".
Una de las primeras medidas del CNCR fue la preparación de una cartilla con recomendaciones para resguardar colecciones de bibliotecas y archivos. La principal sugerencia era aislar los bienes del agua y, por cierto, velar por la seguridad. "Son las personas quienes actúan en estas situaciones y son las primeras que se deben proteger", dice Maturana. En la preparación de estos documentos participó la Asociación Gremial de Conservadores-Restauradores, instancia formada hace un lustro para unificar la voz de estos profesionales.
Macarena Carroza, directora del Centro de Conservación, Restauración y Estudios Artísticos (CREA), aprecia las recomendaciones del CNCR. "Ellos han suplido una tarea. No existe un organismo patrimonial mayor que dé las directrices. Jugaron un rol de orientación, de dar normas para que no se siga ocasionando mayor daño". Hoy Carroza integra un equipo multidisciplinario -bajo el alero de la Fundación Pro Cultura, liderada por Ilonka Csillag- integrado por Raúl Irarrázabal, Patricio Gross, Marta Cruz Coke, Walter Bee y Alberto Larraín.
Con la recomendación del padre Gabriel Guarda, partieron a la Sexta Región para catastrar distintas localidades. La iglesia de La Merced, en Codegua, fue una de las primeras estaciones. En el templo rescataron un crucifijo de madera que, mutilado y polvoriento, reposa en el taller de CREA a la espera de un tratamiento renovador.
En Villa Alegre recuperarán el techo pintado de su iglesia, e intervendrán la Zona Típica de Yerbas Buenas. "En estas situaciones uno se pone al servicio del patrimonio religioso, que es el que se encuentra más afectado y el de más urgencia, porque la gente lo reclama", explica Carroza. "Es una oportunidad de que las cosas queden mejor aún. Muchos de estos patrimonios estaban descuidados antes del terremoto. Es una oportunidad reparadora".
Además, CREA realizará talleres para robustecer los grupos de trabajo en terreno. "Estamos convocando a licenciados en restauración para prepararlos -aunar criterios, que conozcan nuestras metodologías-, ir a terreno y suplir toda la zona que se nos asignó. Este equipo multidisciplinario es la mejor manera". Hasta el momento la idea es centrarse en la construcción de adobe y las figuras de yeso.
Los miembros del CNCR también están desplegados en los pueblos y ciudades afectadas. El Museo de Talca parece ser el más damnificado con la caída de uno de sus muros perimetrales. Un tercio del mural de Xavier Guerrero en la Escuela México, en Chillán, llamado "De México a Chile" (1942) y restaurado el 2009, colapsó. "Dentro de nuestras posibilidades, hemos tenido una respuesta de la mejor manera posible", asegura Maturana.
Daños en el arte privado
Hasta hoy, el CNCR sólo ha recibido una obra de los museos dependientes de la Dibam.Es un óleo que retrata al general Marco Aurelio Arriagada, combatiente de la Guerra del Pacífico, realizado por Pedro Gómez (1894) y alojado en el salón de honor del Museo de la Escuela Militar. Durante el sismo, el sistema de montaje de la obra cedió y el marco se azotó contra el suelo de mármol, sufriendo quiebres y separaciones. "Nosotros consideramos el marco y la pintura una unidad -explica Lilia Maturana-, porque generalmente las pinturas tienen marcos de época. El marco es un objeto patrimonial".
El taller de CREA también ha recibido obras. Tantas, que algunas aún permanecen embaladas. Sus mesas exhiben los restos de una mutilada colección privada de ánforas de mármol del siglo XVIII. También una semilla de Raúl Valdivieso, cuya fractura -tras el trabajo de Héctor Quinteros, especialista en esculturas- es casi imperceptible.
"Hay patrimonio muy importante que es privado", plantea Macarena Carroza. "Dar respuesta a esto requiere de mucha especialidad y muchos recursos. Moverse, viajar, ir a diagnosticar. Me imagino que un restaurador solo no va a poder hacerlo".
Luz Barros dirige la galería de arte y centro de restauración Artium. A su taller han llegado principalmente obras de colecciones privadas: un toro de Palolo Valdés damnificado en sus patas; un par de esculturas de cerámica que se azotaron contra sus propios atriles; un retrato familiar que tuvo la mala fortuna de caer encima de un mueble y sufrir una rasgadura. Incluso un Monvoisin que mantenían en su taller sufrió con el terremoto.
"Nuestra especialidad son obras de pintura en caballete y pinturas en papel", cuenta Barros, quien plantea que hoy el trabajo de los restauradores es fundamental. Alerta, eso sí, sobre la impericia de los autodidactas que intervienen objetos sin atender a los criterios básicos. "Es muy importante que la restauración sea profesional, porque cuando no es así, es muy fácil que la obra pierda sus valores".
Una profesión que crece
"Chile siempre ha tenido muy buen nivel profesional en el área de la restauración", asegura Luz Barros. Destaca, en este ámbito, la creación de la Asociación Gremial de Conservadores-Restauradores. Gloria Román, presidenta de esta agrupación, cuenta que su nacimiento respondió, precisamente, al aumento en el número de especialistas. "Hoy está conformada por 89 profesionales y técnicos de las diversas áreas que trabajan en la preservación del patrimonio cultural: arqueología, papel, pintura, textil, monumentos, fotografía y, también, del área de las ciencias".
Lilia Maturana considera que, si bien nadie podía estar preparado para esta catástrofe, el CNCR ha respondido "de la manera más profesional e inmediata". Macarena Carroza también cree que las dimensiones de la destrucción son inabarcables. "Lo que yo me he dado cuenta en terreno es que hay que hacer una gran investigación de dónde están muchas cosas". En ese sentido, uno de los aspectos positivos del proceso de restauración es la documentación que se generará a partir de las obras recuperadas.
Pese a la masividad de la tarea, las entrevistadas concuerdan en que la prolijidad -herencia, según Luz Barros, de la escuela inglesa de restauración- no puede aflojar en este momento. Por eso Barros apela a fidelizar con los criterios básicos de la profesión: la mínima intervención, el uso de materiales compatibles con los originales, la reversibilidad de la intervención (que pueda deshacerse en caso de encontrar un método mejor). "Me ha tocado millones de veces ver cuadros donde su alma ya no está ahí", resume. "Toda intervención -plantea Román en esta línea- debe estar orientada por el absoluto respeto a la materialidad y al valor y significado estético, histórico y social del bien patrimonial".
Villa Alegre El techo pintado de la parroquia será desmantelado y restaurado con el apoyo de CREA.
Foto:Macarena Carroza
La "primera" historia fotográfica de Chile
Fecha: 18 de abril de 2010
Muestra en el MNBA Una mirada al devenir del país a lo largo de 170 años:
Familia frente a su casa. 1900.
Peones
Jugando al naipe en Mostazal. 1862.
Aimaras
Ollagüe. 1890. M.Histórico Nacional.
Mujeres votando
Elecciones municipales. 1941.
.
Ex Presidente Jorge Alessandri. 1960.
Una selección de 200 imágenes revisa los cambios que se han suscitado en nuestra sociedad y cultura, y analiza de qué modo se desarrolla la política y hasta cómo varían el paisaje y la extensión de nuestro territorio. Es una radiografía de cómo vive y siente el chileno en los siglos XIX, XX y XXI. La nueva exposición, que continúa las celebraciones del Centenario del MNBA, cuenta con el auspicio de la Fundación Mapfre, que también desarrolla un proyecto de fotografías en Argentina, Brasil, México y Colombia.
Maite Armendáriz Azcárate
A estas alturas, cuando cada día crece el número de aficionados a atrapar en su máquina o celular todo cuanto considera importante de dejar registrado, parece irreal que las primeras imágenes de Chile sólo pudieron ser tomadas en 1843 por el francés itinerante Philogone Daviette, quien viajó cientos de kilómetros con su equipo para daguerrotipos a cuestas. Su aparato causó tal impacto que a fines del siglo XIX, aunque en el territorio chileno había menos de tres millones de habitantes, ya existían más de 300 fotógrafos. En 57 años, este descubrimiento había recorrido de norte a sur el país y una gran mayoría de sus habitantes ya contaban con una forma de registrar su existencia y de preservar la memoria. Así lo aclaran en la muestra los curadores Hernán Rodríguez, Joaquín Fermandois, Myriam Duchens y Samuel Salgado.
"Esta exposición que se inaugurará en el Museo de Bellas Artes es el primer intento concreto de reflejar la historia de Chile a través de la fotografía", afirma el historiador Samuel Salgado. El director del Centro Nacional del Patrimonio Fotográfico piensa que hasta el momento los trabajos relacionados con la fotografía han estado centrados en recuperar obra de fotógrafos desconocidos, mostrar aspectos de nuestra historia reciente y recuperar las prácticas relacionadas con el montaje fotográfico: "Hemos visto, también, trabajos de registro documental de hitos patrimoniales, cultura tradicional. Pero la fotografía como el soporte de nuestro paso por este territorio, sosteniendo sobre él una historia política, social; construyendo, tras el transcurso de los años, una sociedad culturalmente diversa, de la que forma parte, también, la fotografía, creo que un intento así no conozco".
Destaca que la muestra entregará la oportunidad de ver cómo una de las disciplinas artísticas más difundidas y practicadas en el país ha concentrado su atención en todos los aspectos de su historia. "Este puede ser el momento de un relato nuevo a través de una investigación y curatoría en archivos, museos, bibliotecas, colecciones particulares y revisión de trabajos de mujeres y hombres fotógrafos contemporáneos". Salgado piensa que este hecho va a abrir inquietudes, preguntas, críticas sobre nuestra historia y, paralelamente, iluminará sobre qué de nuevo, diferente, diverso, tiene la fotografía que mostrar sobre los últimos 170 años de nuestra historia.
El proyecto ha sido impulsado y financiado por la Fundación Mapfre de España. La entidad desarrolla esta exposición como parte de un proyecto latinoamericano que está siendo elaborado en cada país participante bajo un mismo formato, aunque las imágenes y los contenidos cambian en cada caso, aclara el museólogo del MNBA, Ramón Castillo. Agrega que Mapfre ha propuesto un ciclo de exposiciones asociadas a publicaciones que reflejen la historia de cada país, en este caso, de Chile, Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela. "La iniciativa le permite a dicha fundación realizar un rescate patrimonial de la fotografía, y al mismo tiempo asumir como hipótesis que la fotografía revela el alma y la fisonomía de un país". En tal sentido, el primer "rostro" de este ciclo, agrega Castillo, será el de Chile. "La Fundación estableció una red de historiadores y especialistas en fotografía de cada país para así permitir el máximo de libertad y profundidad de estudio."
Un territorio largo y angosto
Para Salgado, la constante del territorio es uno de los elementos centrales que se pueden ver en la selección: "Es un rasgo dominante en Chile, y en la exposición lo podemos descubrir como naturaleza, como instancia para el desarrollo del país, o bien, como uno de los aspectos que han conformado nuestra diversidad cultural. Y también en su dimensión más brutal: el territorio como destructor indiferente y causante de tragedias. Creo que también, desde sus inicios, los fotógrafos, y aquí me refiero a cualquiera que tenga una cámara, han registrado las distancias políticas, culturales y sociales que este país ha presentado a lo largo de su historia".
Otro de los aportes de la exhibición es la conformación de series con material fotográfico disperso o de diversa procedencia que permiten mostrar un guión donde la historiografía y la fotografía profundizan aspectos de estos 170 años de historia republicana. "Contamos con un segmento donde podemos ver la aparición de la cultura del tiempo libre, graficado en la imagen de 'Playa del balneario de Cartagena', de Eulogio Altamirano; o la política chilena entre 1920-1960, en que se ve la marcada presencia de la figura presidencial, tal vez en una secuencia donde, con un encuadre similar, el Presidente Arturo Alessandri, y luego el Presidente Carlos Ibáñez muestran sus estilos y relación con el poder".
Durante el recorrido también será posible apreciar tomas de paisajes rurales y urbanos y escenas de la vida cotidiana y cívica del país, así como de conflictos bélicos, además de costumbres de los pueblos originarios y las circunstancias específicas de obreros de diversos oficios.
---
http://www.dibam.cl/
Historia de Chile a través de la fotografía
Museo Nacional de Bellas Artes
Parque Forestal s/n
Desde el 30 de abril hasta 27 de junio.
Lo que se verá en el MNBA
Las cerca de 200 imágenes se presentarán en dos tipos de soportes: En alucobond (superficie de aluminio sobre la que se imprime directamente la foto) y se reproducirán de varias medidas, 40 x 50; 50 x 80 y 50 x 35 centímetros. Otras imágenes se montarán como fotos enmarcadas con madera, de forma tradicional, e irán en sentido vertical u horizontal de 40 x 50 centímetros. La idea es superar el formato inicial de la fotografía, explica Ramón Castillo. "Se privilegia la imagen misma y no su formato ni soporte original con el fin de respetar el valor patrimonial y de conservación de ellas y para enfatizar la capacidad de multiplicidad y versatilidad que posee la imagen.
Los originales, aportados por diferentes colecciones y museos, incluyen daguerrotipos, ambrotipos, placas de vidrio, papel albuminado y fotográfico y archivos digitales
La muestra contempla tomas realizadas por precursores como el sacerdote alemán Martin Gusinde, el francés Emilio Garreaud, que introdujo en el continente el formato carte de visite , el canadiense Obder Heffer y el inglés William Helsby , que instaló en Valparaíso uno de los estudios más prestigiosos. Asimismo se incluyen obras de fotógrafos contemporáneos como Claudio Pérez, Rodrigo Gómez Rovira, Javier Godoy, Ilonka Csillag, Luis Ladrón de Guevara y Juan Domingo Marinello, Marcelo Montecino, Kena Lorenzini y Luis Hidalgo .
"El equipo de trabajo puede hacer hasta tres exposiciones más"
Cada uno de los curadores aportó desde sus propias áreas de competencia: "Hernán Rodríguez ha guiado la búsqueda de fotografías y yo he sido su ayudante en esta actividad".
El historiador Salgado agrega que el guión lo han construido en conjunto con Joaquín Fermandois y Myriam Duchens, quienes han trabajado la parte histórica de cada una de las fotografías seleccionadas que forman parte de la exposición y catálogo. "Se revisaron más de 3000 mil. Se construyeron cerca de tres exposiciones distintas hasta llegar a la que se presenta hoy. Si hubiera existido más tiempo, te aseguro que estaríamos viendo más archivos y armando y volviendo a armar una y otra vez la exposición. La diversidad de miradas y el volumen del patrimonio fotográfico en el país es uno de los aspectos más importantes de nuestra práctica fotográfica". Salgado destaca que nuestro archivo fotográfico, considerando lo conservado en museos, bibliotecas, archivos, colecciones particulares, trabajo contemporáneo de fotógrafos y fotógrafas chilenas, está dispuesto para ser curado, analizado, investigado. "El trabajo de conservación de colecciones desarrollado por el Centro Nacional del Patrimonio Fotográfico, la disposición de los fotógrafos por facilitar el acceso a su archivo y visionarlo para esta exposición es remarcable".
La propuesta de la Fundación Mapfre
"Nunca hasta ahora se había realizado una propuesta semejante. En estos momentos tenemos a nueve equipos trabajando simultáneamente en nueve naciones diferentes, todos ellos dirigidos por los más destacados especialistas en historia de la fotografía en sus respectivos países", aclara Pablo Jiménez Burillo, director del Instituto de Cultura de Mapfre. En su opinión uno de los logros de este proyecto es haber reunido a los grandes especialistas iberoamericanos para que propongan un recorrido por la historia contemporánea de su país y, por lo tanto, una historia de América Latina a través de la fotografía.
El personero recuerda que la fotografía se inició en todos los países participantes de este proyecto con una diferencia de tiempo muy escasa, mayoritariamente a finales de la década de los cuarenta del siglo XIX, algo similar a lo que pasó en Europa. "Por lo tanto, la evolución temática y técnica fue muy similar en estas naciones, comenzando a finales de siglo a desarrollarse el campo de la fotografía en diversas facetas artísticas y de fotoperiodismo que fueron configurando la identidad de su patrimonio fotográfico". Agrega que cada proyecto nacional tendrá como resultado una exposición sobre la historia del país, que contará, a su vez, con un catálogo "con el cual vinculamos este proyecto con el de la colección editorial de historia de América Latina que también está desarrollando Fundación Mapfre, y como resultado de todos estos proyectos nacionales, preparemos una muestra antológica internacional que exhibirá una selección de fotografías a través de las cuales podamos recorrer la historia de América Latina".
Adelanta que con ocasión de esta muestra en Chile se va a editar un catálogo que reunirá todas las fotografías exhibidas más otro medio centenar que por razones de espacio no se incluyeron, pero que el comisario no quería dejar olvidadas. Por lo tanto, se enriquecen el material de este catálogo que será presentado y puesto a la venta durante la primera semana de junio, junto a los primeros volúmenes de la colección de historia que edita Fundación Mapfre.
---
www.emol.com
viernes 30 de abril de 2010
Con nuevas publicaciones y megaexposición:
Chile reescribe su historia y su fotografía
Punto de partida de un gran proyecto historiográfico, hoy abre al público muestra que ilustra en 200 fotografías el acontecer de nuestro país, desde 1850 hasta nuestros días. Incluye excepcional publicación en seis tomos.
Marilú Ortiz de Rozas
Con un minucioso montaje que sigue el curso geográfico de la llegada del primer daguerrotipista a Chile (1843), el Museo Nacional de Bellas Artes invita a recorrer en imágenes la evolución histórica de nuestro país. Esta exposición, auspiciada por Fundación Mapfre, forma parte de un gran proyecto historiográfico que contempla una excepcional publicación en seis tomos: uno de ellos es el catálogo de la muestra, que incluye 50 fotografías más de las exhibidas, y cinco volúmenes sobre la historia de Chile, realizados bajo la dirección de Joaquín Fermandois.
"Llevamos más de dos años y medio trabajando en estos libros, con una veintena de especialistas de diversas edades y posturas, así como de diferentes universidades, para representar la mayor cantidad de miradas posibles sobre la historia de nuestro país", precisa Fermandois.
Los libros saldrán bajo el sello Taurus, del Grupo Santillana y su editora general, Andrea Viu, explica que el proyecto total incluye unos 90 tomos, abarcando diversos países de América y Europa -en cada nación se armaron grupos de trabajo-, y será lanzado en nuestro país a comienzos de junio, con los primeros volúmenes chilenos.
"Para Fundación Mapfre, esta iniciativa es parte de un gran proyecto cultural en el cual Chile es el punto de partida. En los próximos años llegará a todos los países latinoamericanos no sólo con exposiciones de fotografía, sino con la colección "Historia de América", que se distribuirá en todo el continente", manifiesta Javier Bravo, coordinador del proyecto.
Joaquín Fermandois, que integra el equipo curatorial de la muestra en el Bellas Artes -junto a Hernán Rodríguez, Myriam Duchens y Samuel Salgado-, explica que la iniciativa partió como un proyecto historiográfico y después se incorporó la muestra fotográfica.
"Dividimos la exposición en tres períodos: de 1850 a 1910, de 1910 a 1960, y de 1960 hasta hoy, centrándonos en cuatro núcleos temáticos: la sociedad, la cultura, la política y el territorio", precisa Hernán Rodríguez.
Durante el proceso de selección de las imágenes, que provienen de diversos museos y fundaciones nacionales, así como de colecciones privadas; lo más complejo fue sopesar el valor fotográfico y el valor histórico de cada una de ellas, "pero creo que logramos un buen equilibrio", precisa Salgado.
Las fotografías, presentadas en su mayoría en un formato homogéneo, incluyen maravillosas tomas sobre el advenimiento de la modernidad, con el surgimiento del automóvil y los trenes, así como la evolución de ciudades y costumbres. Recorre también imágenes de personajes que construyen nuestra identidad, como Violeta y Nicanor Parra, Gabriela Mistral o Arturo Prat; ilustran escenas capitales de nuestra historia política y los parajes de nuestra geografía, entrecortada por incidentes telúricos. Los curadores aseguran que ha sido una gran oportunidad para valorar la fotografía de autor y en esta muestra se puede admirar la mano de clásicos como William Helsby, Emilio Garreaud, Obder Heffer o Martin Gusinde; pero también de autores contemporáneos, como Antonio Quintana, Rodrigo Gómez Rovira, Javier Godoy, Ilonka Csillag, Luis Ladrón de Guevara o Juan Domingo Marinello, entre muchos otros.
Anónimo, "Recepción a Gabriela Mistral al llegar a Santiago" , 1938.
Foto:MUSEO DE GABRIELA MISTRAL, VICUÑA
Anónimo, "Terremoto de Chillán", 1939. "Los terremotos son el hilo conductor de la memoria cronológica", dice Rodríguez.
---
www.lanacion.cl
Viernes 30 de abril de 2010
Nuestra historia en 200 imágenes
Cultura La muestra “Historia de Chile a través de la fotografía” reúne en instantáneas la memoria de Chile de los últimos ciento setenta años, es decir, un gran retrato nacional.
GALERÍA DE FOTOS
Plazuela del Teatro Municipal c. 1860 At. Leslye Hermanos