BLOGS EL MERCURIO
V/D
Sábado 25 de Abril de 20
Texto, Cintya Ramírez Fuentes
Fotografías, José Luis Risetti
Hace diez años el arquitecto y fotógrafo Tomás Domínguez empezó a luchar por una nueva vida para el principal cementerio santiaguino. Y es que el deterioro de avenidas, patios y mausoleos está afectando al Cementerio General cada día en mayor medida.
La falta de cuidado y reconocimiento de la importancia histórica del lugar hizo reaccionar a Domínguez al punto de hacer una solicitud de declaratoria al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en enero pasado, a fin de que la zona más antigua del cementerio, así como los portales y la Plaza La Paz sea nombrada Monumento Histórico; y el Cementerio General completo, incluyendo la avenida La Paz y la Pérgola de las Flores –un total de 86,88 hectáreas– se transforme en Zona Típica.
En forma paralela, Domínguez comenzó una campaña de firmas para dar cuenta del apoyo ciudadano, creando una página web. Hasta ahora son más de 820 las personas que han dicho “yo apoyo la declaratoria”. Y claro, no es una cifra menor, pero se busca llegar a las mil antes de la votación, que está programada para la sesión de mayo o junio próximo.
Aunque el secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, Óscar Acuña, también considera que “la opinión de las personas es importante”, sostiene que “La declaratoria pasa por un tema esencialmente técnico que, por lo demás, está bastante avanzado”. En ese sentido, Acuña cuenta que están en conversaciones con la administración del cementerio –que en un principio se mostraba en contra de la iniciativa– con el fin de definir procesos de mantención y conservación que permitan que éste siga funcionando adecuadamente.
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FUENTE: CANAL PATRIMONIO
Información publicada el
domingo, 08 de noviembre de 2009.
Historia y cultura en la Plaza La Paz del Cementerio General
Hablar del Cementerio General es remontarnos a los años 1800, cuando surgió la necesidad de enterrar a los difuntos en sitios protegidos. La antesala del campo santo es la Plaza La Paz, la cual ha sido escenario desde actos culturales hasta una permanente exhibición del arte de la escultura con las vírgenes del lugar.
Reporteros del Patrimonio. Alejandro San Martín.
Al término de la larga avenida La Paz, la calle se divide en dos, formando una especie de semicírculo; este gran espacio se ve antiguo, bastante desgastado, pero a un así hay algunas personas que se pasean entre sus muros sacando fotografías, o apreciando la fachada del cementerio general.
Nos referimos a la Plaza La paz, una de las plazas arquitectónicamente especiales de Santiago. No tiene árboles ni juegos o cosas por el estilo, sino que es la memoria histórica y sus construcciones lo que lo hacen un ícono y antesala perfecta del cementerio. Conformada por un gran número de columnas de ladrillo, formando grandes arcos, la plaza La Paz no siempre tuvo el papel que juega hoy en día. Comenzó siendo un inmueble que serviría a uno de los regimientos militares del país, hasta que a mediados de los años ochenta, cuando sobrevino el potente terremoto del ’85, la que la dejo en la ruina y muy destruida.
No fue hasta principios del nuevo milenio cuando se decidió comenzar con la recuperación de la plaza, convirtiéndose en un sitio muy concurrido por turistas o ser el simple paisaje de quienes viven o pasan constantemente por la plaza. De todas formas, ahora la plaza La Paz es un referente de la cultura; obras de teatro muy importantes se han desarrollado en su semicírculo; escultores han adornado la plaza con distintas imágenes. Destacan las 4 vírgenes, las cuales destacan por sobre la llana plaza.
El cementerio General no es tan sólo un lugar fúnebre y triste; es un espacio en donde la cultura se asoma con fuerza en gran parte del cementerio, especialmente en enormes mausoleos construidos por arquitectos y para familias con un gran peso en la historia. El “Ángel de la Muerte”, “Dolor”, y otras obras de artes en referencia a personas o distintas religiones, hacen de este cementerio un espacio que está muy lejos de ser meramente un lugar para entristecerse.
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