La Nación
Martes 29 de junio de 2010
Por Paola Mosso
Ilustradores y guionistas clave de los cómics nacionales revelan los factores del “inédito momento” que están viviendo. Ojo, sin ilusionarse, todos coinciden en que el camino al éxito no está cimentado. Aquí pasan revista a sus triunfos y carencias.
Una de las tradiciones más profundas en torno a la gráfica en Latinoamérica se vio truncada con el golpe de Estado de 1973 y la pronta irrupción de la televisión. Con ello, sufrió un desgaste del que, según algunos, aún no se ha podido recuperar del todo. Esfuerzos ochenteros encabezados por revistas como Beso Negro, Trauko y Bandido entraron y le cedieron a las nuevas generaciones armas con que pararse: autonomía, irreverencia y voluntad.
“Hoy (la historieta), luce fuerte y saludable de la mano de la novela gráfica, un nuevo nombre para algo que ya se venía haciendo hace décadas, pero que parece abrir puertas mágicamente”, afirma Carlos Reyes G., el editor de Ergocomics -la web más completa de historietas en Chile- y parte del equipo de Feroces Editores, editorial centrada en el género.
NO ES CUENTO
“Hace sólo unos años nadie habría soñado con que una gran editorial, una multinacional de la edición se fijara en la historieta. Hoy no sólo están interesados sino que nos llaman, conversamos y discutimos las posibilidades de editar… es un momento inédito”, continúa Reyes que ha sido parte de importantes trabajos gráficos como ilustrador y guionista y que hoy trabaja en el guión de la ilustración de cuentos de “Heredia detective” de Ramón Díaz-Eterovic (Editorial LOM).
El fenómeno que cada día se potencia más en Chile no habría tenido cabida sin la incursión de novelas gráficas en el mercado internacional, que ubicó a algunas obras como “The sandman” de Neil Gaiman en altos puntos de venta. El efecto en el país fue una revalorización de la narrativa gráfica, lo que fue de la mano de la profesionalización de los ilustradores nacionales que vieron oportunidades en medios extranjeros a través de Internet.
Poco a poco comenzaron a tomar vuelo sitios virtuales y editoriales independientes, y hoy casas como Alfaguara, Norma y LOM se han interesado en los proyectos gráficos. “No está todo ganado ni mucho menos. Primero debemos ganarnos el derecho a ser parte del panorama cultural chileno y eso se hace a punta de calidad narrativa, editorial y comercial”, explica el diseñador Gonzalo Martínez, que publicó en marzo de este año la novela gráfica “Celeste Buenaventura” (Mythica Ediciones), y por ahora también es parte del equipo de “Heredia detective”, además de estar trabajando en la segunda novela de “Quique Hache Detective”, adaptación de la obra de Sergio Gómez (Alfaguara).
“Para que Chile se instale, la labor de los creadores es fundamental. Primero hay que atraer, seducir al público y eso pasa por aumentar la oferta de títulos, mantener precios accesibles y diversificar la oferta temática (…) El público es exigente y pide calidad. La historieta chilena está ahora mismo recuperando personalidad con paso lento y seguro”, reflexiona Reyes. La afirmación cobra mayor importancia considerando que el “boom de los cómics” ha sido anunciado en consecutivas oportunidades.
EL NUEVO HORIZONTE
La novela gráfica “Heredia detective”, junto a proyectos como “El siniestro Dr. Mortis” (Editorial Arcano Cuarto), “Karma Police” (Mythica Ediciones), la adaptación del personaje “Cayetano Brulé” de Roberto Ampuero (Norma) y la gran propuesta “Blanco experimental”, que reunirá a diez autores gráficos chilenos y será prologada por Alejandro Jodorowsky, son sólo algunos de los títulos en los que los diseñadores están trabajando.
La cultura cómic poco a poco ha logrado sostener sus editoriales independientes y llamar la atención de las tradicionales. Para Martínez y Reyes, el interés es claro, aunque el primero de ellos afirma que la industria “es algo que hay que construir”.
“El mercado se está creando, su ampliación y fortalecimiento depende de la calidad de la obra, guiones sólidos bien narrados con densidad en el tratamiento de los personajes y los temas, una gráfica madura, autónoma y autoral, que no obedezca a los clásicos clichés del medio ni los preconceptos que históricamente se han atribuido a la historieta, como que tiene que ser cómica y dirigida a los niños”, agrega el diseñador Camilo Moro, ganador en dos oportunidades del Premio Amster Coré, gran galardón para los ilustradores. “Han visto este nuevo horizonte sin explorar del cual hay mucho que descubrir. Tenemos una fuente casi inagotable para contar en este país lleno de historias tan extrañas a veces (…) Si uno enfoca de manera inteligente una historieta puede ser un éxito, ¿por qué no?” concluye Demetrio Babul, diseñador que también trabaja para “Heredia detective”. LN
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Martes 6 de julio de 2010
Dibujantes se van al chancho en Biblioteca Nacional
Por Paola Mosso / La Nación
El 22 y 23 de julio se realizará el seminario “La ilustración infantil: el otro relato” que rendirá un homenaje al fallecido Fernando Krahn y contará con una charla de Themo Lobos.
“Hablar de libros no es sólo hablar de letras, sino también de todo lo que conlleva. Nos hemos dado cuenta que la ilustración promueve y acrecienta lectores ya que construye otro mundo a partir de sus dibujos”, cuenta el jefe de Extensión Cultural de la Biblioteca Nacional, Claudio Aguilera, sobre “Póngale Color”, evento que se realiza en el marco de seminario de ilustración infantil “La ilustración infantil: el otro relato”. La iniciativa, la más grande de la ilustración nacional organizada hasta ahora y que le pondrá cara a frases populares como “arriba de la pelota”, “manito de gato” y “viejo verde”, fue creada junto a Ilustrared, portal que conecta a más de 400 artistas chilenos y cuenta con más de 4.200 ilustraciones online.
Dentro de los 53 participantes se encuentran el Colectivo Siete Rayas -Alex Pelayo, Carmen Cardemil, Raquel Echenique y Francisco Javier Olea-, Isabel Hojas, Virginia Donoso, Marcelo Pérez, Gabriel Garvo y César Fuentes.
A Olea, la propuesta le pareció “muy adecuada dentro de la fiebre bicentenaria. Si no había cómo evitarla, me pareció una forma graciosa de hacerle frente”. Para el diseñador, la ilustración ha despertado un interés masivo en los últimos cinco años pero “falta todavía, para que adquiera un peso comercial, instalarse con propiedad en las galerías como cualquier otra forma de arte. Eventos como éste son pasos bastante grandes hacia ese posicionamiento”. “Póngale color” también cobra gran importancia para Ilustrared, que ven en la ocasión un lugar un encuentro para los ilustradores y de enseñanza a dibujantes más jóvenes, según cuenta la cocreadora del portal, Tania Schwuchow, que además identifica “un acercamiento de las personas a las artes, sobre todo de los niños que disfrutan viendo ‘los monitos’”.
El encuentro será complementado por un recorrido histórico de los hitos más relevantes de la ilustración infantil chilena a través de material de la Biblioteca.
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