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martes 13 de julio de 2010
Documento fue entregado a la alcaldesa de la isla:
Además del regalo estelar, el eclipse dejó un buen recuerdo en las arcas: según el balance de las autoridades locales, los cerca de US$3 millones recaudados permitirán solventar las pérdidas que tendrán en 2011 por el cierre parcial del aeropuerto Mataveri.
JAIME PINOCHET
Unos tres mil turistas, liderados por japoneses, estadounidenses y franceses, llegaron hasta Isla de Pascua para avistar el eclipse, según la PDI.
Foto:EFE
Orgullo local. La alcaldesa de Isla de Pascua, Luz Zasso, muestra el documento de la NASA que certifica que la estrella 221.475 desde ayer se llama Rapa Nui.
Estrella Rapa Nui. Ése fue el regalo que recibió ayer la alcaldesa de Isla de Pascua, Luz Zasso, de manos del científico francés de la NASA Jean Claude Merlin, quien le entregó un documento que indica que la estrella 221.475 corresponde a la Rapa Nui.
Esta ceremonia se realizó en un pequeño salón de la Municipalidad, donde llegaron científicos de todo el mundo que participaron del eclipse del domingo. Merlin explicó a la jefa comunal que en Isla de Pascua se han encontrado varias estrellas, pero se optó por ésta, porque su eje es el que está más alineado con la isla, ubicada a más de 3 mil km del continente.
En la actividad también participó el cazaeclipse francés Pascal Zuger, quien coordinó la llegada de varios astrónomos internacionales. Aseguró que ha visto cinco fenómenos, pero se queda definitivamente con el de "Easter Island" (Isla de Pascua).
"Había un clima terrible, y 10 minutos antes del eclipse todo se aclaró. El sol siempre estuvo rodeado de nubes, y de un momento a otro todo se despejó. De inmediato todos nos dimos cuenta de la emoción que nos provocó, pues los cálculos y análisis quedaron atrás", comentó el aficionado, quien ha estado en Japón, Libia y Eslovaquia, y espera participar del próximo fenómeno en Australia.
Zuger agregó que "esta emoción es una vivencia que no se puede describir, porque es propia".
Vuelve la calma
En Hanga Roa comienza a volver la tranquilidad. Las calles de la isla están calmas y en el comercio sólo quedan turistas, pues la mayoría de los representantes de la prensa y los científicos comenzaron su retirada entre el domingo en la noche y la jornada de ayer.
Las autoridades dedicaron el lunes a los balances. Los parques nacionales fueron los primeros evaluados: hubo pequeños problemas descritos como "anécdotas".
Las policías detuvieron a dos turistas extranjeros -un japonés y un danés- por intentar sacarse una foto arriba de un moái. Ambos quedaron con arraigo, y están a la espera de que el Ministerio Público les curse una multa para que puedan retornar a sus países.
"Nuestro plan de contingencia para los parques nacionales funcionó bien. Reforzamos el equipo de vigilantes, quienes patrullaron durante las 24 horas para evitar algún daño patrimonial", señaló la jefa provincial de Conaf, Ninosca Cuadros.
En cuanto al área económica, el gobernador Pedro Pablo Edmunds destacó que el plan eclipse funcionó de forma perfecta, agradeciendo la participación de los habitantes locales. "El eclipse nos permitió llegar a otro tipo de turistas, y en esta fecha, que no es de afluencia masiva".
Agregó que se cumplieron todas las expectativas. "Llegaron cerca de tres mil turistas, quienes gastaron diariamente unos 500 dólares. Esto implica que sólo en las calles de Hanga Roa quedaron unos tres millones de dólares, sin contar los hoteles", detalló Edmunds.
Las ganancias del eclipse son muy oportunas -reconoció-, porque permitirán a los empresarios solventar las pérdidas que tendrán los primeros cuatro meses de 2011, cuando inicien los arreglos en el aeropuerto Mataveri.
"En esa fecha restringiremos de 7 a 4 vuelos, porque la pista necesita reparaciones. En teoría, se debe reparar cada 10 años, y ya estamos pasados. Esto implicará una baja en el turismo, y por eso el eclipse fue un regalo de Dios", concluyó Edmunds.
Famoso
Una hora y media alcanzó a estar en la isla el co-fundador de Google Larry Page. Llegó en su jet privado desde Tahiti, observó el eclipse en el aeropuerto, y debió despegar por problemas de tráfico aéreo.
Los cazadores de eclipses se van, los astrofotógrafos se quedan
Uno de los primeros grupos en dejar la isla fueron los más de 400 japoneses que visitaron Pascua por el día sólo para ver el eclipse. Gran parte de ellos, 263, estaban instalados en un campamento en el Colegio Hermano Eugenio Eyraud. Si bien su estadía fue corta, dejaron huella: regalaron dos telescopios al colegio.
Los que sí se quedan en la isla son los astrofotógrafos. Para ellos, la tarea recién comienza: deben elegir, entre los cientos de imágenes, las mejores; realizar composiciones, editar videos y un largo etcétera.
Loukas Hapsis, fotógrafo griego que derivó en la astrofotografía, no despega la vista de su computador: revisa una y mil veces las hermosas tomas que realizó anteayer desde Anakena.
"Fue increíble. Éste es mi sexto eclipse. El primero fue en 1995, en Tailandia, y ahí supe que en 2010 sería en Isla de Pascua. Entonces decidí que quería venir, porque la isla es hermosa, pero un eclipse... eso pasa una vez en la vida", comenta Hapsis, quien permanecerá aquí dos semanas más.
El astrónomo Christian Nitschelm -desde 2009 profesor de la U. Católica del Norte- nunca ha dejado su gran pasión: la astrofotografía. A Rapa Nui trajo 80 kilos de equipo para realizar las mejores tomas. A las 4 AM del domingo ya tenía su telescopio instalado, al que le adosó una cámara fotográfica de gran calidad. "Es súper difícil para nosotros disfrutar el momento del eclipse, a diferencia de algunos cazadores que sólo gozan del evento. Hay locos como nosotros que hacen fotografías... ¡por placer!", comenta.
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