La Nación Domingo
Reportajes
Sábado 11 de septiembre de 2010
Por Jeniffer Vega /
Chile es un país recatado, poco acostumbrado a las celebraciones masivas, pero las Fiestas Patrias todo lo cambia, tiñe al país de colores vivos, lo hace mirar con nostalgia las tradiciones de siglos anteriores y revive el espíritu patriota. Por eso, LND decidió hurgar en nuestro pasado y conocer los inicios de las celebraciones dieciocheras con ayuda de historiadores y voces expertas. Ellos nos cuentan por qué zapateamos con tantas ganas en las “enramadas”; nos deleitamos con la belleza prusiana de las glorias del Ejército que instauró Bernardo O’Higgins; agradecemos al cielo por nuestra patria en la Catedral de Santiago y nos vestimos de gala para asistir al Teatro Municipal.
“La Parada Militar eran simulacros de combate y revistas de unidades, a realizarse los 19 de septiembre en la Pampilla, frente a los cerros de Renca”
-¿Cuál es el origen y año de inicio de la Parada Militar?
-La conmemoración del Día de las Glorias del Ejército, a través de una Parada Militar, es una tradición cuyo primer antecedente figura al día siguiente de la instalación de la Primera Junta de Gobierno, cuando desfilaron en la Plaza de Armas de Santiago varios cuerpos de tropa ese 19 de septiembre de 1810. Posteriormente, el Director Supremo, General Bernardo O’Higgins, instituyó la creación de una revista militar que en tiempos del gobierno del Presidente Joaquín Prieto se formalizó como simulacros de combate y revistas de unidades a realizarse los 19 de septiembre en la Pampilla, frente a los cerros de Renca. Posteriormente, se comenzó a usar el Campo de Marte, en la zona sur de la ciudad, actual Parque O’Higgins. Incluso, se sabe que cuando el ministro Diego Portales creó la Guardia Cívica en 1831 y asumió como comandante del Batallón Nº 4, desfilaba al frente del mismo en la revista militar que se realizaba en septiembre de cada año.
La Parada Militar de 1910 marcó un hito en la historia de los desfiles del Ejército. Los documentos así lo describen: ”El paso de las Escuelas Militares fue saludado con una ovación continua….”. Hay constancia de que la delegación militar alemana que asistió al evento señaló que si no fuera por el majestuoso fondo de la cordillera de los Andes, se podía haber pensado que el desfile ocurría en Berlín.
Incluso, varios detalles particulares de la ceremonia son de antigua data. Una foto de la época muestra al Presidente Juan Luis Sanfuentes en 1918, pasando revista a la Escuela Militar, que formada rinde honores a su paso, tal como se hace aún hoy, noventa años después. En 1915, el Presidente Ramón Barros Luco decretó como feriado legal el día 19 de septiembre: “…en honor a las Glorias del Ejército”.
En 1928 se incluyó en el desfile a Carabineros de Chile, institución fundada el año anterior, y a la Escuela de Grumetes de la Armada, mientras que en 1930 se integró la recién creada Fuerza Área de Chile. Desde ese momento, las paradas militares contaron con la presencia del conjunto de las Fuerzas Armadas y de Orden.
IRONÍAS DE LA HISTORIA
Las celebraciones religiosas están estrechamente ligadas a los hechos del 18 de septiembre. De hecho, la primera acción de gracias por la instalación de la Junta que se hizo en Santiago se efectuó el 11 de octubre de 1810 y en ella predicó fray Bernardo Guerrero, quien defendió la instalación del nuevo gobierno.
Irónicamente, al conmemorarse el primer aniversario de la Junta de Gobierno, el orador principal del Tedéum fue el padre dominico José María Torres, quien también defendió la instalación de la Junta. Sin embargo, años después, el mismo José María Torres fue un connotado realista que hasta editó la Gaceta del Gobierno a partir de 1814, es decir, escribió a favor de la restauración de la monarquía.
En cuanto al desfile de las Glorias del Ejército, desde 1896 se conoce como Parada Militar y sólo en 1915 se empezó a efectuar los 19 de septiembre. La única oportunidad en que no se ha realizado este acto militar en nuestro país fue en 1973, desde entonces no se ha interrumpido.
“La inauguración del Teatro Municipal con 2.500 espectadores, superó el máximo de personas que podía albergar”
-¿De qué año data la gala de Fiestas Patrias del Teatro Municipal y quienes eran sus invitados?
-Debemos recordar que el Teatro Municipal fue abierto al público el 17 de septiembre de 1857, por lo que su inauguración estuvo marcada por los festejos de Fiestas Patrias. Su inauguración, en la que se puso en escena la obra “Ernani”, de Verdi, congregó a las más altas autoridades del país, incluido el Presidente Manuel Montt y a 2.500 espectadores, superando el máximo de personas que podía albergar el teatro. Esto refleja cómo se convirtió en un gran acontecimiento social para la aristocracia santiaguina.
“En aquel tiempo los fieles que comulgaban debían permanecer en ayuno por varias horas”
-¿Desde cuándo se realiza el Tedéum para el 18 de septiembre?
La palabra Tedéum significa “A ti, oh Dios”, y son las primeras palabras del canto de alabanza a Dios cuyo contenido es la acción de gracias: “A ti, oh Dios te alabamos y te bendecimos”. El origen del Tedéum es muy antiguo, de los primeros siglos de la Iglesia, y en Chile se celebra desde 1811, año en que José Miguel Carrera pidió a la autoridad eclesiástica de la época celebrar una acción de gracias para conmemorar el primer aniversario de la Junta Nacional de Gobierno. En sus primeros años, el Tedéum se celebraba al final de la misa. Sólo a partir de 1870, a petición del entonces ministro del Culto Miguel Luis Amunátegui, el Tedéum se celebró cada 18 de septiembre sin eucaristía. Hay que recordar que en aquel tiempo los fieles que comulgaban debían permanecer en ayuno por varias horas. Por esta razón, se debió pedir autorización al arzobispo de Santiago, Rafael Valdivieso, y al Cabildo Metropolitano. Por un largo período, la interpretación del Tedéum estuvo a cargo del coro del Seminario Pontificio y se cantaba en latín. Esta forma de oficiarlo duró prácticamente un siglo. En 1968, se pidió al coro de Vicente Bianchi que interpretara el Tedéum. Así, en 1970, se estrenó una nueva versión de esta acción de gracias con la letra del padre Felipe Lázaro y la música de Vicente Bianchi. Esta versión se interpretó hasta el año 2000. Desde el año 1971 el Tedéum comenzó a tener un carácter ecuménico. Ese año, el entonces arzobispo de Santiago, cardenal Raúl Silva Henríquez, invitó a obispos y pastores de otras iglesias cristianas a participar con sus oraciones en esta ceremonia.
“Diego Portales prohibió las ramadas en 1836 en su afán aristocrático de ponerle límites a la cultura mestiza”
-¿Cuál es el origen de las ramadas y qué opina sobre la evolución que han tenido?
-Las ramadas tienen un interesante origen mestizo hispano-indígena. Confluyen tradiciones festivas del Mediterráneo español y tradiciones festivas indígenas que se incorporaron a la vida popular de la América del Sur. En 1763, la autoridad colonial miraba con desconfianza las ramadas por ser reuniones plebeyas de hombres y mujeres que podían prolongarse por varios días. Así lo dijo el obispo de Santiago Manuel Alday en el sínodo de aquel año. En la misma dirección, Diego Portales prohibió las ramadas en 1836 en su afán aristocrático de ponerle límites a la cultura mestiza. En su “Diccionario de chilenismos” Zorobabel Rodríguez definió, en 1875, la ramada como “rústica tienda para vender licores y comestibles, para cantar y bailar en las fiestas cívicas”. Hoy, sobre todo en el sur, se pueden ver fabulosas ramadas o “enramadas” para protegerse de las lluvias de septiembre. En Argentina, la ramada fue parte del paisaje gaucho, como lo demostró el folclorista Robert Lehman-Nitsche en su estudio etnográfico de 1919 titulado “La Ramada”.
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