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domingo 30 de enero de 2011
Este año se conmemora el centenario del artista, nacido el 11 de noviembre de 1911. En Valparaíso se acaba de inaugurar una muestra.
por Denisse Espinoza A.
Roberto Matta se enorgullecía de que su nacimiento, el 11 de noviembre de 1911 (11-11-11), estuviera marcado por esa coincidencia numérica. El pintor bromeaba con que la fecha simbolizaba el inicio de sus juegos surrealistas y luego agregaba, con humor, que también había nacido a las 11 de la mañana: simplemente estaba destinado a llevar una vida un poco más especial que el resto de los mortales. Sólo una vez concedió cambiar su onomástico, cuando le pidió a su amigo André Bretón que lo retratara para un pasaporte con una fecha distinta: 3,1415926 (el número Pi).
A 10 meses de que se cumplan 100 años del nacimiento del pintor chileno más famoso del siglo XX, las celebraciones se están preparando en grande. Hace más de dos años, Germana Matta, viuda del artista, conformó un comité especial para organizar el Centenario Matta. La elegida para liderar las gestiones como vicepresidenta fue la española Inés Ortega, quien entabló amistad con la pareja en los años 90, cuando su marido, comisario del Pabellón de Chile en Expo Sevilla 92, invitó a Matta a realizar una escultura. La primera exposición en España de homenaje al artista se realizó en 2005, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con pasteles, litografías y textos que el artista creó inspirándose en El Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes. Entre 2007 y 2008, la muestra se expuso en EEUU y Brasil, y en 2009 itineró por Chile. Era un aperitivo.
Esta semana, la propia Germana Matta dio la partida oficial a las celebraciones del centenario en el país, inaugurando la exposición Hom' Mere en Valparaíso, en el marco del Festival de las Artes, organizado por el Consejo de la Cultura y las Artes, que este año estuvo dedicado al pintor. Esta vez, la muestra reunió las obras con las que Matta homenajeó a otra gran obra de la literatura universal: La odisea, de Homero, con 50 grabados, realizados entre 1970 y 1985, que rara vez se exponen juntos y que estarán en el Palacio Consistorial de la ciudad hasta el 28 de febrero.
Sin embargo, la mayor exposición dedicada al artista se abrirá el mismo 11 de noviembre en el Centro Cultural Palacio La Moneda, y espera reunir más de 100 obras, muchas nunca vistas en Chile. Se trata de una muestra ambiciosa, que intentará traer de vuelta la figura de nuestro artista más universal. Cuando tenía 25 años, Matta emigró a Europa, donde fue ayudante de Le Corbusier y trabó amistad con artistas como Dalí, Magritte y Picasso. Su carrera la hizo afuera, vivió en París, Nueva York, Londres Roma y Tarquinia, Italia, donde murió en 2002.
Por eso, el equipo de Inés Ortega ya está en conversaciones con museos, galerías y coleccionistas extranjeros, coordinando el préstamo de las obras que devolverán de alguna forma a Matta a su tierra natal. Una de las primeras instituciones en responder al llamado fue el Museo Reina Sofía, que cederá Munda y desnuda, la libertad contra la opresión (1986), obra emblemática donada por Matta al estado español, junto a un pequeño óleo de 1937, sin título. El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid prestará El proscrito deslumbrante (1966), una serie de cinco cuadros de más de 20 metros de altura. Mientras que de la colección de Germana Matta vendrán L´x de l´espace y 25 obras más. También se exhibirá la tela El vicario (1954), prestada, entre otras piezas, por la Casa de las Américas de Cuba.
Entre los coleccionistas que cederían obras están el estadounidense Todd Figg, con varias telas de la serie Morfologías psicológicas, de 1937 a 1939, y el chileno Juan Salinas, con la pieza Eros enfant. También se exhibirán algunos de los famosos "cheques Matta", dibujos que el artista enviaba a sus amigos con dificultades económicas tras el golpe de Estado de 1973.
Aún están por confirmarse piezas del Museo Rufino Tamayo de México y del Bellas Artes de Caracas. Se espera la tela Les puissances du désordre, del Centro Pompidou de París y la crucial Black virtue (1943) de la Tate Gallery de Londres, parte de la serie que Matta realizó influenciado por Duchamp y que marcó el cambio en su obra desde la exploración de su mundo interior hacia la mirada del cosmos.
Otra de las piezas a punto de ser confirmada es El espejo de Cronos, perteneciente al Banco Estado, que está prestada en comodato para adornar el Salón Azul del Palacio La Moneda. "Tenemos aún tres meses para cerrar los últimos préstamos importantes, entre los cuales nos parecen importantes también algunas obras de las colecciones de los hijos de Matta, con quienes ya estamos conversando su participación", explica Ortega.
Además de los óleos, que suponen la parte más monumental de la obra del pintor, también se exhibirán objetos (sillas, tarros de conserva) y esculturas de la colección de Germana Matta, complementada por charlas y proyección de documentales.
Las actividades no terminan allí. La Universidad Católica prepara un proyecto en torno a La liga de las religiones, tesis de grado que Matta presentó en 1935 para titularse como arquitecto en esa casa de estudios. Se trata de bocetos de varios edificios con forma de mujer en distintas posturas. La idea es que alumnos de la universidad creen maquetas a partir de sus revolucionarios diseños. Otro proyecto es el que lleva a cabo la Universidad de Santiago, que trabaja en una exposición sobre la relación entre Matta y la ciencia, exponiendo el mural de siete metros titulado Vivir enfrentando las flechas, que el artista realizó para la institución en 1961.
También habrá actividades que apuntan a la participación ciudadana. La más llamativa es la que prepara el Espacio Matta de La Granja: Tras las huellas de Matta, que intentará reunir un gran archivo de fotos, cartas y documentos inéditos donados por gente que haya tenido alguna conexión con el pintor. Mientras, se planea que la muestra del CCPLM se traslade a ciudades como Iquique, Chillán y Concepción. "Sin duda hay facetas desconocidas de Matta. Fue una persona con gran curiosidad y un trabajador infatigable. Son poco conocidos sus escritos y su influencia en la pintura norteamericana. Matta es una chispa que lo enciende todo. Los chilenos se merecen una muestra de esta magnitud y descubrir hasta dónde podía llegar su genialidad", concluye Ortega.
Galerías y museos se suman al centenario
En marzo, la galería Artium inicia sus conmemoraciones con una muestra que invita a 70 artistas locales, entre ellos José Balmes y Omar Gatica, a homenajear a Matta a través de sus obras. El resto de las muestras se concentrarán en noviembre: el Museo de Bellas Artes inaugurará una selección de pinturas y grabados de su colección, además de una serie de arpilleras realizadas en el museo por Matta en los 70. "La idea es vincular las piezas a la historia del museo ya que es la misma época en que se contruyó la Sala Matta", dice la curadora Soledad Novoa. El Mavi prepara una muestra de esculturas y videos realizados por artistas sobre el pintor. La galería Isabel Aninat exhibirá dibujos y un par de óleos creados entre los años 40 y 70.
Quizás una de las muestras que dará más que hablar será la de la galería AMS Marlborough, y que será curada por Ramuntcho Matta, uno de los hijos del pintor, con óleos y dibujos que hablan sobre el concepto del cosmos. Además se lanzará un libro que recoge el diario de vida que el artista escribió en 1943, durante su residencia en Nueva York, lugar al que escapó debido a los horrores de la II Guerra Mundial, y que antes de morir le regaló a su hijo.
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