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Fecha: 9 de enero de 2011
Hace 18 años, veinte murales en Valparaíso demostraron que el buen arte podía estar en la calle. Pero hoy, sus colores no brillan como antes, fruto del clima y el descuido. La próxima semana comienza un hito: se restaurarán cuatro murales, uno de Roberto Matta.
DANIELA SILVA ASTORGA
La creación de Roberto Matta será la última en restaurarse, justo antes de que parta el Festival de las Artes. Al fondo, la obra de Rodolfo Opazo, que también será remozada.
La obra geométrica de Eduardo Pérez ocupa un tramo equivalente a dos murales. Es una de las que están en mejores condiciones.
Este verano, los trazos de Mario Toral tendrán nueva cara. Como está cerca de la obra de Matta, también será restaurado.
Brochas y rodillos coloreaban grandes muros porteños, desde la calle Huito hasta el ascensor Espíritu Santo y bajando, hacia la Plaza Victoria. En 1992 nació en Valparaíso el Museo a Cielo Abierto (MaCA) con 20 murales de artistas como Roberto Matta, Mario Toral, Rodolfo Opazo, Matilde Pérez, Ricardo Yrarrázaval y Ramón Vergara-Grez. Los vecinos sintonizaron: ofrecían sus casas para guardar tarros de pintura, les llevaban jugo a los autores y los niños pintaban tramos chicos. El barrio cambiaría para siempre.
Ahora el museo es mayor de edad y ha sido restaurado en parte. Y muchas veces. De hecho, en 2004 se reparó por completo. Sin embargo, sus colores jamás volvieron a brillar como al comienzo. No están todas las placas con los títulos de las obras, aparecen grafitis al amanecer y nada es suficiente para luchar contra el clima. "Continuamente arreglamos los murales, pero este no es un museo común y corriente. No podemos cerrar en la noche, y siempre nos complican el excremento de pájaro, el sol y la humedad. Es difícil alcanzar la perfección en un espacio como éste: hay muchas cosas que resolver", afirma Paola Pascual, curadora del Museo a Cielo Abierto, que depende de la U. Católica de Valparaíso (PUCV). Anualmente, la universidad destina un monto aproximado de $5 millones para que estudiantes capacitados efectúen reparaciones. Otros fondos públicos y privados se suman, de vez en cuando.
Pero el deterioro avanza tan rápido que los $5 millones siempre son insuficientes. Hasta ahora, que llegó el centenario de Roberto Matta y el Consejo de la Cultura firmó un convenio con la PUCV y aportará $3,5 millones para arreglar el mural diseñado por Matta para el Museo Cielo Abierto. El plan incluye a las obras que lo rodean (de Opazo, Ramón Vergara Grez y Toral), y cuesta $5.133.240. La diferencia la pondrá la universidad.
Todo comenzó por el Festival de las Artes de Valparaíso (antes, Carnavales Culturales), que parte el 28 de enero con actividades en torno a Matta. Entre ellas, visitas guiadas por el Museo a Cielo Abierto. "Vamos a capacitar a los propios vecinos como guías, porque ahí está el sentido de pertenencia que se debe transmitir al resto de la ciudadanía. Podríamos elegir guías del Bellas Artes, pero no. La base del museo es estar en contacto directo con el barrio. Eso debe ser constante, porque le da valor", explica Pascual.
Las reparaciones de los cuatro murales elegidos parten el 18 de enero. Quedará tarea pendiente, pues todas las pinturas están dañadas. Hay casos urgentes, como el de José Balmes, y además, problemas estructurales en algunos muros de contención. El desafío es titánico. "En 2012, el museo cumplirá 20 años, y queremos reinaugurarlo funcionando al 100%", comenta Isabel Ibáñez, jefa de extensión de la PUCV.
Se suma el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke: "Creemos que más allá de los recursos, se necesita incorporar el hábito. Si los vecinos sienten al museo como suyo, se preocuparán de cuidarlo. Es importante ir recuperando los murales y la principal fuente de recursos con que contamos nosotros son los Fondos de Cultura". En resumen: los interesados en preservar los murales deberán postular para tener financiamiento. Escenario en el que la voz de los vecinos sonará fuerte.
GUÍAS
Para participar en las capacitaciones hay que postular enviando un mail a museoacieloabierto@ucv.cl. El proceso estará abierto hasta el viernes 14.
La mejor cara es del pasado
Macarena Gárate
Futura guía
"La idea de capacitarnos es buena, porque más de alguno seguirá interesado en ser guía. Una cosa fundamental, pues actualmente no existe información para recorrerlo bien".
Osvaldo Pizarro
Dueño del restaurante "El Quintil"
"Hace cinco años tengo este negocio junto al museo. Por lo que he visto, al comienzo los vecinos estaban preocupados y valoraban este recorrido artístico. En este minuto, casi todos están desinteresados. En un barrio habitado por adultos mayores, ya no hay tantas energías".
Pilar Suazo
Vive hace 40 años en el Cerro Bellavista
"En mi sector estamos pendientes, viendo qué pasa, pero debiéramos tener vigilancia, porque no todos están comprometidos con el cuidado de este patrimonio. En cambio, cuando se inauguró, nos cambió la vida: pasamos de cerros baldíos a un recorrido hermoso. Siempre miro el mural de Matta, que está frente a mi casa".
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