http://www.emol.com/
lunes 21 de marzo de 2011
En un ambiente común con la actual Patagonia:
INACh culminó campaña paleontológica que abarcó esa región y la provincia de Última Esperanza.
Rolando Martínez y Richard García
El hallazgo de restos fósiles de flora similar en la Antártica y Última Esperanza en la Patagonia, ratifican que ambas zonas compartieron un ambiente común para el surgimiento del bosque austral de Sudamérica hace 90 millones de años, durante el llamado cretácico superior.
lunes 21 de marzo de 2011
En un ambiente común con la actual Patagonia:
INACh culminó campaña paleontológica que abarcó esa región y la provincia de Última Esperanza.
Rolando Martínez y Richard García
El hallazgo de restos fósiles de flora similar en la Antártica y Última Esperanza en la Patagonia, ratifican que ambas zonas compartieron un ambiente común para el surgimiento del bosque austral de Sudamérica hace 90 millones de años, durante el llamado cretácico superior.
Especies como la lenga, coigüe, mañío, roble, raulí y hasta la araucaria habrían convivido allí en la última etapa del periodo que vivieron los dinosaurios y también cuando comenzaron a predominar los mamíferos, destaca el doctor Marcelo Leppe, paleobiólogo y jefe del departamento científico del Instituto Antártico Chileno (INACh). Leppe recalca que la tesis de la antigüedad del bosque austral la reforzarán aún más con los análisis de laboratorios e informes que esperan tener terminados antes de fin de año.
"En los libros se dice que esa flora se acuñó en la segunda mitad del terciario, desde los 23 millones de años en adelante. Pero si analizamos la flora patagónica y antártica en la última etapa del cretácico superior nos damos cuenta que todos los elementos esenciales del bosque austral de Sudamérica ya están presentes", explica el doctor Leppe.
Destaca que al menos en cuatro oportunidades se produjo una conexión entre lo que hoy es la Antártica y nuestro actual continente. "Hace 100 millones de años existía una apertura marina profunda que se conoce como la cuenca de rocas verdes, pero se comenzó a rellenar hace unos 90 millones de años con sedimentos, lo que permitió la reconexión de ambos continentes", señala el paleobiólogo.
De ese momento data la primera evidencia de elementos sudamericanos en la flora antártica. "Esos árboles que ya habían venido evolucionando antes comienzan a formar una estructura de vegetación similar a la que presenta el bosque del sur de Chile".
Esa formación boscosa comenzó a migrar hacia el norte colonizando posteriormente lo que sería después Sudamérica.
La última conexión entre ambos continentes desapareció hace 23 millones de años, cuando se formó el profundo paso de Drake. Pero la vegetación antártica duró bastante tiempo más. Leppe cuenta que en una zona situada a 500 kilómetros del polo sur, conocida como de los Valles Secos, se ha descubierto recientemente que todavía existían bosques como los que se ven en Tierra del Fuego -con árboles achaparrados que resisten el viento y el frío- hace apenas 3,5 millones de años. "Se creía que para entonces ya no había ninguna manifestación boscosa, pero estábamos equivocados", cuenta.
El científico encabezó el verano pasado una campaña de once días en diversos sectores de la provincia Última Esperanza en el marco del proyecto Anillo Antártico de Geología y otro proyecto financiado por el Fondecyt, cuyo objetivo fue develar las raíces profundas de conexión entre Sudamérica y la Antártica. A ello se agrega el tercer proyecto relativo a ictiosaurios en Torres del Paine. En los tres proyectos participaron 23 investigadores.
Tesoro paleontológico
Leppe califica a la provincia de Última Esperanza como un Valle Cretácico. Destaca que en la zona paralela al camino entre Puerto Natales y cerro Castillo existen al menos tres formaciones geológicas representativas del período cretácico. "Hay desde reptiles marinos hasta troncos y hojas". Es el eco de un momento crucial en la historia, cuando comenzaron a declinar los grandes reptiles y a aparecer los mamíferos en gran cantidad. De hecho las dataciones coinciden casi con el momento de la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años. "Estamos trabajando justo muy cerca del límite y lo que estamos planificando ahora son al menos dos proyectos nuevos para trabajar justamente en las últimas etapas del cretácico, las últimas manifestaciones de vida de estos reptiles gigantes. Esto incluirá paleobotánica, zoología de vertebrados y estratigrafía para conocer bien los pasos que llevaron a la extinción". El área cercana al Parque Nacional Torres del Paine ya ha arrojado un hito mundial que es la mayor concentración de ictiosaurios de todo el hemisferio sur. "Están completos y son más de 40 esqueletos", detalla.
---
No hay comentarios:
Publicar un comentario