martes 10 de mayo de 2011
El próximo 4 de julio la Cámara Baja conmemorará su Bicentenario en el edificio que albergó al Poder Legislativo en Santiago hasta 1973.
por Darío Zambra
En el tercer piso del edificio del ex Congreso Nacional hay una oficina que está deshabitada. Tiene paredes blancas, una altura que supera los ocho metros y de su techo cuelga una antigua lámpara de lágrimas de cristal. Sin embargo, unos trozos de yeso en el suelo y una cornisa que está a punto de desprenderse rompen la elegancia del lugar.
Lo habitual era que esa oficina fuera ocupada por el presidente de la Cámara de Diputados. Sin embargo, el UDI Patricio Melero, quien hoy ostenta ese cargo desde el 15 de marzo pasado, jamás la ha utilizado. ¿La razón? La oficina está desalojada desde el 27 de febrero de 2010, al igual que todo el tercer piso del edificio, donde funcionaban las salas de comisiones, la vicepresidencia y la secretaría de la Cámara Baja.
Aunque el terremoto no afectó estructuralmente el inmueble, sí dejó grandes grietas en algunas paredes y daños en la albañilería y en algunas cornisas.
Sin embargo, este histórico edificio del centro de Santiago -donde funcionaron las dos cámaras del Congreso entre 1876 y 1973- está listo para ser restaurado una vez más. El Ministerio de Obras Públicas -que actúa como contraparte técnica- ya licitó las obras de reparación y la adjudicación se realizará a fines de este mes.
La subsecretaria de Obras Públicas, Loreto Silva, explica que la restauración incluye el reforzamiento de la estructura, reparaciones en el exterior y el interior del inmueble, la reposición de ornamentos y terminaciones y la pintura de muros, cielo y tabiquería en el interior. "También aprovecharemos de reemplazar unos ventiladores que estaban en el entretecho y que ya están obsoletos", sostiene la subsecretaria.
El administrador de la Cámara, Federico Vallejos, explica que los mayores daños se registraron en la entrada principal del recinto, que da hacia la calle Bandera. "En ese sector, las columnas del pórtico se balancearon tanto que dejaron con grandes grietas todos los muros de esta zona", detalla.
Los trabajos deben terminar en diciembre, pero hay una prioridad: el histórico salón donde los diputados sesionaron por casi un siglo. El próximo 4 de julio la Cámara celebrará sus 200 años de existencia y la intención es realizar el acto central del Bicentenario en la Sala de Sesiones. Este lugar se encuentra en el primer piso y tiene una tribuna y una galería. En los últimos años se ocupaba para algunas sesiones legislativas, actos políticos, seminarios e, incluso, lanzamientos de libros, pero desde el terremoto está clausurado.
"Tiene algunos ornamentos trizados y con riesgo de desprendimiento y no lo utilizamos desde el terremoto, porque cualquier temblor podría generar la caída de alguna de estas partes", asegura el diputado Melero. La orden de la Cámara es que las obras en este salón sean las primeras que se ejecuten, de manera que estén listas antes de julio, justo a tiempo para la conmemoración del Bicentenario.
Dos años antes del terremoto, el MOP ya había ejecutado un proyecto para restaurar íntegramente este edificio, que incluyó la habilitación de nuevas dependencias, el reemplazo de los sistemas eléctricos y sanitarios y el rescate de elementos decorativos.
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