miércoles, 11 de mayo de 2011

Reproducción de la corbeta Esmeralda recibirá hasta 10 mil visitantes al mes

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miércoles 11 de mayo de 2011

Construcción en Iquique albergará museo sobre la histórica nave del Combate Naval.





por Gabriela Sandoval
La habitación de Arturo Prat en la corbeta Esmeralda era un modesto camarote de dos por tres metros, donde sólo cabían una litera y una mesita de noche. Pasando la puerta, la llamada zona de cámara del comandante, con una mesa para seis y un escritorio, le servía para reunirse con sus oficiales y tomar sus decisiones. En el lado opuesto, los 192 tripulantes se entrenaban, comían y dormían en hamacas. Así de auténtico se puede apreciar en la reproducción a escala real de la Esmeralda fondeada en puerto que se construye hace un año en el Paseo Lynch, en el barrio norte de Iquique.

Una obra inspirada en la histórica nave, que revive el mito del más importante combate naval de Chile y que, según sus impulsores, será visitado por 400 personas diarias -unas 10 mil al mes- a partir de su inauguración, planificada para el 20 de mayo.

La corbeta, con 78 metros de eslora (largo), 37 de alto y 12 de manga (ancho), ya está prácticamente terminada, con un 98% de los trabajos civiles concluidos y con las piezas museológicas en instalación. El viernes de la próxima semana será abierta por el Presidente Sebastián Piñera, en una ceremonia donde habrá cañonazos y todos los buques celebrarán tocando sus sirenas en la bahía de Iquique.

Los preparativos son intensos de parte de la minera Collahuasi, que financia la obra, y que junto a la Corporación del Patrimonio Marítimo de Chile trabajó durante tres años en la elaboración del proyecto, con una inversión de US$ 6,5 millones.

Visitas

En un recorrido por el barco -que tendrá visitas guiadas divididas en 13 momentos, desde la cubierta de habitabilidad (primer nivel) hasta la cubierta de cañones- se pueden apreciar habitaciones y lugares comunes, que tenían tanto oficiales como tripulantes el día antes del Combate Naval de Iquique.

Allí se incorporarán elementos y muebles que buscarán reproducir los de la época. Cañones, cuerdas, anclas y velas enrolladas serán parte del paisaje que se podrá comenzar a visitar muy pronto y que tendrá como eje central la vida en el barco. "Eso sí, no será una réplica", explica Andrés Contador, director del Museo Corbeta Esmeralda. "Pero sí recreará todas los lugares y la vida cotidiana de la época", agrega Contador. Ello, porque los planos originales no existen, lo que descarta el concepto de réplica, pero sí asegura lo más próximo a la nave original.

El casco es de madera de coihue y revestido en cobre, como era el original. Tiene siete embarcaciones a su alrededor y se asemejará a la Esmeralda fondeada en puerto, pero esta vez sobre un espejo de agua, donde el ancla de babor está varada desde la zona denominada castillo.

También se reprodujo el área de la toldilla en la popa del barco, donde Prat realizó su histórica arenga.

En la inauguración, Collahuasi firmará un convenio para mantener un aporte que sostenga la obra y que anualmente costará unos $ 200 millones. "No sacamos nada con construirlo si después lo dejamos deteriorar o irse", explica el gerente de proyectos de Collahuasi, Edwin Trench.

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Museo réplica de corbeta Esmeralda
Fotos: Cristian Viveros



Museo réplica de corbeta Esmeralda

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www.emol.com
Fecha: 11 de mayo de 2011

Esmeralda: Un museo donde se respira la historia




Andrés Contador, director del museo, muestra una de las 18 réplicas de los cañones fabricados por los trabajadores del astillero de Marco Chilena.
Foto:ARTURO MORALES

Réplica de la habitación del teniente Ignacio Serrano.

Los mástiles se iluminarán desde abajo para ahuyentar a los patos yecos.

El próximo 21 de Mayo se abre al público. Habrá recorridos guiados de 50 minutos para grupos de diez personas. Peruano que trabaja hace un año en la obra dice que pese a las bromas que le hacen, está feliz con la experiencia.

Proyecto será inaugurado el 20 de mayo por el Presidente Piñera:
Museo Esmeralda espera 80 mil visitas al año

En recorridos guiados y en grupos de hasta diez personas, los turistas tendrán 50 minutos para conocer cómo era la "Esmeralda" de Prat.

IVÁN MARTINIC
El Museo Corbeta Esmeralda aún huele a madera de coigüe recién cortada, a pintura y a pegamento. Pero en la recta final de sus terminaciones -el 20 de mayo será inaugurado por el Presidente Piñera-, aquí sobre todo se respira historia. Historia pura.

La cámara de Arturo Prat, el camarote de los tenientes Luis Uribe e Ignacio Serrano. La enfermería-botica del cirujano Videla. Los cañones Armstrong de 40 libras. La sala de máquinas. La todilla donde Prat lanzó su arenga. El sitio de estribor donde el buque recibió el primero de tres espolonazos. El mismo donde el capitán de 31 años saltó al encuentro de la muerte.

Todo es parte del museo que se abrirá al público el 21 de mayo en el Paseo Lynch de Iquique. En recorridos guiados y en grupos de hasta diez personas, los visitantes tendrán 50 minutos para conocer cómo era la "Esmeralda" de Prat un día antes del Combate Naval de Iquique, hace 132 años. Cálculos de los gestores del proyecto estiman que recibirán entre 60 mil y 80 mil visitas anuales. La entrada no supera los mil pesos.

El recorrido por el museo contempla 13 estaciones: dos externas y once interiores. Comienza por la cubierta principal (en las entrañas del buque), donde están los camarotes de Prat y sus ocho oficiales. La enfermería, los comedores y el área de coyes (hamacas en las que dormía la marinería) también son parte de este nivel. En el centro hay un mirador hacia el fondo del casco donde hay una representación de la máquina de cuatro calderas.

Luego se sube a la cubierta de cañones (son 18 réplicas fabricadas por el Astillero Marco Chilena Iquique), donde también se ven dos cocinerías y la chimenea retractil. La última etapa es la cubierta de castillo y de toldilla. En la primera están la rueda de gobierno y el sistema de izaje de la hélice. En la segunda está el puente de mando de Prat. Allí es donde arengó a sus hombres y desde donde saltó al abordaje del "Huáscar".

Todos los materiales se han fabricado siguiendo los patrones de la época. Francisco Moris, jefe de Carpintería, dice que usa madera de coigüe del Biobío y que cada pieza es trabajada con el máximo de rigor. Por ejemplo, las claraboyas no son circulares, como en la mayoría de los buques, sino rectangulares, siguiendo los modelos de la época.

Aunque se ve reluciente, lo cierto es que hace 132 años la "Esmeralda" estaba en estado decadente. Tenía sólo 23 años de servicio, pero su intenso uso como buque de guerra, buque escuela y pontón la tenían en calidad de barco inactivo. La Guerra del Pacífico la obligó a volver a navegar con una máquina apenas competente, hasta que su comandante la inmortalizó en Iquique.

De guías y patos yecos

En medio de febriles terminaciones, los futuros guías del museo ya llevan una semana de intenso entrenamiento a cargo del director del recinto, Andrés Contador. Cinco de los siete guías reclutados son mujeres.

Los que no serán invitados bajo ninguna circunstancia son los patos yecos, una especie detestada en Iquique por ensuciarlo todo con sus abundantes heces. Durante la obra, los mismos trabajadores usaron hondas para mantenerlos alejados. Una vez terminada la faena, instalarán potentes focos que iluminarán los mástiles desde abajo hacia arriba, pues se ha descubierto que los yecos huyen de las luces.

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