LA TERCERA EDICION IMPRESA |
sábado 04 de junio de 2011
La mayoría de los inmuebles quedó con daños tras el 27/F y deben ser derribados.
por María Elizabeth Pérez, Valparaíso
Un temblor fuerte, una lluvia intensa e incluso un temporal de viento podrían echarlas abajo y lo peor es que algunas caerían directamente sobre otras viviendas habitadas por familias completas. Así de crítico es el estado de 12 de los 90 inmuebles privados que desde hace más de un año permanecen con orden de demolición tras sufrir severos daños estructurales en el terremoto del 27/F. Precisamente, serán esos edificios los primeros en ser demolidos por la empresa Mario Porzio y Cía. Ltda.
La compañía fue una de las tres que postularon a la licitación pública. El costo será de $ 19.380 el m2 por demolición en tabiquería, $ 26.690 en albañilería y $ 38.520 en hormigón, según indicó la Municipalidad de Valparaíso. En total, el municipio dispuso de $ 80 millones para dar curso al proceso sobre todo en aquellos inmuebles que son un peligro diario para quienes residen alrededor.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, dijo que la medida busca prevenir hechos lamentables que pueden terminar en muerte de personas y proteger la vida de quienes residen o circulan en torno a estos inmuebles.
Dado que el financiamiento no es suficiente para cubrir la totalidad de inmuebles, el director de Secplac, José Luis Salomón, explicó que "de los 90 inmuebles se fijaron tres niveles, 12 que están con riesgo inminente, siete con nivel intermedio y aquellos que están sin peligro inmediato".
Recursos
El directivo estimó que las obras comenzarán este mes y alcanzarán a cubrir un 70% de las 12 propiedades más críticas. "Todo dependerá de la complejidad, porque son de dos o tres pisos, pero hay algunas que en forma individual vale más que todo el presupuesto disponible", señaló.
En este sentido, Wladimir Mondaca, asesor jurídico y fiscal municipal, sostuvo que paralelo a la demolición se interpondrá un acción precautoria ante el juzgado civil para ejecutar demandas para el reintegro de los gastos.
"Hay obras sencillas que puedan costar unos cuatro millones, pero otras más de $ 40 millones", dijo el abogado, quien precisó que en casos de no existir recursos para este reembolso "podríamos integrar la propiedad como bien municipal".
Por cada propiedad demolida, la empresa deberá levantar un informe de costo unitario y plazo de ejecución. Luego debe desratizar y cercar el predio para dar curso al proceso de desmantelamiento y demolición que, según el inmueble, podrá tomar desde un par de días hasta más de una semana. "Todas tienen distinto grado de complejidad y materialidad. Sobre eso, de estas 12 se irá priorizando la demolición total. Los dos más críticos son en calle Carmen en Placeres, en Cerro El Litre", sostuvo Salomón.
Paralelo a dicho informe, el municipio porteño trabaja en la evaluación social de los propietarios de estos inmuebles. "Muchos no están en condiciones de pagar este costo. Hay que definir cobros y traslados en las casas aún habitadas", dijo.
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