www.emol.com
Fecha: 22 de agosto de 2011
Una investigación sobre las obras de Siqueiros, Guerrero, Carreño y Escámez, entre otros, recoge esta publicación que se presenta el jueves en el Bellas Artes.
Marilú Ortiz de Rozas
La masiva destrucción de Chillán, debido al terremoto del 24 de enero de 1939, motivó al gobierno mexicano a desarrollar un inmediato programa de ayuda. De esta forma, dona los recursos para construir en esa ciudad la "Escuela México" y envía a David Alfaro Siqueiros y a Xavier Guerrero para que, en1941 y 1942, realicen murales en su interior. "Ellos hacen posible el surgimiento del arte mural, al dar el primer impulso. Esto se expresa en nuestro libro con textos, imágenes y una acuciosa investigación", comenta Fidel Torres, editor y uno de los autores, junto a Rodrigo Vera y Luis Arias, de "América es la casa. Arte mural y Espacio Público en Chillán".
Realizada con apoyo del Fondart, esta publicación plantea que el mural se constituyó como un proyecto identitario de gran significación histórica y estética en la región. Incursiona en los aportes de Siqueiros y Guerrero, y luego aborda el trabajo de los artistas que continuaron el legado de los mexicanos, como Alejandro Rubio en la Catedral; Mario Carreño en la Clínica del Trabajador; Hernando León en el Teatro Municipal; Julio Escámez, en la municipalidad, y María Martner en Chillán Viejo.
"Matrimonio huaso" (1988), de Mario Carreño. El mural mide 300 x 440 cm y está ubicado en la Clínica del Trabajador de Chillán.
Durante la investigación, en la cual colaboraron diversas instituciones, los artistas y sus descendientes, se encontraron numerosas fotografías inéditas de la creación de las obras. Fue otro terremoto, el de febrero de 2010, el que impulsó este estudio, dice Fidel Torres. Los murales de Siqueiros y Guerrero, que habían sido restaurados en 2008 y 2009 por especialistas mexicanos, requieren nuevamente de su venida, ya que resultaron dañados.
Siqueiros ante su mural "La muerte al invasor" (muro sur). A la izquierda, un detalle de la obra, que fue pintada en la Biblioteca de la Escuela México de Chillán.
"Los murales que Siqueiros realizó en Chillán, junto al que hizo en Buenos Aires (1934), son sus únicos trabajos fuera de México. Esto pone a nuestra ciudad en un sitial destacado en las artes visuales del continente. Siqueiros no sólo plasmó las historias de Chile y México, sino que a partir del mural en Chillán experimentó con elementos nuevos, como la piroxilina y la pistola de aire. Al mismo tiempo transformó los espacios, y aplicó elementos del Futurismo y del Cubismo", explica Torres, quien agrega que Carlos Fuentes llamó a estos murales de Siqueiros "la Capilla Sixtina de América Latina".
Los autores opinan que el arte mural no ha sido una expresión valorada en los últimos años; prueba de ello son las obras destruidas o borradas, como la de Julio Escámez -de 80 m {+2} - inaugurada en 1972, cuyas fotografías se reproducen en el libro. "El pasado glorioso del arte mural, en que el Estado encargaba las obras, ya no existe. No se reconoce el valor patrimonial e histórico de estas creaciones", concluye Torres.
El libro está en librerías Lom y Feria del Libro ($18 mil).
El título del libro rinde homenaje a los encuentros literarios que organizó el poeta Gonzalo Rojas en la década de los sesenta, llamados "América es la casa".
---
No hay comentarios:
Publicar un comentario