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Crucero encalló frente a la isla italiana de Giglio, en el Mar Tirreno, por un error de maniobra de la tripulación:
Náufragos chilenos cuentan su odisea
Falta de información y un ambiente de caos en la evacuación acusan los chilenos sobrevivientes a la tragedia del "Costa Concordia", que hasta el cierre de esta edición costó la vida a tres personas, dejó 109 heridos y entre 40 y 50 desaparecidos. Las víctimas no recibieron ninguna capacitación previa para accidentes.
PATRICIA MAYORGA, DESDE ROMA, Y EQUIPO DE CRÓNICA
"Estábamos cenando en el restaurante y alrededor de un cuarto para las diez sentimos un ruido fuerte, como un fuerte roce y una leve inclinación del barco hacia un costado, lo que en lenguaje náutico se llama "escoreo".
Así fueron los primeros minutos de la pesadilla que vivió Ernesto Trincado, quien viajaba junto a su esposa Claudia Fehlandt y sus tres hijos en el crucero "Costa Concordia", cuando naufragó en las costas italianas del Mar Tirreno y se desató el pánico entre sus 4.229 pasajeros, 11 de ellos chilenos.
La familia Trincado Fehlandt estaba por concluir un viaje iniciado en Barcelona hace cinco días, y que terminaba en Marsella. Eran unas vacaciones importantes, porque "probablemente es la última que haremos como familia, ya que mi hijo está pololeando y se casará pronto", cuenta el padre de la familia.
"La luz se cortó unos instantes, pero hasta ese momento todo el mundo seguía tranquilo, aunque la gente empezaba a abandonar el recinto de la comida, porque se quebraron platos y copas, entre otras cosas".
Agrega que después de un rato subieron al quinto piso, donde estaban sus camarotes, porque uno de los hijos se había ido a acostar temprano. Cuando llegaron no lo encontraron. Más tarde sabrían que, antes de acostarse, quiso comer algo liviano y estaba en otro restaurante.
Trincado acusa que durante media hora la gente deambuló por el barco sin saber qué hacer y sin tener ninguna información: "Entre las 10.20 y las 10 y media, el barco, que primero estaba ladeado a la izquierda, se empezó a inclinar hacia el otro lado y comienzan las primeras carreras. Vimos gente muy nerviosa que corría, y nos damos cuenta que aparecen miembros de la tripulación con el salvavidas".
La desorganización y el caos reinantes tuvieron su máxima expresión al momento de soltar los botes salvavidas, para dar comienzo a la evacuación: "Soltaron las lanchas, pero como el barco estaba inclinado, la lancha cayó en la terraza del piso siguiente y chocó contra el barco. Se produjo una situación terrible que podría haber desembocado en tragedia. Yo casi estaba por aplastar a un niñito y afortunadamente me afirmé en la canaleta. Deben haber sido unos cinco minutos haciendo fuerzas", recuerda Trincado, aún emocionado.
"Nunca me había sentido tan desamparado y en ese momento nos llamaron de la Embajada y se hicieron cargo de nosotros. Nos contactaron, y de ahí para adelante nos han resuelto todos los problemas", asegura.
Pese a todo, no está seguro de presentar una demanda contra la empresa Costa Concordia: "Nosotros tenemos un seguro que compramos al venir a Europa. No sé si demandar a la empresa, aunque espero que nos haga una propuesta por los malos ratos y por todo lo que hemos perdido".
"Lo importante es que salvamos la vida"
La familia Dodds Parra también viajaba en el crucero, disfrutando unas plácidas vacaciones. Ronald Dodds, chileno de origen escocés, vive en Alicante con su esposa Vivian Parra y su hijo de 14 años, Vicente. Aprovechando la visita de su padre, que vive en Puerto Montt decidieron hacer este crucero.
Vicente Dodds recuerda que antes de partir, su progenitor tuvo problemas con la documentación de embarque y casi no se embarca. "Sería como una premonición, pero lo más importante es que a pesar de que perdimos todo lo material que traíamos, salvamos la vida", concluye Vivian.
La familia Dobbs Parra enfatiza especialmente la desorganización que observaron en la tripulación. "En los botes salvavidas no había un oficial, alguien que dijera lo que había que hacer, no había nadie. Solamente la tripulación de cada bote, que tampoco tenía claro lo que debía hacer, yo diría que estaban incluso mal preparados. Nos sentimos completamente abandonados por la tripulación", denuncia.
Según el Convenio internacional para la Seguridad de la vida humana en el Mar (SOLAS), se deben realizar charlas a los pasajeros de un crucero al menos una semana antes del embarque, en las que se les explican los planes de evacuación frente a situaciones de emergencia.
Ronald Dobbs asegura que los tripulantes no estaban preparados para una evacuación de este tipo. "Según las leyes internacionales, antes que se realiza un crucero de este tipo, existe la obligación de hacer un simulacro de evacuación y este barco no lo hizo", concluye.
Cancillería busca al undécimo chileno que viajaba en el barco hundido: Era el único que integraba la tripulación
Juan Pablo Aguilera era anoche el único chileno que aún no se había contactado con la Cancillería. Era parte de la tripulación del crucero "Costa Concordia", donde trabajaba como jefe de bodega y lavandería.
Llevaba ocho meses integrando el circuito de viajes semanales. Y hace unos 25 años que cumplía con la misma rutina. Nunca, hasta ahora, había sufrido un problema.
El navegante es el undécimo nacional implicado en el hecho. Ayer llamó a su familia y le dijo que estaba bien. Sin embargo, éste aún no se había contactado con la embajada chilena en Roma y sus funcionarios lo buscaban para prestarle el apoyo que ya se había entregado a los otros afectados por el hundimiento del crucero.
El resto de los chilenos llegó ayer cerca de las 16 horas (de Italia) al aeropuerto de Fiumicino, en Roma. Allí los esperaba una comitiva que dirigía la cónsul Karina Concha, quien los trasladó a la embajada.
En la representación chilena, los diez sobrevivientes tramitaron sus nuevos pasaportes, los cuales les permitirán regresar a sus lugares de origen.
También estuvieron reunidos con el embajador Óscar Godoy, quien comentó que "se les prestará toda la colaboración que ellos requieran en Roma".
La empresa propietaria del crucero, Costa Crociere, les pagó alojamiento en el Hotel Hilton, mientras intenta recuperar lo que quedó de sus pertenencias.
Godoy señaló que "lo perdieron todo, puesto que por cómo ocurrió el hecho, no pudieron salvar lo que tenían en sus cabinas".
De hecho, en la embajada se estudiaba la fórmula para costear el pasaje de retorno de alguno que lo requiriera.
El embajador chileno contó que "ellos sufrieron un shock fuerte, puesto que pasaron unas horas terribles".
Agregó que, luego de estar en la legación, el grupo se relajó: "Ya casi al final pudieron reír y comenzaron a hacer chistes. Lo que finalmente importa es que todos salvaron la vida".
Anoche, los funcionarios de la delegación nacional contactaban a personeros de Costa Crociere, a fin de descartar que hubiera otro chileno implicado en el hecho.
El canciller Alfredo Moreno, desde Guatemala -donde participa en las actividades oficiales de la asunción del mando del Presidente electo, Otto Pérez-, monitoreó todos los pormenores de la situación y señaló estar satisfecho de la rapidez con que se actuó para localizar y prestar ayuda a los diez chilenos contactados.
"Era todo muy confuso, pero en pocas horas pudimos localizarlos en buenas condiciones", comentó.
Respecto del chileno que todavía no era ubicado, el ministro señaló que "el tripulante de la embarcación se encuentra bien. Se averigua a qué hotel fue enviado por la compañía naviera, con el fin de ayudarlo lo antes posible. Hemos pedido la lista de pasajeros para asegurarnos de que no haya más compatriotas involucrados".
Llamaron a su familia en Chile con un celular y desde una iglesia
Ernesto Trincado, junto a su esposa Claudia Fehlandt y sus tres hijos, Felipe, Ricardo y Camila, salieron de Chile el viernes 30 de diciembre. Iban a hacer un recorrido por España e Italia y tenían presupuestado volver el 20 de enero. Después de la tragedia, sus planes ya no son los mismos.
La noche del viernes último, pasadas las 23 horas, ellos se comunicaron con sus familiares en Santiago. Uno de los jóvenes tomó un celular y llamó a su tía Angélica Fehlandt para avisar que estaban bien. Ésta, a su vez, telefoneó a la casa de sus padres, según recordó el empresario Ricardo Fehlandt, el papá de Claudia.
Desde su hogar en Vitacura, Ricardo Fehlandt expresó: "Supimos que los habían llevado a una iglesia en una isla (Giglio) cercana de donde ocurrió esto, y que a Dios gracias los cinco se encontraban en buenas condiciones".
Se enteró de la tragedia por el llamado de su nieto, por lo que no vivió la incertidumbre de desconocer el destino de sus familiares: "Por ese celular, que estaba medio descargado, nos contaron lo que había sucedido y supimos de su estado".
"Después, junto a mi esposa estuvimos tratando de ver noticias relacionadas con esto y de obtener detalles de lo que había ocurrido", agregó el socio de la empresa Tattersall.
Dentro de los próximos días, la familia Trincado Fehlandt intentará recuperar parte de su equipaje, pues la empresa les informó que rescatarían lo que había dentro de las cabinas. No está claro si regresarán el viernes próximo.
Ricardo Fehlandt lamentó que en el naufragio del buque murieran personas y que aún hubiera desparecidos. "Con mi familia estamos muy contentos de que, en una desgracia así, a ellos no les pasara nada y que estén ilesos", valoró.
Nómina de chilenos
1. Ronald Dodds González.
2. Patricio Dodds Rosas.
3. Vivian Parra Barrientos.
4. Vicente Dodds Parra.
5. Ernesto Trincado Rozas.
6. Claudia Fehlandt Eggers.
7. Felipe Trincado Fehlandt.
8. Ricardo Trincado Fehlandt.
9. Camila Trincado Fehlandt.
10. Patricio Muñoz.
11. Juan Pablo Aguilera.
Los protagonistas reviven las horas de terror
''A pesar de que viajaban muchas personas de habla castellana, todas las informaciones eran dadas en italiano, inglés, francés y alemán, por lo que nos encontrábamos todavía más confusos".
VIVIAN PARRA
PASAJERO
''Los tripulantes no estaban preparados para una evacuación. Según las leyes internacionales, existe la obligación de hacer un simulacro. Nos reunieron en un salón y nos mostraron un video y ya, pero el simulacro físico no lo hicieron".
RONALD DODDS
PASAJERO
''En esta tragedia que nos tocó vivir hubo algo súper lindo y fue la unión familiar: estuvimos muy juntos, hubo cosas que me emocionaron, como cuando uno de ellos se me acerca, me abraza fuerte y me dice 'gracias por todo'".
ERNESTO TRINCADO
PASAJERO
Capitán es acusado de fugarse de la nave
El comandante del crucero "Costa Concordia", Francisco Schettino, fue detenido ayer en la isla de Giglio. Está acusado de homicidio culposo múltiple, naufragio y abandono indebido del barco.
Según informes de la fiscalía, el comandante habría dejado el crucero dos horas después del impacto, en contraste con las más de siete horas que esperaron los pasajeros.
El napolitano, de 52 años y con más de 30 años de experiencia náutica, explicó al fiscal jefe de Grosseto, Francesco Verusio, que las rocas con las que el barco chocó no estaban en la carta
.
Luego del primer golpe, Schettino intentó llegar a la costa, pero la situación ya era crítica. La empresa afirma que el capitán lo hizo para asegurar a los pasajeros y la tripulación. En cambio, el fiscal Verusio declaró que "se aproximó de forma muy torpe, haciendo entrar gran cantidad de agua en un espacio de dos, tres minutos".
Costa Crociere, empresa responsable del crucero, calificó de "lamentable" la tragedia marítima y señaló que "todavía es demasiado pronto para determinar las causas del naufragio".
El fiscal recuperó la caja negra, la cual registró las comunicaciones de la nave con la capitanía del puerto de Livorno, que podrían dar pistas de lo sucedido. Según el fiscal, las autoridades portuarias no fueron advertidas de inmediato del accidente.
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