Museo Histórico de Vichuquén:
Inauguran colección de metales prehispánicos en Museo de
Vichuquén
Intentando aproximarse al
genio del hombre americano prehispánico, el Museo Histórico de Vichuquén
presenta una colección de herramientas, utensilios, armas y joyas que relatan la
evolución de la industria metalúrgica en los tiempos anteriores a la llegada de
los europeos a nuestro continente.
Francisca Allende Celle
La Fundación Cardoen, a través de su Museo de Colchagua, presentó su vigésima
segunda exposición cultural en el pueblo de Vichuquén. En esta ocasión, las
instalaciones del Museo Histórico de Vichuquén albergarán la muestra "Metalurgia
Prehispánica", una colección de metales prehispánicos que, expuesta de manera
didáctica y entretenida, pretende dar cuenta de las técnicas y procesos
metalúrgicos desarrollados por los diversos pueblos originarios de América, de
manera de proporcionar información sobre una de las más desconocidas expresiones
culturales y tecnológicas del hombre precolombino.
Carlos Cardoen, presidente de la Fundación Cardoen y creador del Museo de
Vichuquén, describió la actual exposición como una importante obra cultural que
"mediante la incorporación de objetos arqueológicos y didácticos logra exponer
la forma en que los hombres americanos producían sus metales, antes de la
llegada de los conquistadores al continente". De esta manera, no solo se dan a
conocer los procesos a través de los cuales los pueblos prehispánicos obtenían
los metales, sino también cómo éstos eran transformados en herramientas,
utensilios y joyas.
De acuerdo a Marcelo Santander, director del Museo de Colchagua, la
realización de esta muestra responde a "la necesidad de apoyar la incansable
labor cultural del Museo de Vichuquén, de manera de contribuir al desarrollo
cultural de este pueblo". A este objetivo, Cardoen adiciona "la intención de
despertar una inquietud, especialmente en los jóvenes, por conocer mejor
nuestras raíces, nuestra esencia, nuestra historia. Esto, ya que en la educación
formal estos temas no se tocan, no se enseñan. Y para mí, un pueblo que no tiene
un sentimiento de orgullo, de raigambre, de identidad, no vale nada".
La exposición "Metalurgia Prehispánica", que fue presentada anteriormente en
las ciudades de Iquique y Antofagasta, cuenta originalmente con más de mil
piezas, por lo que tuvo que ser reducida de acuerdo al espacio que proporcionaba
el Museo de Vichuquén. No obstante, Marcelo Santander indica que ésta permite
recrear con éxito los hitos más importantes y significativos de la producción y
trabajo de los metales en la época precolombina. "Comprobar que las técnicas que
el hombre americano poseía no tenían nada que envidiarles a las tecnologías que
en aquella época existían en Europa, resulta algo realmente sobrecogedor",
señaló Cardoen durante el discurso inaugural.
De acuerdo al presidente de la Fundación Cardoen, aquel nivel de desarrollo
de la industria metalúrgica, característico de las grandes civilizaciones del
centro y sur de América, también puede constatarse en algunas culturas del norte
de nuestro país, como consecuencia de la influencia que el pueblo inca, heredero
de la cultura Tiahuanaco, ejerció sobre ellas.
El Museo Histórico de Vichuquén, inaugurado en 1991, posee, además, una gran
colección de piezas arqueológicas incas, de los asentamientos que existieron en
la zona.
Tecnología metalúrgica
"Metalurgia Prehispánica" permite que el público visitante pueda conocer y
comprender la manera en que el hombre americano precolombino recolectaba y
producía sus metales. Para esto, la exposición cuenta con numerosas vitrinas en
las que se exhiben una gran variedad de minerales, instrumentos y herramientas
que eran utilizados en la época prehispánica.
Entre estas piezas encontramos, por ejemplo, el maray, una herramienta para
moler minerales y piedras que era utilizada en el norte de nuestro país; la
llareta, un importante liquen combustible que crece muy lentamente en el norte
de Chile, y, también, un ceramio Mochi o Mochica de hace unos 1.700 años, que
grafica cómo los hombres debían soplar en los hornos con el fin de lograr que el
carbón generara una temperatura que permitiese fundir los metales.
Los utensilios permiten vislumbrar que la estructuración de las sociedades
prehispánicas difiere de la forma en que la sociedad actual entiende la
producción industrial. "En la época precolombina, eran los mismos grupos
familiares los que dominaban casi todas las técnicas de producción", afirma
Cardoen.
Uno de los artefactos más llamativos de la exposición es un pequeño horno de
barro crudo llamado huayra, cuyo nombre hace alusión al término quechua "las
huayras", que significa "fuerza de viento". En este horno prehispánico, el
viento tenía una función determinante, puesto que era el encargado de avivar el
fuego que era producido por un combustible a base de estiércol de llama y
carbón. El viento, entonces, penetraba a través de una serie de orificios
circulares distribuidos uniformemente por los costados del horno de forma
troncocónica, permitiendo que el carbón alcanzara la temperatura deseada.
El cronista español Cieza de León hace referencia a la manera en que el
paisaje nocturno del desierto chileno se encendía con miles de luces en aquellas
ocasiones en que los hombres, aprovechando los fuertes vientos, instalaban sus
huayras. "Y de noche hay tantas de ellas por todos los campos y collados, que
parecen luminarias. Y en tiempo en que hace viento recio, se saca la plata en
cantidad: cuando el viento falta, por ninguna manera pueden sacar ninguna",
escribía Cieza de León. Para la fabricación de piezas decorativas, las materias
primas eran trabajadas mediante técnicas mecánicas, tales como el martillado, la
fundición, el enchapado, la soldadura y la granulación.
Las rutilantes investiduras
Rectificando que América posee una de las más importantes tradiciones
metalúrgicas del mundo, la muestra de las relucientes joyas de la tumba de "El
Señor de Sipán" del Perú, junto a una serie de otras doradas piezas, lleva a
comprender el que los conquistadores europeos hayan confundido al continente
americano con la mítica ciudad de "El Dorado".
Carlos Cardoen explica que "el hombre de la época prehispánica, mediante la
incorporación de metales a sus atuendos, buscaba mostrarse con un brillo similar
al de su principal deidad, Inti, el sol". Fragmentos y figuras elaboradas en
metal, confeccionadas para unos pocos elegidos, demuestran la creación de
verdaderas obras del arte textil. Tal es el caso de una camisa de la cultura
Chimú incluida en la muestra, cuyas aplicaciones metálicas fueron trabajadas con
la técnica de repujado y luego engarzadas sobre el paño.
Museo de Vichuquén,
Metalurgia Prehispánica,
Martes a domingo, 10 a 13:30 y 16 a 20 horas.
$1.500 adultos y $500 estudiantes.
Hasta el 15 de marzo.
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