VIVIENDA Y DECORACIÓN
Sábado 24 de Octubre de 2009
Están ahí. Son lugares que viven casi de incógnito bajo la modernidad o son tan visitados que ya nadie los ve. Cultura Mapocho corre y recorre las calles buscando ponerlos en valor. Como agrupación cultural urbana está empeñada en que los ciudadanos conozcan y disfruten su entorno.
Paula Donoso Barros Hace un tiempo vienen sonando los pasos de Cultura Mapocho por las calles santiaguinas. Se escucha hablar de sus recorridos, de sus propuestas para seguir el pulso patrimonial de la ciudad. Lo suyo es poner juntos el ojo y el corazón en las construcciones más señoriales y en las más cotidianas. Enseñar a ver aquellas cuya presencia llama naturalmente la atención y las otras, las que para muchos pueden no ser bonitas ni arquitectónicamente interesantes, pero que son indispensables: un punto donde la historia dejó su huella. Existen desde el año 2003 como agrupación cultural, y desde el 2007 vienen imaginando recorridos. Al principio sólo "hacían el loco" comentando esquinas Vólker Gutiérrez, profesor y periodista, y Luciano Ojeda, sociólogo, acompañados por sus más queridos familiares.
Hoy dirigen a un equipo de diez personas, tienen página web (http://www.culturamapocho.cl/), personalidad jurídica, y se reconoce su presencia, generalmente los días domingo, en sus recorridos gratuitos por el centro, por Ñuñoa, por el Cementerio General -como está programado para mañana domingo- por el Santa Lucía, y por andar acompañados de un buen puñado de gente equipada con zapatos cómodos y botellas de agua, además de curiosidad. Han tenido circuitos casi mágicos, como uno que recorrió el Santiago Catastrófico, visitando lo que "hoy hay donde antes de los desastres hubo" o uno literario, que siguió las rutas reales y de ficción entregadas por libros y autores.
Paso a paso, literalmente, lograron el reconocimiento de los grandes: del Consejo de Monumentos Nacionales, de Sernatur, de la Biblioteca Nacional, del Museo de la Casa Colorada, de la Municipalidad y la Biblioteca de Santiago y de la Comisión Bicentenario. Y de colegios e instituciones que los han sumado como apoyo extraprogramático a sus unidades de estudio.Esta vez no hicieron un recorrido, sino una selección de lugares imperdibles en Santiago. Ocho de los integrantes de Cultura Mapocho plantearon un listado que muy improbablemente aparecería en el mapa de un turista tradicional que aplana las calles santiaguinas. Hitos más bien pensados para un chileno curioso o para un santiaguino que revisita su propia ciudad.
María Soledad Caracci y Magdalena Von Holt, ambas historiadoras, sugirieron cuatro puntos. Soledad destacó la Vega Central, por ser hasta hoy "un símbolo de la cultura popular de nuestra ciudad" y la Población de Caballería, diseñada por Luciano Kulczewski con calle Sargento Luis Navarrete como eje, en Ñuñoa, y declarada Zona Típica el año 2007. "Un buen ejemplo de las leyes que a comienzos del siglo XX fomentan créditos para construir edificaciones baratas y de calidad, las que en este caso sumaron detalles ornamentales de gran belleza".
Para Magdalena, la Remodelación República, en el número 702 de la calle es lo más interesante por tratarse de una experiencia piloto de la política de remodelación urbana en sectores céntricos de Santiago impulsada en los años 60. "La solución espacial de bloques traslapados que otorgan doble orientación, la novedosa conexión entre los recintos de cada departamento y su equipamiento, con zócalo comercial, terraza y jardín de uso público".
También escogió la Casa de los Diez, en Santa Rosa 179, que es Monumento Nacional desde 1997.
La Casa de los Diez, en 1917 sede de la vanguardia intelectual, conserva huellas de los artistas.
Foto:Juan Francisco Soma
"Fue lugar de reunión del Grupo de los Diez, nacido en 1916, primera vanguardia artística chilena. La construcción sigue las normas clásicas de la arquitectura colonial, sin embargo, el paso de este colectivo dejó una huella original en la vivienda, pues los mismos artistas intervinieron sus columnas, su pórtico, las puertas de cedro y espacios interiores".
Antiguo punto de diversión en La Colonia, la Plaza del Corregidor es un polo cultural capitalino.Foto:Juan Francisco Somalo
La escogida de Julio Alarcón, estudiante de Historia, fue la Plaza Posada del Corregidor, en calle Esmeralda 731. "Está junto a una de las pocas edificaciones que quedan de la época colonial que se usó como posada o casa de diversión, y que hoy está destinada a exposiciones de arte". Ronina Seoane, comunicadora social, asume que su voto está teñido por razones de origen sentimental. "Me encanta la calle Valenzuela Castillo, frente al hospital Salvador, donde vivió mi padre cuando niño. Me gusta la fachada continua. Es interesante que estas construcciones, tan sólidas, bastante espaciosas y con buena ubicación hayan sido hechas con un fin social.
Siempre hay niños jugando en la ex Población Caja del Seguro Obrero, en calle Valenzuela Castillo.Foto:Juan Francisco Somalo
Es la Población Caja del Seguro Obrero, con una concepción de barrio casi ausente en las viviendas sociales hoy".
San Saturnino, en Santo Domingo 2772, es favorita de Luciano Ojeda, sociólogo y Secretario de Cultura Mapocho.
Iglesia San Saturnino, en la Plaza Yungay. Tiene interesantes vitrales con los doce apóstoles.Foto:Juan Francisco Somalo
"Es una iglesia de estilo gótico con tres entradas, una torre y grandes y bellos vitrales, que se terminó de construir en 1887 en el lugar que antes ocupaba uno de los presidios de la ciudad. El nombre de la capilla del barrio Yungay se debe a la imagen de San Saturnino, protector contra temblores, una talla cusqueña del siglo XVII.Los daños que provocó el terremoto de marzo de 1985 siguen a la vista".
Obelisco de los Tajamares :
Foto:Juan Francisco Somalo
Vólker Gutiérrez, profesor de Historia y Geografía, periodista y presidente del grupo escogió el Obelisco de los Tajamares, "aunque no es el original que Joaquín Toesca mandó a construir para el inicio oriental de los Tajamares del Mapocho, se trata de un digno reemplazante, que recuerda el lugar preciso donde comenzaba una de las obras de ingeniería más portentosas que se hicieron hacia el final de La Colonia; más todavía cuando el museo que se erigió para perpetuar su memoria está cerrado hace varios años".
La Escuela de Artes y Oficios, hoy Usach, fue declarada Monumento Nacional.
Foto:Juan Francisco Somalo
El edificio de la actual Universidad de Santiago, que la Escuela de Artes y Oficios antes ocupó desde el año 1849 -en la zona que se conocía como Chuchunco y que fue parte de la Quinta Normal a fines del siglo XIX- también está entre sus preferidos. La razón no sólo es su arquitectura, sino la importancia social para una larga época y que más tarde le valió la categoría de Monumento Histórico, en 1986. Pero la guinda del postre, asegura, es la Sociedad Cooperativa General de Policía, construida en 1927, la primera en Chile levantada para oficiales de Carabineros, "en términos estéticos se destaca por romper con la planificación de damero, con sus pasajes curvos que confluyen en una pequeña plazuela, en medio del barrio Yungay".
Un rincón perdido bajo los edificios ocupa en el barrio Yungay la población que se construyó para los Carabineros en 1927.
Foto:Juan Francisco Somalo
Una construcción de la Corporación de la Vivienda (Corvi) en los 60. De los arquitectos Bruna, Calvo, Perelman y Sepúlveda.
Foto:Juan Francisco Somalo
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