Cultura Mapocho
Recorridos por la historia y la cultura de Santiago
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En Santiago, la Casa Colorada es el ejemplo mejor conservado da una tradicional casa colonial chilena y está en pleno centro de la ciudad, a pasos de la Plaza de Armas. Esta histórica casa está indisolublemente ligada a su primer dueño: Mateo de Toro y Zambrano Ureta.
Don Mateo, huérfano desde joven, se dedicó exitosamente al comercio y la gran fortuna que acumuló le permitió adquirir honores y responsabilidades en la administración de la ciudad. Fue regidor, alcalde de Aguas y alcalde Ordinario, así como oficial y jefe de un cuerpo de milicias en Santiago. Fue Corregidor de la ciudad y superintendente de la Casa de Moneda. En 1770, el monarca Carlos III le concedió, a él y a sus herederos, el título de Conde de la Conquista. En 1810, cuando ya tenía 83 años y había quedado viudo recientemente, fue presidente de la Primera Junta de Gobierno.
Toro y Zambrano se casó a los 25 años con María Nicolasa de Valdés y Carrera y tuvo 8 hijos. Inicialmente el matrimonio vivía en la casa de los suegros de Mateo, en la esquina sur poniente de la actual esquina de las calles Merced y San Antonio, pero la situación no era muy propicia, por las continuas desavenencias con su suegra. El matrimonio se traslada entonces a la casa de un tío en la calle Miraflores. Luego de algunos grandes negocios y ya rico, propietario de dos haciendas en Melipilla, una chacra en Chuchunco y otra en Maule, adquiere la vasta y famosa hacienda de la Compañía de Jesús en las cercanías de Rancagua, poco después de que los jesuitas fueran expulsados de los dominios españoles en 1767, Mateo decide comprar dos sitios vecinos a la casa de sus suegros en la calle de la Merced, antiguamente llamada calle de los Condes y Cruzados, por la gran cantidad de gentes “nobles” que la habitaban, para comenzar allí la construcción de lo que hoy conocemos como la Casa Colorada.
El portugués Joseph de la Vega inicia la construcción en 1769, con numerosas interrupciones por los conflictos familiares con su suegra y por algunos pleitos con los vecinos medianeros. El resultado fue una casa única en su época, que rompió con todos los cánones arquitectónicos imperantes, acaparando elogios y envidias de la sociedad santiaguina.
La casa era el único edificio particular con fachada de ladrillo recubierta de piedra en el primer piso y con dos pisos de altura. La planta tenía la estructura típica de la época, de patios sucesivos rodeados de habitaciones. El primer patio de pavimento duro, al que se llegaba desde la calle a través del zaguán, estaba rodeado de construcciones de un piso donde se guardaban provisiones y productos de las distintas haciendas de la familia. La parte que da a la calle tiene dos pisos y el primero era ocupado en las actividades comerciales de la familia. Un cuerpo central de un piso con sala, cuadra y antesala, separaba el primer patio del segundo y era el límite entre los espacios semipúblicos y el área privada de la familia en el segundo patio. Este patio, adornado con enredaderas, flores y árboles, estaba rodeado de corredores.
En 1779, se puso en la fachada el escudo de armas de la familia tallado en piedra. La casa debe su nombre a que, en 1888, la fachada fue cubierta con pintura de color rojo.
Don Mateo vivió allí hasta su muerte, en febrero de 1811. También se alojaron en la casa, luego de la batalla de Chacabuco, San Martín y O`Higgins. Más tarde, la casa también fue residencia de Lord Cochrane. Cuando la casa volvió a manos de la familia Toro se hicieron visitantes regulares Ramón Freire y Manuel Bulnes, ambos pretendientes de la nieta de Don Mateo, la señorita Nicolasa Toro.
A lo largo de sus más de 200 años la casa ha experimentado importantes transformaciones y durante mucho tiempo hubo en ella gran actividad comercial. Desde 1929 se instalan en la casa rotiserías, restaurantes, dulcerías, sombrererías y otros negocios. Hasta un cabaret está registrado por los cronistas. En 1977 el edificio fue expropiado por la Municipalidad de Santiago para su restauración.
La actual casa no corresponde a la construcción primitiva, sólo se conserva la estructura original de dos pisos que da a la calle Merced. Se ha reconstruido el primer patio completándolo con recintos semejantes a los originales y se levantó una fachada oriente que la casa no poseía. Actualmente la Casa Colorada alberga el Museo de Santiago, donde se exhiben muestras relacionadas a la fundación de Santiago y su desarrollo a lo largo del tiempo. El Museo cuenta con una biblioteca, un auditorio y salas de exposiciones que se pueden visitar de martes a viernes entre las 10:00 y las 18:00 hrs. Los sábados de 10:00 a 17:00 hrs. y los domingos y festivos 11:00 a 14:00 hrs.
Escrito por L.Ojeda a las 4:31 AM
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