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Artes y Letras
Fecha: 26 de diciembre de 2010
¡Cuándo se aclarará su futuro? Todavía no se puede programar el próximo año.
Persisten las dudas A la espera de una solución:
Cuando en mayo pasado "El Mercurio" dio a conocer la situación en la que se encontraba el recinto, cerrado y sin programación, el ministro Luciano Cruz-Coke se comprometió a gestionar la transferencia del lugar desde el Instituto de Previsión Social al Consejo de la Cultura. Ha habido tratativas a las que se ha sumado la Municipalidad de Providencia, pero aún no se llega a acuerdo. Mientras, persiste la inquietud por el destino de un espacio que todavía no tiene actividades para 2011.
Por cumplir La carta del 1 de junio en la que el Consejo de la Cultura anuncia la acogida del teatro en comodato.
Juan Ignacio Rodríguez Medina
¿Qué ocurrirá? Era el 16 de mayo de 2010 y con esa pregunta concluía un artículo que publicó Artes y Letras sobre la situación del Teatro Oriente. A partir de una denuncia de Manuel Ahumada -gestor cultural del espacio hasta diciembre de 2009- se narraba el abandono en que se encontraba el lugar: sin programación definida, con un cierre para reparar los daños posterremoto que sorprendió a muchos (antes se había asegurado que al teatro no le había pasado nada), con acusaciones de una instrumentalización política del lugar y temores que veían detrás de todo esto intereses inmobiliarios en un terreno de muchísimo valor (el suelo en Providencia es el más caro de la RM, con un valor aproximado de 29 UF el metro cuadrado).
El futuro era incierto y había algún acuerdo en que era una anomalía básica que el Instituto de Previsión Social (IPS, ex INP) fuera dueño de un teatro. De hecho, el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, aseguró en el mismo reportaje: "Esta semana conversamos con la ministra del Trabajo" -el IPS depende de dicho Ministerio- "para buscar una fórmula que permita el traspaso del Teatro Oriente al Consejo de la Cultura". Siete meses después la pregunta sobre este espacio cultural debe reformularse: ¿qué ha ocurrido?
Efectivamente, como aseguró entonces el IPS, el teatro fue reabierto en junio de 2010. Pero ni por cerca se recuperó el trajín de antaño. Por de pronto ya no están las Orquestas Juveniles ni la Fundación Beethoven, tampoco el Instituto Cultural de Providencia. Lo último fue La Negra Ester, un concierto tributo a Pink Floyd y un recital del cantautor chileno Pablo Herrera.
Providencia ad portas
"Al día de hoy, en la práctica, no se han generado cambios positivos. Hay una ineficiencia y negligencia impresionantes con un bien del Estado". El diagnóstico es de Manuel Ahumada, quien vuelve a la carga. Cuenta que tras el reportaje del 16 de mayo, elaboró una propuesta para convertirlo en el "Teatro Regional de Santiago". Envió su plan al ministro Cruz-Coke y la respuesta vino de parte del jefe de gabinete de éste, Carlos Lobos, quien en una carta del 1 de junio confirmaba el traspaso en comodato al Consejo ("Por instrucción emanada del Ministerio del Trabajo y decisión del IPS"), y agregaba que "la administración de dicho teatro quedará en manos del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, tomando este último la dirección y gestión cultural encaminada a esos fines". Hasta ahora eso no ocurre: "Lo concreto -señala Ahumada- es que el teatro volvió a abrir sus puertas, pero en una mínima expresión". Por lo mismo le envió hace dos semanas una carta al actual director de IPS, Juan Bennett: "No he tenido respuesta", afirma.
De todos modos, en estos siete meses han ocurrido cosas en torno a la propiedad del recinto. Es conocido el anhelo que tiene la Municipalidad de Providencia de que se lo cedan; un anhelo que ahora podría concretarse. Según confiesa el alcalde Cristián Labbé, "ha habido intensas reuniones" entre el municipio y el Consejo de la Cultura. La idea es traspasar la administración del recinto a la comuna -Labbé ofrece una inversión "del orden de los 2 mil millones de pesos"- pero aún no hay acuerdo. ¿Dónde está el tope? Labbé quiere tener más injerencia en la gestión cultural del espacio, pues, según afirma, la propuesta que le hizo el Consejo conlleva una serie de condiciones (como un porcentaje del borderó para el IPS) y compromisos programáticos: "Quedamos con cero o muy poca capacidad de maniobra, invertiríamos mucho y al final quedaría para uso y goce del Consejo de la Cultura; no favorece a Providencia para generar un nuevo lugar de cultura". Por eso, cuenta el edil, en no más de diez días responderá a Cultura que la propuesta "resulta inaceptable". Lo que no significa bajar los brazos: "Somos optimistas, es más, somos contumaces en que el teatro le corresponde a Providencia y en eso vamos a perseverar siempre".
La transición
Pero ya se dijo, ni siquiera se ha hecho el traspaso del teatro desde IPS al Consejo. Consultados al respecto, en el Ministerio del Trabajo informaron que esperan concretar este mes el comodato, que sería a veinte años, tras lo cual puede establecerse un traspaso definitivo. No quisieron entregar más detalles pues prefieren que sea el Consejo de la Cultura quien se pronuncie; la misma respuesta entregó el IPS. Al ser requerido para aclarar lo del traspaso y lo de las negociaciones con Providencia (por ejemplo por qué no será el Consejo el que asuma la administración, como se señalaba en la carta del 1 de junio), el ministro Cruz-Coke prefirió no hacer declaraciones antes de tener todo finiquitado.
En todo caso, ha habido cambios. Eduardo Reyes -a quien Ahumada denunció por hostigamientos y sindicó como responsable del declive del recinto- ya no es el gerente del lugar (lo había nombrado en 2009 la antigua directora del IPS, Labibe Yumha). Desde noviembre a la cabeza está Carlos Ribera, quien explica que "como esto está en el proceso del eventual comodato, no existe una estructura como la de antes, con un gerente, sino una coordinación". En ese plan, lo suyo vendría a ser una transición: "Sigue funcionando, tenemos requerimientos para usar la sala, pero obviamente estamos manejándolo con responsabilidad, pues no podemos reservar en junio o julio de 2011 si no está claro el destino del inmueble". -¿La indefinición entorpece el normal funcionamiento? -"A mí me tienen para eso, para tratar de no entorpecer nada, usted ha visto que ha habido funciones. Esto tiene que ver con manejar ordenadamente el eventual traspaso, e incluso si finalmente no se realizara. En el intertanto se ha hecho la misma gestión que hubiese existido con un gerente". Mientras, el edificio construido en 1936 espera, y cierra su temporada 2010 el próximo 28 de diciembre con un espectáculo de Maitén Montenegro. La pregunta sigue en el aire: ¿Qué ocurrirá?
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Hola! difundo tu página con este archivo en Facebook, creamos "no a la venta del Teatro Oriente" Te cuento en resumen que lo están vendiendo al mejor postor. De terror!
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