EL MERCURIO
Wikén
viernes 25 de febrero de 2011
Con un costo de US$ 1,4 millones, esta producción recreó en tiempo récord la tragedia del 27 de febrero. Esta es la historia de cómo el productor Martin Rogers y el director Juan Pablo Ternicier revivieron -en locaciones reales como Dichato y el edificio Alto Río-, y con costosos efectos especiales, el terremoto y posterior tsunami. Con Loreto Aravena y Marcelo Alonso, entre otros, y con guión de Mateo Iribarren, la película ya despierta el interés de festivales extranjeros.
Por Ernesto Garratt Viñes
LA PRE PRODUCCIÓN. A Martin Rogers, 35 años, el terremoto le cambió la vida por varias razones pero la que nos convoca tiene que ver con esto: de ser un chileno normal -empresario, dueño de un restaurante de sushi- atónito ante el desastre, pasó a convertirse en el productor de cine y motor principal de "3:34", la primera película chilena sobre esta tragedia. Una producción levantada en tiempo récord -menos de un año- que se estrenará en salas el 7 de abril. Con un presupuesto de US$ 1,4 millones; con complicadas locaciones -se hizo en las zonas más golpeadas, Dichato, el caído edificio Alto Río, en Concepción- y con carísimos efectos especiales que recrearon con extremo realismo la intensidad del sismo y el tsunami que vino después.
1. El rodaje en el derrumbado edificio Alto Río duró dos días.
3. El director Juan Pablo Ternicier, al centro, con los productores Martin Rogers (izquierda) y Cristián Zaldívar (derecha).
Una odisea fílmica pocas veces vista en nuestra pequeña industria de cine y que hasta ahora ha tenido un eco sorprendente: el trailer del filme tuvo en una semana más de cien mil visitas, el interés internacional crece y crece -los han llamado de Cannes, de festivales de Asia y Europa- y la película ya ha generado altas expectativas con su trama dividida en tres historias: la primera, con Alicia (Andrea Freund), una desesperada madre que parte a Dichato a buscar a sus hijos que estaban veraneando con su padre (Marcelo Alonso); la segunda, con Ana (Loreto Aravena) y su grupo de amigos universitarios de vacaciones en el sur; y finalmente con un preso, Carlos (Fernando Gómez-Rovira), que huye de la cárcel de Chillán para ir a buscar a su pequeña hija, atrapada en el caído edificio Alto Río.
"Yo siempre adoré el cine", dice Rogers y añade: "Muchos nos pueden acusar de oportunismo, pero desde un inicio la idea fue ayudar y el 50% de lo que recaudemos en Chile irá en ayuda de las escuelas de la VII y VIII región".
Mover este proyecto no fue fácil para Rogers. Poco después del terremoto se reunió, entre otros, con un joven realizador llamado Juan Pablo Ternicier, 30 años, un debutante que había sido asistente de dirección de la súper producción -para Chile- "Esmeralda 1879" y con el experimentado guionista Mateo Iribarren, y el grupo se puso manos a la obra. Durante los siguientes meses, Iribarren escribió el guión, inspirado en historias reales que reflejaran el dramatismo; Juan Pablo Ternicier preparó el terreno con story boards y planificación y Martin Rogers buscó el modo de financiar este transatlántico. "Al inicio, el presupuesto era de $280 millones y resulta que a cinco días de filmar, nuestro primer inversionista no tenía plata. Tenía el equipo armado y el guión, 8.1 listo. Habíamos empezado con un 1.0, o sea, cambiamos nueve veces el guión", dice.
Sacó tarjetas de crédito, hipotecó su restaurante de sushi y juntó $22 millones. "Y ahí los tenía a todos. Las luquitas por aquí, a Mateo por aquí, Juan Pablo por acá; a la gente que me estaba ayudando". Con una úlcera creciendo y a días de iniciar las filmaciones, contactó entonces a un viejo amigo, Cristián Zaldívar, empresario, hombre de finanzas, y lo convenció de que lo ayudara con el abultado presupuesto. Pero ese fue sólo el comienzo. La cifra llegaría hasta los US$ 1,4 millones, un número gigante para la realidad local.
UN INTENSO RODAJE. El debutante cineasta Juan Pablo Ternicier no pasó el terremoto en Chile. Dedicado a la publicidad y la asistencia de dirección en filmes chilenos, estaba el 27 de febrero de 2010 en Santa Cruz, Bolivia, rodando un comercial. "Nos demoramos una semana en llegar a Chile", recuerda, hoy, en la casona que ocupa su colectivo artístico, Cuero Negro, una de las sedes donde está dándoles los últimos toques a su primer filme.
Está en una sala editora y lo que se ve en un monitor es la secuencia del terremoto. Un reloj marca las 3:34 y comienza a moverse el piso. La acción transcurre, entre otras locaciones y en forma paralela, en el edificio Alto Río -uno de sus departamentos se parte en dos en la pantalla- y una discoteca sureña. El desastre es total. Ternicier explica: "Desde un inicio supe que teníamos que filmar en Alto Río, era necesario para la película. Sentía que teníamos que hacerlo ahí, en el mismo lugar de los hechos. El terremoto no podía sentirse falso", dice. Por eso, durante los 30 días que se extendió el rodaje, que comenzó el 22 de noviembre, con un equipo de 65 personas bajo sus órdenes, su productor Martin Rogers movió, literalmente, cielo y tierra para conseguir lo necesario para esta odisea.
Y a Rogers se le pone la piel de gallina cuando recuerda la conversación que tuvo con Marcelo Bravo, el vocero de las víctimas de Alto Río, y otros dueños de departamentos afectados. Fue durante una noche en Concepción. "Los invité a comer a un restaurante y sus caras me lo decían todo: jamás sonrieron. Ahí me fueron contando su terribles historias", dice. Emocionado, escuchó cómo habían quedado inmovilizados tras la debacle, atrapados por muebles, con costillas rotas, sumergidos en una desesperante oscuridad por horas y horas, inundados con el olor a gas y sin saber qué iba a ocurrir. "Perdieron todo. Yo les dije que necesitaba recrearlo y Marcelo Bravo me dice: 'Si logras estar dentro del lugar es un logro tuyo y cuenta con mi autorización y la de los sobrevivientes"'.
Entonces, durante dos días, el equipo activó un operativo para rodar alrededor del gigante edificio derribado en el suelo, en el que, a raíz del terremoto, murieron ocho personas. Por eso el ambiente de solemnidad se imponía. Casi nadie tocó la comida y bebidas que había para el equipo. No había hambre. "En el filme están los mismos bomberos y los mismos carabineros y rescatistas que ayudaron ese 27 de febrero", explica el director Juan Pablo Ternicier.
AMORES PERROS. En la sede del colectivo Cuero Negro, el director Juan Pablo Ternicier muestra una secuencia con los actores Roberto Farías y Fernando Gómez-Rovira, escapados de la cárcel de Chillán -donde el cineasta filmó estas escenas-. Ellos se encuentran en el camino con Andrea Freund. "Esta parte de la película es una road movie", sintetiza Ternicier. El aire y textura de las imágenes, las actuaciones y la rudeza de estos reos recuerdan a "Amores perros", la primera película de Alejandro González Iñárritu y también una trama con tres historias. "Me encanta esa película y la idea era tener ese trío de historias que se conectaran entre sí", aclara.
"Más que una película del terremoto, siento que esta es una película sobre emociones. El terremoto es una excusa para hablar de Chile", dice. En ella trató de infiltrar algunas de sus propias ideas como "autor" en una cinta de productor. "Mira, Scorsese decía: 'uno siempre cuando ve una película está viendo dos películas. Una, que es la narrativa, la patente, la que es evidente. Y la otra, que está de contrabando'. Y en esta película hay mucho contrabando. Muchas ideas que para mí hablan de Chile".
2. Andrea Freund encarna a una desesperada madre en busca de sus hijos en Dichato.
4. Loreto Aravena y Eduardo Paxeco protagonizan la historia de los universitarios.
Por ejemplo, en las historias de los universitarios sorprendidos por el terremoto, con Loreto Aravena, "vemos discursos sobre la apariencia y el arribismo", dice. "La intención era mostrar cómo sale lo peor y lo mejor de nosotros en situaciones límites", comenta Ternicier. Por eso, el episodio de los saqueos no está ausente. Estas escenas se rodaron en Tomé y el cineasta no olvida un crucial momento que se produjo mientras la multitud de extras sacaban mercaderías en carros de supermercado.
Y ese momento fue cuando un niño del lugar se instaló a su lado y se puso a mirar, atónito, el monitor del director. El chico no podía creer que la escena que se estaba filmando, con la muchedumbre robando y huyendo, apareciera inmediatamente en pantalla. "Ojalá esa experiencia toque a ese niño y el cine le pueda cambiar la vida como me la cambió a mí", dice esperanzado en que de las peores situaciones de la vida, se puedan sacar cosas buenas.
Aunque en un comienzo el estreno del filme "3:34" se anunció para este fin de semana, finalmente el debut comercial en Chile será el 7 de abril.
Trucos hechos en Chile
Patricio Aguilar es el mandamás de Chiloé Cine, la empresa nacional responsable de simular con realismo el terremoto en "3:34". "Nos subimos súper encima de la producción, tuvimos poco tiempo para hacer los trucos", dice este talentoso creador de efectos especiales made in Chile a cargo de un equipo de 25 personas y además responsable de las explosiones y balaceras de la serie de HBO, "Prófugos". A toda prisa, su equipo montó tres sets en los galpones de Mersán, en Lo Espejo, para imitar los destrozos del terremoto, además de la caída del edificio Alto Río. "Pusimos sets arriba de resortes gigantes para lograr el vaivén del sismo", explica sobre su técnica. Lo más riesgoso fue partir en dos, uno de los departamentos del edificio. "Usamos dobles de riesgo porque los muebles y artefactos podían caer sobre los actores. Era un tema delicado pero usamos mucha seguridad y además sólo podíamos hacer una toma. Nada más, porque no había presupuesto para repeticiones", dice sobre los $50 millones de coste total para esta empresa. Además, en una piscina en Olmué recrearon el tsunami que entra en la casa del personaje de Marcelo Alonso. "Adentro pusimos una casa entera, la misma que hay en la escena de Dichato, y vertimos miles de toneladas de agua por una ventana".
Por Ernesto Garratt Viñes.
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http://www.pichilemunews.cl/
22 de febrero de 2011
SUSPENDEN AVANT PREMIERE DE “03:34”
Fuente: http://www.ladiscusion.cl/
22/02/2011. Desde un comienzo, la película “03:34” ha hecho ruido en nuestra región. El film dirigido por Juan Pablo Ternicier, que busca retratar la tragedia del terremoto del 27 de febrero, ha tenido fieles seguidores y unos cuantos detractores debido a su fuerte impacto, desde que se inició su rodaje unos meses atrás.
Son tres historias las que dan vida a esta esperada producción. La primera, es la de una mujer que viaja desesperadamente desde la costa de Pichilemu al balneario de Dichato, en búsqueda de sus hijos que se encuentran de vacaciones. La segunda, remite a un grupo de jóvenes que se encuentran en el mismo balneario y que deben sortear las vicisitudes de la tragedia. Por último, la última de las historias remite a nuestra ciudad: un reo de la cárcel de Chillán que escapa para ir a ver a su hija que se encuentra en medio del derrumbe del edificio Alto Río en Concepción.
De esta manera, los organizadores de esta película buscan sorprender a la crítica y el público, con crudas escenas que intentan representar lo vivido por nuestros coterráneos aquella fatídica madrugada de verano.
Era bajo esta consigna que se había programado el estreno en privado de la película, para el próximo domingo en Concepción, día en que se conmemorará el primer aniversario del fatídico terremoto, con parte del elenco, autoridades públicas y algunas de las personas en las que se inspiraron para el rodaje.
Sin embargo, a poco días de la avant premiere, la producción de “03:34”, decidió no presentar ante el público el adelanto del film, debido a las seguidilla de temblores que han afectado a nuestra zona y la angustia que existe en la mayoría de la población.
Es por esto, y con el fin de no opacar otras conmemoraciones de la tragedia que se desarrollarán aquel día, que se tomó la determinación de estrenar la película, tal como estaba previsto, en todos los cines nacionales el próximo 7 de abril, sin ninguna función de adelanto.
“Costó tomar la decisión, sobre todo porque mucha gente ya sabía de esta función, pero ante todo somos chilenos y no queremos que ese día se transforme en un día de complicaciones para los pobladores de las zonas más afectadas. Las fechas en relación al estreno siguen exactamente iguales, no hay cambios, sólo se suspende la exhibición privada del 27 de febrero”, indicó la producción de la película a través de un comunicado.
El film ha contado con un presupuesto que supera el millón y medio de dólares y con el apoyo del Consejo Nacional de Cultura.
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El 27 de febrero de 2011 se estrena la película que detalla las últimas horas previas al terremoto que ocurrió en la misma fecha pero hace un año atras.
La película consta de tres historias, la de una madre que va a desde Pichilemu a Dichato en búsqueda de sus hijos, un reo que se escapa de una cárcel de Chillán para ver a su familia en el colapsado edificio Alto Río y un grupo de jóvenes que está de vacaciones en Dichato.
Esas son las 3 historias que dan vida a esta película, y que protagonizan Andrea Freund, Loreto Aravena y Marcelo Alonso.
El trailer oficial de la película sobre el terremoto del 27 de febrero. "03:34", se estrenará en Dichato cuando se cumpla un año de la catástrofe que azotó al país el año pasado.
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LA verdad que esta bueno esto de saber "el detras de escena" de una peli
ResponderEliminarjustamente esta la vi un dia desde casa muy tranquila comiendo sushi jeje
muuy interesante, grcais por compartirlo!