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Fecha: 15 de mayo de 2011
Abdullah Omnidvar decidió cerrar la casona hasta donde llegaron por décadas cineastas y publicistas en busca de apoyo financiero o técnico.
Se hizo famoso por recorrer el mundo durante 10 años. Luego de radicarse en Chile, creó una de las productoras más importantes del medio local. Hoy, a los 78 años de edad, cierra Arauco Films para dedicarse 100% a su nuevo proyecto: crear un Museo del Cine.
Daniel Olave M.
Es un héroe en Irán. Tiene un museo dedicado a él y a su hermano. Cuando Abdullah Omnidvar dejó su país natal para recorrer el mundo, forjó su destino de explorador y aventurero. El mismo que lo trajo a Chile y donde se quedó tras conocer a la mujer que sería su esposa.
Le mostró el mundo a Chile con la serie "Las mil y una de Abdullah", el primer programa de viajes y exploración de la televisión chilena. Creó la productora Arauco Films, desde donde ha apoyado a gran parte del cine chileno de las últimas décadas. Fue embajador del reino de Persia en Chile, representante del Dalai Lama, fundador hace 25 años de la Sociedad Chilena de la Exploración, y es desde hace dos décadas miembro de la Asociación Gremial de Productores de Cine y Video de Chile.
Este mes, a sus 78 años de edad, cerró definitivamente su productora, desocupó la casona donde funcionaba, la que más adelante será convertida en un edificio y se "jubila" como productor después de más de cuatro décadas trabajando en cine, televisión y publicidad. Pero hombre inquieto, como es este persa de hablar tan característico, no se va a descansar a su casa, sino a retomar el trabajo en la Fundación de las Imágenes en Movimiento que creó en 1993 para cumplir otro de sus sueños: crear el primer Museo del Cine en Chile.
-¿Qué siente dejando su empresa y el trabajo de producción después de tantos años?
"Todos los cambios en la vida son positivos, eso no significa que vaya a cambiar a la esposa o los papás (risas). Pero siempre traen novedades. Desde mi niñez, siempre había pensado que mi vida debe estar hecha de varias parcelas. Y no quería morir en el mismo potrero, de Arauco Films".
"Mi niñez fue en un continente distinto, en un país distinto, realmente era un mundo aparte", nos dice. "Después vino mi deseo para conquistar el mundo con la ayuda de mi filmadora y mi cámara fotográfica. Y estuvimos diez años en eso. Yo soy una de las personas afortunadas, que hice todo lo que quise hice en mi vida y en el momento adecuado".
Cuando era niño en su país, su padre le contaba historias antes de dormir. Cuando escuchó el relato de la búsqueda del nuevo Dalai Lama, el pequeño Abdullah le preguntó a su padre cómo era posible que hubiera otros dioses, si Alá era el único. Él le contestó que había otros países y gente que creía en otros dioses. En ese momento, decidió que algún día saldría a recorrer y conocer esos lugares.
Los viajes comenzaron en su país natal, cuando decidió salir a recorrer todo el territorio con su bicicleta. Eso les dio la fama suficiente para conseguir el apoyo del Sha de Irán, quien los ayudó en el siguiente desafío: salir en citroneta a recorrer todo el mundo.
"Cuando partimos, teníamos toda esa energía de los veinte años y el deseo de hacer cosas, y no tener compromisos, ni polola, ni nada", dice Abdullah. "Mi único pololeo era la conquista del mundo y no quería saber nada de matrimonio. Menos pensaba que un día iba a casarme en Sudamérica. Pero como dice la palabra que inventaron los orientales: "destino"; es verdad. El destino dijo otra cosa.
En 1959 pasó por Chile en su viaje por el mundo. Estuvo 15 días, y conoció a la mujer que sería su esposa. Después siguió su recorrido y en 1963 volvió a Chile para radicarse definitivamente junto a ella. "Conocer a mi esposa fue la ganancia más grande de mis viajes a Chile. Desde 1963, entonces he vivido aquí de manera perpetua. Ha sido, como dijeron los españoles, 'un cautiverio feliz'".
-Ahora que dejó la productora, ¿a qué se va a dedicar?
"Hay mucho que hacer todavía con la Fundación de Imágenes en Movimiento. Cuando descubrí que en Chile no había cineteca, sentí vergüenza ajena. No tenerla es como no tener biblioteca, no tener memoria. En 1993 instalamos la cinemateca al alero de una fundación, porque tiene una gama de actividades más amplias: hacer difusión, financiar publicaciones, exhibir películas, etc. Me siento muy orgulloso de haberme metido en esto y de ayudar a que no sigan desapareciendo más películas".
-¿Cuáles son sus planes ahora para la Fundación?
"Queremos hacer talleres, y un montón de difusión. Pero el proyecto grande es que esta cineteca no puede seguir existiendo aquí, en esta casa. Mi meta es levantar un nuevo edificio, un Museo del Cine. Con salas de exhibición de películas, con espacio para exponer una colección permanente de objetos cinematográficos históricos, etc. Queremos llevar el proyecto a un municipio que nos ayude cediendo a un terreno de 3 mil o 4 mil metros cuadrados. Y, además, necesitamos unos 7 millones de dólares. Pero creo que es más importante la ubicación y el terreno. Los 7 millones de alguna manera van a llegar".
A eso está dedicado ahora Abdullah Omnidvar, con la misma pasión que cuando comenzó sus viajes, o su negocio de producción de cine en Chile. Ya se están redactando los nuevos estatutos y ya arengó a los miembros del directorio de la Fundación, donde participan, entre otros, Jorge López, Silvio Caiozzi, Eugenio Llona y Mauricio Purto. "Les pedí que sean personas bien motivadas", comenta Abdullah. "Yo no soy un cabro de 20 años, que tenga un montón de años por delante. Estamos con los años contados, y queremos partir ya".
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Jorge Olguín
Silvio Caiozzi
Ernesto Díaz
US$7 millones
Es lo que él calcula que costará su sueño del Museo del Cine. "De alguna manera van a llegar", dice.
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A propósito de la nota aparecida ayer domingo en el Mercurio (y copia en este blog) sobre el retiro del productor Abdullah Ommidvar y el cierre de Arauco Films, queremos rectificar que el alejamiento de su fundador no significa el cierre de la empresa.
ResponderEliminarLa productora Arauco Films, fundada hace más de cuatro décadas, seguirá funcionando en nuevas dependencias ubicadas en Apoquindo 6400, of 1002, (fono:2092091) las que serán inauguradas prontamente.
Arauco Films seguirá en el mercado de la publicidad y las comunicaciones, tal y como lo ha hecho durante tantos años.
La informacion aparecida en El Mercurio sera desmentida por el medio, quienes han reconocido su error y rectificaran la informacion.
El gran inspirador de mis deseos de viajar, do Abdullah, gracias por tanto....
ResponderEliminarGran persona Abdullah. Yo esperaba con expectación su programa "Las mil y una de Abdullah". Muy simpático. Larga vida a Abdullah.
ResponderEliminarMe parece muy interesante este reporte acerca de abdullah por años he querido saber de él , un personaje con el cual viajábamos por años en nuestra imaginación. Ha sido admirado y recordado por muchas personas.
ResponderEliminarUn gran saludo para su vida.
Trabajé muchos años en Arauco Films años dónde pude compartir con don Abdullah un gran Maestro al cual me enseñó me aconsejó cómo Jefe,Amigo y Padre le agradezco por la experiencia adquirida con todas las tecnologías de punta que Arauco Films tenía como empresa de punta en aquellos años .Gracias querido Amigo Abdullah . Fernando González
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