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sábado 1 de octubre de 2011
Recuperación del templo que dio el nombre de "Pancho" al puerto requerirá inversión de $3.200 millones:
Programa Puesta en Valor del Patrimonio financiará las obras que se ejecutarán durante 24 meses en el conjunto arquitectónico de cerro Barón. Trabajos consolidarán la fachada y campanario, reconstruirán la nave destruida por incendio y pondrán en valor el convento anexo.
HERNÁN CISTERNAS
Uno de los símbolos de Valparaíso, la iglesia de San Francisco, profundamente arraigada en la historia e imaginario colectivo de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, renacerá desde las cenizas. Tres mil 200 millones de pesos costará su restauración y puesta en valor.
INTERIOR. Un espacio vacío y sin techumbre se ocultan tras la fachada principal y los muros laterales del templo de San Francisco de Barón. Fray Yanko Pajkuric, vicario del convento, recorre las deterioradas instalaciones.
Foto:TOMÁS FERNÁNDEZ
Dicho monto no sólo permitirá reconstruir el templo destruido por un incendio en septiembre del año pasado, el segundo en menos de tres décadas. También hará posible consolidar la deteriorada fachada y campanario de ladrillo, de 40 metros de altura -que en el pasado fue un virtual faro en el cerro Barón, lo que llevó a los marineros que se aproximaban al puerto a utilizarlo como punto de referencia y bautizar a Valparaíso como "Pancho"- y restaurar en su totalidad el colonial convento anexo, que desde 1845 ha funcionado como casa de ejercicios, de acogida y recogimiento espiritual, en cumplimiento al legado de doña Pastora Acevedo de Soto, que donó los terrenos a la orden franciscana.
A lo menos cinco empresas están interesadas en adjudicarse el proyecto de recuperación de la iglesia de San Francisco, declarado monumento nacional en julio de 1983. Se encuentra en marcha el proceso de licitación de las obras a través de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. Los recursos provienen del Programa Puesta en Valor del Patrimonio, apoyado por el BID.
De acuerdo a los plazos iniciales, dentro de 15 días se deberían abrir las propuestas técnicas y económicas de la licitación. Sin embargo, debido a la complejidad de los estudios previos, las empresas pidieron ampliación.
Se resolvió que la apertura técnica se realice el 17 de noviembre, y la económica, el 19 de diciembre.
Fray Yanko Pajkuric, vicario del convento y delegado provincial del gobierno franciscano en Chile para la reconstrucción del templo, dijo que la empresa que se adjudique el contrato dispondrá de 630 días para la ejecución de las obras, que se entregarán a uso público a fines del 2013.
El ingeniero Pedro Sariego, secretario regional del Ministerio de Obras Públicas en Valparaíso, informó que la magnitud del proyecto permitirá incorporar nuevos estándares de seguridad contra sismos e incendios, que posibilitarán preservar de mejor forma "lo que constituye un hito y postal patrimonial, histórico y turístico de la ciudad".
Fachada y campanario
Preservar y consolidar la característica torre de ladrillos, para evitar su colapso, se considera como el punto de mayor trascendencia del proyecto. Tras haber sufrido sismos de grandes magnitudes, como los ocurridos en los años 1906, 1985 y 2010, se mantuvo en pie.
En la fachada principal se aprecian grietas verticales y zonas fracturadas, que se repiten en el campanario, lo que obligó el año pasado a un trabajo de reforzamiento.
No obstante que el templo se terminó de levantar en 1865 -veinte años después que el convento-, la actual fachada y campanario se empezaron a construir en 1890. La obra estuvo a cargo del arquitecto italiano Eduardo Provasoli, religioso franciscano, quien diseñó en Chile las iglesias Divina Providencia, en Santiago; San Francisco, en Castro; San Francisco, en Chillán, y San Antonio de Padua, en San Felipe.
Reconstruir la nave
Al igual como ocurrió el 4 de febrero de 1983, el incendio que se registró el 2 de septiembre del año pasado destruyó las tres naves de la iglesia, arcos y columnas. Impresiona ingresar al recinto y observar que tras la fachada lo único que existe es un espacio abierto, sin techumbre, de 33,40 metros de largo por 14,20 metros de ancho. Un conjunto de puntales sostienen los muros laterales de adobe para evitar su desplome.
En el sector donde estaba el altar principal, las murallas de adobes, de 146 centímetros de espesor y 8,35 metros de alto, registran grietas verticales y diagonales. Los mismos muros están recubiertos con plástico para evitar el daño del agua.
El padre Yanko Pajkuric señala que en la reconstrucción del templo se restablecerán los espacios y estructuras originales de la iglesia, con sus naves, presbiterio, altares, capilla del Santísimo y coros.
Convento prepara apertura a la comunidad
El convento que colinda con la iglesia de San Francisco mantuvo hasta el año 2005 su uso tradicional, como postulantado de la orden franciscana. El proyecto de restauración contempla incorporarlo más a la comunidad, pero manteniendo la austeridad del recinto, potenciando el silencio y la espiritualidad de la orden franciscana.
Fray Yanko Pajkuric indicó que hubo una propuesta para transformarlo en un centro de eventos, pero eso fue rechazado por los religiosos, porque va en contra del legado de quien donó los terrenos. El convento se potenciará como casa de acogida, con habitaciones para huéspedes y retiros espirituales en el segundo piso. Potencialmente, tales dependencias podrían habilitarse para un hogar de estudiantes universitarios.
La restauración y puesta en valor del convento contempla salones de reunión, biblioteca, bazar, zona de cafetería y áreas para actividades culturales, como conciertos, exposiciones y teatro.
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