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miércoles 2 de noviembre de 2011
Trabajan hace ocho meses en un informe con propuestas concretas para potenciar capital humano y negocios en torno a observatorios.
por Francisco Rodríguez
Hasta ahora, Chile ha sido principalmente un país anfitrión para la astronomía mundial. Sin ir más lejos, para el año 2020 se invertirán unos cuatro mil millones de dólares en la construcción de nuevos telescopios en el norte del país como el E-ELT, el telescopio óptico más grande del mundo, el radiotelescopio Alma o el LSST, la cámara fotográfica más potente creada hasta ahora. Una oportunidad que diferentes organismos chilenos no quieren desaprovechar. Por eso, el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad, Conicyt, InnovaChile de Corfo, el Ministerio de Economía y el Ministerio de Relaciones Exteriores están preparando en conjunto una "hoja de ruta" con propuestas concretas para que estos proyectos sirvan como un motor no sólo para la astronomía nacional, sino que también para el desarrollo de otras actividades como la educación, el turismo y las industrias de servicios e ingeniería. "Hasta ahora la visión había sido privilegiar la ciencia básica. Pero ahora queremos ser más agresivos, queremos ser parte de toda esta aventura junto a estos grandes actores", explica Mónica Rubio, directora del programa de Astronomía de Conicyt.
Rubio, junto a sus pares de los otros organismos involucrados, se sentarán esta semana a ver los avances de este plan que ya lleva ocho meses de trabajo y que cuenta con asesoría internacional (ver recuadro).
La idea, explica Rubio, es entregarle al gobierno, en enero de 2012, un informe con las propuestas, más una completa "radiografía" del potencial que privados, industrias y universidades pueden tener para colaborar con el desarrollo de estos futuros proyectos.
Catastro
Para cerrar el informe, organismos como Conicyt e InnovaChile de Corfo están trabajando en diferentes catastros para tener esta radiografía lo antes posible.
Por ejemplo, se está consultando a las universidades cuáles son las capacidades tecnológicas que tienen para construir o diseñar las piezas de nuevos telescopios en el futuro, o si estos centros podrán realizar la mantención de sofisticados equipos. El catastro también incluye al sector privado.
"Acá no se trata de obligar a que los proveedores sean nacionales. Sino que entender que esto va a generar una demanda donde nuestras empresas pueden competir, satisfacer y generar negocios", explica Cristóbal Undurraga, director ejecutivo de InnovaChile de Corfo, quien pone como ejemplo a España, que desarrolló toda una industria de mantenimiento e ingeniería con la instalación de los telescopios en Islas Canarias.
A partir de esto, explica Undurraga, se podrán "hacer puentes" entre los observatorios y los privados, además de determinar las herramientas de ayuda para apoyar esas alianzas en los próximos años.
Aunque todavía no se oficializa ninguna propuesta, el análisis podría derivar en una propuesta para la construcción de un centro de astroingeniería que vaya más allá de la ciencia básica, una oficina de coordinación y colaboración astronómica y en uno o más centros de turismo astronómico en el norte del país.
Si todo sale bien, en enero del próximo año, la mesa conformada por expertos de tres organismos públicos y dos ministerios debería hacer llegar sus propuestas de corto, mediano y largo plazo al gobierno, "además de entregar los requerimientos financieros que Chile debería tener para realizar lo que se proponga", dice Rubio.
Visitas a observatorios
Conocer y debatir acerca del potencial astronómico que tiene nuestro país fue el objetivo que se trazó la U. del Desarrollo, que a través de su Red de Alta Dirección, invitó a un grupo de 40 personas de empresas, universidades, organismos públicos y científicos a visitar dos de los observatorios más importantes del país: el radiotelescopio Alma y el observatorio Paranal, de ESO.
En la ocasión directivos y líderes de diferentes áreas de Chile y el extranjero conocieron ambas instalaciones con el objetivo de experimentar en terreno el trabajo de punta que se realiza en estos lugares. "Estas experiencias y conocimientos de alguna manera los van a transformar personalmente y ese cambio también va a permear en sus organizaciones", explica Claudia Bobadilla, directora de Red de Alta Dirección de la UDD.
En la ocasión, los participantes asistieron a charlas con astrónomos nacionales como Mónica Rubio, Mario Hamuy y el presidente del Consejo Nacional para la Innovación y la Competitividad, Fernando Flores.
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