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domingo 2 de mayo de 2010
Las novedades que les llegan a los chilenos en 1910
Chile en cuatro momentos
1910, volumen II, Universidad de Los Andes, Grupo Enersis, El Mercurio.
Circula gratis este miércoles.
La prensa, la publicidad y las novedades tecnológicas que trae una tardía revolución industrial cambian, como nunca antes, el modo de vida urbano, pero muy poco en el campo. Este miércoles aparece un nuevo ejemplar de "Chile en cuatro momentos".
ISIDORA PUGA
La lectura de la prensa se masifica
La lectura diaria de los periódicos es una obligación para aquellos que quieren mantenerse al tanto de los sucesos nacionales e internacionales, leer artículos sobre diversas temáticas y para enterarse del acontecer social. Para satisfacer a sus lectores, los medios deben adquirir información actualizada, tanto desde todo el territorio nacional como desde el extranjero, por lo que se utilizan telegramas y cables, estos últimos transmitidos desde las capitales de provincia o desde Europa, los Estados Unidos y Asia, cuando se compran los servicios del cable submarino. En tanto, las damas siguen atentas a las crónicas y la chismografía de la vida social santiaguina, pero también leen con agrado las páginas dedicadas a la familia, las nuevas recetas culinarias y los consejos médicos para una vida más sana. También es posible encontrar en los diversos periódicos del país datos de utilidad pública como los nuevos productos y servicios disponibles.
El furor por las "soluciones" eléctricas
Con la llegada del nuevo siglo, los chilenos reciben una verdadera avalancha de publicidad relacionada con la higiene y de los cuidados personales. En diarios y revistas se anuncian una serie de inventos que "ayudan" a evitar todo tipo de enfermedades y a mantenerse en forma. La electricidad está haciendo furor, por lo que todo anuncio de algún aparato eléctrico o magnético parece tener la venta asegurada. Poco importa si la eficacia de tales productos está probada o si su uso puede causar efectos negativos. Todo hombre que se siente débil, dispéptico, reumático, paralítico, nervioso y sin fuerza vital debe utilizar este cinturón según el doctor Sanden, su creador. A base de barras magnetizadas, este artilugio de compleja e incómoda utilización atrae sobre todo a ciertos señores que han pasado los 50, pero quieren comportarse como uno de 20. Lo más curioso de todo es que en la publicidad parece ser que el famoso doctor tiene el don de la bilocación, ya que viviendo en Nueva York, invita a los interesados a visitarlo en Estado 223. En Barcelona, su consulta funciona en calle Fernando VII; en San Francisco, en 632 Market Street, y así, en las principales ciudades del mundo.
El auge de las revistas de entretención
Si una joven capitalina quiere enterarse de lo último que impone la moda, los más recientes matrimonios acontecidos en las ciudades más importantes de Chile (Santiago, Valparaíso e incluso, Concepción), leer algún cuento corto o recibir consejos para mantener bien su hogar, no duda en comprar el último ejemplar de la revista "Familia". Una mujer de "ideas avanzadas" o un caballero que busque rellenar sus horas de ocio con buena lectura, será un asiduo lector de "Selecta". Y, si se tienen varios niños en casa, las peleas por ver quién lee primero "El Peneca" son inevitables; cuentos ilustrados, poesías y algunas técnicas para el bordado, las costuras y otras tareas "propias" de las niñez aparecen en esta revista que no quiere olvidar a los más pequeños del hogar.
Un proyecto necesario: el alcantarillado
El desarrollo metropolitano exige una infraestructura que asegure el fin de una verdadera red de cloacas a tajo abierto, pero que a su vez cree oportunidades para la ampliación inmobiliaria y la creación de parques. Ya con varias propuestas en la mesa, el gobierno acomete hacia 1900 la construcción del alcantarillado de Santiago, favorecida por la pendiente. El punto de origen del sistema coincide con el extremo oriente de la ciudad, situado en el arranque de La Cañada, donde surgirá la plaza Italia. Este es el punto de contacto de la red de alcantarillado con el río Mapocho y señala el futuro trazado urbano, que ya se va extendiendo al oriente para encontrarse con la iglesia de la Divina Providencia.
El terror del automóvil
Hacia el inicio del siglo XX, el automóvil ya es popular en Europa y los Estados Unidos, y no tarda en llegar a Chile. La fiebre del automóvil se masifica en los Estados Unidos y pronto empiezan a proliferar los avisos en periódicos y revistas chilenas, como el agente de la "gran marca mundial" F.I.A.T., cuya única agencia se ubica en Valparaíso. En 1902 llega el primer auto francés a Chile. Un Darracq de un cilindro y 6 HP. Un año después tiene lugar la primera excursión a Valparaíso en este automóvil, el viaje dura 10 horas. Sin embargo, hacia 1905 el automóvil todavía es considerado un juguete caro y mucha gente piensa que es nocivo, peligroso y, lo peor de todo, vulgar. Los periódicos hablan del auto como una "máquina de terror", que atropella a los viandantes y desboca a los caballos de tiro.
Una nueva forma de transporte
Luego de algunos intentos frustrados en regiones, en 1898 un grupo de inversionistas ingleses y alemanes obtuvo la concesión para electrificar el sistema de tranvías en Santiago y fundaron la Chilean Electric Tramway & Light Co. en Londres. Los tranvías eléctricos comienzan a reemplazar a los 180 tranvías "de sangre", tirados por 2 mil caballos, que recorrían la capital y que transportaban a unos 40 mil pasajeros al año a través de unos 100 kilómetros de vías. El primer tranvía eléctrico es probado el 1º de abril de 1900 y el 2 de septiembre de ese año cinco carros abiertos inauguran oficialmente el primer sistema de tranvías eléctricos de Chile. Hacia fines de ese año, 56 tranvías eléctricos ya recorren los 43 km de las nuevas vías. Un total de 117.329 santiaguinos han sido transportados diariamente por tranvías eléctricos en 1910, a través de los 113 kilómetros de líneas. Pero no es sólo en la capital donde florece este moderno servicio. Hay otras 16 ciudades chilenas que tienen un eficiente servicio de tranvías con energía eléctrica.
Nuevos productos farmacológicos
La aparición de fármacos sintéticos ha sido abundante en los primeros años del siglo XX, gracias al descubrimiento de los principios activos de las drogas vegetales. Destaca la invención y comercialización de la aspirina o ácido acetilsalicílico por la empresa farmacéutica alemana Bayer, que ha revolucionado los tratamientos para calmar la fiebre y aliviar el dolor. Sus propiedades analgésicas y desinflamatorias la han convertido en uno de los productos farmacológicos de uso cotidiano más demandado.
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