EMOL-CULTURA Y ESPECTÁCULO
Miércoles 28 de Septiembre de 2011
El vocalista de Soundgarden calificó la puesta en escena de Javier Díaz como "realmente increíble". Vea aquí el video.''Podría salir sólo por un momento en un show real de Pearl Jam'', dijo Cornell mientras oía entusiasmado a Javier Díaz.
Foto: The Opie
SANTIAGO.- El líder de Soundgarden, Chris Cornell, se mostró muy sorprendido al oír la imitación que hizo el chileno Javier Díaz al vocalista de Pearl Jam, Eddie Vedder, en el programa "Mi nombre es".
El ex cantante de Audioslave, y amigo de Vedder, vio la presentación de Díaz en YouTube, durante una entrevista radial en Estados Unidos. Los conductores de "The Opie and Anthony Show", Anthony Cumia y Greg Hughes, le mostraron el video advirtiéndole que se iba a impresionar.
"¿Has visto a este tipo chileno que imita a Vedder? es del programa 'Mi nombre es', Canal 13 de Chile. Su inglés es un poco torpe, porque sólo lo hablan fonéticamente. Cuando yo lo vi te juro que yo dije 'oh no, Dios mío", afirmó Hughes al introducir el video.
Al ver la presentación, Cornell se sorprendió. "Díos mío, es realmente increíble", dijo. "Podría salir sólo por un momento en un show real de Pearl Jam, salir y sólo ver las caras de confundidos y acongojados que pondrían todos", añadió el músico que compartió con Vedder en la banda Temple of the Dog.
"Es muy loco", comentó Cornell mientras los locutores asentían, a la vez que indicaban que "el tipo hace un trabajo increíble".
A continuación se puede observar la reacción del músico en el programa.
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Mi Nombre Es Eddie Vedder
programa de imitadores chileno mi nombre es de canal 13
imitador: Javier Diaz A
cantante: Eddie Vedder de Pearl Jam
pagina de facebook para que vuelva: http://www.facebook.com/pages/Porque-reintegren-a-Eddie-Vedder-en-Mi-Nombre-E...
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Interesantes temas relacionados con la protección, restauración y conservación de nuestro patrimonio arquitectónico.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
lunes, 26 de septiembre de 2011
Productor de película sobre los 33 mineros: "Me gustaría que estuviera lista para el Oscar"
www.emol.com
Martes 27 de Septiembre de 2011
Mike Medavoy dijo que también le gustaría que la cinta pudiese postular al próximo Festival de Cannes.
Mike Medavoy durante su visita esta jornada al colegio Valentín Letelier en Recoleta.
Foto: Felipe González P., El Mercurio
SANTIAGO.- El productor Mike Medavoy, quien llevará al cine la historia de los 33 mineros chilenos que permanecieron sepultados durante 70 días en la mina San José, anunció hoy que aspira a que el futuro film participe en próximas ediciones del Oscar y de Cannes.
"Si es posible, y recibo el guión en diciembre o enero, aunque no lo creo, me gustaría que la película estuviera lista para el Oscar del próximo año", señaló el veterano productor de Hollywood a la prensa, durante una visita al liceo santiaguino "Valentín Letelier", donde estudió a mediados de la década de 1950.
"Yo creo que va a ser imposible (presentar la película a la próxima edición de los Oscar), pero voy a ver si puedo hacer una película buena que califique a (el festival de) Cannes" añadió en español el productor, que estuvo acompañado del ministro de Minería, Hernán de Solminihac, y del minero Daniel Herrera.
El titular de Minería, que acompañó a Medavoy en su visita al liceo "Valentín Letelier", se mostró "contento" por la visita del productor estadounidense y por su intención de hacer una película sobre el rescate de "los 33 de Atacama", quienes este próximo 13 de octubre cumplirán un año desde su épico rescate.
"La verdad que esta película es importante para, Chile porque aquella fue una situación digna de ser película, y en ese sentido, podemos mostrar al mundo como el trabajo en equipo, como la ayuda internacional y el esfuerzo de todos pudo lograr el rescate de los mineros", afirmó Solminihac.
En tanto, Herrera, uno de "los 33 de Atacama", también se mostró satisfecho por la visita del productor, y comentó que éste se reunirá con varios de los mineros, y que visitará el yacimiento San José, donde los 33 permanecieron sepultados a unos 700 metros de profundidad.
Modavoy, que ha trabajado anteriormente en cintas como "La isla siniestra", de Martin Scorsese, y "El cisne negro", de Darren Aronofsky, reveló que la futura película sobre los 33 tendrá tres niveles, el de la experiencia "humana" de los mineros, el de la familia y el del rescate.
"La impresión que tengo (de los mineros) es que representan al pueblo chileno. Que hay una dignidad y un esfuerzo por el trabajo. Todo el mundo quiere un vida mejor para sí mismo y para su familia, y eso es importante transmitirlo, porque eso salió del corazón de ellos", aseveró el productor, que confirmó que el film aún no tiene director ni título.
"Yo creo que es importante hacer la historia (humana) de ellos, porque una película centrada únicamente en lo que sucedió en la mina no sería interesante para el resto del mundo. Hay que mostrar en lo que Chile es especial (...) La idea es hacer una película en Chile pero para todos", añadió Medavoy.
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http://www.lun.com/
Martes, 27 de Septiembre de 2011
Productor estrella de Hollywood recordó su infancia en Recoleta
Mike Medavoy fue al Valentín Letelier, donde estudió entre 1955 y 1957
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miércoles 28 de septiembre de 2011
Mike Medavoy recuerda sus inicios en la industria de Hollywood
El productor del filme oficial de los 33 de Atacama se tomó el tiempo para contar en "El Mercurio" episodios como su trabajo repartiendo correspondencia en Universal.
Fernando Zavala
"Siento que mi carrera ha sido una cadena de situaciones afortunadas que nadie pudo haber predicho", dice Mike Medavoy, quien ayer visitó "El Mercurio" para un almuerzo en el que repasó su impresionante carrera de más de 40 años en Hollywood.
Acompañado de una comitiva integrada por sus socios locales, Carlos Eugenio Lavín y Leopoldo Enríquez, el productor de la película oficial de los 33 mineros de Atacama afirma que ha disfrutado su reencuentro con el país de su infancia (vivió en Chile entre 1947 y 1957), y también recordó sus inicios en Hollywood, como el mismo los califica, "desde abajo". A través de un conocido, a comienzos de los 60 llegó a la división internacional de la Universal: "Me gustó el lugar, el ambiente, pero me dijeron que no tenían ningún trabajo para mí. Yo les dije que tomaría cualquiera, y así llegué a la oficina de correspondencia".
Medavoy, al momento de comenzar en el estudio, tenía un Bachelor of Arts en historia y ciencias políticas de la Universidad de California. "Yo pensaba que sería el más inteligente y rápido de ese lugar, pero todos tenían títulos y honores universitarios", cuenta. De hecho, entre sus compañeros de mensajería había otros futuros grandes nombres de la industria, como los cineastas John Badham ("Fiebre de sábado por la noche") y Walter Hill ("Calles de fuego").
Seis meses en esa ocupación, y Medavoy pasó a ser director de casting del estudio. Eso lo llevó a conocer a muchos agentes, faceta del negocio que lo atrajo. "Era mediados de la década de 1960, Hollywood estaba cambiando, y yo fui uno de los agentes de ese cambio. Así, pude firmar a jóvenes talentos de esa época". Entre esos jóvenes talentos estaban, ni más ni menos, Steven Spielberg, Terrence Malick y el guionista John Milius ("Apocalipsis ahora").
"Fue durante mi tiempo como agente que obtuve los recursos necesarios y aprendí a hacer películas, a juntar las piezas, armar un proyecto y vendérselo al estudio", dice Medavoy, que eventualmente encontró su más exitosa ocupación en la producción. El resto es historia. Películas recientes como "La isla siniestra" y "El cisne negro" son sólo los últimos fenómenos
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jueves 29 de septiembre de 2011
Medavoy les propone a los mineros aprender el trabajo del cine
Ayer, el productor de la película oficial de los 33 de Atacama tuvo su primer encuentro en Copiapó con los verdaderos protagonistas de la historia.
Fernando Zavala
Copiapó
Era un encuentro importante, tanto para los mineros como para Mike Medavoy. Ayer por la tarde, a pocas horas de llegar a esta ciudad, el productor de la película oficial sobre el famoso rescate del yacimiento San José tuvo su primer encuentro con 15 de los 33 protagonistas del episodio, como Luis Urzúa, Mario Gómez y Álex Vega.
Junto a los socios de Medavoy en este proyecto, los empresarios Carlos Eugenio Lavín y Leopoldo Enríquez, el norteamericano se presentó y abordó detalles de la producción. El minero Claudio Yáñez -tal como lo hizo cuando el guionista José Rivera visitó la región- preguntó sobre la posibilidad de poder participar en la película. "Es posible, pero es el guión el que va a dictar todo", dijo el peso pesado de Hollywood.
Pero el productor también sorprendió a los asistentes con una propuesta: "También podrían ayudar en la película y aprender un oficio que les pueda servir en el futuro. Hace algún tiempo hice una película en Sudáfrica y a varios habitantes del lugar les enseñamos a ayudar con las luces, las cámaras y eso resultó muy bien". En ese momento, ninguno aceptó la oferta.
Al término del encuentro, que se extendió por más de tres horas, el productor afirmó: "Pienso que salió bien. Creo que fui directo y honesto y eso me hace sentir bien y siento que ellos también se sintieron bien. Lo que intentamos decirles es que ellos deben estar juntos y que todos nosotros estamos en el mismo bote"
Por su parte, el minero 33, Luis Urzúa, señaló: "Fue una reunión muy amena. Yo conocí a don Mike en Los Angeles, así que, más o menos, ya conocía su punto de vista. Él siempre ha sido muy transparente y creo que a mis compañeros les quedaron las cosas mucho más claras. Lo bueno es que esto ya empezó a rodar y estamos contentos".
Por la mañana, antes de arribar a Copiapó, Medavoy fue invitado de honor en el lanzamiento de la Film Comission Chile, que se encargará de promover nuestro país como locación para producciones internacionales. La ceremonia estuvo encabezada por el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke.
Productora del filme chileno: "Tenemos la confianza de que haremos una muy buena película"
"Respetuosamente, le decimos al señor Medavoy que no se preocupe, tenemos la confianza de que haremos una muy buena película", dice Silvana Pereira, productora ejecutiva de "Los 33, el segundo rescate" (la película chilena que Rodrigo Ortúzar prepara junto a los productores de la película del terremoto "0334"), respecto de las declaraciones del norteamericano sobre el proyecto local. "Mateo Iribarren está a punto de terminar el guión y está muy interesante, muy respetuoso y con mucho mensaje. No pretendemos que nuestra película sea competencia", explica.
Pereira agrega: "Como Cristián de la Fuente es la cara más conocida del grupo, podemos entender que Medavoy lo vea como un proyecto de él, y también entendemos el malestar de Cristián. Pero quiero dejar en claro que éste no es su proyecto. Él está involucrado, pero aún evaluamos cuál va a ser su relación específica".
De la Fuente, al teléfono desde Los Ángeles, señala: "No voy a entrar en declaraciones cruzadas y para cualquier tema lo trataré como siempre lo he hecho, que es tomando el teléfono y hablando personalmente con la persona correspondiente, en este caso, Mike Medavoy, a quien conozco hace muchos años.
"Esta es una historia que pertenece al mundo, pero en especial a los chilenos y nosotros creemos que también tenemos el derecho a contarla", finaliza Pereira.
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Jueves de Septiembre de 2011
Mike Medavoy departió con las familias de los 33
El día anterior, Mike Medavoy había tenido un primer encuentro con parte de los 33 mineros de Atacama, pero ayer, el productor de la película oficial del famoso rescate pudo conocer a sus familias. El norteamericano -que vivió en Chile durante su niñez- fue el anfitrión de un almuerzo en el Hotel Antay de Copiapó, al que asistieron, 14 de los protagonistas, sus esposas, novias e hijos. "Es importante que todos estemos juntos en esto", dijo Medavoy a la concurrencia. En el encuentro se pudo ver a José Ojeda, Víctor Zamora, Ariel Ticona, Jimmy Sánchez y Luis Urzúa.
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Martes 27 de Septiembre de 2011
Mike Medavoy dijo que también le gustaría que la cinta pudiese postular al próximo Festival de Cannes.
Mike Medavoy durante su visita esta jornada al colegio Valentín Letelier en Recoleta.
Foto: Felipe González P., El Mercurio
SANTIAGO.- El productor Mike Medavoy, quien llevará al cine la historia de los 33 mineros chilenos que permanecieron sepultados durante 70 días en la mina San José, anunció hoy que aspira a que el futuro film participe en próximas ediciones del Oscar y de Cannes.
"Si es posible, y recibo el guión en diciembre o enero, aunque no lo creo, me gustaría que la película estuviera lista para el Oscar del próximo año", señaló el veterano productor de Hollywood a la prensa, durante una visita al liceo santiaguino "Valentín Letelier", donde estudió a mediados de la década de 1950.
"Yo creo que va a ser imposible (presentar la película a la próxima edición de los Oscar), pero voy a ver si puedo hacer una película buena que califique a (el festival de) Cannes" añadió en español el productor, que estuvo acompañado del ministro de Minería, Hernán de Solminihac, y del minero Daniel Herrera.
El titular de Minería, que acompañó a Medavoy en su visita al liceo "Valentín Letelier", se mostró "contento" por la visita del productor estadounidense y por su intención de hacer una película sobre el rescate de "los 33 de Atacama", quienes este próximo 13 de octubre cumplirán un año desde su épico rescate.
"La verdad que esta película es importante para, Chile porque aquella fue una situación digna de ser película, y en ese sentido, podemos mostrar al mundo como el trabajo en equipo, como la ayuda internacional y el esfuerzo de todos pudo lograr el rescate de los mineros", afirmó Solminihac.
En tanto, Herrera, uno de "los 33 de Atacama", también se mostró satisfecho por la visita del productor, y comentó que éste se reunirá con varios de los mineros, y que visitará el yacimiento San José, donde los 33 permanecieron sepultados a unos 700 metros de profundidad.
Modavoy, que ha trabajado anteriormente en cintas como "La isla siniestra", de Martin Scorsese, y "El cisne negro", de Darren Aronofsky, reveló que la futura película sobre los 33 tendrá tres niveles, el de la experiencia "humana" de los mineros, el de la familia y el del rescate.
"La impresión que tengo (de los mineros) es que representan al pueblo chileno. Que hay una dignidad y un esfuerzo por el trabajo. Todo el mundo quiere un vida mejor para sí mismo y para su familia, y eso es importante transmitirlo, porque eso salió del corazón de ellos", aseveró el productor, que confirmó que el film aún no tiene director ni título.
"Yo creo que es importante hacer la historia (humana) de ellos, porque una película centrada únicamente en lo que sucedió en la mina no sería interesante para el resto del mundo. Hay que mostrar en lo que Chile es especial (...) La idea es hacer una película en Chile pero para todos", añadió Medavoy.
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Martes, 27 de Septiembre de 2011
Productor estrella de Hollywood recordó su infancia en Recoleta
Mike Medavoy fue al Valentín Letelier, donde estudió entre 1955 y 1957
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miércoles 28 de septiembre de 2011
Mike Medavoy recuerda sus inicios en la industria de Hollywood
El productor del filme oficial de los 33 de Atacama se tomó el tiempo para contar en "El Mercurio" episodios como su trabajo repartiendo correspondencia en Universal.
Fernando Zavala
"Siento que mi carrera ha sido una cadena de situaciones afortunadas que nadie pudo haber predicho", dice Mike Medavoy, quien ayer visitó "El Mercurio" para un almuerzo en el que repasó su impresionante carrera de más de 40 años en Hollywood.
Acompañado de una comitiva integrada por sus socios locales, Carlos Eugenio Lavín y Leopoldo Enríquez, el productor de la película oficial de los 33 mineros de Atacama afirma que ha disfrutado su reencuentro con el país de su infancia (vivió en Chile entre 1947 y 1957), y también recordó sus inicios en Hollywood, como el mismo los califica, "desde abajo". A través de un conocido, a comienzos de los 60 llegó a la división internacional de la Universal: "Me gustó el lugar, el ambiente, pero me dijeron que no tenían ningún trabajo para mí. Yo les dije que tomaría cualquiera, y así llegué a la oficina de correspondencia".
Medavoy, al momento de comenzar en el estudio, tenía un Bachelor of Arts en historia y ciencias políticas de la Universidad de California. "Yo pensaba que sería el más inteligente y rápido de ese lugar, pero todos tenían títulos y honores universitarios", cuenta. De hecho, entre sus compañeros de mensajería había otros futuros grandes nombres de la industria, como los cineastas John Badham ("Fiebre de sábado por la noche") y Walter Hill ("Calles de fuego").
Seis meses en esa ocupación, y Medavoy pasó a ser director de casting del estudio. Eso lo llevó a conocer a muchos agentes, faceta del negocio que lo atrajo. "Era mediados de la década de 1960, Hollywood estaba cambiando, y yo fui uno de los agentes de ese cambio. Así, pude firmar a jóvenes talentos de esa época". Entre esos jóvenes talentos estaban, ni más ni menos, Steven Spielberg, Terrence Malick y el guionista John Milius ("Apocalipsis ahora").
"Fue durante mi tiempo como agente que obtuve los recursos necesarios y aprendí a hacer películas, a juntar las piezas, armar un proyecto y vendérselo al estudio", dice Medavoy, que eventualmente encontró su más exitosa ocupación en la producción. El resto es historia. Películas recientes como "La isla siniestra" y "El cisne negro" son sólo los últimos fenómenos
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jueves 29 de septiembre de 2011
Medavoy les propone a los mineros aprender el trabajo del cine
Ayer, el productor de la película oficial de los 33 de Atacama tuvo su primer encuentro en Copiapó con los verdaderos protagonistas de la historia.
Fernando Zavala
Copiapó
Era un encuentro importante, tanto para los mineros como para Mike Medavoy. Ayer por la tarde, a pocas horas de llegar a esta ciudad, el productor de la película oficial sobre el famoso rescate del yacimiento San José tuvo su primer encuentro con 15 de los 33 protagonistas del episodio, como Luis Urzúa, Mario Gómez y Álex Vega.
Junto a los socios de Medavoy en este proyecto, los empresarios Carlos Eugenio Lavín y Leopoldo Enríquez, el norteamericano se presentó y abordó detalles de la producción. El minero Claudio Yáñez -tal como lo hizo cuando el guionista José Rivera visitó la región- preguntó sobre la posibilidad de poder participar en la película. "Es posible, pero es el guión el que va a dictar todo", dijo el peso pesado de Hollywood.
Pero el productor también sorprendió a los asistentes con una propuesta: "También podrían ayudar en la película y aprender un oficio que les pueda servir en el futuro. Hace algún tiempo hice una película en Sudáfrica y a varios habitantes del lugar les enseñamos a ayudar con las luces, las cámaras y eso resultó muy bien". En ese momento, ninguno aceptó la oferta.
Al término del encuentro, que se extendió por más de tres horas, el productor afirmó: "Pienso que salió bien. Creo que fui directo y honesto y eso me hace sentir bien y siento que ellos también se sintieron bien. Lo que intentamos decirles es que ellos deben estar juntos y que todos nosotros estamos en el mismo bote"
Por su parte, el minero 33, Luis Urzúa, señaló: "Fue una reunión muy amena. Yo conocí a don Mike en Los Angeles, así que, más o menos, ya conocía su punto de vista. Él siempre ha sido muy transparente y creo que a mis compañeros les quedaron las cosas mucho más claras. Lo bueno es que esto ya empezó a rodar y estamos contentos".
Por la mañana, antes de arribar a Copiapó, Medavoy fue invitado de honor en el lanzamiento de la Film Comission Chile, que se encargará de promover nuestro país como locación para producciones internacionales. La ceremonia estuvo encabezada por el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke.
Productora del filme chileno: "Tenemos la confianza de que haremos una muy buena película"
"Respetuosamente, le decimos al señor Medavoy que no se preocupe, tenemos la confianza de que haremos una muy buena película", dice Silvana Pereira, productora ejecutiva de "Los 33, el segundo rescate" (la película chilena que Rodrigo Ortúzar prepara junto a los productores de la película del terremoto "0334"), respecto de las declaraciones del norteamericano sobre el proyecto local. "Mateo Iribarren está a punto de terminar el guión y está muy interesante, muy respetuoso y con mucho mensaje. No pretendemos que nuestra película sea competencia", explica.
Pereira agrega: "Como Cristián de la Fuente es la cara más conocida del grupo, podemos entender que Medavoy lo vea como un proyecto de él, y también entendemos el malestar de Cristián. Pero quiero dejar en claro que éste no es su proyecto. Él está involucrado, pero aún evaluamos cuál va a ser su relación específica".
De la Fuente, al teléfono desde Los Ángeles, señala: "No voy a entrar en declaraciones cruzadas y para cualquier tema lo trataré como siempre lo he hecho, que es tomando el teléfono y hablando personalmente con la persona correspondiente, en este caso, Mike Medavoy, a quien conozco hace muchos años.
"Esta es una historia que pertenece al mundo, pero en especial a los chilenos y nosotros creemos que también tenemos el derecho a contarla", finaliza Pereira.
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Jueves de Septiembre de 2011
Mike Medavoy departió con las familias de los 33
El día anterior, Mike Medavoy había tenido un primer encuentro con parte de los 33 mineros de Atacama, pero ayer, el productor de la película oficial del famoso rescate pudo conocer a sus familias. El norteamericano -que vivió en Chile durante su niñez- fue el anfitrión de un almuerzo en el Hotel Antay de Copiapó, al que asistieron, 14 de los protagonistas, sus esposas, novias e hijos. "Es importante que todos estemos juntos en esto", dijo Medavoy a la concurrencia. En el encuentro se pudo ver a José Ojeda, Víctor Zamora, Ariel Ticona, Jimmy Sánchez y Luis Urzúa.
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Lanzan archivo visual de Santiago: Biblioteca "on line" con 591 imágenes de la capital entre 1600 y 1920
La Segunda
lunes, 26 de septiembre de 2011
Grabado con la imagen de "Huerfanos street".
Foto
Pinturas, grabados, dibujos, fotografías, mapas y planos arquitectónicos realizados entre 1600 hasta 1920 a Santiago se lograron reunir en un solo sitio web, tras el trabajo de un grupo de investigadores que recopilaron desde diversos museos y bibliotecas de Chile y el extranjero, en particular Francia y España.
En total son 591 imágenes de la capital de Chile que -como parte del proyecto "Archivo visual de Santiago"- pueden revisarse en la web "www.archivovisual.cl".
El trabajo -encabezado por la arquitecta Amarí Peliowski Dobbs, y que contó con el apoyo del Fondart, Museo Nacional de Bellas Artes, Museo Histórico Nacional y Biblioteca de Santiago- permite apreciar la evolución de la capital desde el inicio de la Colonia hasta el Chile Parlamentario de los años veinte.
Hay famosos y reconocidos paisajes en óleo, fotografías en blanco y negro de sus calles y lugares emblemáticos, dibujos a grafito de una exuberante naturaleza compuesta de cerros y flora hoy inexistente y hasta planos de la ciudad recién fundada.
Entre los autores más reconocidos que se incluyen está Claudio Gay, Juan Mauricio Rugendas, Giovatto Molinelli, Pedro Lynch, Pedro Emilio Garreaud, Féliz Leblanc y Eugène Maunoury
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lunes, 26 de septiembre de 2011
Grabado con la imagen de "Huerfanos street".
Foto
Pinturas, grabados, dibujos, fotografías, mapas y planos arquitectónicos realizados entre 1600 hasta 1920 a Santiago se lograron reunir en un solo sitio web, tras el trabajo de un grupo de investigadores que recopilaron desde diversos museos y bibliotecas de Chile y el extranjero, en particular Francia y España.
En total son 591 imágenes de la capital de Chile que -como parte del proyecto "Archivo visual de Santiago"- pueden revisarse en la web "www.archivovisual.cl".
El trabajo -encabezado por la arquitecta Amarí Peliowski Dobbs, y que contó con el apoyo del Fondart, Museo Nacional de Bellas Artes, Museo Histórico Nacional y Biblioteca de Santiago- permite apreciar la evolución de la capital desde el inicio de la Colonia hasta el Chile Parlamentario de los años veinte.
Hay famosos y reconocidos paisajes en óleo, fotografías en blanco y negro de sus calles y lugares emblemáticos, dibujos a grafito de una exuberante naturaleza compuesta de cerros y flora hoy inexistente y hasta planos de la ciudad recién fundada.
Entre los autores más reconocidos que se incluyen está Claudio Gay, Juan Mauricio Rugendas, Giovatto Molinelli, Pedro Lynch, Pedro Emilio Garreaud, Féliz Leblanc y Eugène Maunoury
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sábado, 24 de septiembre de 2011
Buzo que rescató últimos restos de tragedia aérea: "Controlamos la emoción para evitar otro desastre"
www.emol.com
Fecha: 24 de septiembre de 2011
Fernando Landeta relata a "El Mercurio" pormenores de 17 días de búsqueda
RETORNO.- Fernando Landeta regresó a Viña del Mar después de permanecer más de dos semanas trabajando en la "Operación Loreto". No descarta volver al archipiélago Juan Fernández para persistir en la búsqueda.
La agotadora tarea alcanzó su fase cúlmine a 50 m bajo el mar cuando retiraron del fuselaje del CASA 212 cinco cuerpos de víctimas que luego sacaron a la superficie.
MAURICIO SILVA
TRABAJO.- Los buzos debieron someterse a extremas condiciones al descender a más de 50 metros de profundidad
A 50 metros bajo el mar, la concentración debe ser completa. Este es un principio fundamental entre los buzos de alta profundidad y Fernando Landeta trató de aplicarlo al máximo el miércoles 14 de septiembre, cuando le tocó sumergirse por primera vez hasta el lecho marino en la franja sur de El Canal, el brazo de mar que separa las islas Robinson Crusoe y Santa Clara.
Allí estaba el cuerpo central del fuselaje del avión CASA 212 de la FACh. La tarea de Landeta y de los otros tres buzos civiles que lo acompañaron era prioritaria: rescatar cuerpos de las víctimas que fueron arrastrados hasta el fondo del mar por el aparato que cayó el viernes 2 de septiembre. Esa búsqueda y las realizadas en otras cuatro ocasiones hasta el martes pasado, en la que participaron Landeta y su socio Felipe Mongillo, fueron exitosas y pudieron dar con "unos cinco cuerpos".
Este grupo usó para sumergirse un equipo que recircula, purifica y analiza trimix, una mezcla de oxígeno, helio y nitrógeno que evita el efecto de narcosis que a esa profundidad causa respirar aire. Sus trajes -de cerca de 40 kilos de peso- contaban, además, con circuitos que reciclaban el trimix ya respirado, dejándolo en condiciones de volver a usarlo. El scooter que los desplazaba hacia el fondo marino, pesa otros 40 kilos.
Con este equipamiento podían estar en la profundidad hasta 38 minutos para explorar los restos del fuselaje y ubicar cuerpos, que ataban a cuerdas para llevarlos a la superficie. La operación fue técnicamente imposible en uno de los casos y el propio Landeta debió llevarlo consigo, cogido en su brazo, hasta emergerlo. Esta última fase, volver a la superficie, es la más larga, pues el ascenso debía realizarse paulatinamente para evitar los efectos de una inadecuada descompresión. El tiempo destinado a ello era de 80 minutos.
"Ahí es cuando había más tiempo para pensar", relata. Precisamente en esos momentos el esfuerzo cobraba toda su dimensión y el buzo luchaba para no dominarse por las emociones. "Era una organización completa, de la cual nos sentimos un parte, que buscaba darle tranquilidad a todo el mundo y hallar los cuerpos que estaban faltando. Y lo estábamos logrando. Controlamos la emoción para evitar otro desastre", agrega.
"En el buceo tienes que estar frío. Abajo desesperarte es un problema serio y un potencial desastre. Hay que actuar en forma fría", dice Landeta, refiriéndose a las fuertes y contrarias corrientes que enfrentaban bajo el mar. "Pero en el tiempo destinado a la descompresión vas pensando, con una carga emocional fuerte", reflexiona de regreso en la V Región, donde junto a su equipo se repondrá de 17 días de búsqueda y rescate en el archipiélago de Juan Fernández
Un "chiripazo"
Pero todo este operativo parecía una meta inalcanzable pocos días antes del hallazgo. "Era buscar una aguja en un pajar, sin un indicio claro de dónde se vio caer al avión", relata Landeta.
El sonar del buque madre de submarinos Almirante Merino tenía mayor cobertura, pero menor precisión y se combinaba con los de las empresas Bentos y los de las empresas de Landeta y Alejandro Peña. Admite que tras varios días de búsqueda inútil fue presa del desaliento. "Pensaba que no lo íbamos a hallar o íbamos a hallarlo a alguna profundidad que impidiera acceder. Partimos con toda la energía, pero cuando buscas y buscas sin hallar ni un indicio, baja la moral", dijo.
Se barría en forma ordenada, pero el área era gigantesca. Por eso, hallar la cola del avión, en el llamado "Punto Loreto", lo atribuye Landeta a la persistencia de los sonares privados y de la Armada en seguir un patrón sistemático. A él la Armada le pidió centrar la busca en la zona de El Canal y fue el primero en ver en la pantalla de su computador las imágenes de la cola del avión que, cerca de las 13 horas del domingo 11, delató su robot Proteus 500. "Sentimos una gran emoción, pero la enfriamos rápido. Había que fijar el robot en la posición para no perderla", dice.
Hallar el fuselaje tres días después "fue chiripazo". "El martes 13 fue pésimo. Al trágico accidente de un funcionario de la FACh, se sumó que nuestro robot Proteus se echó a perder. Toda la noche lo reparamos", dice. Al día siguiente, los comandantes de la FACh, Jorge Rojas, y de la Escuadra, Francisco García Huidobro, fueron a ver si ya funcionaba. Por intuición, Landeta dejó que la corriente arrastrara el robot submarino. Su sensor comenzó a activarse y pronto apareció en pantalla el fuselaje.
"(Al hallar la cola del avión) se sintió una emoción a full. El robot delataba en pantalla la cola con su estrella, que se levantaba muy poquito del fondo. Sorprendía que el sonar la captara. La busca pasaba a ser acotada".
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Fecha: 24 de septiembre de 2011
Fernando Landeta relata a "El Mercurio" pormenores de 17 días de búsqueda
RETORNO.- Fernando Landeta regresó a Viña del Mar después de permanecer más de dos semanas trabajando en la "Operación Loreto". No descarta volver al archipiélago Juan Fernández para persistir en la búsqueda.
La agotadora tarea alcanzó su fase cúlmine a 50 m bajo el mar cuando retiraron del fuselaje del CASA 212 cinco cuerpos de víctimas que luego sacaron a la superficie.
MAURICIO SILVA
TRABAJO.- Los buzos debieron someterse a extremas condiciones al descender a más de 50 metros de profundidad
A 50 metros bajo el mar, la concentración debe ser completa. Este es un principio fundamental entre los buzos de alta profundidad y Fernando Landeta trató de aplicarlo al máximo el miércoles 14 de septiembre, cuando le tocó sumergirse por primera vez hasta el lecho marino en la franja sur de El Canal, el brazo de mar que separa las islas Robinson Crusoe y Santa Clara.
Allí estaba el cuerpo central del fuselaje del avión CASA 212 de la FACh. La tarea de Landeta y de los otros tres buzos civiles que lo acompañaron era prioritaria: rescatar cuerpos de las víctimas que fueron arrastrados hasta el fondo del mar por el aparato que cayó el viernes 2 de septiembre. Esa búsqueda y las realizadas en otras cuatro ocasiones hasta el martes pasado, en la que participaron Landeta y su socio Felipe Mongillo, fueron exitosas y pudieron dar con "unos cinco cuerpos".
Este grupo usó para sumergirse un equipo que recircula, purifica y analiza trimix, una mezcla de oxígeno, helio y nitrógeno que evita el efecto de narcosis que a esa profundidad causa respirar aire. Sus trajes -de cerca de 40 kilos de peso- contaban, además, con circuitos que reciclaban el trimix ya respirado, dejándolo en condiciones de volver a usarlo. El scooter que los desplazaba hacia el fondo marino, pesa otros 40 kilos.
Con este equipamiento podían estar en la profundidad hasta 38 minutos para explorar los restos del fuselaje y ubicar cuerpos, que ataban a cuerdas para llevarlos a la superficie. La operación fue técnicamente imposible en uno de los casos y el propio Landeta debió llevarlo consigo, cogido en su brazo, hasta emergerlo. Esta última fase, volver a la superficie, es la más larga, pues el ascenso debía realizarse paulatinamente para evitar los efectos de una inadecuada descompresión. El tiempo destinado a ello era de 80 minutos.
"Ahí es cuando había más tiempo para pensar", relata. Precisamente en esos momentos el esfuerzo cobraba toda su dimensión y el buzo luchaba para no dominarse por las emociones. "Era una organización completa, de la cual nos sentimos un parte, que buscaba darle tranquilidad a todo el mundo y hallar los cuerpos que estaban faltando. Y lo estábamos logrando. Controlamos la emoción para evitar otro desastre", agrega.
"En el buceo tienes que estar frío. Abajo desesperarte es un problema serio y un potencial desastre. Hay que actuar en forma fría", dice Landeta, refiriéndose a las fuertes y contrarias corrientes que enfrentaban bajo el mar. "Pero en el tiempo destinado a la descompresión vas pensando, con una carga emocional fuerte", reflexiona de regreso en la V Región, donde junto a su equipo se repondrá de 17 días de búsqueda y rescate en el archipiélago de Juan Fernández
Un "chiripazo"
Pero todo este operativo parecía una meta inalcanzable pocos días antes del hallazgo. "Era buscar una aguja en un pajar, sin un indicio claro de dónde se vio caer al avión", relata Landeta.
El sonar del buque madre de submarinos Almirante Merino tenía mayor cobertura, pero menor precisión y se combinaba con los de las empresas Bentos y los de las empresas de Landeta y Alejandro Peña. Admite que tras varios días de búsqueda inútil fue presa del desaliento. "Pensaba que no lo íbamos a hallar o íbamos a hallarlo a alguna profundidad que impidiera acceder. Partimos con toda la energía, pero cuando buscas y buscas sin hallar ni un indicio, baja la moral", dijo.
Se barría en forma ordenada, pero el área era gigantesca. Por eso, hallar la cola del avión, en el llamado "Punto Loreto", lo atribuye Landeta a la persistencia de los sonares privados y de la Armada en seguir un patrón sistemático. A él la Armada le pidió centrar la busca en la zona de El Canal y fue el primero en ver en la pantalla de su computador las imágenes de la cola del avión que, cerca de las 13 horas del domingo 11, delató su robot Proteus 500. "Sentimos una gran emoción, pero la enfriamos rápido. Había que fijar el robot en la posición para no perderla", dice.
Hallar el fuselaje tres días después "fue chiripazo". "El martes 13 fue pésimo. Al trágico accidente de un funcionario de la FACh, se sumó que nuestro robot Proteus se echó a perder. Toda la noche lo reparamos", dice. Al día siguiente, los comandantes de la FACh, Jorge Rojas, y de la Escuadra, Francisco García Huidobro, fueron a ver si ya funcionaba. Por intuición, Landeta dejó que la corriente arrastrara el robot submarino. Su sensor comenzó a activarse y pronto apareció en pantalla el fuselaje.
"(Al hallar la cola del avión) se sintió una emoción a full. El robot delataba en pantalla la cola con su estrella, que se levantaba muy poquito del fondo. Sorprendía que el sonar la captara. La busca pasaba a ser acotada".
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lunes, 19 de septiembre de 2011
HISTORIA DEL ARTE Del Mulato Gil hasta el siglo XX: El Dieciocho en la pintura de grandes artistas
www.emol.com
domingo 18 de septiembre de 2011
Las celebraciones en la histórica Pampilla, los circos y sus entrañables personajes, la cueca y los volantines que se elevan han sido y son temas de algunos de los más importantes pintores, especialmente del siglo XIX y principios del XX. La historia comienza con el Mulato Gil, con su obra vernácula, y pasa por artistas realistas, románticos, modernos, expresionistas, y llega hasta contemporáneos. Algunos con obras descriptivas que constituyen un testimonio histórico, otros que juegan sólo con la emoción. Seleccionamos algunas obras, a las que se suman otros grandes nombres que trataron este tema, como Juan Francisco González, Valenzuela Puelma, González Méndez, Juan Mocci y más.
CECILIA VALDÉS URRUTIA
MANUEL ANTONIO CARO
"La Zamacueca" constituye un ícono de expresión de la corriente del costumbrismo en Chile y existen varias copias de ella. Su dibujo, el uso del color y la lograda composición resaltan. La atmósfera del bar empuja la fuerza del baile de la pareja protagónica. Y como escribieron Ivelic y Galaz, en su historia del arte: "El artista dejó aquí un boceto del baile nacional muy bien ambientado. Superó lo descriptivo. Comprendió muy bien el significado del lenguaje plástico". Manuel Antonio Caro agregó, además, su ironía en esta tela: pintó un perro que mira al espectador y un niño descalzo que nos observa displicente.
GONZALO ILABACA
Este bohemio pintor de la generación de los 80 recorrió el país en una camioneta de gitanos. Vivió y recreó, en telas de gran formato y con un expresivo color, los personajes y lugares que encontraba por ese mundo nómade. Sus numerosas obras de circos se cruzan y enmarcan en estas fechas de celebraciones. H ombre con mono , de los años 90 , destaca por su trazo nervioso, fuertemente expresivo y con un desafiante color, con sus tonos rojos y amarillos. Recrea a un integrante del circo gitano, en medio de su mágico y popular entorno.
ARTURO GORDON
En este artista -discípulo de Fernando de Álvarez de Sotomayor- prima un espíritu esencialmente plástico, no descriptivo. Gordon (1883-1944) buscó la emoción a través del color y de los contrastes. Pintó varios temas dieciocheros, como "La Cueca", su famosa "Zamacueca" y este más ramático "Los borrachos" . La obra da curso a una propuesta más melancólica, en su estilo cercano al barroco, en la que recrea con fuerza la atmósfera de un bar en estas fechas, con la guitarrista y unos hombres embriagados por el alcohol.
JOSÉ GIL DE CASTRO
El gran pintor colonial peruano (1785-1841) se instaló en Chile hacia 1810. Fue un gran retratista de la sociedad y de los protagonistas de la transición entre el periodo de la colonia y el de la Independencia. Fue amigo de OHiggins, a quien pintó varias veces. Esta obra: "Bernardo O'Higgins, director supremo 1821" es una de las más significativas, por su autoría y su gran valor documental.
REINALDO VILLASEÑOR
Es considerado uno de los "astros" de la llamada Generación del 40. La iconografía más personal de Villaseñor (1925-1994), dentro de una figuración, se mueve alrededor de temas cotidianos, con una composición y un trazo muy evocativos. Fue un vivo intérprete de escenas populares. En su "Organillero " trasunta -con belleza y poesía- una mirada más melancólica, que se observa en la pareja con los dos niños y en el mismo organillero. Villaseñor fue discípulo de Camilo Mori, quien también recordó estas fechas con un melancólico "Circo", en París, bajo una concepción ya más modernista.
ERNESTO CHARTON DE TREVILLE
Fue otro de los artistas europeos que residieron en Chile entre 1840 y 1850. Pero su valor plástico -según escribió Romera- fue "inferior a Rugendas". Sus obras valen más desde el punto de vista documental. Esta acuarela y pastel "18 de septiembre en el Campo de Marte de Santiago ", de 1845, está llena de pasajes ilustrativos y matices. En medio del campo aparecen cientos de comensales, huasos a caballo y familias. Se aprecian fondas y un circo. Retrata la médula de la gran fiesta popular.
MAURICIO RUGENDAS
Es reconocido como el gran descifrador de las costumbres populares, como reseña la historiadora del arte Isabel Cruz. Este pintor alemán (1802-1858) -que se ubica en la línea del romanticismo- llegó a Chile en los mismos años en que Gil de Castro estaba aquí. Participó en los salones de Isidora Zegers y fue reconocido por capturar la atmósfera psicológica de sus retratados. Recorrió Chile: el propio Presidente Prieto lo autorizó. Ahí surgió su emblemática pintura "La llegada del Presidente Prieto a la Pampilla para la fiesta nacional ", en 1834. Pintó ahí magistralmente los grupos de personajes y escenas, reflejando el magnífico ambiente de esta celebración. Entre las escenas costumbristas resalta también su cuadro "Huasos maulinos", de gran síntesis plástica.
ISRAEL ROA
El Premio Nacional de Arte 1985 estaba orgulloso con este gran óleo "La Pampilla de Coquimbo", que mantenía en su casa, cuando lo visitamos. El alegre y cálido artista (1911-1991) había pintado aquí la celebración del 18 en el norte. Con gran expresividad, plasmó los cerros amarillos y una multitud que se agolpa, baila, hace pic-nic y eleva volantines, en medio de banderas y fondas. Pintó también un circo que se vislumbra en la lejanía. Pequeñas subescenas van llenando de vida este cuadro. Israel Roa llevó, además, a la tela: la cueca de su querida tierra natal, Angol.
NEMESIO ANTÚNEZ
Este querido "pintor pintor", como él mismo se definía (1918-1993) nunca dejó de pintar Chile, ni cuando vivió en París o en Nueva York. Varias de sus series las dedicó al país: la de la Cordillera y especialmente sus volantines para el "18". Antúnez retomaba y cruzaba sus series a lo largo del tiempo, no había fechas cronológicas para él. Los volantines los mezclaba con sus tangos, con los manteles cuadriculados, con las camas, el Estadio Nacional y con nuestro paisaje. En este acrílico "Volantines con nube negra ", da rienda suelta al color y a la libertad propia de su pintura y grabado. El paisaje de Chile constituyó siempre uno de sus grandes protagonistas, como cuando pintó una obra en homenaje a Neruda -gran amigo suyo- en medio de la cordillera y con volantines.
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domingo 18 de septiembre de 2011
Las celebraciones en la histórica Pampilla, los circos y sus entrañables personajes, la cueca y los volantines que se elevan han sido y son temas de algunos de los más importantes pintores, especialmente del siglo XIX y principios del XX. La historia comienza con el Mulato Gil, con su obra vernácula, y pasa por artistas realistas, románticos, modernos, expresionistas, y llega hasta contemporáneos. Algunos con obras descriptivas que constituyen un testimonio histórico, otros que juegan sólo con la emoción. Seleccionamos algunas obras, a las que se suman otros grandes nombres que trataron este tema, como Juan Francisco González, Valenzuela Puelma, González Méndez, Juan Mocci y más.
CECILIA VALDÉS URRUTIA
MANUEL ANTONIO CARO
"La Zamacueca" constituye un ícono de expresión de la corriente del costumbrismo en Chile y existen varias copias de ella. Su dibujo, el uso del color y la lograda composición resaltan. La atmósfera del bar empuja la fuerza del baile de la pareja protagónica. Y como escribieron Ivelic y Galaz, en su historia del arte: "El artista dejó aquí un boceto del baile nacional muy bien ambientado. Superó lo descriptivo. Comprendió muy bien el significado del lenguaje plástico". Manuel Antonio Caro agregó, además, su ironía en esta tela: pintó un perro que mira al espectador y un niño descalzo que nos observa displicente.
GONZALO ILABACA
Este bohemio pintor de la generación de los 80 recorrió el país en una camioneta de gitanos. Vivió y recreó, en telas de gran formato y con un expresivo color, los personajes y lugares que encontraba por ese mundo nómade. Sus numerosas obras de circos se cruzan y enmarcan en estas fechas de celebraciones. H ombre con mono , de los años 90 , destaca por su trazo nervioso, fuertemente expresivo y con un desafiante color, con sus tonos rojos y amarillos. Recrea a un integrante del circo gitano, en medio de su mágico y popular entorno.
ARTURO GORDON
En este artista -discípulo de Fernando de Álvarez de Sotomayor- prima un espíritu esencialmente plástico, no descriptivo. Gordon (1883-1944) buscó la emoción a través del color y de los contrastes. Pintó varios temas dieciocheros, como "La Cueca", su famosa "Zamacueca" y este más ramático "Los borrachos" . La obra da curso a una propuesta más melancólica, en su estilo cercano al barroco, en la que recrea con fuerza la atmósfera de un bar en estas fechas, con la guitarrista y unos hombres embriagados por el alcohol.
JOSÉ GIL DE CASTRO
El gran pintor colonial peruano (1785-1841) se instaló en Chile hacia 1810. Fue un gran retratista de la sociedad y de los protagonistas de la transición entre el periodo de la colonia y el de la Independencia. Fue amigo de OHiggins, a quien pintó varias veces. Esta obra: "Bernardo O'Higgins, director supremo 1821" es una de las más significativas, por su autoría y su gran valor documental.
REINALDO VILLASEÑOR
Es considerado uno de los "astros" de la llamada Generación del 40. La iconografía más personal de Villaseñor (1925-1994), dentro de una figuración, se mueve alrededor de temas cotidianos, con una composición y un trazo muy evocativos. Fue un vivo intérprete de escenas populares. En su "Organillero " trasunta -con belleza y poesía- una mirada más melancólica, que se observa en la pareja con los dos niños y en el mismo organillero. Villaseñor fue discípulo de Camilo Mori, quien también recordó estas fechas con un melancólico "Circo", en París, bajo una concepción ya más modernista.
ERNESTO CHARTON DE TREVILLE
Fue otro de los artistas europeos que residieron en Chile entre 1840 y 1850. Pero su valor plástico -según escribió Romera- fue "inferior a Rugendas". Sus obras valen más desde el punto de vista documental. Esta acuarela y pastel "18 de septiembre en el Campo de Marte de Santiago ", de 1845, está llena de pasajes ilustrativos y matices. En medio del campo aparecen cientos de comensales, huasos a caballo y familias. Se aprecian fondas y un circo. Retrata la médula de la gran fiesta popular.
MAURICIO RUGENDAS
Es reconocido como el gran descifrador de las costumbres populares, como reseña la historiadora del arte Isabel Cruz. Este pintor alemán (1802-1858) -que se ubica en la línea del romanticismo- llegó a Chile en los mismos años en que Gil de Castro estaba aquí. Participó en los salones de Isidora Zegers y fue reconocido por capturar la atmósfera psicológica de sus retratados. Recorrió Chile: el propio Presidente Prieto lo autorizó. Ahí surgió su emblemática pintura "La llegada del Presidente Prieto a la Pampilla para la fiesta nacional ", en 1834. Pintó ahí magistralmente los grupos de personajes y escenas, reflejando el magnífico ambiente de esta celebración. Entre las escenas costumbristas resalta también su cuadro "Huasos maulinos", de gran síntesis plástica.
ISRAEL ROA
El Premio Nacional de Arte 1985 estaba orgulloso con este gran óleo "La Pampilla de Coquimbo", que mantenía en su casa, cuando lo visitamos. El alegre y cálido artista (1911-1991) había pintado aquí la celebración del 18 en el norte. Con gran expresividad, plasmó los cerros amarillos y una multitud que se agolpa, baila, hace pic-nic y eleva volantines, en medio de banderas y fondas. Pintó también un circo que se vislumbra en la lejanía. Pequeñas subescenas van llenando de vida este cuadro. Israel Roa llevó, además, a la tela: la cueca de su querida tierra natal, Angol.
NEMESIO ANTÚNEZ
Este querido "pintor pintor", como él mismo se definía (1918-1993) nunca dejó de pintar Chile, ni cuando vivió en París o en Nueva York. Varias de sus series las dedicó al país: la de la Cordillera y especialmente sus volantines para el "18". Antúnez retomaba y cruzaba sus series a lo largo del tiempo, no había fechas cronológicas para él. Los volantines los mezclaba con sus tangos, con los manteles cuadriculados, con las camas, el Estadio Nacional y con nuestro paisaje. En este acrílico "Volantines con nube negra ", da rienda suelta al color y a la libertad propia de su pintura y grabado. El paisaje de Chile constituyó siempre uno de sus grandes protagonistas, como cuando pintó una obra en homenaje a Neruda -gran amigo suyo- en medio de la cordillera y con volantines.
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A dos semanas del accidente que costó la vida a 21 personas: Cómo vive Juan Fernández, más allá de la tragedia
www.emol.com
Lunes 19 de Septiembre de 2011
El dos de septiembre sufrieron otro desastre. Sus calles, usualmente despobladas, se abarrotaron de periodistas y soldados. Pero la vida de los isleños no cambia. Las mujeres tienen a sus hijos en el continente, sólo cuentan con un médico en el pueblo y hay que esperar la temporada de langosta para subsistir.
Boris Pinto M. Desde Juan Fernández
Pese a haber sufrido otra tragedia de carácter nacional y a que sus calles, casas, hostales y mares se han llenado de cientos de soldados y periodistas, multiplicando la población de la isla, la vida, para los isleños, no ha cambiado radicalmente.
Los días parecen transcurrir serenos, pero los cerca de 800 habitantes, están dolidos por el accidente. Salen poco y cualquier historia de alguno de los accidentados llena de lágrimas los ojos del pescador más rudo. A pesar de la pena, casi palpable, siguen con su misma tranquilidad y las mismas carencias.
Son las 9 de la mañana y aún no sale el sol. La gente casi ni se ve en las calles, salvo el grupo de padres que lleva a sus hijos al único establecimiento educacional de la isla: el Colegio Insular Robinson Crusoe. Ahí, 131 niños les prestan atención a 17 profesores. Acá no hay paros, protestas ni nada parecido. Si las hubiese, a los ocho carabineros de la isla les tocaría controlar el orden.
Usualmente, llamar por teléfono antes de las 10 de la mañana es molestar. No porque se esté durmiendo, pero con la amanecida a las 9, se siente literalmente como una llamada al alba.
Hoy todos están preocupados de preparar los botes para la temporada de langosta, que abre el 1 de octubre y cierra el 14 de mayo de 2012. Son 7 meses en los que cada uno saca un promedio de 500 langostas al mes y vende cada espécimen en $8.500.
Mientras tanto, la banda del colegio practica para el desfile de Fiestas Patrias. Por eso, las tardes se llenan de trompetas y bombos. Los niños que ahí participan son los mismos que acompañan las misas y celebraciones litúrgicas con guitarra y voz.
Para comprar lo que sea en un almacén hay que esperar que sean las 16 horas, cunado abren. Una bebida en lata vale $1.000 y un chocolate con almendras llega casi a los $4.000.
Las mujeres isleñas se caracterizan por su versatilidad. Saben cocinar, coser, navegar, bucear, montar caballos, pescar, entre muchas otras cosas más. No están dispuestas a "estancarse" con sus familias. Por eso, aprenden de todo. Sin embargo, deben dar a luz fuera del continente porque la única posta local no tiene capacidad. Si alguna prefiriera tener a su bebé en Juan Fernández, debe firmar un documento en el que asume su responsabilidad total.
El notario está en un container al igual que la oficina de correos y el registro civil. Sin embargo, pasa la mayor parte del día sin gran actividad. No hay mucho papeleo que regularizar. Y debe esperar a las 21 horas para cerrar.
Al caminar por el pueblo soportando el potente viento y el constante barro, no es raro toparse con algún Recabarren o Chamorro. Éstas son las familias más numerosas.
El barro en las calles es tanto que, dentro de las casas, se suele andar en calcetines o con pantuflas para no ensuciar el piso.
Una carpa de material liviano instalada en la zona cero, post maremoto, le da algo de bohemia a Juan Fernández. Ahí se vende la cerveza local "Insular" a $1.500 en sus 2 variantes: ámbar y negra. No más de 30 personas se reúnen allí. En estos días, sólo la cantidad de visitantes de la isla ha obligado a que se mantenga abierta casi todas las noches.
11
personas trabajan en la posta.
1
viaje mensual hace un barco con civiles.
90%
de la población depende de la pesca.
500
langostas extrae mensualmente un pescador.
$8.500
es el precio de la langosta.
114
habitantes son pescadores.
832
habitantes tiene el archipiélago de Juan Fernández.
52,6%
son hombres.
8
carabineros es la dotación de la isla.
1
médico trabaja en el archipiélago.
131
alumnos tiene el colegio.
17
profesores trabajan ahí.
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www.lacuarta.cl
Santiago de Chile 22.09.2011
"Juan Fernández desea un camino de verdad al aeródromo"
21.09.2011 Publicado en La autoridad responde
Leopoldo González, sheriff de la comuna, habló sobre la realidad del archipiélago más allá de la tragedia.
Con todo lo ocurrido en Juan Fernández, partimos a hablar con su alcalde, Leopoldo González, para que nos contara la realidad que se vive en la isla.
Nos recibió en la Muni provisoria, arriba de un cerro del poblado San Juan Bautista, porque el antiguo edificio fue arrasado por el tsunami del 27 de febrero.
- ¿Cómo va la reconstrucción?
- Avanza, lento, pero avanza. Al menos ya se entregaron un par de casas, pero aún hay familias que están de allegadas, porque perdieron todo con el tsunami. El material está y sigue llegando. Se ha demorado por diferentes problemas, pero nos estamos poniendo en pie. Lo que pasó con el avión es muy triste, porque ellos venían a trabajar y entregar el fruto de la pega de un año y medio.
- ¿Qué sigue faltando acá?
- Lejos lo más complejo es el tema de conectividad. Cuesta llegar a la isla; al menos hay dos líneas aéreas, pero aun así es difícil llegar y salir de la isla. La otra opción es en barcos de la Armada, pero en ese caso son varias horas.
- ¿Y las comunicaciones?
- Aquí nos comunicamos con radio, porque se pierde la señal a pocos kilómetros de distancia. Por ejemplo, no había comunicación alguna entre el aeródromo y el poblado. Ahora, recién, hace 2 ó 3 días, tenemos señal de telefonía, pero antes no había nada.
"Quienes no conocen no entienden que la distancia es harta para llegar, por ejemplo, al aeródromo. Que no hay camino para vehículos y las únicas formas de llegar son caminando (6 horas), en botes de pescadores (2 horas) y en mulas (4 horas). Estamos muy separados y es necesario un camino de verdad, para la gente del pueblo y para los turistas que puedan llegar", concluye el alcalde González.
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Lunes 19 de Septiembre de 2011
El dos de septiembre sufrieron otro desastre. Sus calles, usualmente despobladas, se abarrotaron de periodistas y soldados. Pero la vida de los isleños no cambia. Las mujeres tienen a sus hijos en el continente, sólo cuentan con un médico en el pueblo y hay que esperar la temporada de langosta para subsistir.
Boris Pinto M. Desde Juan Fernández
Pese a haber sufrido otra tragedia de carácter nacional y a que sus calles, casas, hostales y mares se han llenado de cientos de soldados y periodistas, multiplicando la población de la isla, la vida, para los isleños, no ha cambiado radicalmente.
Los días parecen transcurrir serenos, pero los cerca de 800 habitantes, están dolidos por el accidente. Salen poco y cualquier historia de alguno de los accidentados llena de lágrimas los ojos del pescador más rudo. A pesar de la pena, casi palpable, siguen con su misma tranquilidad y las mismas carencias.
Son las 9 de la mañana y aún no sale el sol. La gente casi ni se ve en las calles, salvo el grupo de padres que lleva a sus hijos al único establecimiento educacional de la isla: el Colegio Insular Robinson Crusoe. Ahí, 131 niños les prestan atención a 17 profesores. Acá no hay paros, protestas ni nada parecido. Si las hubiese, a los ocho carabineros de la isla les tocaría controlar el orden.
Usualmente, llamar por teléfono antes de las 10 de la mañana es molestar. No porque se esté durmiendo, pero con la amanecida a las 9, se siente literalmente como una llamada al alba.
Hoy todos están preocupados de preparar los botes para la temporada de langosta, que abre el 1 de octubre y cierra el 14 de mayo de 2012. Son 7 meses en los que cada uno saca un promedio de 500 langostas al mes y vende cada espécimen en $8.500.
Mientras tanto, la banda del colegio practica para el desfile de Fiestas Patrias. Por eso, las tardes se llenan de trompetas y bombos. Los niños que ahí participan son los mismos que acompañan las misas y celebraciones litúrgicas con guitarra y voz.
Para comprar lo que sea en un almacén hay que esperar que sean las 16 horas, cunado abren. Una bebida en lata vale $1.000 y un chocolate con almendras llega casi a los $4.000.
Las mujeres isleñas se caracterizan por su versatilidad. Saben cocinar, coser, navegar, bucear, montar caballos, pescar, entre muchas otras cosas más. No están dispuestas a "estancarse" con sus familias. Por eso, aprenden de todo. Sin embargo, deben dar a luz fuera del continente porque la única posta local no tiene capacidad. Si alguna prefiriera tener a su bebé en Juan Fernández, debe firmar un documento en el que asume su responsabilidad total.
El notario está en un container al igual que la oficina de correos y el registro civil. Sin embargo, pasa la mayor parte del día sin gran actividad. No hay mucho papeleo que regularizar. Y debe esperar a las 21 horas para cerrar.
Al caminar por el pueblo soportando el potente viento y el constante barro, no es raro toparse con algún Recabarren o Chamorro. Éstas son las familias más numerosas.
El barro en las calles es tanto que, dentro de las casas, se suele andar en calcetines o con pantuflas para no ensuciar el piso.
Una carpa de material liviano instalada en la zona cero, post maremoto, le da algo de bohemia a Juan Fernández. Ahí se vende la cerveza local "Insular" a $1.500 en sus 2 variantes: ámbar y negra. No más de 30 personas se reúnen allí. En estos días, sólo la cantidad de visitantes de la isla ha obligado a que se mantenga abierta casi todas las noches.
11
personas trabajan en la posta.
1
viaje mensual hace un barco con civiles.
90%
de la población depende de la pesca.
500
langostas extrae mensualmente un pescador.
$8.500
es el precio de la langosta.
114
habitantes son pescadores.
832
habitantes tiene el archipiélago de Juan Fernández.
52,6%
son hombres.
8
carabineros es la dotación de la isla.
1
médico trabaja en el archipiélago.
131
alumnos tiene el colegio.
17
profesores trabajan ahí.
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Santiago de Chile 22.09.2011
"Juan Fernández desea un camino de verdad al aeródromo"
21.09.2011 Publicado en La autoridad responde
Leopoldo González, sheriff de la comuna, habló sobre la realidad del archipiélago más allá de la tragedia.
Con todo lo ocurrido en Juan Fernández, partimos a hablar con su alcalde, Leopoldo González, para que nos contara la realidad que se vive en la isla.
Nos recibió en la Muni provisoria, arriba de un cerro del poblado San Juan Bautista, porque el antiguo edificio fue arrasado por el tsunami del 27 de febrero.
- ¿Cómo va la reconstrucción?
- Avanza, lento, pero avanza. Al menos ya se entregaron un par de casas, pero aún hay familias que están de allegadas, porque perdieron todo con el tsunami. El material está y sigue llegando. Se ha demorado por diferentes problemas, pero nos estamos poniendo en pie. Lo que pasó con el avión es muy triste, porque ellos venían a trabajar y entregar el fruto de la pega de un año y medio.
- ¿Qué sigue faltando acá?
- Lejos lo más complejo es el tema de conectividad. Cuesta llegar a la isla; al menos hay dos líneas aéreas, pero aun así es difícil llegar y salir de la isla. La otra opción es en barcos de la Armada, pero en ese caso son varias horas.
- ¿Y las comunicaciones?
- Aquí nos comunicamos con radio, porque se pierde la señal a pocos kilómetros de distancia. Por ejemplo, no había comunicación alguna entre el aeródromo y el poblado. Ahora, recién, hace 2 ó 3 días, tenemos señal de telefonía, pero antes no había nada.
"Quienes no conocen no entienden que la distancia es harta para llegar, por ejemplo, al aeródromo. Que no hay camino para vehículos y las únicas formas de llegar son caminando (6 horas), en botes de pescadores (2 horas) y en mulas (4 horas). Estamos muy separados y es necesario un camino de verdad, para la gente del pueblo y para los turistas que puedan llegar", concluye el alcalde González.
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Viaje a la del último tramo de la Carretera Austral
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lunes 19 de septiembre de 2011
El camino que unirá Punta Arenas con Puerto Williams
El camino que pretende conectar la Estancia Vicuña con Yendegaia, en el Canal Beagle, ha sido foco de atención por estos días. Mientras esta semana tres diputados asistieron a la zona, el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, ha dicho que es "su sueño" estar conectados hasta el Beagle. Aquí, los detalles de la futura ruta, que se convertiría en el tramo final de la Carretera Austral.
Fernanda Paúl Desde Tierra del Fuego
"Nieve, llueva o caigan relámpagos, aquí se sigue trabajando", dice el teniente Carlos Bustamante, comandante de la compañía a cargo de la construcción del camino que irá hacia Caleta María, un ramal de la ruta que cruza la isla de Tierra del Fuego, pasando la cordillera Darwin para llegar a Yendegaia, en el canal Beagle. Y no miente: aquí las condiciones climáticas no son favorables -a veces alcanzan los 10 grados bajo cero sumado a la increíble potencia del viento- y aún así trabajan las 24 horas al día sin parar. Porque ahí, en una tierra poblada por militares, se hacen turnos de aproximadamente 10 personas que van rotando para que las máquinas no se detengan ni un segundo. Y por eso, no importa qué tan malo esté el día; los 54 trabajadores se ponen sus trajes especiales para paliar el frío y parten en los camiones a trabajar.
Hasta esa zona llegaron esta semana tres diputados -Nicolás Monckeberg (RN), Pepe Auth (PPD) y Miodrag Marinovic (Independiente)- para ver cómo iban los avances del camino y, de pasada, pedir que se inyecte más presupuesto para que las obras avancen lo más rápido posible.
El viaje fue duro: partieron a las 5 de la mañana desde Punta Arenas en un barco de la Armada hasta Caleta María, en Tierra del Fuego. Luego emprendieron una caminata de 4 kilómetros por un camino visiblemente complicado, de terreno fangoso y difícil de andar. Pero con botas de agua, parkas, guantes y gorros, llegaron al lugar -unos con más dificultad que otros- y fueron recibidos por los militares, que los esperaban ansiosos para resumirles cómo iba el proyecto.
Todos ellos, les contaban, pertenecen a lo que se conoce como Cuerpo Militar de Trabajo (CMT), que depende directamente del Ejército y que se dedica a realizar obras públicas. Y esta vez les tocó hacerse cargo de uno de los proyectos más emblemáticos que está llevando adelante el Ministerio de Obras Públicas: el último tramo que falta para unir la totalidad de la Región de Magallanes y, por lo tanto, todo el territorio nacional.
El trazado que podría convertir a Puerto Williams en un centro turístico
El objetivo final del proyecto no es otro que conectar Punta Arenas con Puerto Williams, uno de los lugares más despoblados y de difícil acceso del país. Y el tramo que falta terminar para cumplir ese objetivo es el que va desde la Estancia Vicuña -ubicada en la zona centro sur de la isla de Tierra del Fuego- hasta el Canal Beagle, que mediante un transbordo posibilitará la unión con Puerto Williams, en la isla Navarino.
Aunque ya está terminada una gran parte del camino -74 km que van desde Vicuña hasta el lago Fagnano (ver infografía) - aún faltan 64 km para llegar al Canal Beagle. El anteproyecto de ese trazado ya cumple con la Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Sin embargo, aún falta definir por donde pasará definitivamente el trazo. Uno de los puntos que se ha discutido es el perteneciente a la Fundación Yendegaia, de Douglas Tompkins (ver recuadro).
"La idea es que, ya una vez hecho el camino, Puerto Williams y sus alrededores desarrollen distintas unidades productivas como el turismo, ganadería, pesca, etc. Es relevante, también, el tema geopolítico. Es un territorio que no está explorado y que obviamente necesita la presencia nacional", dice Rodrigo Lorca, director regional de Vialidad, quien además añade que Puerto Williams, al contrario de lo que sucede en Ushuaia en Argentina -donde hay 50 mil habitantes y prácticamente vive del turismo- ahí no hay más de 2 mil habitantes, lo que se espera revertir. "Esta ruta constituirá la columna vertebral para un futuro desarrollo turístico dadas sus innumerables bellezas naturales que ofrece: ríos, lagos, bosques, glaciares y cordilleras esculpidas por los hielos", dicen desde el Ejército.
Las metas que se ha puesto el CMT con el Ministerio de Obras Públicas son claras: el tramo a Caleta María debiera terminarse en julio del próximo año, mientras se espera que salga el convenio para comenzar los trabajos que llegarían hasta el Canal Beagle. Y una vez teniendo el convenio, la idea es partir cuanto antes haciendo lo que falta del camino para terminar la totalidad del tramo en el 2019. "Para acelerar las obras, estamos viendo la posibilidad de avanzar a dos frentes: uno que venga desde el Canal Beagle hacia Caleta María y otro que avance de modo contrario para que en algún punto podamos juntarnos y así avanzar más rápido", dice el teniente Bustamante.
El proyecto emblemático de Golborne en el MOP
"Ojalá podamos llegar hasta el Canal Beagle conectados por tierra. Es un sueño. Debiese ser un objetivo país, por una visión geopolítica y estratégica de integración y de seguridad nacional", dijo el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, en agosto de este año.
Y cómo no, si desde que asumió la cartera -en julio pasado- afirmó que su prioridad es "la interconectividad del país completo y el desarrollo de ciertos proyectos de gran relevancia de infraestructura para el país, para alcanzar el desarrollo".
Y, según afirman desde el MOP, la construcción de la ruta que cruza la isla de Tierra del Fuego para llegar a Yendegaia, en el Canal Beagle, es uno de sus proyectos más importantes, ya que uniría por fin una de las zonas más australes del país con el resto del territorio nacional, lo que sería un impulso turístico para esa zona de la Patagonia chilena.
Así lo aseveró cuando habló en una sesión especial en la Cámara y dijo que se expropiarán los terrenos por los cuales sería trazada la continuación de la Carretera Austral. "Es absolutamente necesario expropiar. Tenemos que conectar el país, y por lo tanto no hay ninguna zona del país que no pueda estar cruzada por una carretera nacional en beneficio de todos los chilenos", dijo, con lo que se refería, también, a la posible expropiación de tierras pertenecientes al Parque Pumalín, de Douglas Tompkins.
El terreno de Tompkins que se pretende expropiarFundación Yendegaia:
Dentro de los territorios por donde está trazado el anteproyecto que conectará la Estancia Vicuña con el Canal Beagle se encuentra la Fundación Yendegaia, que pertenece al empresario y ecologista, Douglas Tompkins.
Aunque se dice que es de los lugares más complicados por donde debería pasar el camino -por el hecho de ser una propiedad privada-, según Roberto Lorca, director regional de Vialidad, desde la Fundación dicen no tener problemas. "Nosotros hemos conversado con ellos en varias oportunidades y están de acuerdo con el trazado. Además, desde el punto de vista técnico, es el mejor camino que hay", dice.
Es así como, según lo explica Lorca, la directora de la Fundación, Carolina Morgado, se ha reunido con representantes de Vialidad para llegar a un acuerdo sobre las expropiaciones. En todo caso, asegura Lorca, todavía queda "mucho por conversar", por lo que espera reanudar la comunicación con la Fundación lo antes posible para no tener problemas con la ruta. "Lo importante es que ellos ya saben por dónde se quiere trazar el camino", dice.
El proyecto en números
139 km
es la longitud total del camino Vicuña-Yendegaia. De ellos, 74,71 hay ejecutados, quedando 64,29 km por construir.
2 mil
personas viven en Puerto Williams actualmente. Con la conectividad que ofrecería la ruta se busca aumentar los habitantes y convertirse en un foco de turismo.
12 horas
podría demorarse una persona en ir de Punta Arenas a Puerto Williams si se realiza el camino. Actualmente, la demora por vía marítima es de 34 horas aproximadamente.
52 personas
trabajan actualmente en la construcción de los caminos.
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lunes 19 de septiembre de 2011
El camino que unirá Punta Arenas con Puerto Williams
El camino que pretende conectar la Estancia Vicuña con Yendegaia, en el Canal Beagle, ha sido foco de atención por estos días. Mientras esta semana tres diputados asistieron a la zona, el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, ha dicho que es "su sueño" estar conectados hasta el Beagle. Aquí, los detalles de la futura ruta, que se convertiría en el tramo final de la Carretera Austral.
Fernanda Paúl Desde Tierra del Fuego
"Nieve, llueva o caigan relámpagos, aquí se sigue trabajando", dice el teniente Carlos Bustamante, comandante de la compañía a cargo de la construcción del camino que irá hacia Caleta María, un ramal de la ruta que cruza la isla de Tierra del Fuego, pasando la cordillera Darwin para llegar a Yendegaia, en el canal Beagle. Y no miente: aquí las condiciones climáticas no son favorables -a veces alcanzan los 10 grados bajo cero sumado a la increíble potencia del viento- y aún así trabajan las 24 horas al día sin parar. Porque ahí, en una tierra poblada por militares, se hacen turnos de aproximadamente 10 personas que van rotando para que las máquinas no se detengan ni un segundo. Y por eso, no importa qué tan malo esté el día; los 54 trabajadores se ponen sus trajes especiales para paliar el frío y parten en los camiones a trabajar.
Hasta esa zona llegaron esta semana tres diputados -Nicolás Monckeberg (RN), Pepe Auth (PPD) y Miodrag Marinovic (Independiente)- para ver cómo iban los avances del camino y, de pasada, pedir que se inyecte más presupuesto para que las obras avancen lo más rápido posible.
El viaje fue duro: partieron a las 5 de la mañana desde Punta Arenas en un barco de la Armada hasta Caleta María, en Tierra del Fuego. Luego emprendieron una caminata de 4 kilómetros por un camino visiblemente complicado, de terreno fangoso y difícil de andar. Pero con botas de agua, parkas, guantes y gorros, llegaron al lugar -unos con más dificultad que otros- y fueron recibidos por los militares, que los esperaban ansiosos para resumirles cómo iba el proyecto.
Todos ellos, les contaban, pertenecen a lo que se conoce como Cuerpo Militar de Trabajo (CMT), que depende directamente del Ejército y que se dedica a realizar obras públicas. Y esta vez les tocó hacerse cargo de uno de los proyectos más emblemáticos que está llevando adelante el Ministerio de Obras Públicas: el último tramo que falta para unir la totalidad de la Región de Magallanes y, por lo tanto, todo el territorio nacional.
El trazado que podría convertir a Puerto Williams en un centro turístico
El objetivo final del proyecto no es otro que conectar Punta Arenas con Puerto Williams, uno de los lugares más despoblados y de difícil acceso del país. Y el tramo que falta terminar para cumplir ese objetivo es el que va desde la Estancia Vicuña -ubicada en la zona centro sur de la isla de Tierra del Fuego- hasta el Canal Beagle, que mediante un transbordo posibilitará la unión con Puerto Williams, en la isla Navarino.
Aunque ya está terminada una gran parte del camino -74 km que van desde Vicuña hasta el lago Fagnano (ver infografía) - aún faltan 64 km para llegar al Canal Beagle. El anteproyecto de ese trazado ya cumple con la Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Sin embargo, aún falta definir por donde pasará definitivamente el trazo. Uno de los puntos que se ha discutido es el perteneciente a la Fundación Yendegaia, de Douglas Tompkins (ver recuadro).
"La idea es que, ya una vez hecho el camino, Puerto Williams y sus alrededores desarrollen distintas unidades productivas como el turismo, ganadería, pesca, etc. Es relevante, también, el tema geopolítico. Es un territorio que no está explorado y que obviamente necesita la presencia nacional", dice Rodrigo Lorca, director regional de Vialidad, quien además añade que Puerto Williams, al contrario de lo que sucede en Ushuaia en Argentina -donde hay 50 mil habitantes y prácticamente vive del turismo- ahí no hay más de 2 mil habitantes, lo que se espera revertir. "Esta ruta constituirá la columna vertebral para un futuro desarrollo turístico dadas sus innumerables bellezas naturales que ofrece: ríos, lagos, bosques, glaciares y cordilleras esculpidas por los hielos", dicen desde el Ejército.
Las metas que se ha puesto el CMT con el Ministerio de Obras Públicas son claras: el tramo a Caleta María debiera terminarse en julio del próximo año, mientras se espera que salga el convenio para comenzar los trabajos que llegarían hasta el Canal Beagle. Y una vez teniendo el convenio, la idea es partir cuanto antes haciendo lo que falta del camino para terminar la totalidad del tramo en el 2019. "Para acelerar las obras, estamos viendo la posibilidad de avanzar a dos frentes: uno que venga desde el Canal Beagle hacia Caleta María y otro que avance de modo contrario para que en algún punto podamos juntarnos y así avanzar más rápido", dice el teniente Bustamante.
El proyecto emblemático de Golborne en el MOP
"Ojalá podamos llegar hasta el Canal Beagle conectados por tierra. Es un sueño. Debiese ser un objetivo país, por una visión geopolítica y estratégica de integración y de seguridad nacional", dijo el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, en agosto de este año.
Y cómo no, si desde que asumió la cartera -en julio pasado- afirmó que su prioridad es "la interconectividad del país completo y el desarrollo de ciertos proyectos de gran relevancia de infraestructura para el país, para alcanzar el desarrollo".
Y, según afirman desde el MOP, la construcción de la ruta que cruza la isla de Tierra del Fuego para llegar a Yendegaia, en el Canal Beagle, es uno de sus proyectos más importantes, ya que uniría por fin una de las zonas más australes del país con el resto del territorio nacional, lo que sería un impulso turístico para esa zona de la Patagonia chilena.
Así lo aseveró cuando habló en una sesión especial en la Cámara y dijo que se expropiarán los terrenos por los cuales sería trazada la continuación de la Carretera Austral. "Es absolutamente necesario expropiar. Tenemos que conectar el país, y por lo tanto no hay ninguna zona del país que no pueda estar cruzada por una carretera nacional en beneficio de todos los chilenos", dijo, con lo que se refería, también, a la posible expropiación de tierras pertenecientes al Parque Pumalín, de Douglas Tompkins.
El terreno de Tompkins que se pretende expropiarFundación Yendegaia:
Dentro de los territorios por donde está trazado el anteproyecto que conectará la Estancia Vicuña con el Canal Beagle se encuentra la Fundación Yendegaia, que pertenece al empresario y ecologista, Douglas Tompkins.
Aunque se dice que es de los lugares más complicados por donde debería pasar el camino -por el hecho de ser una propiedad privada-, según Roberto Lorca, director regional de Vialidad, desde la Fundación dicen no tener problemas. "Nosotros hemos conversado con ellos en varias oportunidades y están de acuerdo con el trazado. Además, desde el punto de vista técnico, es el mejor camino que hay", dice.
Es así como, según lo explica Lorca, la directora de la Fundación, Carolina Morgado, se ha reunido con representantes de Vialidad para llegar a un acuerdo sobre las expropiaciones. En todo caso, asegura Lorca, todavía queda "mucho por conversar", por lo que espera reanudar la comunicación con la Fundación lo antes posible para no tener problemas con la ruta. "Lo importante es que ellos ya saben por dónde se quiere trazar el camino", dice.
El proyecto en números
139 km
es la longitud total del camino Vicuña-Yendegaia. De ellos, 74,71 hay ejecutados, quedando 64,29 km por construir.
2 mil
personas viven en Puerto Williams actualmente. Con la conectividad que ofrecería la ruta se busca aumentar los habitantes y convertirse en un foco de turismo.
12 horas
podría demorarse una persona en ir de Punta Arenas a Puerto Williams si se realiza el camino. Actualmente, la demora por vía marítima es de 34 horas aproximadamente.
52 personas
trabajan actualmente en la construcción de los caminos.
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Puma Lodge: Arriba en la cordillera
www.emol.com
VD
sábado 17 de septiembre de 2011
Un lodge cinco estrellas, a más de 1.500 metros de altura, en las montañas al oriente de Rancagua. El corazón de un centro de heliski, donde los deportistas recuperan el pulso después de su aventura extrema. Comodidad, calidad y calidez son los principios que mueven el proyecto hotelero.
Texto, Paula Donoso Barros, Fotografías, José Luis Rissetti
No es tarea fácil competir arquitectónicamente con la inmensidad de la cordillera. Ni con la textura de las rocas ni con el brillo de las laderas que bajan nevadas hasta las aguas del río Cipreses. Había que marcar presencia con un hotel boutique, con 24 habitaciones y capacidad para 48 pasajeros, en la mitad de la nada. "Donde la cordillera es tan salvajemente fuerte, teníamos que hacer algo que diera cuenta de un asentamiento humano", dice Álvaro DeSoto, arquitecto que recibió el encargo.
El relato de la construcción del Puma Lodge es casi épico. Era inventar a 1600 metros de altura un hotel con todos los servicios en nivel de cinco estrellas para acoger a deportistas que dan la vuelta al mundo buscando nieves vírgenes para lanzarse a esquiar desde un helicóptero. Por lo mismo, era construir un lugar con tratamientos de spa que les devolvieran el alma al cuerpo después de jornadas de alta exigencia; y con una cocina de primer nivel. Además, con estares de lectura, de juego y de conversación, con buenas pantallas frente a las que los pasajeros pudieran revisar imágenes de pendientes, a más de 5.000 metros, que para un ser normal parecen suicidas, y por donde los esquiadores bajan a una velocidad increíble.
El hotel, además, debía considerar un mundo "invisible". Si en cualquiera los empleados vuelven a sus casas a diario, acá había que contemplar la presencia de 35 personas encargadas de los servicios que, en turnos de mina, viven arriba en jornadas de 15 días seguidos. "Teníamos que abordar sus requerimientos: estares, comedores, dormitorios, nos llevaron a un total de 5.800 m² construidos en un edificio de 165 metros de largo, casi dos manzanas". El espacio incluye también, un departamento de 120 metros cuadrados, con tres dormitorios, living-comedor y cocina. "Es el espacio para gente muy exclusiva, personalidades que a veces no quieren compartir la vida de hotel. Por lo mismo, tiene terraza, jacuzzi, y la posibilidad de que el chef cocine en exclusiva para ellos en su propia cocina".
El lodge se distribuye en distintos niveles, siguiendo las pendientes del lugar. Los dormitorios se reparten en dos pisos.
Exigencias no faltaron. Se necesitó una planta de tratamiento de aguas servidas, instalar estanques gigantescos de gas, turbinas eólicas. Además, dado que los pasajeros llegan al lodge en helicóptero y la primera imagen que reciben es la de su techumbre, todos los frentes de la construcción debían tener el mismo protagonismo. "Para la "quinta fachada" usamos teja asfáltica; los techos debían ser importantes en relación a la enormidad de la cordillera", cuenta De Soto. El edificio se hizo con un especial sistema constructivo de paneles hechos con bloques de poliestireno expandido de alta densidad, rellenos con hormigón armado, "que da una muy buena aislación y permite una eficiencia térmica del 70 por ciento, con lo que disminuye muchísimo el consumo de gas de las calefacciones".
Al exterior, los paneles están forrados en fibrocemento y en madera por el interior. Usaron pino para darle cierta rusticidad. "No queríamos nada sofisticado, sino generar espacios acogedores".
De eso, se preocuparon Macarena Parot y Marcela Rodríguez. Pensando especialmente en el público extranjero, las decoradoras eligieron materiales nobles y de la zona, como las lámparas hechas en cobre y la lámina del mismo metal que recubre el frente del bar. También piedras, maderas, lanas y linos. "Todo muy cálido, la idea es que funcione como una casa, donde uno se instale a hojear una revista y puedas pedir algo al bar; una sensación hogareña inspirada más que nada en lo que uno quiere tener en la propia", dice Macarena.
Cinco estrellas a nivel de ambientación en un lodge cordillerano, parece una contradicción por la simpleza del lugar. Sin embargo, dice Marcela, "está en el hecho de sentirse acogido entre la montaña y la nieve por colores cálidos, por espacios amplios, materiales de primera calidad y la comodidad de muebles que invitan a disfrutar del paisaje".
Todos son diseños de Santiago Valdés, especialmente creados para el hotel. "Su característica es que son muebles livianos, pensados para moverlos y hacer grupos de conversación libremente. Acá siempre se está conociendo gente, integrándose, todo se comenta durante el día, así es que los espacios están hechos para moverse, de adrede, para generar distintas situaciones sociales".
En cada una de las habitaciones los telares crean unidades de color, fucsia, verde, amarillo, naranja, rojo y morado, en almohadones y pieceras, que fueron hechos por un grupo de tejedoras de Talca, agrupadas en Awaq, que trabajan diseños muy simples cuidando la calidad. "En cada pieza se suman cuadros al tono, que hicimos enmarcando círculos de cestería en boqui".
De pocos objetos, en todos los estares, el juego lo arma la iluminación a dos niveles. Una que va por las vigas y pilares y una segunda más baja con lámparas de mesa y de pie. Lo adornos flotantes son mínimos, dicen las decoradoras, "no queremos interrumpir con objetos la presencia de los cerros, que por los ventanales entran solos".
Texto, Paula Donoso Barros, Fotografías, José Luis Rissetti.
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domingo 25 de septiembre de 2011
Puma Lodge
Esquís y helicópteros en la cordillera de Rancagua
Muy cerca de donde nace el río Cachapoal -en la cordillera de Rancagua- se acaba de inaugurar un exquisito hotel que se especializa en heliesquí, pero también en heli-trekking, heli-fly fishing, heli-todo. De hecho, en el bar del Puma Lodge, imperdible es el heli-sour, el mejor trago de la casa. El punto es: ¿cómo resultó, finalmente, el que se decía iba a ser el hotel más caro y sofisticado de Chile? Fuimos y probamos. Probamos todo. O casi. Aquí el resumen. Con algo de nostalgia, obvio.
Texto: Sergio Paz, desde la cordillera de la Región de O?Higgins. Fotos: Jose Luis Rissetti Stephan Joller es como uno de esos personajes de Tolkien que siempre te está invitando a la aventura, a la acción.
Stephan es calvo, usa lentes, y si no fuera porque él dice que es suizo, uno jamás pensaría que este tipo flaco -súper flaco, chico, súper laxo- es europeo. Aunque sí lo es.
Stephan lleva pantalones de esquí Black Diamond que imitan unos jeans onderos, muy chic y, tal como el resto de los guías del Puma Lodge, tiene chaqueta y pantalón verde, verde eléctrico, verde serpiente, como recordando todo el tiempo que si esto que nos rodea tiene un nombre, ese nombre en realidad es tentación.
Stephan es guía de montaña y geólogo. Su especialidad es la geomorfología; o sea, cómo las características ambientales de un lugar modifican el territorio.
El dato no es menor.
Sin apartar su vista de las grandes montañas que deslumbran enfrente, Stephan dice que en la zona hay más de cincuenta glaciares. O sea, tras la Patagonia, es el lugar de Chile donde más glaciares hay. ¿Por qué?
Stephan dice tener una respuesta.
-Es justo aquí -dice este hombre de montaña, criado en Engelberg, Suiza- donde el centro de alta presión, que afecta a casi la mitad de Chile desde el norte, disminuye su presencia y, por eso, los frentes entran por aquí y luego giran hacia el norte. Históricamente, en esta zona tiene que haber nevado muchísimo. Es lo que explica que haya tantos glaciares. Aunque estamos a menos de doscientos kilómetros de Santiago, la cordillera acá es completamente diferente.
Con Stephan hablamos a unos 3 mil metros de altura -justo donde comienza el Holley's Bowl, en el macizo Sierra Nevada-, en medio de una charla matinal sobre avalanchas.
Viene una tormenta y, antes de esquiar por primera vez en la zona, testeamos los beacons o dispositivos electromagnéticos gracias a los cuales en caso de que alguien quedara sepultado por la nieve, el resto podría ubicarlo velozmente. También sondas telescópicas y mochilas con ABS, una suerte de airbag auntoinflable que, según dicen los manuales, te mantiene a flote sobre la nieve en caso de que todo se venga cuesta abajo.
¿Ya lo dije? Todo aquí es intimidante.
Partiendo, claro, por el chopper, que es como en la jerga del heliesquí se llama al helicóptero. Un gigantesco moscardón, un Bell 3 súper potente, ideal para la montaña, con capacidad para un guía y cuatro pasajeros.
Alzo la vista e intento adivinar qué hay ahí enfrente, en esta desafiante montaña que suma hitos como los volcanes Maipo y Palomo, más el glaciar Universidad en el que, dicen, uno podría hacer bajadas de 18 kilómetros. Y más.
Fue muy cerca de aquí donde cayó el avión de los uruguayos.
Ha pasado el tiempo y la verdad es que aquí todo sigue siendo igual de ignoto, desconocido y, por qué no decirlo, misterioso.
-Aquí -dice Stephan- muchas montañas ni siquiera tienen nombre. ¿Cómo podríamos llamar a esa garganta? ¿Y a ese cerro de allá? ¿Viste ese couloir? ¿Qué nombre le pondrías? -pregunta Stephan, mientras sigue con su vista las altas cumbres que se extienden imponentes sobre el valle del Cachapoal.
Muchas de las montañas están consignadas en el mapa del Instituto Geográfico Militar. Sin embargo, otras no.
Stephen tiene no poco de Paul Güssfeldt, el primer europeo que intentó subir el Aconcagua. Y no fue fácil, pues nadie quería subir con ese gringo rayado. Tanto así que, para conseguir porteadores, el hombre debió inventar el cuento de que en la cumbre del Aconcagua los incas habían escondido un tesoro.
Güssfeldt, alemán de paso en Chile, fue también uno de los primeros en descubrir la imponente cordillera de lo que hoy conocemos como la Región de O'Higgins, que se extiende entre la Reserva Nacional Río Cipreses y el norte del volcán Tinguiririca. O sea, el lugar donde estamos ahora: listos para la primera bajada.
En 1882, obsesionado con la idea de realizar los primeros ascensos en la cordillera rancagüina, tal como antes lo había hecho en los Alpes, Güssfeldt logró transformar a un par de huasos en andinistas y luego los motivó para que lo ayudaran a descubrir el nacimiento del río Cipreses, hoy la fuente de una bellísima reserva nacional pocos kilómetros al sur de Santiago.
Vencidos los primeros desafíos, Güssfeldt hizo otro tanto en el vecino valle Las Leñas que, todas las mañanas, con facilidad se ve desde los imponentes ventanales del Puma Lodge.
Hay que decirlo: el lugar donde nos aprestamos a esquiar es grande, majestuoso, quizás sólo comparable con la naturaleza salvaje y desafiante de Chamonix, Francia, la cuna del esquí más extremo y radical. Una zona de imponentes montañas, salpicada de verticales paredes de granito que se alzan como manos que ruegan al cielo. Un lugar especial en el que, por ejemplo, no es inusual bajar por infinitos glaciares con místicos seracs y hielos azules por todos lados.
Ahí viene. Es el helicóptero al mando de Eric Weisser, un avezado piloto que maneja su nave con la precisión de un cirujano. Es esa habilidad la que le permite a Eric dejarte en el filo de anguladas cornisas. O bien sacarte de donde sea, apenas rozándote con el espejo retrovisor de su bendito chopper.
Es bueno saber que es Eric, también esquiador, quien está con nosotros. Eric da confianza.
Finalmente, el helicóptero aterriza en "caliente". Eso quiere decir que el motor no se detiene y, mientras te subes o bajas, las gigantescas aspas seguirán girando. A veces en terrenos súper empinados, con aspas igual de empinadas. Glup.
Por eso, todo se hace rápido, con nervio y precisión. Y las reglas son claras:
a) Nunca hay que irse hacia la cola, el lugar donde está el rotor.
b) Cada vez que te bajas del chopper, tienes que agacharte lo más posible.
c) Nada puede quedar colgando, pues todo lo que quede colgando se irá volando y podría causar un accidente.
Eric hace señas para que subamos. Rápido. El viento es cada vez más fuerte.
-Son pocos los pilotos de helicóptero que se atreven a operar en la montaña. En general, prefieren no meterse aquí -dice Eric a través de los fonos.
Afuera, a toda prisa, Stephan pone esquís, bastones y mochilas en la canasta del helicóptero. Nos elevamos y pronto estamos sobre el inicio del Stephan's Bowl, un lugar llamado así en honor del primer guía que se animó a esquiarlo: el mismo Stephan.
Es una bajada de no más de 30 grados de inclinación, pero con nieve increíble. Un lugar fácil, apto incluso para esquiadores de nivel intermedio, donde con esquís anchos puedes hacer grandes curvas como si estuvieras en el Plateau, Portillo, o en Shark, Valle Nevado.
La diferencia es que aquí estás en la alta montaña. Y tu vida depende de que los guías hayan elegido la ruta correcta.
Y así es.
-En comparación con un lugar similar en Suiza -diría Stephan-, aquí el manto nivoso es más estable. En Suiza, en invierno, siempre está nevando, pero cada vez cae poca nieve y por lo mismo se forman muchas capas. Aquí, en cambio, cuando nieva puede caer medio metro, un metro y, en general, el peligro es menor. Aparte, como aquí el aire es seco y estamos a mucha altura, la nieve es increíblemente seca. Divertida.
Bajamos. Son al menos 800 metros de desnivel con polvo exquisito. Suave. No recuerdo un mejor desayuno en la nieve.
Pronto el cielo se pone negro. El temporal ya está aquí. Y es hora del Puma Lodge.
EL LODGE
Esta aventura había comenzado un día antes.
En una van habíamos viajado desde Santiago hasta Rancagua, para luego subir por la Carretera del Cobre hasta Coya y desde ahí al heli-potrero donde hay dos opciones: montarse en el helicóptero que los del Puma Lodge arriendan a Summa Air, la empresa que, junto a Ecocopter, más experiencia tiene en esto del heliesquí en Chile. La otra alternativa es ir por tierra.
Volando, desde el potrero de embarque no son más de 15 minutos.
Por tierra, en cambio, te demoras al menos una hora en llegar hasta el fundo Sierra Nevada, el lugar donde los empresarios Pablo Mir y Alberto Pirola, en concordancia con Mark Jones, el impulsor del proyecto, levantaron el primer helilodge de Sudamérica.
Desde el aire, el camino serpentea frenéticamente mientras se interna en el corazón de los Andes Centrales.
Pronto aparecen las centrales de paso de Pacific Hydro. Finalmente, al fondo del valle, una casona tipo lodge de pesca en el Puelo o Puerto Varas. Y allí, lo primero que sorprende es el vecino bosque de cipreses con árboles que deben tener más de cuatrocientos años, entre los cuales también crecen algunos olivillos.
No hay duda: el lugar donde está el Puma Lodge es una tierra de encanto. Según dice la leyenda, uno de los escondites favoritos de los Hermanos Pincheira. Y cómo no si muy cerca hay baños termales, un par de pequeños géiseres e intensa vida animal marcada por la abundancia de zorros y loros tricahues. De tanto en tanto incluso se ven guanacos. Rupert, un inglés que lleva unas semanas trabajando como fotógrafo del lodge, logró retratar unos días antes de nuestro arribo la huella fresca de un puma sobre la nieve.
El lodge no es menos fiero. Costó al menos siete millones de dólares. Y, aunque es simple, al mismo tiempo es distinguido, elegante, con maderas a la vista, gruesas vigas y grandes ventanales. Por aquí y por allá, ricos sofás y algunos silloncitos Valdés. Aparte baños casi tan grandes como el dormitorio, taller y pieza de esquí (con tubos con aire para secar las botas), y -se agradece- un spa con esmeradas masajistas y tinas exteriores de agua caliente. También un súper gimnasio, bar, biblioteca, sala de pool y comedor. Desde ya se anuncia que el lodge tendrá una serie de yurts (carpas como las de los mongoles) en lugares estratégicos en la montaña para, desde ahí, estar más cerca de las zonas esquiables. Planean también una terraza sobre el imponente farellón de rocas que está sobre el lodge. Y, para este verano, una oferta que incluirá rutas de bicicleta y caballos. También, ojo, la posibilidad de hacer heli-trekking y heli-fly fishing en los ríos vecinos.
Parece sensato: este lodge recrea todo el estilo de los mejores hoteles de aventura de San Pedro o Torres del Paine, claro que a no más de dos horas de Santiago.
Con reloj en mano, cada día al ocaso al menos tres cóndores pasan volando frente al ventanal. Es la hora de algún masaje descontracturante: para los nervios, para relajarse antes de zamparse un risotto. Eso cuando afuera ya ha comenzado a nevar.
MÁS HELI
Tres son, en la zona, las grandes posibilidades de hacer heli. Y para ello los del Puma Lodge firmaron acuerdos de exclusividad con los propietarios de tres gigantescos fundos de la zona, cada uno de más de 100 mil hectáreas.
La idea, entonces, es moverse por el gigantesco territorio dependiendo de dónde está la mejor nieve y el menor riesgo de avalanchas. La idea, en simple, es reemplazar el andarivel por el heli. En la mañana haces cuatro, cinco bajadas. Almuerzas. En la tarde cuatro, cinco más. Luego te das un masaje. Te tomas un copete y te vas a acostar. Y así por una semana.
¿Rico? Increíble.
A diferencia de hacer heli en Alaska o Canadá, aquí todo es más relajado. Menos neurótico.
Una posibilidad -quizás la más salvaje- es en dirección al valle Cortaderal, experiencia que, para esta crónica, lidera Francisco Medina, hoy el gerente general del Puma Lodge. Francisco, un tipo solícito y amable, es guía de montaña, con mucha experiencia en los Alpes, casado con Vivianne Cuq, la célebre montañista.
Liderados por él, en un pequeño grupo -con arneses, clavos de hielo y cuerdas- bajamos por la falda norte del volcán Palomo, sobre un gran glaciar que se extiende entre monumentales paredes de granito.
Es la bajada más linda que he hecho en Chile.
La más larga sería a la mañana siguiente con el propio Mark Jones (el inventor de todo esto) y Marie Blouin, una linda canadiense que lleva arito en la nariz tal como Camila Vallejo.
Marie es igual a Liza Minnelli y en Revelstoke, British Columbia, maneja el pisanieves de Chatter Creek, un cat resort tal como es El Arpa, en Chile. También trabaja como guía de heliesquí CMH en el Galena Lodge. Este fue su primer invierno en Chile. Marie siempre ríe
Sobrevolamos ahora Las Leñas, el valle por donde algunos especulan se podría construir un camino internacional hacia San Rafael, Argentina.
Michael, fotógrafo de Rob Repport -la revista gringa especializada en viajes ultrasofisticados- pide a Eric descender sobre el mismo filo en el que ayer dejó a unos rusos de los Urales, los primeros clientes del Puma Lodge. Pero no hay caso. El viento es demasiado fuerte.
A veces me gusta que haya viento.
Las aspas giran y, todo el rato, uno no deja de pensar: ¿podría bajar por ahí? ¿por allá? Odio usar la palabra adrenalina, pero lo cierto es que mientras el helicóptero se mueve, las glándulas enloquecen produciendo adrenalina.
Antes de las diez de la mañana estamos sobre Tres Pasos.
Mark Jones va primero.
La nieve es fantástica. Consistente. Suena siútico decirlo, pero es puro champagne bajo los pies. Y la bajada no acaba nunca.
Sigues, sigues, sigues. Esquías, esquías, esquías. ¡Y recién vas en el primer tercio! ¡Insólito! Es pura helivida.
Y como si fuera poco, más encima está el lodge.
El lodge firmó acuerdos de exclusividad con tres fundos De la zona.
Texto: Sergio Paz, desde la cordillera de la Región de O?Higgins. Fotos: Jose Luis Rissetti.
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CHILEAN HELISKI
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VD
sábado 17 de septiembre de 2011
Un lodge cinco estrellas, a más de 1.500 metros de altura, en las montañas al oriente de Rancagua. El corazón de un centro de heliski, donde los deportistas recuperan el pulso después de su aventura extrema. Comodidad, calidad y calidez son los principios que mueven el proyecto hotelero.
Texto, Paula Donoso Barros, Fotografías, José Luis Rissetti
No es tarea fácil competir arquitectónicamente con la inmensidad de la cordillera. Ni con la textura de las rocas ni con el brillo de las laderas que bajan nevadas hasta las aguas del río Cipreses. Había que marcar presencia con un hotel boutique, con 24 habitaciones y capacidad para 48 pasajeros, en la mitad de la nada. "Donde la cordillera es tan salvajemente fuerte, teníamos que hacer algo que diera cuenta de un asentamiento humano", dice Álvaro DeSoto, arquitecto que recibió el encargo.
El relato de la construcción del Puma Lodge es casi épico. Era inventar a 1600 metros de altura un hotel con todos los servicios en nivel de cinco estrellas para acoger a deportistas que dan la vuelta al mundo buscando nieves vírgenes para lanzarse a esquiar desde un helicóptero. Por lo mismo, era construir un lugar con tratamientos de spa que les devolvieran el alma al cuerpo después de jornadas de alta exigencia; y con una cocina de primer nivel. Además, con estares de lectura, de juego y de conversación, con buenas pantallas frente a las que los pasajeros pudieran revisar imágenes de pendientes, a más de 5.000 metros, que para un ser normal parecen suicidas, y por donde los esquiadores bajan a una velocidad increíble.
El hotel, además, debía considerar un mundo "invisible". Si en cualquiera los empleados vuelven a sus casas a diario, acá había que contemplar la presencia de 35 personas encargadas de los servicios que, en turnos de mina, viven arriba en jornadas de 15 días seguidos. "Teníamos que abordar sus requerimientos: estares, comedores, dormitorios, nos llevaron a un total de 5.800 m² construidos en un edificio de 165 metros de largo, casi dos manzanas". El espacio incluye también, un departamento de 120 metros cuadrados, con tres dormitorios, living-comedor y cocina. "Es el espacio para gente muy exclusiva, personalidades que a veces no quieren compartir la vida de hotel. Por lo mismo, tiene terraza, jacuzzi, y la posibilidad de que el chef cocine en exclusiva para ellos en su propia cocina".
El lodge se distribuye en distintos niveles, siguiendo las pendientes del lugar. Los dormitorios se reparten en dos pisos.
Exigencias no faltaron. Se necesitó una planta de tratamiento de aguas servidas, instalar estanques gigantescos de gas, turbinas eólicas. Además, dado que los pasajeros llegan al lodge en helicóptero y la primera imagen que reciben es la de su techumbre, todos los frentes de la construcción debían tener el mismo protagonismo. "Para la "quinta fachada" usamos teja asfáltica; los techos debían ser importantes en relación a la enormidad de la cordillera", cuenta De Soto. El edificio se hizo con un especial sistema constructivo de paneles hechos con bloques de poliestireno expandido de alta densidad, rellenos con hormigón armado, "que da una muy buena aislación y permite una eficiencia térmica del 70 por ciento, con lo que disminuye muchísimo el consumo de gas de las calefacciones".
Al exterior, los paneles están forrados en fibrocemento y en madera por el interior. Usaron pino para darle cierta rusticidad. "No queríamos nada sofisticado, sino generar espacios acogedores".
De eso, se preocuparon Macarena Parot y Marcela Rodríguez. Pensando especialmente en el público extranjero, las decoradoras eligieron materiales nobles y de la zona, como las lámparas hechas en cobre y la lámina del mismo metal que recubre el frente del bar. También piedras, maderas, lanas y linos. "Todo muy cálido, la idea es que funcione como una casa, donde uno se instale a hojear una revista y puedas pedir algo al bar; una sensación hogareña inspirada más que nada en lo que uno quiere tener en la propia", dice Macarena.
Cinco estrellas a nivel de ambientación en un lodge cordillerano, parece una contradicción por la simpleza del lugar. Sin embargo, dice Marcela, "está en el hecho de sentirse acogido entre la montaña y la nieve por colores cálidos, por espacios amplios, materiales de primera calidad y la comodidad de muebles que invitan a disfrutar del paisaje".
Todos son diseños de Santiago Valdés, especialmente creados para el hotel. "Su característica es que son muebles livianos, pensados para moverlos y hacer grupos de conversación libremente. Acá siempre se está conociendo gente, integrándose, todo se comenta durante el día, así es que los espacios están hechos para moverse, de adrede, para generar distintas situaciones sociales".
En cada una de las habitaciones los telares crean unidades de color, fucsia, verde, amarillo, naranja, rojo y morado, en almohadones y pieceras, que fueron hechos por un grupo de tejedoras de Talca, agrupadas en Awaq, que trabajan diseños muy simples cuidando la calidad. "En cada pieza se suman cuadros al tono, que hicimos enmarcando círculos de cestería en boqui".
De pocos objetos, en todos los estares, el juego lo arma la iluminación a dos niveles. Una que va por las vigas y pilares y una segunda más baja con lámparas de mesa y de pie. Lo adornos flotantes son mínimos, dicen las decoradoras, "no queremos interrumpir con objetos la presencia de los cerros, que por los ventanales entran solos".
Texto, Paula Donoso Barros, Fotografías, José Luis Rissetti.
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domingo 25 de septiembre de 2011
Puma Lodge
Esquís y helicópteros en la cordillera de Rancagua
Muy cerca de donde nace el río Cachapoal -en la cordillera de Rancagua- se acaba de inaugurar un exquisito hotel que se especializa en heliesquí, pero también en heli-trekking, heli-fly fishing, heli-todo. De hecho, en el bar del Puma Lodge, imperdible es el heli-sour, el mejor trago de la casa. El punto es: ¿cómo resultó, finalmente, el que se decía iba a ser el hotel más caro y sofisticado de Chile? Fuimos y probamos. Probamos todo. O casi. Aquí el resumen. Con algo de nostalgia, obvio.
Texto: Sergio Paz, desde la cordillera de la Región de O?Higgins. Fotos: Jose Luis Rissetti Stephan Joller es como uno de esos personajes de Tolkien que siempre te está invitando a la aventura, a la acción.
Stephan es calvo, usa lentes, y si no fuera porque él dice que es suizo, uno jamás pensaría que este tipo flaco -súper flaco, chico, súper laxo- es europeo. Aunque sí lo es.
Stephan lleva pantalones de esquí Black Diamond que imitan unos jeans onderos, muy chic y, tal como el resto de los guías del Puma Lodge, tiene chaqueta y pantalón verde, verde eléctrico, verde serpiente, como recordando todo el tiempo que si esto que nos rodea tiene un nombre, ese nombre en realidad es tentación.
Stephan es guía de montaña y geólogo. Su especialidad es la geomorfología; o sea, cómo las características ambientales de un lugar modifican el territorio.
El dato no es menor.
Sin apartar su vista de las grandes montañas que deslumbran enfrente, Stephan dice que en la zona hay más de cincuenta glaciares. O sea, tras la Patagonia, es el lugar de Chile donde más glaciares hay. ¿Por qué?
Stephan dice tener una respuesta.
-Es justo aquí -dice este hombre de montaña, criado en Engelberg, Suiza- donde el centro de alta presión, que afecta a casi la mitad de Chile desde el norte, disminuye su presencia y, por eso, los frentes entran por aquí y luego giran hacia el norte. Históricamente, en esta zona tiene que haber nevado muchísimo. Es lo que explica que haya tantos glaciares. Aunque estamos a menos de doscientos kilómetros de Santiago, la cordillera acá es completamente diferente.
Con Stephan hablamos a unos 3 mil metros de altura -justo donde comienza el Holley's Bowl, en el macizo Sierra Nevada-, en medio de una charla matinal sobre avalanchas.
Viene una tormenta y, antes de esquiar por primera vez en la zona, testeamos los beacons o dispositivos electromagnéticos gracias a los cuales en caso de que alguien quedara sepultado por la nieve, el resto podría ubicarlo velozmente. También sondas telescópicas y mochilas con ABS, una suerte de airbag auntoinflable que, según dicen los manuales, te mantiene a flote sobre la nieve en caso de que todo se venga cuesta abajo.
¿Ya lo dije? Todo aquí es intimidante.
Partiendo, claro, por el chopper, que es como en la jerga del heliesquí se llama al helicóptero. Un gigantesco moscardón, un Bell 3 súper potente, ideal para la montaña, con capacidad para un guía y cuatro pasajeros.
Alzo la vista e intento adivinar qué hay ahí enfrente, en esta desafiante montaña que suma hitos como los volcanes Maipo y Palomo, más el glaciar Universidad en el que, dicen, uno podría hacer bajadas de 18 kilómetros. Y más.
Fue muy cerca de aquí donde cayó el avión de los uruguayos.
Ha pasado el tiempo y la verdad es que aquí todo sigue siendo igual de ignoto, desconocido y, por qué no decirlo, misterioso.
-Aquí -dice Stephan- muchas montañas ni siquiera tienen nombre. ¿Cómo podríamos llamar a esa garganta? ¿Y a ese cerro de allá? ¿Viste ese couloir? ¿Qué nombre le pondrías? -pregunta Stephan, mientras sigue con su vista las altas cumbres que se extienden imponentes sobre el valle del Cachapoal.
Muchas de las montañas están consignadas en el mapa del Instituto Geográfico Militar. Sin embargo, otras no.
Stephen tiene no poco de Paul Güssfeldt, el primer europeo que intentó subir el Aconcagua. Y no fue fácil, pues nadie quería subir con ese gringo rayado. Tanto así que, para conseguir porteadores, el hombre debió inventar el cuento de que en la cumbre del Aconcagua los incas habían escondido un tesoro.
Güssfeldt, alemán de paso en Chile, fue también uno de los primeros en descubrir la imponente cordillera de lo que hoy conocemos como la Región de O'Higgins, que se extiende entre la Reserva Nacional Río Cipreses y el norte del volcán Tinguiririca. O sea, el lugar donde estamos ahora: listos para la primera bajada.
En 1882, obsesionado con la idea de realizar los primeros ascensos en la cordillera rancagüina, tal como antes lo había hecho en los Alpes, Güssfeldt logró transformar a un par de huasos en andinistas y luego los motivó para que lo ayudaran a descubrir el nacimiento del río Cipreses, hoy la fuente de una bellísima reserva nacional pocos kilómetros al sur de Santiago.
Vencidos los primeros desafíos, Güssfeldt hizo otro tanto en el vecino valle Las Leñas que, todas las mañanas, con facilidad se ve desde los imponentes ventanales del Puma Lodge.
Hay que decirlo: el lugar donde nos aprestamos a esquiar es grande, majestuoso, quizás sólo comparable con la naturaleza salvaje y desafiante de Chamonix, Francia, la cuna del esquí más extremo y radical. Una zona de imponentes montañas, salpicada de verticales paredes de granito que se alzan como manos que ruegan al cielo. Un lugar especial en el que, por ejemplo, no es inusual bajar por infinitos glaciares con místicos seracs y hielos azules por todos lados.
Ahí viene. Es el helicóptero al mando de Eric Weisser, un avezado piloto que maneja su nave con la precisión de un cirujano. Es esa habilidad la que le permite a Eric dejarte en el filo de anguladas cornisas. O bien sacarte de donde sea, apenas rozándote con el espejo retrovisor de su bendito chopper.
Es bueno saber que es Eric, también esquiador, quien está con nosotros. Eric da confianza.
Finalmente, el helicóptero aterriza en "caliente". Eso quiere decir que el motor no se detiene y, mientras te subes o bajas, las gigantescas aspas seguirán girando. A veces en terrenos súper empinados, con aspas igual de empinadas. Glup.
Por eso, todo se hace rápido, con nervio y precisión. Y las reglas son claras:
a) Nunca hay que irse hacia la cola, el lugar donde está el rotor.
b) Cada vez que te bajas del chopper, tienes que agacharte lo más posible.
c) Nada puede quedar colgando, pues todo lo que quede colgando se irá volando y podría causar un accidente.
Eric hace señas para que subamos. Rápido. El viento es cada vez más fuerte.
-Son pocos los pilotos de helicóptero que se atreven a operar en la montaña. En general, prefieren no meterse aquí -dice Eric a través de los fonos.
Afuera, a toda prisa, Stephan pone esquís, bastones y mochilas en la canasta del helicóptero. Nos elevamos y pronto estamos sobre el inicio del Stephan's Bowl, un lugar llamado así en honor del primer guía que se animó a esquiarlo: el mismo Stephan.
Es una bajada de no más de 30 grados de inclinación, pero con nieve increíble. Un lugar fácil, apto incluso para esquiadores de nivel intermedio, donde con esquís anchos puedes hacer grandes curvas como si estuvieras en el Plateau, Portillo, o en Shark, Valle Nevado.
La diferencia es que aquí estás en la alta montaña. Y tu vida depende de que los guías hayan elegido la ruta correcta.
Y así es.
-En comparación con un lugar similar en Suiza -diría Stephan-, aquí el manto nivoso es más estable. En Suiza, en invierno, siempre está nevando, pero cada vez cae poca nieve y por lo mismo se forman muchas capas. Aquí, en cambio, cuando nieva puede caer medio metro, un metro y, en general, el peligro es menor. Aparte, como aquí el aire es seco y estamos a mucha altura, la nieve es increíblemente seca. Divertida.
Bajamos. Son al menos 800 metros de desnivel con polvo exquisito. Suave. No recuerdo un mejor desayuno en la nieve.
Pronto el cielo se pone negro. El temporal ya está aquí. Y es hora del Puma Lodge.
EL LODGE
Esta aventura había comenzado un día antes.
En una van habíamos viajado desde Santiago hasta Rancagua, para luego subir por la Carretera del Cobre hasta Coya y desde ahí al heli-potrero donde hay dos opciones: montarse en el helicóptero que los del Puma Lodge arriendan a Summa Air, la empresa que, junto a Ecocopter, más experiencia tiene en esto del heliesquí en Chile. La otra alternativa es ir por tierra.
Volando, desde el potrero de embarque no son más de 15 minutos.
Por tierra, en cambio, te demoras al menos una hora en llegar hasta el fundo Sierra Nevada, el lugar donde los empresarios Pablo Mir y Alberto Pirola, en concordancia con Mark Jones, el impulsor del proyecto, levantaron el primer helilodge de Sudamérica.
Desde el aire, el camino serpentea frenéticamente mientras se interna en el corazón de los Andes Centrales.
Pronto aparecen las centrales de paso de Pacific Hydro. Finalmente, al fondo del valle, una casona tipo lodge de pesca en el Puelo o Puerto Varas. Y allí, lo primero que sorprende es el vecino bosque de cipreses con árboles que deben tener más de cuatrocientos años, entre los cuales también crecen algunos olivillos.
No hay duda: el lugar donde está el Puma Lodge es una tierra de encanto. Según dice la leyenda, uno de los escondites favoritos de los Hermanos Pincheira. Y cómo no si muy cerca hay baños termales, un par de pequeños géiseres e intensa vida animal marcada por la abundancia de zorros y loros tricahues. De tanto en tanto incluso se ven guanacos. Rupert, un inglés que lleva unas semanas trabajando como fotógrafo del lodge, logró retratar unos días antes de nuestro arribo la huella fresca de un puma sobre la nieve.
El lodge no es menos fiero. Costó al menos siete millones de dólares. Y, aunque es simple, al mismo tiempo es distinguido, elegante, con maderas a la vista, gruesas vigas y grandes ventanales. Por aquí y por allá, ricos sofás y algunos silloncitos Valdés. Aparte baños casi tan grandes como el dormitorio, taller y pieza de esquí (con tubos con aire para secar las botas), y -se agradece- un spa con esmeradas masajistas y tinas exteriores de agua caliente. También un súper gimnasio, bar, biblioteca, sala de pool y comedor. Desde ya se anuncia que el lodge tendrá una serie de yurts (carpas como las de los mongoles) en lugares estratégicos en la montaña para, desde ahí, estar más cerca de las zonas esquiables. Planean también una terraza sobre el imponente farellón de rocas que está sobre el lodge. Y, para este verano, una oferta que incluirá rutas de bicicleta y caballos. También, ojo, la posibilidad de hacer heli-trekking y heli-fly fishing en los ríos vecinos.
Parece sensato: este lodge recrea todo el estilo de los mejores hoteles de aventura de San Pedro o Torres del Paine, claro que a no más de dos horas de Santiago.
Con reloj en mano, cada día al ocaso al menos tres cóndores pasan volando frente al ventanal. Es la hora de algún masaje descontracturante: para los nervios, para relajarse antes de zamparse un risotto. Eso cuando afuera ya ha comenzado a nevar.
MÁS HELI
Tres son, en la zona, las grandes posibilidades de hacer heli. Y para ello los del Puma Lodge firmaron acuerdos de exclusividad con los propietarios de tres gigantescos fundos de la zona, cada uno de más de 100 mil hectáreas.
La idea, entonces, es moverse por el gigantesco territorio dependiendo de dónde está la mejor nieve y el menor riesgo de avalanchas. La idea, en simple, es reemplazar el andarivel por el heli. En la mañana haces cuatro, cinco bajadas. Almuerzas. En la tarde cuatro, cinco más. Luego te das un masaje. Te tomas un copete y te vas a acostar. Y así por una semana.
¿Rico? Increíble.
A diferencia de hacer heli en Alaska o Canadá, aquí todo es más relajado. Menos neurótico.
Una posibilidad -quizás la más salvaje- es en dirección al valle Cortaderal, experiencia que, para esta crónica, lidera Francisco Medina, hoy el gerente general del Puma Lodge. Francisco, un tipo solícito y amable, es guía de montaña, con mucha experiencia en los Alpes, casado con Vivianne Cuq, la célebre montañista.
Liderados por él, en un pequeño grupo -con arneses, clavos de hielo y cuerdas- bajamos por la falda norte del volcán Palomo, sobre un gran glaciar que se extiende entre monumentales paredes de granito.
Es la bajada más linda que he hecho en Chile.
La más larga sería a la mañana siguiente con el propio Mark Jones (el inventor de todo esto) y Marie Blouin, una linda canadiense que lleva arito en la nariz tal como Camila Vallejo.
Marie es igual a Liza Minnelli y en Revelstoke, British Columbia, maneja el pisanieves de Chatter Creek, un cat resort tal como es El Arpa, en Chile. También trabaja como guía de heliesquí CMH en el Galena Lodge. Este fue su primer invierno en Chile. Marie siempre ríe
Sobrevolamos ahora Las Leñas, el valle por donde algunos especulan se podría construir un camino internacional hacia San Rafael, Argentina.
Michael, fotógrafo de Rob Repport -la revista gringa especializada en viajes ultrasofisticados- pide a Eric descender sobre el mismo filo en el que ayer dejó a unos rusos de los Urales, los primeros clientes del Puma Lodge. Pero no hay caso. El viento es demasiado fuerte.
A veces me gusta que haya viento.
Las aspas giran y, todo el rato, uno no deja de pensar: ¿podría bajar por ahí? ¿por allá? Odio usar la palabra adrenalina, pero lo cierto es que mientras el helicóptero se mueve, las glándulas enloquecen produciendo adrenalina.
Antes de las diez de la mañana estamos sobre Tres Pasos.
Mark Jones va primero.
La nieve es fantástica. Consistente. Suena siútico decirlo, pero es puro champagne bajo los pies. Y la bajada no acaba nunca.
Sigues, sigues, sigues. Esquías, esquías, esquías. ¡Y recién vas en el primer tercio! ¡Insólito! Es pura helivida.
Y como si fuera poco, más encima está el lodge.
El lodge firmó acuerdos de exclusividad con tres fundos De la zona.
Texto: Sergio Paz, desde la cordillera de la Región de O?Higgins. Fotos: Jose Luis Rissetti.
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CHILEAN HELISKI
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