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Lunes 19 de Diciembre de 2011
Proyecto incluye la revitalización del vecino Pasaje Melgarejo y el reimpulso del mejoramiento de la Plaza Aníbal Pinto, declarada zona típica de Valparaíso.
HERNÁN CISTERNAS ARELLANO
Luego de cuatro años de aparente abandono, la tradicional esquina porteña del histórico Café Riquet, en la Plaza Aníbal Pinto de Valparaíso, vuelve a vivir.
Pero no en el rubro que lo hizo famoso durante 76 años (1931-2007), cuyos pasteles, tortas y dulces fueron disfrutados por presidentes de la República, políticos, poetas y artistas, sino que en un nuevo formato comercial. A partir de la segunda semana de enero, el edificio construido en 1861 cobijará en su interior una botica ambientada al estilo de 1900.
El local será equipado con mobiliario de principios del siglo pasado. Objetos de la época, como balanzas, frascos antiguos, un mortero, un mezclador y un pastillero -utilizados en la preparación de medicamentos-, serán parte de un museo que se habilitará en un sector de la botica.
Para la arquitecta Claudia Peredo, jefa del Departamento de Arquitectura de Salcobrand, lo más importante es que un edificio histórico que estaba abandonado se rescata y vuelve a ser ocupado por la gente.
En su opinión, una farmacia en el formato de botica antigua no rompe con el entorno de la plaza ni con la intención de las autoridades que la han definido como la futura plaza de los cafés de Valparaíso. Menos aún si a un costado, en el mismo edificio, el año pasado se inauguró el Emporio La Rosa, con similar formato pero especializado en helados artesanales.
Además, la botica contará en su interior con un salón de té, una zona de estar donde el público podrá tomar una taza de té o una infusión de hierbas, conversar y compartir, devolviéndole al local su condición de espacio de convivencia.
La restauración de la esquina del Café Riquet irá acompañada de una revitalización del Pasaje Melgarejo.
Junto a la colocación de faroles antiguos y bancas de fierro forjado, se dispondrá de mesas para la ocupación de ese espacio por parte del público. Con este fin se abrió una puerta lateral, frente a donde estuvo el antiguo Bar Alemán, que Pablo Neruda eligió para fundar el Club de la Bota y reunirse periódicamente con sus contertulios. Hoy, en ese lugar se ubica la Intendencia Regional de Valparaíso.
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