Talca y Curicó abordan reconstrucción de sus cascos históricos destruidos por el terremoto

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domingo 18 de julio de 2010

Zonas céntricas de ambas ciudades suman 2.203 propiedades perdidas y 3.473 que requieren reparaciones:



Las dos comunas apuntan al repoblamiento residencial y comercial del centro, con remodelaciones que respeten su tradición arquitectónica.

FREDY ALIAGA
A casi cinco meses del terremoto del 27 de febrero, las ciudades de Talca y de Curicó comienzan a dar los primeros pasos para la reconstrucción de sus cascos históricos, que en conjunto suman 364 manzanas severamente dañadas debido a la gran presencia de construcciones de adobe que aún se mantenían en pie.

Hoy, Talca se encuentra más avanzada en esta tarea, y prepara un estudio financiado por el grupo Hurtado Vicuña, a través de la Consultora Polis, para un plan maestro de reconstrucción. Y el primer diagnóstico de éste es desalentador: hay 928 mil m2 de terreno con construcciones dañadas -el 54% son viviendas-, y de 6.024 propiedades, el 28% deben ser demolidas y el 33% requieren reparaciones.

En este escenario, la ciudad busca orientar su restauración no sólo como prestadora regional de servicios, sino que como captadora de turismo, modernizándose pero manteniendo su identidad tradicional.

Para esto, el plan maestro elabora una intervención global de las 315 manzanas de su casco histórico, entre las calles 12 Norte y 14 Sur, y desde la ribera del río Claro hasta la Ruta 5 Sur.

Éste incluye crear un parque-balneario en el río Claro; la remodelación de los barrios deteriorados y de la Alameda; recuperar monumentos y edificios históricos; instaurar corredores verdes, y el ensanche de calles de alto tráfico. También incrementar de 2 m2 a 9 m2 las áreas verdes por habitante, lo que además disminuirá la polución.

El estudio también plantea el repoblamiento residencial y comercial del casco histórico de la ciudad. Se permitirá una altura promedio de cinco pisos y casas de dos niveles, que mantengan la línea tradicional de las calles. Se busca uniformar los barrios, por lo que se crearán diseños de viviendas gestionados por el propio municipio.



La recuperación urbana de Curicó avanza a un ritmo más lento. El 50% de las 49 manzanas de su casco histórico tiene daños, con 500 inmuebles destruidos y 1.500 con problemas mayores. Las demoliciones provocaron la pérdida de deslindes de calles y esquinas, y hoy decenas de terrenos céntricos son usados como estacionamientos.

Sin financiamiento privado para su plan maestro, el municipio apuesta al plan regulador, en proceso de revisión en la Contraloría, para resguardar la arquitectura histórica del centro. Sólo se permitirá la construcción de viviendas de fachada continua y hasta de 18 metros de altura.

Una prioridad de la ciudad es la restauración de los predios aledaños a la Plaza de Armas, que constituyen el corazón de su zona típica. Entre las alternativas está optar a financiamiento privado, el que debe ser autorizado por el Consejo de Monumentos Nacionales a través de un instructivo en elaboración.

Finalmente, las propuestas de ambas ciudades deberán ser validadas técnica, económica y socialmente por el Gobierno, para su postulación a fondos sectoriales de los distintos ministerios.
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