ARTES Y LETRAS
Fecha: 26 de septiembre de 2010
TRAVESÍA El miércoles 29 serán recibidas en la Plaza de la Ciudadanía:
¿Por qué terminaron en una pequeña iglesia anglicana de Swansea tres campanas del templo de La Compañía? Una compleja trama, cuya madeja comienza a ser desenredada -y que incluso roza a la actriz Catherine Zeta-Jones-, nos hace redescubrir la olvidada relación entre Gales y Chile.
Felipe Álamos Undurraga
Para el chileno actual, las tierras de Gales son, en el mejor de los casos, sinónimo del príncipe Carlos y de galeses famosos como Tom Jones y Catherine Zeta- Jones. No parece lógico el hecho de que tres campanas sobrevivientes del pavoroso incendio ocurrido en la iglesia de San Miguel de la Compañía de Jesús -en el cual murieron más de 1.500 personas- terminaran instaladas en el templo anglicano de All Saints, en Oystermouth, en los suburbios de la ciudad de Swansea.
Pocos chilenos saben, también, que allí cada 8 de diciembre "se ofrece una misa de réquiem por las víctimas del incendio", según nos relata el párroco de Oystermouth, Keith Evans. Ese día se recuerda en Gales la tragedia ocurrida en plena fiesta de la Inmaculada Concepción, cuando ardió la iglesia de la Compañía y murieron cientos de fieles (mujeres, en su gran mayoría), que no pudieron salir por las escasas vías de escape del templo. Según recuerda Abdón Cifuentes en sus "Memorias", la propia cúpula y la torre de La Compañía, con su magnífico reloj y sus enormes campanas, aplastaron a centenares de víctimas.
Acento welsh
¿Por qué las campanas fueron a parar a Gales, y no a otro lugar?
El cobre tuvo la culpa.
Ese metal fue el responsable de los lazos que se formaron entre Chile y el país de Gales, pues durante el siglo XIX la ciudad de Swansea fue el mayor centro de refinación de cobre a nivel mundial -su apodo, durante el siglo XIX, era "Copperopolis"-. Por ejemplo, en esa urbe se fabricaron las placas de cobre que reforzaron el fondo de los buques de guerra de Lord Nelson, lo que ayudó a la victoria en la famosa Batalla de Trafalgar de 1805.
Fue también el cobre el que trajo a Chile a Charles S. Lambert, un ingeniero alsaciano, que se convirtió en una de las mayores fortunas de nuestro país. Dueño de minas y fundiciones, Lambert trajo nuevas tecnologías para explotar el cobre, en especial el de baja ley.
Con el tiempo, Lambert quiso expandir su imperio financiero hacia Swansea. La solución que encontró para lograrlo fue casar a sus hijos con integrantes de los Bath, una importante familia de empresarios del cobre de Swansea. Henry J. y Edward Bath se casaron con dos hijas de Lambert: Margaret y Eugenie, en 1846 y 1848. Por su parte, Charles Joseph Lambert Jr. se casó con Susan -hija de Henry Bath-, y se transformó en gerente de operaciones de las empresas de su suegro.
Junto a ellos, a través de los años llegaron cientos de empresarios, profesionales y trabajadores originarios de Swansea y sus alrededores (o que se habían instalado en la zona), que respondían a apellidos como Madge, Chellew, Llewellyn o Mac Aulliffe, y que tuvieron a Coquimbo -puerto de embarque de cobre refinado y en bruto hacia Swansea- como su centro de operaciones.
La impronta galesa se respiraba en toda la ciudad. "Carpinteros del mar" venidos de Swansea, junto a ingleses y norteamericanos, levantaron los principales edificios de Coquimbo. Entre ellos, las casas de la fundición de Guayacán. Y un dato anecdótico: el tradicional uniforme amarillo y negro del club de fútbol Coquimbo Unido lleva los colores de San David, el patrono de Gales. Las primeras camisetas fueron ganadas en un partido de fútbol contra la tripulación de un buque de guerra británico -el "Flora"- en 1903. ¿Quién hizo entrega del botín? George L. Ansted, cónsul de Su Majestad y, como no, ex gerente de los Lambert.
Veleros de Swansea
Según la investigadora Joanna Greenlaw, autora del libro "Swansea Copper Barques and Cape Horners", el celestino de la unión comercial y matrimonial entre los Lambert y los Bath fue William Gibbs, de la todopoderosa Gibbs & Co., de Chile. Y fueron bodas convenientes. Lambert necesitaba a Bath para entrar en el cerrado núcleo de los fundidores de Gales y Bath necesitaba a Lambert para abarcar toda la cadena del negocio de cobre y hacer prosperar su floreciente negocio naviero.
La vida de Lambert y la de sus parientes políticos se transformó en un eterno viaje entre La Compañía Alta, cerca de La Serena, donde tenían su planta de fundición en Chile; Port Tennant, su base de operaciones en Swansea; Alltyferin, la hacienda de los Bath en el país de Gales, y algunos años después Culiprán, un hermoso fundo cerca de Melipilla, adquirido en 1881. Dos magníficos libros escritos por miembros de la familia así lo relatan: "The Voyage of the Wanderer" y "Sweet Waters: A chilean farm".
Gracias a su alianza con Lambert, las naves de Bath se hicieron famosas en todo el mundo. Los copper barques y sus hazañas en el Cabo de Hornos pasaron a ser parte de la leyenda marinera. En 1846, Henry Bath II estableció la "Swansea Iron Shipbuilding Company", y en 1849 lanzó el yate a vapor "Firefly" con la intención de usarlo en la costa de Chile. Pero los que se hicieron célebres fueron sus embarcaciones denominadas con letras del alfabeto griego como Alpha, Beta, Gamma, Delta, Iota, Kappa, Epsilon, Theta y Zeta. Y también los bautizados con los nombres de las novelas de Fennimore Cooper, incluyendo Scout, Hawkeye, Delaware, Pathfinder, Mohican and Deerslayer.
En uno de esos viajes se fueron las campanas.
Antigua tradición
Keith Evans, párroco de Oystermouth.
"Es probable que las campanas fueran adquiridas y traídas desde Chile por Bath and Sons, que tenía su base en Swansea y muelles en Coquimbo", asegura el reverendo Keith Evans, párroco de Osytermouth, cerca de Swansea, donde las campanas permanecieron por cerca de 145 años. "Posiblemente vinieron con una carga de mineral de cobre, en algunos de los míticos veleros - windjammers o copper barques - de Swansea", afirma.
Zeta era el nombre de uno de los barcos que llevaban cobre a Inglaterra. La abuela de Catherine Zeta- Jones fue bautizada con ese nombre, y la actriz lo heredó.
¿En qué barco habrán viajado? Puede haber sido en el Zeta, al cual la actriz Catherine Zeta-Jones debe su nombre. Según relata el párroco de Osytermouth, ella habría heredado ese nombre de su abuela, cuyo padre había trabajado para los Bath.
Henry H. Vivian habría salvado las campanas de ser fundidas.
Se cree que las campanas fueron adquiridas por William Graham Vivian -un comerciante de cobre de Swansea perteneciente al poderoso clan Vivian- con la intención de fundirlas en la planta de su familia en Hafod, Swansea. Y habría sido su hermano, Henry Hussey Vivian, quien coleccionaba antigüedades, quien se dio cuenta de su valor artístico, y las salvó del horno, al ver las ornamentaciones e inscripciones de las campanas.
Keith Evans prosigue su relato: "Tres de las campanas fueron entregadas a nuestra iglesia de All Saints en Oystermouth -cercana a Clyne Castle, la casa de William Graham Vivian- a cambio de sus campanas medievales, que sí fueron fundidas.
¿Desde cuándo se sabe que las campanas son chilenas? "Es una tradición que se remonta muchos años atrás", afirma el prelado.
¿Y llegaron más campanas de Chile? "Creo que puede haber alguna más de la iglesia de la Compañía en Gales", elucubra Evans. "Otras similares están en uso en St. James Swansea, St. Thomas Neath, Clyne Chapel y Christchurch Carmarthen".
La misa anual que se realiza en Oystermouth todos los 8 de diciembre por las víctimas del incendio no es el único vínculo del lugar con Chile. "Además, una ópera escrita a nivel local, 'The Bells of Santiago', se ha presentado en nuestra iglesia y en nuestro castillo del siglo XIII. Una transcripción de esta obra se presentó, asimismo, en la Embajada de Chile en Londres".
El retorno
En la década de 1960, las tres campanas fueron retiradas de la torre de la iglesia de Oystermouth, debido a riesgos estructurales. Desde entonces estuvieron en exhibición, y no se utilizaron. "Como no tenían uso, las autoridades chilenas nos pidieron que consideráramos la posibilidad de regresarlas al pueblo de Chile. Nos pusimos de acuerdo para hacerlo, y las campanas se dan en el marco del amor cristiano para honrar a aquellos que perdieron la vida en 1863 y con la esperanza de que ayudará a renovar los vínculos históricos entre Santiago y Swansea", concluye el sacerdote.
Parece que Swansea y algunas palabras más volverán a nuestro diccionario histórico.
En busca de un memorial definitivo
Las campanas viajaron de vuelta a Chile en el HMS Portland, de la Armada británica.
Las campanas fueron ennegrecidas con humo en Gales y hoy están en proceso de restauración en nuestro país.
Las campanas de la iglesia de La Compañía ya están en Chile, luego de tres meses de viaje a bordo de la fragata HMS Portland. En una ceremonia que se llevará a cabo el 29 de septiembre a las 12:00 horas en la Plaza de la Constitución, Jon Benjamin, embajador del Reino Unido, hará entrega oficial de ellas al gobierno de Chile como parte de las celebraciones del Bicentenario.
Para la ocasión, la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería (Dirac) encargó a la arquitecta Cazú Zegers crear una estructura para recibirlas y exhibirlas frente a La Moneda, donde permanecerán hasta el día 8 de diciembre, cuando serán trasladadas con una ceremonia de "marcha triste" a los jardines del edificio del ex Congreso Nacional, lugar donde se ubicaba la iglesia. La estructura creada por Zegers servirá de soporte para las campanas hasta que se construya, hacia el año 2013, el monumento definitivo que las cobijará. La nueva construcción deberá ser visada por el Consejo de Monumentos Nacionales, según explica Óscar Acuña, secretario ejecutivo de ese organismo.
El proyecto de retorno fue presentado a la Cancillería por el realizador audiovisual Pedro Pablo Cabrera y su madre, y se hizo realidad gracias a un esfuerzo conjunto de la Dirección de Asuntos Culturales de esa repartición, la embajada británica y el apoyo de diversas instituciones y empresas.
De España a Chile
Según cuenta el reverendo Keith Evans, una de las campanas devueltas desde la iglesia All Saints -la datada en 1818- lleva inscrito el nombre Huesca, lo cual sugiere que las campanas de la iglesia de La Compañía pudieron ser fundidas en esa ciudad del noreste de España, que tiene una tradición en la fabricación de estos artefactos que se remonta al siglo XIV.
Por otra parte, en la campana mayor está inscrito el nombre de quien presumiblemente la fabricó: Manuel de Murillo. Pero estas campanas no son las únicas reliquias que se conservan. Afirma Antonio Márquez, publicista y experto en historia del Cuerpo de Bomberos de Santiago -institución que nació con este incendio-, una fue recuperada y trasladada a la Ermita del Cerro Santa Lucía; otra se encuentra en el Museo San José del Carmen de El Huique, y la gran campana del templo fue fundida, forjándose dos nuevas, que fueron instaladas en la torre del templo del Colegio San Ignacio, en Santiago.
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jueves 30 de septiembre de 2010
Martina ahora tocó la campana
Reino Unido devolvió a Chile tres piezas históricas
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30 de septiembre de 2010
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jueves 30 de septiembre de 2010
Hasta el 8 de diciembre:
Campanas de la Iglesia de la Compañía se exhiben en la Plaza de la Constitución
Luego serán trasladadas a los jardines del ex Congreso Nacional y donde antaño estuvo ese templo hasta que se incendió, en 1863.
GUSTAVO VILLAVICENCIO
El 8 de diciembre próximo volverán a su lugar de origen -la sede del ex Congreso Nacional- las tres campanas devueltas por la Iglesia de Todos los Santos de Oystermouth, en Gales.
Ésta ha solicitado que sean instaladas en un memorial que recuerde a las víctimas del incendio de la Iglesia de la Compañía de Jesús, registrado el 8 de diciembre de 1863.
Esa estructura debiera estar terminada para la conmemoración de los 150 años del incendio, vale decir, en 2013. Se ubicará a un costado de la imagen de la virgen que se encuentra en ese lugar.
Ayer, el Presidente, Sebastián Piñera, encabezó en la Plaza de la Constitución la entrega oficial del Reino Unido de las antiguas campanas de la Iglesia de la Compañía de Jesús, que permanecieron cerca de 147 años en un pueblo de Gales tras el devastador incendio de la Iglesia de la Compañía de Jesús, donde murieron cerca de 2.500 personas, la mayoría mujeres y niños.
Tras ese siniestro, el más destructivo de la historia de Santiago, se creó el Primer Cuerpo de Bomberos de la capital. Las campanas fueron llevadas a la iglesia de Todos los Santos de Oystermouth en 1865, y permanecieron allí hasta 1964, cuando fueron reubicadas en el pórtico de ese templo.
Las campanas, que llegaron al país el 8 de septiembre pasado en el buque de la Royal Navy "HMS Portland", fueron trasladadas el sábado último hasta la Plaza de la Constitución por la Armada de Chile, donde fueron instaladas en una estructura diseñada por la arquitecta Cazú Zegers.
Una vez en los jardines del ex Congreso Nacional, el público sólo podrá mirarlas desde las rejas que rodean el edificio al no estar permitido el acceso.
2.500 MUERTOS
Las víctimas del incendo ocurrido en 1863 representaban a poco más del 2% de la entonces población de Santiago.
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jueves 30 de septiembre de 2010
Tañidos en la oscuridad:
El concierto de campanas desde adentro
En la performance del martes participaron músicos, bomberos, párrocos y sacristanes.
Sara Bertrand
Una obra impecable en su estructura y carácter. Fragmentada en cuatro campanarios del casco antiguo de Santiago: La Merced, San Francisco, Santo Domingo y San Agustín, que fueron tañidos al unísono, para celebrar el Bicentenario y la llegada de las antiguas campanas de La Compañía, desde Oystermouth.
El campanero chilota Aurelio Neún Calbuyahue dio la largada con un solo de cinco minutos, luego se le unieron el resto de los campanarios y finalmente los bomberos, liderados por su comandante Cristóbal Goñi, hicieron sonar bajo la señal de "incendio declarado" la sirena en Bandera con Compañía, esquina fatal que presenció la destrucción del templo.
Organizado por el Observatorio Lastarria, fue un concierto disfrutado y aplaudido por cientos de paseantes nocturnos que se deleitaron con los tañidos a cargo de veinte músicos (integrantes de Ala1RECS, Ensamble Majamama, Arsominis y Tsonami, entre otros) y ocho sonidistas.
Fue el preámbulo para que ayer el Presidente Sebastián Piñera recibiera las campanas de La Compañía, en una ceremonia en que se escucharía un compacto de cinco minutos de los 45 totales que duró el concierto en vivo de la noche del martes. Esa noche, los músicos uniformados con overoles azules y linternas de mineros dieron forma a esta obra que estuvo cocinándose desde hace tres años en la mente de su creador y principal productor, el músico e ingeniero acústico Luis Barrie. Su intención, contó, era trabajar una pieza que recuperara parte de la herencia sonora recibida de los españoles en un juego de sincretismo sonoro. Al compositor Nicolás Carrasco le correspondió escribir este ensamble imposible de imaginar como totalidad en formato a cinco bandas (representado por los cinco puntos sonoros). Una labor que habría sido imposible sin la cooperación de los guardianes de lo sagrado, sacerdotes y sacristanes, quienes se cuadraron con sus campanas que celan desde hace años y que en un Santiago globalizado parecen ser de los pocos que reconocen la potencia de su valor patrimonial.
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http://www.mch.cl/revistas/index_neo.php?id=385
REVISTA MINERÍA CHILENA
CHARLES LAMBERT:
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El padre de la metalurgia chilena
Fue un empresario minero emprendedor que hizo un aporte tecnológico introduciendo en Chile el horno de reverbero.
La minería chilena actual no sería la misma sin el gran aporte de este destacado personaje del siglo XIX. Porque la vida y obra de Charles Lambert están unidas al proceso de modernización minera y metalúrgica que se produjo en el país a comienzos de la época republicana.
Se puede decir que hasta el arribo de Lambert a Chile, nuestra minería era prácticamente la misma de la etapa colonial, adoleciendo de un nivel rudimentario, de baja extracción, era sólo práctica y carecía de método científico. Pero ¿quién era él?
Charles Saint Lambert (1793-1876), nació en Strasburgo (Alsacia), educándose en la Escuela Politécnica de París en plena etapa napoleónica, como ingeniero de minas, llegando a adquirir profundos y acabados conocimientos de minería, metalurgia y geología.
En el plano personal profesó la religión protestante y tuvo ciudadanía británica. Fue casado y tuvo un hijo, cuya descendencia siguió ligada a la actividad minera. Además de su lengua madre, el francés, debió aprender español para relacionarse en Chile, y latín, que era el lenguaje científico imperante.
En octubre de 1817 llegó por primera vez a Chile, recorriendo diversas faenas mineras del Norte Chico. Como resultado de ello y, a instancias del Real Tribunal de Minería, redactó un informe titulado “Noticias generales de los minerales de las provincias de Chile”, que publicó “El Telégrafo”, periódico de la época de Bernardo O”Higgins (1819), en el cual hizo un completo diagnóstico de nuestra actividad minera post independencia, criticando sus deficiencias y proponiendo algunos cambios para mejorar su productividad. Poco después, en 1823 escribió un interesante diario personal que relata más antecedentes de relevancia.
Más tarde, en 1825, Lambert regresó a Chile, esta vez como gerente de la Chilean Mining Association, una compañía creada en Inglaterra para operar en la minería chilena. Posteriormente, por discrepancias con los comisionados Cameron y Dobson de dicha sociedad en Santiago, inició su trabajo en forma independiente alcanzando gran éxito y fortuna como dueño de la mina Brillador de Coquimbo, de una hacienda y dos vapores propios. Gracias a su buen olfato comercial, se transformó en un hombre de negocios que adquirió una situación económica pudiente.
Entre otras responsabilidades, Lambert fue corresponsal de la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Chile y ocupó el cargo de Juez de Policía en La Serena. También firmó un acuerdo con el gobierno provincial de Coquimbo, para prestar 20.000 libras esterlinas al Estado chileno a fin de financiar la segunda expedición libertadora a Chiloé, la que se vio coronada con éxito. Finalmente y tras 26 años de permanencia, en 1851 abandonó nuestro país y en 1876 falleció en Inglaterra con más de 80 años de edad.
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La Tercera
07/12/2010 - 15:11
Campanas de la Iglesia de la Compañía de Jesús serán instaladas este miércoles
Dos de ellas estarán ubicadas en el ex Congreso Nacional y la tercera, en un Memorial en el
Cuartel General del Cuerpo de Bomberos de Santiago.
Este miércoles a las 20.00 horas en el ex Congreso de Santiago, se realizará la ceremonia de colocación de las Campanas de la Iglesia de la Compañía de Jesús, que llegaron a Chile después de estar casi 150 años en Gales.
La ceremonia contará con la presencia del Presidente de la República, Sebastián Piñera y a las 20.30 una de las tres campanas será escoltada por más de mil bomberos del Cuerpo de Bomberos de Santiago, quienes con antorchas iluminarán el recorrido final hasta el cuartel, donde pasará a formar parte del Patrimonio Histórico de esta Institución.
Juan Enrique Julio, Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago, señaló que "la recepción de una de estas tres campanas, que será instalada en un Memorial en el Cuartel General de la Institución, representa un símbolo de nuestra génesis, ya que después de nueve días de ocurrido el incendio donde murieron más de dos mil personas, se funda el Cuerpo de Bomberos de Santiago. Además, esta campana servirá de guía e inspiración para las futuras generaciones de Bomberos voluntarios", precisó Julio.
El recorrido está comprendido desde la sede del ex Congreso y transitará desde la intersección de las calles Catedral con Banderas, para continuar hasta la calle Puente.
Para las 22.00 se espera un concierto de campanas, en que 47 campanarios ubicados en el centro de la capital entonarán una sinfonía en conmemoración a los 147 años de la creación del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Participación especial tendrá el campanario laico del Cuerpo de Bomberos de Santiago conocido como la "Paila", la campana más grande del país.
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Cámara de Diputados
Chile
Campanas de la Iglesia de la Compañía volvieron a repicar en el centro de Santiago
Publicado el 11 de marzo del 2011
Fecha: 26 de septiembre de 2010
TRAVESÍA El miércoles 29 serán recibidas en la Plaza de la Ciudadanía:
¿Por qué terminaron en una pequeña iglesia anglicana de Swansea tres campanas del templo de La Compañía? Una compleja trama, cuya madeja comienza a ser desenredada -y que incluso roza a la actriz Catherine Zeta-Jones-, nos hace redescubrir la olvidada relación entre Gales y Chile.
Felipe Álamos Undurraga
Para el chileno actual, las tierras de Gales son, en el mejor de los casos, sinónimo del príncipe Carlos y de galeses famosos como Tom Jones y Catherine Zeta- Jones. No parece lógico el hecho de que tres campanas sobrevivientes del pavoroso incendio ocurrido en la iglesia de San Miguel de la Compañía de Jesús -en el cual murieron más de 1.500 personas- terminaran instaladas en el templo anglicano de All Saints, en Oystermouth, en los suburbios de la ciudad de Swansea.
Pocos chilenos saben, también, que allí cada 8 de diciembre "se ofrece una misa de réquiem por las víctimas del incendio", según nos relata el párroco de Oystermouth, Keith Evans. Ese día se recuerda en Gales la tragedia ocurrida en plena fiesta de la Inmaculada Concepción, cuando ardió la iglesia de la Compañía y murieron cientos de fieles (mujeres, en su gran mayoría), que no pudieron salir por las escasas vías de escape del templo. Según recuerda Abdón Cifuentes en sus "Memorias", la propia cúpula y la torre de La Compañía, con su magnífico reloj y sus enormes campanas, aplastaron a centenares de víctimas.
Acento welsh
¿Por qué las campanas fueron a parar a Gales, y no a otro lugar?
El cobre tuvo la culpa.
Ese metal fue el responsable de los lazos que se formaron entre Chile y el país de Gales, pues durante el siglo XIX la ciudad de Swansea fue el mayor centro de refinación de cobre a nivel mundial -su apodo, durante el siglo XIX, era "Copperopolis"-. Por ejemplo, en esa urbe se fabricaron las placas de cobre que reforzaron el fondo de los buques de guerra de Lord Nelson, lo que ayudó a la victoria en la famosa Batalla de Trafalgar de 1805.
Fue también el cobre el que trajo a Chile a Charles S. Lambert, un ingeniero alsaciano, que se convirtió en una de las mayores fortunas de nuestro país. Dueño de minas y fundiciones, Lambert trajo nuevas tecnologías para explotar el cobre, en especial el de baja ley.
Con el tiempo, Lambert quiso expandir su imperio financiero hacia Swansea. La solución que encontró para lograrlo fue casar a sus hijos con integrantes de los Bath, una importante familia de empresarios del cobre de Swansea. Henry J. y Edward Bath se casaron con dos hijas de Lambert: Margaret y Eugenie, en 1846 y 1848. Por su parte, Charles Joseph Lambert Jr. se casó con Susan -hija de Henry Bath-, y se transformó en gerente de operaciones de las empresas de su suegro.
Junto a ellos, a través de los años llegaron cientos de empresarios, profesionales y trabajadores originarios de Swansea y sus alrededores (o que se habían instalado en la zona), que respondían a apellidos como Madge, Chellew, Llewellyn o Mac Aulliffe, y que tuvieron a Coquimbo -puerto de embarque de cobre refinado y en bruto hacia Swansea- como su centro de operaciones.
La impronta galesa se respiraba en toda la ciudad. "Carpinteros del mar" venidos de Swansea, junto a ingleses y norteamericanos, levantaron los principales edificios de Coquimbo. Entre ellos, las casas de la fundición de Guayacán. Y un dato anecdótico: el tradicional uniforme amarillo y negro del club de fútbol Coquimbo Unido lleva los colores de San David, el patrono de Gales. Las primeras camisetas fueron ganadas en un partido de fútbol contra la tripulación de un buque de guerra británico -el "Flora"- en 1903. ¿Quién hizo entrega del botín? George L. Ansted, cónsul de Su Majestad y, como no, ex gerente de los Lambert.
Veleros de Swansea
Según la investigadora Joanna Greenlaw, autora del libro "Swansea Copper Barques and Cape Horners", el celestino de la unión comercial y matrimonial entre los Lambert y los Bath fue William Gibbs, de la todopoderosa Gibbs & Co., de Chile. Y fueron bodas convenientes. Lambert necesitaba a Bath para entrar en el cerrado núcleo de los fundidores de Gales y Bath necesitaba a Lambert para abarcar toda la cadena del negocio de cobre y hacer prosperar su floreciente negocio naviero.
La vida de Lambert y la de sus parientes políticos se transformó en un eterno viaje entre La Compañía Alta, cerca de La Serena, donde tenían su planta de fundición en Chile; Port Tennant, su base de operaciones en Swansea; Alltyferin, la hacienda de los Bath en el país de Gales, y algunos años después Culiprán, un hermoso fundo cerca de Melipilla, adquirido en 1881. Dos magníficos libros escritos por miembros de la familia así lo relatan: "The Voyage of the Wanderer" y "Sweet Waters: A chilean farm".
Gracias a su alianza con Lambert, las naves de Bath se hicieron famosas en todo el mundo. Los copper barques y sus hazañas en el Cabo de Hornos pasaron a ser parte de la leyenda marinera. En 1846, Henry Bath II estableció la "Swansea Iron Shipbuilding Company", y en 1849 lanzó el yate a vapor "Firefly" con la intención de usarlo en la costa de Chile. Pero los que se hicieron célebres fueron sus embarcaciones denominadas con letras del alfabeto griego como Alpha, Beta, Gamma, Delta, Iota, Kappa, Epsilon, Theta y Zeta. Y también los bautizados con los nombres de las novelas de Fennimore Cooper, incluyendo Scout, Hawkeye, Delaware, Pathfinder, Mohican and Deerslayer.
En uno de esos viajes se fueron las campanas.
Antigua tradición
Keith Evans, párroco de Oystermouth.
"Es probable que las campanas fueran adquiridas y traídas desde Chile por Bath and Sons, que tenía su base en Swansea y muelles en Coquimbo", asegura el reverendo Keith Evans, párroco de Osytermouth, cerca de Swansea, donde las campanas permanecieron por cerca de 145 años. "Posiblemente vinieron con una carga de mineral de cobre, en algunos de los míticos veleros - windjammers o copper barques - de Swansea", afirma.
Zeta era el nombre de uno de los barcos que llevaban cobre a Inglaterra. La abuela de Catherine Zeta- Jones fue bautizada con ese nombre, y la actriz lo heredó.
¿En qué barco habrán viajado? Puede haber sido en el Zeta, al cual la actriz Catherine Zeta-Jones debe su nombre. Según relata el párroco de Osytermouth, ella habría heredado ese nombre de su abuela, cuyo padre había trabajado para los Bath.
Henry H. Vivian habría salvado las campanas de ser fundidas.
Se cree que las campanas fueron adquiridas por William Graham Vivian -un comerciante de cobre de Swansea perteneciente al poderoso clan Vivian- con la intención de fundirlas en la planta de su familia en Hafod, Swansea. Y habría sido su hermano, Henry Hussey Vivian, quien coleccionaba antigüedades, quien se dio cuenta de su valor artístico, y las salvó del horno, al ver las ornamentaciones e inscripciones de las campanas.
Keith Evans prosigue su relato: "Tres de las campanas fueron entregadas a nuestra iglesia de All Saints en Oystermouth -cercana a Clyne Castle, la casa de William Graham Vivian- a cambio de sus campanas medievales, que sí fueron fundidas.
¿Desde cuándo se sabe que las campanas son chilenas? "Es una tradición que se remonta muchos años atrás", afirma el prelado.
¿Y llegaron más campanas de Chile? "Creo que puede haber alguna más de la iglesia de la Compañía en Gales", elucubra Evans. "Otras similares están en uso en St. James Swansea, St. Thomas Neath, Clyne Chapel y Christchurch Carmarthen".
La misa anual que se realiza en Oystermouth todos los 8 de diciembre por las víctimas del incendio no es el único vínculo del lugar con Chile. "Además, una ópera escrita a nivel local, 'The Bells of Santiago', se ha presentado en nuestra iglesia y en nuestro castillo del siglo XIII. Una transcripción de esta obra se presentó, asimismo, en la Embajada de Chile en Londres".
El retorno
En la década de 1960, las tres campanas fueron retiradas de la torre de la iglesia de Oystermouth, debido a riesgos estructurales. Desde entonces estuvieron en exhibición, y no se utilizaron. "Como no tenían uso, las autoridades chilenas nos pidieron que consideráramos la posibilidad de regresarlas al pueblo de Chile. Nos pusimos de acuerdo para hacerlo, y las campanas se dan en el marco del amor cristiano para honrar a aquellos que perdieron la vida en 1863 y con la esperanza de que ayudará a renovar los vínculos históricos entre Santiago y Swansea", concluye el sacerdote.
Parece que Swansea y algunas palabras más volverán a nuestro diccionario histórico.
En busca de un memorial definitivo
Las campanas viajaron de vuelta a Chile en el HMS Portland, de la Armada británica.
Las campanas fueron ennegrecidas con humo en Gales y hoy están en proceso de restauración en nuestro país.
Las campanas de la iglesia de La Compañía ya están en Chile, luego de tres meses de viaje a bordo de la fragata HMS Portland. En una ceremonia que se llevará a cabo el 29 de septiembre a las 12:00 horas en la Plaza de la Constitución, Jon Benjamin, embajador del Reino Unido, hará entrega oficial de ellas al gobierno de Chile como parte de las celebraciones del Bicentenario.
Para la ocasión, la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería (Dirac) encargó a la arquitecta Cazú Zegers crear una estructura para recibirlas y exhibirlas frente a La Moneda, donde permanecerán hasta el día 8 de diciembre, cuando serán trasladadas con una ceremonia de "marcha triste" a los jardines del edificio del ex Congreso Nacional, lugar donde se ubicaba la iglesia. La estructura creada por Zegers servirá de soporte para las campanas hasta que se construya, hacia el año 2013, el monumento definitivo que las cobijará. La nueva construcción deberá ser visada por el Consejo de Monumentos Nacionales, según explica Óscar Acuña, secretario ejecutivo de ese organismo.
El proyecto de retorno fue presentado a la Cancillería por el realizador audiovisual Pedro Pablo Cabrera y su madre, y se hizo realidad gracias a un esfuerzo conjunto de la Dirección de Asuntos Culturales de esa repartición, la embajada británica y el apoyo de diversas instituciones y empresas.
De España a Chile
Según cuenta el reverendo Keith Evans, una de las campanas devueltas desde la iglesia All Saints -la datada en 1818- lleva inscrito el nombre Huesca, lo cual sugiere que las campanas de la iglesia de La Compañía pudieron ser fundidas en esa ciudad del noreste de España, que tiene una tradición en la fabricación de estos artefactos que se remonta al siglo XIV.
Por otra parte, en la campana mayor está inscrito el nombre de quien presumiblemente la fabricó: Manuel de Murillo. Pero estas campanas no son las únicas reliquias que se conservan. Afirma Antonio Márquez, publicista y experto en historia del Cuerpo de Bomberos de Santiago -institución que nació con este incendio-, una fue recuperada y trasladada a la Ermita del Cerro Santa Lucía; otra se encuentra en el Museo San José del Carmen de El Huique, y la gran campana del templo fue fundida, forjándose dos nuevas, que fueron instaladas en la torre del templo del Colegio San Ignacio, en Santiago.
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jueves 30 de septiembre de 2010
Martina ahora tocó la campana
Reino Unido devolvió a Chile tres piezas históricas
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30 de septiembre de 2010
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jueves 30 de septiembre de 2010
Hasta el 8 de diciembre:
Campanas de la Iglesia de la Compañía se exhiben en la Plaza de la Constitución
Luego serán trasladadas a los jardines del ex Congreso Nacional y donde antaño estuvo ese templo hasta que se incendió, en 1863.
GUSTAVO VILLAVICENCIO
El 8 de diciembre próximo volverán a su lugar de origen -la sede del ex Congreso Nacional- las tres campanas devueltas por la Iglesia de Todos los Santos de Oystermouth, en Gales.
Ésta ha solicitado que sean instaladas en un memorial que recuerde a las víctimas del incendio de la Iglesia de la Compañía de Jesús, registrado el 8 de diciembre de 1863.
Esa estructura debiera estar terminada para la conmemoración de los 150 años del incendio, vale decir, en 2013. Se ubicará a un costado de la imagen de la virgen que se encuentra en ese lugar.
Ayer, el Presidente, Sebastián Piñera, encabezó en la Plaza de la Constitución la entrega oficial del Reino Unido de las antiguas campanas de la Iglesia de la Compañía de Jesús, que permanecieron cerca de 147 años en un pueblo de Gales tras el devastador incendio de la Iglesia de la Compañía de Jesús, donde murieron cerca de 2.500 personas, la mayoría mujeres y niños.
Tras ese siniestro, el más destructivo de la historia de Santiago, se creó el Primer Cuerpo de Bomberos de la capital. Las campanas fueron llevadas a la iglesia de Todos los Santos de Oystermouth en 1865, y permanecieron allí hasta 1964, cuando fueron reubicadas en el pórtico de ese templo.
Las campanas, que llegaron al país el 8 de septiembre pasado en el buque de la Royal Navy "HMS Portland", fueron trasladadas el sábado último hasta la Plaza de la Constitución por la Armada de Chile, donde fueron instaladas en una estructura diseñada por la arquitecta Cazú Zegers.
Una vez en los jardines del ex Congreso Nacional, el público sólo podrá mirarlas desde las rejas que rodean el edificio al no estar permitido el acceso.
2.500 MUERTOS
Las víctimas del incendo ocurrido en 1863 representaban a poco más del 2% de la entonces población de Santiago.
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jueves 30 de septiembre de 2010
Tañidos en la oscuridad:
El concierto de campanas desde adentro
En la performance del martes participaron músicos, bomberos, párrocos y sacristanes.
Sara Bertrand
Una obra impecable en su estructura y carácter. Fragmentada en cuatro campanarios del casco antiguo de Santiago: La Merced, San Francisco, Santo Domingo y San Agustín, que fueron tañidos al unísono, para celebrar el Bicentenario y la llegada de las antiguas campanas de La Compañía, desde Oystermouth.
El campanero chilota Aurelio Neún Calbuyahue dio la largada con un solo de cinco minutos, luego se le unieron el resto de los campanarios y finalmente los bomberos, liderados por su comandante Cristóbal Goñi, hicieron sonar bajo la señal de "incendio declarado" la sirena en Bandera con Compañía, esquina fatal que presenció la destrucción del templo.
Organizado por el Observatorio Lastarria, fue un concierto disfrutado y aplaudido por cientos de paseantes nocturnos que se deleitaron con los tañidos a cargo de veinte músicos (integrantes de Ala1RECS, Ensamble Majamama, Arsominis y Tsonami, entre otros) y ocho sonidistas.
Fue el preámbulo para que ayer el Presidente Sebastián Piñera recibiera las campanas de La Compañía, en una ceremonia en que se escucharía un compacto de cinco minutos de los 45 totales que duró el concierto en vivo de la noche del martes. Esa noche, los músicos uniformados con overoles azules y linternas de mineros dieron forma a esta obra que estuvo cocinándose desde hace tres años en la mente de su creador y principal productor, el músico e ingeniero acústico Luis Barrie. Su intención, contó, era trabajar una pieza que recuperara parte de la herencia sonora recibida de los españoles en un juego de sincretismo sonoro. Al compositor Nicolás Carrasco le correspondió escribir este ensamble imposible de imaginar como totalidad en formato a cinco bandas (representado por los cinco puntos sonoros). Una labor que habría sido imposible sin la cooperación de los guardianes de lo sagrado, sacerdotes y sacristanes, quienes se cuadraron con sus campanas que celan desde hace años y que en un Santiago globalizado parecen ser de los pocos que reconocen la potencia de su valor patrimonial.
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REVISTA MINERÍA CHILENA
CHARLES LAMBERT:
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El padre de la metalurgia chilena
Fue un empresario minero emprendedor que hizo un aporte tecnológico introduciendo en Chile el horno de reverbero.
La minería chilena actual no sería la misma sin el gran aporte de este destacado personaje del siglo XIX. Porque la vida y obra de Charles Lambert están unidas al proceso de modernización minera y metalúrgica que se produjo en el país a comienzos de la época republicana.
Se puede decir que hasta el arribo de Lambert a Chile, nuestra minería era prácticamente la misma de la etapa colonial, adoleciendo de un nivel rudimentario, de baja extracción, era sólo práctica y carecía de método científico. Pero ¿quién era él?
Charles Saint Lambert (1793-1876), nació en Strasburgo (Alsacia), educándose en la Escuela Politécnica de París en plena etapa napoleónica, como ingeniero de minas, llegando a adquirir profundos y acabados conocimientos de minería, metalurgia y geología.
En el plano personal profesó la religión protestante y tuvo ciudadanía británica. Fue casado y tuvo un hijo, cuya descendencia siguió ligada a la actividad minera. Además de su lengua madre, el francés, debió aprender español para relacionarse en Chile, y latín, que era el lenguaje científico imperante.
En octubre de 1817 llegó por primera vez a Chile, recorriendo diversas faenas mineras del Norte Chico. Como resultado de ello y, a instancias del Real Tribunal de Minería, redactó un informe titulado “Noticias generales de los minerales de las provincias de Chile”, que publicó “El Telégrafo”, periódico de la época de Bernardo O”Higgins (1819), en el cual hizo un completo diagnóstico de nuestra actividad minera post independencia, criticando sus deficiencias y proponiendo algunos cambios para mejorar su productividad. Poco después, en 1823 escribió un interesante diario personal que relata más antecedentes de relevancia.
Más tarde, en 1825, Lambert regresó a Chile, esta vez como gerente de la Chilean Mining Association, una compañía creada en Inglaterra para operar en la minería chilena. Posteriormente, por discrepancias con los comisionados Cameron y Dobson de dicha sociedad en Santiago, inició su trabajo en forma independiente alcanzando gran éxito y fortuna como dueño de la mina Brillador de Coquimbo, de una hacienda y dos vapores propios. Gracias a su buen olfato comercial, se transformó en un hombre de negocios que adquirió una situación económica pudiente.
Entre otras responsabilidades, Lambert fue corresponsal de la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Chile y ocupó el cargo de Juez de Policía en La Serena. También firmó un acuerdo con el gobierno provincial de Coquimbo, para prestar 20.000 libras esterlinas al Estado chileno a fin de financiar la segunda expedición libertadora a Chiloé, la que se vio coronada con éxito. Finalmente y tras 26 años de permanencia, en 1851 abandonó nuestro país y en 1876 falleció en Inglaterra con más de 80 años de edad.
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La Tercera
07/12/2010 - 15:11
Campanas de la Iglesia de la Compañía de Jesús serán instaladas este miércoles
Dos de ellas estarán ubicadas en el ex Congreso Nacional y la tercera, en un Memorial en el
Cuartel General del Cuerpo de Bomberos de Santiago.
Este miércoles a las 20.00 horas en el ex Congreso de Santiago, se realizará la ceremonia de colocación de las Campanas de la Iglesia de la Compañía de Jesús, que llegaron a Chile después de estar casi 150 años en Gales.
La ceremonia contará con la presencia del Presidente de la República, Sebastián Piñera y a las 20.30 una de las tres campanas será escoltada por más de mil bomberos del Cuerpo de Bomberos de Santiago, quienes con antorchas iluminarán el recorrido final hasta el cuartel, donde pasará a formar parte del Patrimonio Histórico de esta Institución.
Juan Enrique Julio, Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago, señaló que "la recepción de una de estas tres campanas, que será instalada en un Memorial en el Cuartel General de la Institución, representa un símbolo de nuestra génesis, ya que después de nueve días de ocurrido el incendio donde murieron más de dos mil personas, se funda el Cuerpo de Bomberos de Santiago. Además, esta campana servirá de guía e inspiración para las futuras generaciones de Bomberos voluntarios", precisó Julio.
El recorrido está comprendido desde la sede del ex Congreso y transitará desde la intersección de las calles Catedral con Banderas, para continuar hasta la calle Puente.
Para las 22.00 se espera un concierto de campanas, en que 47 campanarios ubicados en el centro de la capital entonarán una sinfonía en conmemoración a los 147 años de la creación del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Participación especial tendrá el campanario laico del Cuerpo de Bomberos de Santiago conocido como la "Paila", la campana más grande del país.
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Cámara de Diputados
Chile
Campanas de la Iglesia de la Compañía volvieron a repicar en el centro de Santiago
Publicado el 11 de marzo del 2011
De esta manera la Cámara de Diputados desea instaurar la tradición de tocar las campanas al mediodía en la capital, lo que se une a la recuperación patrimonial de esta sede, que es Monumento Nacional.
En una ceremonia encabezada por la Presidenta saliente de la Corporación, Alejandra Sepúlveda, la Cámara de Diputados dio inicio al rito solemne del toque de dos antiguas campanas -que formaban parte del campanario de la Iglesia de la Compañía de Jesús- para indicar el mediodía en la capital.
La Presidenta saliente de la Cámara de Diputados, antes de referirse a la importancia de esta iniciativa, entregó unas palabras de aliento al pueblo de Japón por el terremoto y tsunami que afectó su territorio, enviándoles sus condolencias.
"En este mismo lugar inauguramos hace un tiempo las campanas, que eran parte de la Iglesia de la Compañía. Significó para nosotros volver a recordar ese incendio pero con un sentido común, de cómo recuperamos la historia del Congreso Nacional. Y hoy día vamos a consolidar un hito, que esperamos se consolide a lo largo de la historia (…) queremos homologar lo que ocurría con los cañonazos del mediodía, que hoy no están", expresó.
Al acto asistieron la diputada Denise Pascal (PS), el General Inspector de Carabineros y Director de Logística, Eduardo Muñoz, el Director Nacional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Alejandro Sepúlveda, el Director General del MOP, Jorge Alé, el Secretario General de la Corporación, Adrián Alvarez, la Directora de la Biblioteca del Congreso, Soledad Ferreiro, la concejala de Santiago, Carolina Lavín, además de representantes de variadas reparticiones públicas y privadas.
El repique de las campanas, lo realizará un grupo de funcionarios del Congreso, de lunes a sábado a las 12 horas en punto, quienes estarán acompañados por una escolta de carabineros para darle la solemnidad requerida.
Las campanas, pertenecientes a la Iglesia jesuita de San Miguel destruida por un incendio el 8 de diciembre de 1863, fueron devueltas a Chile tras permanecer casi 150 años en la Iglesia Anglicana de Todos los Santos, en Oystermouth, Gales; y hoy se encuentran ubicadas en los jardines de la sede legislativa, donde antiguamente se erigía el templo.
Lanzamiento libro sobre restauración de esculturas de los jardines
En la ocasión también se realizó el lanzamiento del libro “Restauración Conjunto Escultórico del Congreso Nacional, sede Santiago”, con la recepción final de las obras que adornan los jardines de la sede, tarea que fue encomendada por la Cámara de Diputados al Taller Montes Becker y cuya edición estuvo a cargo del Departamento de Obras y Artes de la Dirección de Arquitectura del MOP .
El conjunto escultórico, emplazado en los jardines diseñados por el paisajista Guillermo Renner (responsable también del diseño de la Plaza de Armas y el Parque Cousiño) está compuesto de obras de hierro, bronce y piedra, luminarias, una fuente ornamental y el monumento a las víctimas del incendio de la Iglesia de San Miguel.
Al respecto, el Director Nacional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, Alejandro Sepúlveda, destacó la ejecución de éstas haciendo un resumen de lo que significó para la dirección y el Departamento de Obras y Artes asesorar la restauración.
"El resultado de este trabajo está a la vista, podemos ver de cerca y atestiguar la calidad del esfuerzo realizado en las esculturas y en el monumento que recuerda a las víctimas del incendio de la Iglesia de la Compañía en 1863, aquí en los jardines del congreso (...) para el MOP es un privilegio estar aquí".
Asimismo se refirió a las obras de reparación que efectuará su cartera -en junio próximo- en el edificio del ex Congreso Nacional, dañado por el terremoto, y que significarán una inversión superior a 400 millones de pesos, recursos del plan de austeridad aplicado por la Cámara de Diputados.
El ex edificio del Congreso Nacional de Santiago, es uno de los más importantes edificios públicos ubicados en el Centro Histórico de la capital, área declarada Monumento Nacional y sujeto a declaratoria de Monumento Histórico a partir del año 1976.
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