jueves, 27 de junio de 2013
Guía de hostales con los mejores entornos y vistas para desconectarse en estas vacaciones de invierno
Bellos entornos, tranquilidad y buenos precios, son las principales características que buscan lo turistas en estas vacaciones. Por lo mismo, los hostales preparan sus mejores promociones para atraer los visitantes.
por Robinson Rojas y María José Ortega - 27/06/2013 - 10:59
Se acercan las vacaciones de invierno, y los hostales del país se preparan para recibir a miles de turistas que salen en esta fecha. Pero a la hora de hospedar, hay algunos que son perfectos para descansar en un entorno natural y de manera económica.
Esta selección del diario La Tercera tiene el propósito de entregar una guía con los hostales que cuenten con un entorno natural para descansar en estas vacaciones y de manera económica.
Lodge Terrace (Arica)
Ubicado en un entorno de absoluta tranquilidad y contacto con la naturelza autóctona del desierto chileno, el Lodge Terrace es uno de los mejores lugares para quienes buscan un relajo y pasividad.
Además de la belleza de su entorno más cercano, por la compra de diversos tours, los turistas pueden conocer El Parque Lauca, Las Cuevas o el Lago Chungará y además, interactuar con personas de la zona.
Hostal Kiko (Valle del Elqui)
El Valle del Elqui en la cuarta región, es una de las zonas turísticas más apetecidas a la hora de buscar tranquilidad y un agradable entorno. Es así, como el Hostal Kiko -una casa patronal construida en adobe hace aproximadamente 100 años-, es uno de los mejores hospedajes de la zona.
Esta casona remodelada, pero que mantiene la arquitectura de la localidad, cuenta con una generosa vista a los valles, además de poseer amplios espacios al aire libre para los turistas, con todas las comodidades para un merecido descanso.
Hostal Paulentz (Isla Robinson Crusoe).
Su eslogan lo dice todo "un lugar especial y diferente, atendido por su propia dueña". Es un espacio donde se puede disfrutar de las mejores vistas panorámicas de la isla.
Ideal para viajar con la familia y personas que quieran un descanso en el entorno natural del archipiélago de Juan Fernández.
Hostal Chileextremo
Un fin de semana a este hostal, se transforma en una buena decisión para descansar, disfrutar con amigos o con la familia. Además, se encuentra muy cerca de las tres localidades de esquí: Valle Nevado, La Parva y El Colorado.
Al igual que el resto de los hostales, cuenta con una sala común, con una cocina y un espacio para relajarse, donde se puede ver películas o disfrutar de su terraza con una hermosa vista a la Cordillera de los Andes.
Hostería y Aventura Chillan
Este refugio pueden visitarlo los turista durante todo el año, ya que se puede disfrutar de las distintas estaciones y actividades dependiendo la fecha. Cerca del alojamiento a solo 10 minutos se encuentra el centro de esquí Nevados de Chillan, uno de los centros termales más importantes del país.
El sector es ideal para los amantes del turismo de naturaleza, ya que aquí se disfruta los ríos, senderos, montañas, fauna, vegetación, sol y mucha nieve.
Hostal Prat Valdivia (Valdivia)
Este es uno de los tradicionales hospedajes de la zona, y su ubicación estratégica hace que tenga una de las mejores vistas al río Calle- Calle.
Gracias a su ubicación también se puede visitar las costas del pacifico, playas islas, entre otras reservas y al alcance de tiendas y restaurantes de la ciudad de Valdivia.
Hostal Truyaca (Region de Los Lagos -Osorno)
Este Hostal ofrece a sus turistas un entorno de naturaleza, donde destacan sus bosques centenarios y arroyos, y su rica flora y fauna nativa, en donde disfrutará de belleza y tranquilidad.
Este es un lugar dirigido a todas las personas que necesiten desconectarse de la ciudad. También cuenta con Galpón Boutique Truyaca, salón de eventos destinado para actividades empresariales y familiares, rodeado de áreas verdes, que otorgan la tranquilidad apropiada de un ambiente natural.
Huellas del bosque (Valdivia)
Ubicado en la Región de Los Ríos, sus dueños invitan a hospedar en este comodo hostal, para los que quieran conocer la naturaleza valdiviana, su grato ambiente y para quienes quieran conocer secretos de la naturaleza. El hostal cuenta con un bosque con árboles de la zona y en ella tiene un sector de tinas calientes, ideales para descansar.
En este hostal se puede planificar las excursiones a la Selva Valdiviana, Siete Lagos, Cuenca del Lago Ranco y Patagonia.
Ventanas Del Lago (Puerto Varas)
Este hostal ubicado a orilla del lago Llanquihue, ofrece a los turista una buena estadía en un bonito alojamiento. En sus alrededores se pueden hacer diversas actividades como: paseos por la zona, excursiones al volcán y actividades deportivas entre otras.
Hostal Vista al Mar (Ancud)
Por su ubicación se puede apreciar lindas vistas panorámicas al Canal de Chacao. Cuenta con cómodas instalaciones y se caracteriza por su atención. Su ubicación permite estar a tres cuadras de los principales puntos de atracción: Museo Regional de Chiloé, Plaza de Armas, Muelle, Sernatur, Correos, Mercado y Feria Municipal y a dos cuadras del Terminal de Buses Cruz del Sur.
Faros del Sur (Comuna de Ancud – Chiloé)
Si el propósito es escoger un lugar donde poder contemplar el mar, El Hostal Boutique ofrece una vista esplendida a sus visitantes.
El Hostal Boutique se localiza en las orillas del Océano Pacifico, aproximadamente a 28 metros sobre el nivel del mar.
Este nuevo hostal fue construido con Madera Nativa y Certificada proveniente de áreas forestales Chilotas.
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lunes, 24 de junio de 2013
Así se vio la "súper Luna" en distintas partes del mundo
Personas en todo el planeta pudieron observar el satélite natural en su punto más cercano a la Tierra.
23/06/2013 - 10:16
Súper luna 2013
El efecto se produce debido a que la Luna llega a su punto más cercano a la Tierra, a 356.991 kilómetros de distancia.
La novedad de este fenómeno natural, que ocurre una a dos veces al mes, es que en esta oportunidad coincidió con la Luna llena, lo que crea el efecto de un satélite más brillante.
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Así se vio la “Super Luna” en Chile
24 de junio de 2013 - 02:37
Por: El Dínamo
Cuando la luna alcanza el perigeo, es decir, cuando está a la menor distancia de la tierra en un año, se produce el evento astronómico conocido como “Super Luna”. Los 384.402 kilómetros que separan a la tierra de la Luna, esta noche se reducirán en cerca de 30 mil kilómetros logrando que el satélite se…
Cuando la luna alcanza el perigeo, es decir, cuando está a la menor distancia de la tierra en un año, se produce el evento astronómico conocido como “Super Luna”.
Los 384.402 kilómetros que separan a la tierra de la Luna, esta noche se reducirán en cerca de 30 mil kilómetros logrando que el satélite se pueda apreciar con todo detalle y aumentando su poder luminoso.
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23/06/2013 - 10:16
Súper luna 2013
El efecto se produce debido a que la Luna llega a su punto más cercano a la Tierra, a 356.991 kilómetros de distancia.
La novedad de este fenómeno natural, que ocurre una a dos veces al mes, es que en esta oportunidad coincidió con la Luna llena, lo que crea el efecto de un satélite más brillante.
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Así se vio la “Super Luna” en Chile
24 de junio de 2013 - 02:37
Por: El Dínamo
Cuando la luna alcanza el perigeo, es decir, cuando está a la menor distancia de la tierra en un año, se produce el evento astronómico conocido como “Super Luna”. Los 384.402 kilómetros que separan a la tierra de la Luna, esta noche se reducirán en cerca de 30 mil kilómetros logrando que el satélite se…
Cuando la luna alcanza el perigeo, es decir, cuando está a la menor distancia de la tierra en un año, se produce el evento astronómico conocido como “Super Luna”.
Los 384.402 kilómetros que separan a la tierra de la Luna, esta noche se reducirán en cerca de 30 mil kilómetros logrando que el satélite se pueda apreciar con todo detalle y aumentando su poder luminoso.
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sábado, 22 de junio de 2013
Fiordos patagónicos albergan corales únicos en el mundo
http://www.latercera.com/
En el fiordo Cumau, en la comuna de Hualaihué, X Región, científicos de todo el mundo estudian estas nuevas variantes de coral.
por Ximena Bertin - 22/06/2013 - 06:27
El aislamiento de los fiordos de la Patagonia y el difícil acceso para el hombre, han permitido mantener en sus aguas un catálogo de especies desconocidas por la ciencia y convertirse en un lugar privilegiado, a nivel mundial, para el estudio de especies bentónicas o del fondo marino.
Dos de las 50 nuevas especies bentónicas descubiertas por la Fundación Huinay en su estación científica del mismo nombre, en la comuna de Hualaihué, X Región, corresponden a corales de aguas frías.
Vreni Häussermann, bióloga y directora de este centro científico, señala que las especies descubiertas en Chile no se conocen en otros lugares: “En los fiordos de Noruega se encontró una especie a 40 metros, pero en Chile encontramos corales, incluso a siete metros de profundidad. La razón de esta particularidad es aún motivo de estudios por parte de la comunidad científica”.
Pese a que existen corales de aguas frías en fiordos de Noruega, Nueva Zelandia y Canadá, los descubiertos en Chile se diferencian de los demás, no sólo por estar a baja profundidad, sino por formar arrecifes con distribuciones atípicas, pero manteniendo un colorido tan o más vistoso que sus primos de aguas cálidas.
Además, la poca profundidad en la que viven permite a los buzos acceder a éstos con más facilidad, lo que conlleva también ahorros en equipos, lo que ha aumentado el interés por conocerlos. Los corales están protegidos en todo el mundo porque albergan una gran biodiversidad y por su fragilidad ante la intervención del hombre, ya sea por la contaminación, sedimentación, acción mecánica o sobreexplotación del fondo marino.
Edgar Wilhelm, seremi de Medio Ambiente de la X Región, señala que la investigación científica en Huinay permite catastrar recursos desconocidos para el Estado y, al mismo tiempo, conocer los riesgos a los que se exponen, para poder conservarlos. “Hay que controlar la extracción de los recursos para lograr un desarrollo sustentable. De lo contrario, las futuras generaciones no conocerán estas especies que recién se están descubriendo en ese lugar”, indica Wilhelm.
LABORATORIO NATURAL
En la estación científica de Huinay, la estructura de los fiordos y el entorno virgen permiten una inusual diversidad de especies, con alto endemismo, algunas de origen Gondwánico y otras en peligro de extinción, además de un centenar de especies nuevas, que en este minuto están siendo revisadas en universidades extranjeras para su clasificación taxonómica.
Desde su creación, Huinay ha recibido a más de 400 científicos de todo el mundo, quienes tienen acceso al área marina protegida de la estación, de 15 kilómetros de largo por 75 metros de ancho, la que está en vías de extenderse a todo el fiordo Comau.
“Es un lugar único para el desarrollo de estudios biogeográficos y un aporte valioso al mundo científico, descubriendo cerca de 50 nuevas especies marinas y datando un alerce de más de 4.700 años de antigüedad”, señaló María Teresa González, gerenta general de la fundación.
“El acceso a una región con el potencial biológico y físico de las áreas marinas, terrestres y atmosféricas de los fiordos chilenos, es ya atractivo suficiente para nuestros científicos”, señala desde España Jesús Ricote, vicepresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.
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En el fiordo Cumau, en la comuna de Hualaihué, X Región, científicos de todo el mundo estudian estas nuevas variantes de coral.
por Ximena Bertin - 22/06/2013 - 06:27
El aislamiento de los fiordos de la Patagonia y el difícil acceso para el hombre, han permitido mantener en sus aguas un catálogo de especies desconocidas por la ciencia y convertirse en un lugar privilegiado, a nivel mundial, para el estudio de especies bentónicas o del fondo marino.
Dos de las 50 nuevas especies bentónicas descubiertas por la Fundación Huinay en su estación científica del mismo nombre, en la comuna de Hualaihué, X Región, corresponden a corales de aguas frías.
Vreni Häussermann, bióloga y directora de este centro científico, señala que las especies descubiertas en Chile no se conocen en otros lugares: “En los fiordos de Noruega se encontró una especie a 40 metros, pero en Chile encontramos corales, incluso a siete metros de profundidad. La razón de esta particularidad es aún motivo de estudios por parte de la comunidad científica”.
Pese a que existen corales de aguas frías en fiordos de Noruega, Nueva Zelandia y Canadá, los descubiertos en Chile se diferencian de los demás, no sólo por estar a baja profundidad, sino por formar arrecifes con distribuciones atípicas, pero manteniendo un colorido tan o más vistoso que sus primos de aguas cálidas.
Además, la poca profundidad en la que viven permite a los buzos acceder a éstos con más facilidad, lo que conlleva también ahorros en equipos, lo que ha aumentado el interés por conocerlos. Los corales están protegidos en todo el mundo porque albergan una gran biodiversidad y por su fragilidad ante la intervención del hombre, ya sea por la contaminación, sedimentación, acción mecánica o sobreexplotación del fondo marino.
Edgar Wilhelm, seremi de Medio Ambiente de la X Región, señala que la investigación científica en Huinay permite catastrar recursos desconocidos para el Estado y, al mismo tiempo, conocer los riesgos a los que se exponen, para poder conservarlos. “Hay que controlar la extracción de los recursos para lograr un desarrollo sustentable. De lo contrario, las futuras generaciones no conocerán estas especies que recién se están descubriendo en ese lugar”, indica Wilhelm.
LABORATORIO NATURAL
En la estación científica de Huinay, la estructura de los fiordos y el entorno virgen permiten una inusual diversidad de especies, con alto endemismo, algunas de origen Gondwánico y otras en peligro de extinción, además de un centenar de especies nuevas, que en este minuto están siendo revisadas en universidades extranjeras para su clasificación taxonómica.
Desde su creación, Huinay ha recibido a más de 400 científicos de todo el mundo, quienes tienen acceso al área marina protegida de la estación, de 15 kilómetros de largo por 75 metros de ancho, la que está en vías de extenderse a todo el fiordo Comau.
“Es un lugar único para el desarrollo de estudios biogeográficos y un aporte valioso al mundo científico, descubriendo cerca de 50 nuevas especies marinas y datando un alerce de más de 4.700 años de antigüedad”, señaló María Teresa González, gerenta general de la fundación.
“El acceso a una región con el potencial biológico y físico de las áreas marinas, terrestres y atmosféricas de los fiordos chilenos, es ya atractivo suficiente para nuestros científicos”, señala desde España Jesús Ricote, vicepresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.
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X Región
jueves, 20 de junio de 2013
Trabajo fotográfico “La ruta de Meiggs” busca rescatar el patrimonio férreo de Valparaíso a Santiago
biobiochile.cl
Lunes 17 junio 2013
19:20 · Actualizado: 19:40
Publicado por Cesar Acosta
Imagen: La Ruta de Meiggs
El proyecto fotográfico de Felipe Urquieta, La Ruta de Meiggs, busca rescatar los vestigios del tramo férreo de Valparaíso a Santiago, realizando un registro de los lugares en donde se encuentre arquitectura de la época de su construcción hacia 1863, fecha en que se inaugura este tramo, también pretende dejar un antecedente actual del estado de conservación de dichos lugares como aquellos posteriores que han sido abandonados en este caso aquellas estaciones que fueron remodeladas en 1930.
Con la llegada del trazado eléctrico como Llay Llay o la de La Calera, que hoy solo sirven de nido de ratas y depósito de basura, también con esto se quiere mostrar como los recursos del estado son mal empleados logrando un deterioro del patrimonio nacional, ya que muchas de estas instalaciones han soportado varios terremotos, temporales y aun se mantienen en pie sin ser útiles al público.
Este trabajo será exhibido en 7 localidades del tramo férreo Valparaíso a Santiago, serán 30 imágenes trabajadas en formato análogo para el cual se ha utilizado película de 120mm blanco y negro, junto a esto se está confeccionando un libro con 50 imágenes que será distribuido en librerías del ramo a través de Ediciones Origo, con el respaldo del Museo Ferroviario, la Biblioteca de Santiago y varias entidades mas que han creído en este proyecto, creando un archivo fotográfico en tiempos actuales para dejar una muestra de cómo en este país no somos capaces de preservar nuestra historia arquitectónica e industrial, remitiéndonos solo a contemplar mas Malls y carreteras adornando nuestras ciudades y eliminando muchas veces la vida de barrio o la conexión entre pueblos.
El nombre de este proyecto hace referencia al ingeniero Henry Meiggs, quien tuvo a cargo la zona más dificultosa de este tramo que fue la cuesta El Tabón, actual Cuesta Las Chilcas, donde una infinidad de obreros perdieron sus vidas y es por el esfuerzo de ellos también que se hace este reconocimiento a tan gran obra de nuestro desarrollo en el siglo pasado.
La Ruta de Meiggs
CLAVES:Felipe Urquieta, La ruta de Meiggs, patrimonio
Url Corta: http://rbb.cl/51oc
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Rescatan a creador de edificios emblemáticos de Santiago
LUN
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Hoy lanzan un libro y una exposición dedicados al arquitecto Juan Martínez
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Lanzamiento del Libro “Juan Martínez, Obra Gruesa”
Por Fernanda Castro
PUBLICADO EN: Calendario, Eventos , Chile, exposicion
- A realizarse: Junio 21, 2013 23:00 a Julio 28, 2013 23:00
Con un libro y una exposición homenajean a uno de los pioneros de la arquitectura moderna en Chile autor de emblemáticas obras públicas como el Templo Votivo de Maipú y la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, el arquitecto Juan Martínez Gutiérrez.
El evento comienza con un homenaje el día jueves 20 de Junio y posteriormente la presentación del libro “Obra Gruesa” y la exposición del mismo nombre.
La muestra, que devela las distintas facetas de Juan Martínez, se presenta en el Centro Cultural Las Condes, entre el 21 de junio y el 28 de julio.
Más información, a continuación.
“Pese a que su nombre es poco conocido a nivel popular, se trata del hombre detrás de edificios tan emblemáticos como el Templo Votivo de Maipú, la Escuela Militar Bernardo O’Higgins o las Escuelas de Derecho y de Medicina, de la Universidad de Chile. Incluso en los años sesenta en una revista especializada lo describieron como “el gran olvidado”.
Se trata de Juan Martínez Gutiérrez,uno de los arquitectos más importantes del Chile de la primera mitad del siglo XX, quien, a 37 años de su muerte, recibe un merecido homenaje en el Centro Cultural Las Condes, el jueves 20 de junio, a las 19:30 horas, con la presentación del libro Obra gruesa, y la inauguración de la exposición homónima, que estará abierta al público hasta el 28 de julio.
Su presencia se percibe con fuerza en el Santiago actual por la monumentalidad de sus edificios públicos más importantes. Pero ésa es sólo una faceta de Juan Martínez. Poco se sabe del hombre fascinante; del profesor valiente y vital; del artista que observaba el mundo con una mirada tan aguda como ávida, pendiente de las formas, los colores y los espacios, la profundidad, la perspectiva, la fuerza y la sutileza.”
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biobiochile.cl
Exposición de Juan Martínez en su completa dimensión, como hombre, arquitecto y pintor
Lunes 17 junio 2013
18:51 · Actualizado: 18:51
Publicado por Cesar Acosta
Cuarenta años de collage en Chile en muestra de destacados artistas en Las Condes Museo de Bellas Artes difunde obra del hijo más brillante de Matta En el Día del Niño Magic Twins dará dos funciones el domingo 4 de agosto en el Nescafé de las Artes
Imagen: Juan Martínez, ESTOCOLMO
La muestra, que devela las distintas facetas de Juan Martínez, se presenta en el Centro Cultural Las Condes, entre el 21 de junio y el 28 de julio.
Pese a que su nombre es poco conocido a nivel popular, se trata del hombre detrás de edificios tan emblemáticos como el Templo Votivo de Maipú, la Escuela Militar Bernardo O’Higgins o las Escuelas de Derecho y de Medicina, de la Universidad de Chile. Incluso en los años sesenta en una revista especializada lo describieron como “el gran olvidado”.
Se trata de Juan Martínez Gutiérrez, uno de los arquitectos más importantes del Chile de la primera mitad del siglo XX, quien, a 37 años de su muerte, recibe un merecido homenaje en el Centro Cultural Las Condes, el jueves 20 de junio, a las 19:30 horas, con la presentación del libro Obra gruesa, y la inauguración de la exposición homónima, que estará abierta al público hasta el 28 de julio.
Su presencia se percibe con fuerza en el Santiago actual por la monumentalidad de sus edificios públicos más importantes. Pero ésa es sólo una faceta de Juan Martínez. Poco se sabe del hombre fascinante; del profesor valiente y vital; del artista que observaba el mundo con una mirada tan aguda como ávida, pendiente de las formas, los colores y los espacios, la profundidad, la perspectiva, la fuerza y la sutileza.
El libro y exposición Obra gruesa lo descubre como un personaje vigente, actual y muy humano. “Optamos por el título Obra gruesa, haciendo alusión a su trabajo de arquitecto pero también a su estatura, su legado y su forma de ser como hombre, arquitecto y artista porque, según el Diccionario Básico Anaya de la lengua, grueso es sinónimo de alto, grande, amplio y corpulento, características de su vida y sus obras”, señala Consuelo Cheyre, gestora del proyecto y vicepresidenta de De la Fuente Editores Ltda.
Luego de algunos textos editados en su nombre y de una recordada muestra en el Museo de Arte Contemporáneo, “por primera vez un libro y una exposición presenta a Juan Martínez en su completa dimensión, como hombre, arquitecto y pintor. El proyecto, impulsado por sus hijas Teruca y Berta Martínez Ateaga, contribuye a acercar a las nuevas generaciones a la obra de un artista chileno de descomunal obra y envergadura”, expresa Francisco Javier Court, director de la Corporación Cultural de Las Condes.
Y agrega: “Martínez fue un visionario, un adelantado, que tuvo la oportunidad de vivir in situ la revolución arquitectónica que se produjo en Europa durante los primeros años del siglo XX. Admiró la Bauhaus y cuando regresó a Chile impulsó el hormigón a la vista, convirtiéndose en el pionero en este nuevo lenguaje. Sus obras tienen un sello inconfundible y son, posiblemente, los edificios más reconocibles de todo el país. Por eso, nos parecía fundamental que el público conociera al hombre que estaba detrás de estos grandes hitos, que además de gran arquitecto fue un eximio acuarelista, discípulo de Juan Francisco González”.
El montaje, integrado por acuarelas, bocetos, dibujos, fotografías y maquetas, que lo muestran en sus facetas de arquitecto, artista y hombre, se complementa con la proyección del documental “Juan Martínez”, realizado por Carnada Films, que integra la serie “Maestros de la forma y el espacio”, exhibida recientemente por ARTV. Este capítulo de 20 minutos -dirigido por Pablo Berthelon y Germán Liñeros- se presentará en forma continuada en un sector especial dentro de las salas de exposición.
Nacido en Bilbao, España, en 1901 y radicado en Chile desde niño, Juan Martínez fue uno de los pioneros de la arquitectura moderna en nuestro país. Luego de una prolongada estadía en Europa, a cargo del diseño y construcción del pabellón chileno en la Exposición Universal de Sevilla de 1929, trajo del Viejo Mundo conceptos innovadores que aplicó a obras locales y modificaron para siempre la manera de hacer arquitectura en Chile.
Sus edificios más emblemáticos marcan un hito en Santiago y con el paso de los años se han transformado en verdaderos íconos estéticos, reconocibles por toda la población. Emplazados en diferentes puntos de la ciudad, las escuelas de Medicina y de Derecho de la Universidad de Chile, el Templo Votivo de Maipú y la Escuela Militar, son referentes obligados y aún hoy mantienen el carácter monumental impreso por Martínez. En 1969 recibe el Premio de Honor del Colegio de Arquitectos de Chile, equivalente hoy al Premio Nacional.
A su conocida obra arquitectónica se une una significativa y poco conocida labor pictórica. Discípulo de Juan Francisco González, eligió la acuarela como medio expresivo, el que practicó con extraordinarios resultados. Asimismo –como sucede con todos los grandes arquitectos- su vida entera se traduce en bocetos, estudios y apuntes que realizaba en forma compulsiva.
“Son cientos de hojas las que el artista realizó y que jamás expuso en una muestra individual. Se trata de los secretos del maestro que dejan constancia de sus viajes, de su amor por los rincones clásicos de Florencia, por las agujas góticas y los caseríos del Viejo Mundo”, señala el crítico Ricardo Bindis.
En tanto el artista Juan Guillermo Tejeda agrega: “Dibujo, croquis, acuarelas y bocetos en los arquitectos convencen de que ellos piensan en imágenes más que palabras. Suelen reproducir sombras que evocan espacios, color y textura habitual en acuarelas y aguadas”.
JUAN MARTÍNEZ. OBRA GRUESA desde el 21 de junio al 28 de julio de 2013, en la Sala de Exposición del Centro Cultural Las Condes, Apoquindo 6570, de martes a domingo 10:30 a 19:00 horas. Entrada liberada.
Juan Martínez, ESTOCOLMO
Templo Votivo
CLAVES:Artes Visuales, Centro Cultural Las Condes, Juan Martínez
Url Corta: http://rbb.cl/51o6
martes, 18 de junio de 2013
Inauguran muestra fotográfica sobre ex-cárcel de Valparaíso
"La presencia de los ausentes" abrirá este miércoles. Las imágenes fueron tomadas en 1999, poco tiempo después del desalojo del lugar.
por La Tercera - 17/06/2013 - 16:24
En 1999, apenas unos días después del traslado de los presos de la cárcel pública de Valparaíso a un nuevo complejo -en la parte alta de la ciudad-, el fotógrafo Nelson Muñoz Mera capturó con su lente imágenes del abandonado lugar, cargadas de memoria, dolor, recuerdos y sufrimiento.
14 años después, una exposición con estas fotografías se inaugura este miércoles 19 en el mismo lugar, ahora convertido en el Parque Cultural de Valparaíso, bajo el nombre de "La presencia de los ausentes". Muñoz Mera fue un fotógrafo integrante de la Asociación de Fotógrafos Independientes, AFI, que cumplió una destacada labor en los años de la Dictadura.
Sus imágenes fueron capturadas en el año 1998, y reproducen fragmentos de espacios cotidianos compartidos por internos y presos políticos a partir del año 1973, con sueños comunes, esperanzas y recuerdos, tomas elocuentes que hablan por sí mismas, dando cuenta de ese ausente que alguna vez estuvo presente.
Las paredes de las celdas fueron mudos testigos de campos de batalla, encierros, de ideales, de fuga, encuentros y resignaciones. Una mirada a la historia y su memoria es lo que propone el autor en este recorrido visual por la ex Cárcel, con imágenes capturadas al momento inmediatamente posterior al traslado de los internos a las nuevas dependencias en Playa Ancha.
Fueron plasmados los espacios, tratando de captar recuerdos y presencias en las distintas celdas, en pos de dejar, paradójicamente, un testimonio de la ausencia. Se trata de un recorrido por la arquitectura, formas, figuras y luces del recinto que, al momento de su captura en blanco y negro, perpetúan su realidad fría e inhóspita, dando paso a la imaginación de historias tristes y oscuras.
"busco recoger la memoria histórica y patrimonial del mismo espacio donde ahora se exhiben las fotografías, totalmente modificado en su arquitectura al ser un parque cultural de Valparaíso, el cual no ha desvirtuado su origen sino que se ha reconfigurado. La visión, por tanto, es personal y ejercita el lenguaje visual con una mirada reflexiva", señala Muñoz Mera.
La muestra se inaugura este miércoles 19 de junio a las 19:00 horas en la sala de documentación del Edificio de Transmisión, ex galería de reos, el principal edificio del actual Parque Cultural de Valparaíso.
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ex-cárcel de Valparaíso,
Muestra fotográfica
Barrios Lastarria y Bellas Artes buscan convertirse en Zona de Interés Turístico
Ambos polos culturales postularán en conjunto a este estatus que, desde el año pasado, lo entrega un comité de siete ministros.
por Darío Zambra - 18/06/2013 - 07:35
El año pasado, más de 624.000 personas subieron al cerro Santa Lucía, uno de los íconos capitalinos. De ese total, 224.000 fueron extranjeros. “Es habitual, además, que esa gente luego baje a recorrer el barrio Lastarria”, asegura la directora de Turismo de la Municipalidad de Santiago, Isabel Bórquez.
Lugares atractivos para los turistas los hay de sobra ahí. Espacios culturales, como el GAM y el Mavi, librerías, cafés, tiendas de diseño emergente y una generosa oferta de bares y restaurantes han convertido a Lastarria en una de las paradas obligadas de la ciudad.
Ahora, los vecinos y locatarios del sector quieren consolidar ese perfil, por lo que están preparando un proyecto para convertirse, en conjunto con el barrio Bellas Artes, en la primera Zona de Interés Turístico (Zoit) de Santiago.
Hasta el año pasado, esa declaratoria la entregaba Sernatur. Sin embargo, en noviembre de 2012 entró en vigencia un decreto que regula y moderniza ese procedimiento. Ahora, la decisión de qué lugares se convierten en Zoit queda en manos de un comité que integran siete ministros, entre ellos los de Economía, Medio Ambiente, Bienes Nacionales y Cultura.
Ese grupo se reúne dos veces al año y su próximo encuentro será en diciembre. En esa instancia los vecinos de Lastarria pedirán que se declare como de interés turístico a este polo cultural y gastronómico.
Juan Luis Torres, asesor de la subsecretaria de Turismo, asegura que las zonas que lo obtienen se convierten en prioridad a la hora de conseguir recursos de programas y fondos estatales. “Tienen más chance de adjudicarse planes de promoción o de infraestructura, como los de recuperación patrimonial del Minvu”, explica.
En la Región Metropolitana había dos lugares que ostentaban ese título: San José de Maipo y el humedal de Batuco. Con el nuevo reglamento lo perdieron y deben repostularse.
Proyectos futuros
Alfonso Molina, presidente de la Asociación Gremial de Empresarios de Lastarria, cuenta que, a comienzos de este año, se enteraron de la nueva forma de obtener esta declaratoria. “Como somos uno de los sectores más atractivos para los turistas y queremos consolidarnos como tal, decimos postularnos”, sostiene el empresario.
Luego, invitaron a los locatarios e instituciones de la zona de Bellas Artes, con la idea de potenciarse para obtener ese estatus. “Tras eso, definimos la zona que abarcará el proyecto, el triángulo delimitado por el Parque Forestal, la Alameda y calle Miraflores”, precisa Molina.
El jueves pasado sostuvieron en el GAM la primera reunión de trabajo. Ahí participaron las juntas de vecinos, los locatarios, y representantes de la municipalidad y la subsecretaria de Turismo.
Hoy, el grupo trabaja en completar el formulario de solicitud de la declaratoria, el que debe incluir, entre otros, un diagnóstico del sector y un catastro de los servicios turísticos, gastronómicos y de alojamiento. Esta labor esperan concluirla en julio y en ello los ayudan profesionales del GAM. “El barrio tiene todos los méritos para la declaratoria y creo que la conseguiremos”, asegura Alejandra Wood, la directora de ese centro cultural.
Junto a eso, los dueños de tiendas deben presentar un plan de acción con propuestas específicas para potenciar el barrio. Aunque éste todavía está en diseño, el presidente de los locatarios dice que apuntarán a darle más valor a las calles Villavicencio y José Ramón Gutiérrez, que une el GAM con Lastarria.
“Son vías que hoy tienen poco equipamiento comercial, pero poseen potencial para desarrollarse más. Además, queremos promover la llegada de tiendas de diseño de vanguardia, para tener visitas todo el día y no sólo a la hora de almuerzo y en la noche”, explica Molina.
También promoverán planes de infraestructura, como una ciclovía que llegue hasta el Parque Forestal, nuevas luminarias y puntos de reciclaje.
martes, 11 de junio de 2013
Miguel Littin revela las primeras imágenes de su filme sobre Allende
LA TERCERA
Allende, tu nombre me sabe a hierba, tiene a Daniel Muñoz encarnando al ex mandatario. La cinta recrea sus últimas horas en La Moneda. Se estrena a fin de año, dice el director.
por Jorge Letelier F. - 09/06/2013 - 07:33
Caen las bombas sobre el Palacio de La Moneda. Es el 11 de septiembre de 1973. Salvador Allende, con fusil en mano y casco, le pide a su gente que salga rápidamente. La oscuridad y el humo dejan ver poco, pero una mujer se acerca. “Yo estoy aquí por derecho propio”, le dice. Es la Payita, su secretaria. Allende la abraza y entre el ruido de la destrucción, le dice al oído: “Tu nombre me sabe a hierba”.
Este momento es una de las escenas que Miguel Littin rodó de su nueva cinta, Allende, tu nombre me sabe a hierba, el filme que reconstruye las últimas siete horas del ex presidente y con el que salda una obsesión personal, nacida el mismo día del golpe. Ahora, entrando ya en la fase definitiva de la producción, muestra sus primeras imágenes con Daniel Muñoz como el ex mandatario y Aline Kuppenheim en el rol de su secretaria y amante.
“Me llena de ternura ver esa escena”, dice Littin, y Daniel Muñoz agrega: “Es una historia de amor en un escenario trágico, que refleja el amor hacia la pareja, a los ideales, a la amistad, a los valores, a la consecuencia. Todo eso es muy épico”, cuenta.
La cinta ha sido levantada con extremo sigilo por su director, quien apostó por volver a sus orígenes en la forma de encarar la producción: menos estructurado, más flexible y paciente.
“Ha sido espectacular tener tanto tiempo para estudiar al personaje. Y a medida que estudias, más te das cuenta de lo complicado que es”, dice Daniel Muñoz, quien revela un costado especial del personaje: su lozanía. “Era físicamente joven, atleta, con mucho humor”, afirma el actor de Los 80.
Con esta forma de trabajo, el director dice que quiere darle el tiempo necesario al rodaje. “En El Chacal de Nahueltoro lo hice así, filmábamos, analizábamos el material y seguíamos. ¿Cuánto tiempo demora un novelista en escribir una novela? ¿Y por qué un cineasta no puede hacer eso?”, se pregunta.
De todos modos, hay algunas fechas concretas. La cinta se terminará de rodar entre julio y agosto, y Littin prepara el armado de las secuencias exteriores del bombardeo en La Moneda. “Pero lo que es el tratamiento de los seres humanos y sus relaciones es muy distinto, y nosotros necesitamos tiempo, porque estamos en un entramado emocional muy delicado. Esta historia no le pertenece a una persona o a un grupo; esto le pertenece a la cultura y la memoria de todo un país”, resume.
El aniversario de los 40 años del golpe de Estado no apura los planes de Littin. “No hay plan de llegar a esa fecha, no queremos caer en el terreno de las falsas expectativas. Pero sí estrenaremos este año”, afirma.
EL MITO
Para esta entrevista, Littin ha reunido a sus actores Daniel Muñoz, Luis Dubó y Daniela Ramírez. Quiere enfatizar que esa obsesión personal de 40 años, es hoy una pasión colectiva que los envuelve a todos.
“Hasta hoy, nunca me sentí maduro para enfrentar al personaje en su dimensión humana”, dice.
Luis Dubó agrega que el objetivo del filme no es ser conmemorativo: “Rescatamos su memoria y figura, y de paso indagamos en la identidad del Chile profundo”. El actor interpreta al Inspector J, un detective que trabaja en La Moneda. “Es la voz informada que le dice que esto viene mal”, cuenta.
A través de racontos desde esas siete últimas horas, la cinta muestra diferentes episodios de la vida de Allende: su época de estudiante de medicina, su infancia, su despertar político luego de sus viajes por el país y sus pasiones. El mito juega un papel importante.
“¿Cuántos Allende hay?”, se pregunta Littin. “Cada persona tiene uno. Es un personaje inabarcable, por eso hacer una articulación mecánica del personaje no funciona, no se puede. La pregunta no es sólo quién es Allende, sino cómo, cuándo, dónde”, añade el director.
En esa dirección, el filme del realizador de Dawson, Isla 10 quiere abordar pasajes desconocidos de su vida, como su trabajo en provincia haciendo autopsias y combatiendo los piojos y el tifus, “el lugar donde se gestaron las ideas y el espíritu del Chile profundo”, concluye el realizador.
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Aumentan las tiendas y las ferias de vinilos en Santiago
LATERCERA
Hace 10 años no habían más de tres locales en Santiago, entre ellos Kind of Blue, y uno que otro en el persa Biobío.
por Valentina Pozo - 11/06/2013 - 07:34
Más de 800 personas llegaron al Café del Patio el sábado pasado. Ahí se desarrolló todo el día la Segunda Feria del Vinilo, organizada por la Cooperativa del Vinilo (CDV) con el propósito de que sus miembros vendan sus objetos sin intermediarios. Para eso crearon la cooperativa en abril de este año los coleccionistas y empresarios del rubro, Alvaro Acuña, Marco Villarroel y Alfredo Cabrera.
Era la segunda planificada en menos de un mes (la primera fue en Plaza Ñuñoa) y la concurrencia superó a la de la primera feria. “Pagamos propaganda en radios, además de publicitarlo en Facebook. Sabemos que hay muchos interesados hoy, por eso vamos detrás de estos eventos”, cuenta Acuña.
El vinilo se ha vuelto popular. Ha conquistado al público capitalino por la calidad de su sonido, por su estética y, también, por el interés de ciertos sectores hacia los objetos “vintage” (del recuerdo). “Lo otro que le llama la atención es el valor agregado que traen los discos. Estos vienen con diseños especiales y más fotografías. Hay un trabajo más artístico detrás de estos”, explica Víctor Vega, dueño de la tienda de música Sonar, del Paseo Las Palmas.
Hace 10 años solo existían un par de estas tiendas y no solo dedicada a los vinilos. En Santiago estaba Kind of Blue (en Merced ) y en algunos galpones del persa Biobío, había un par de personas que ofrecían vinilos del pasado. Hoy, sin embargo, los locales llegan a 30, repartidos principalmente en Providencia y Santiago. Uno de los últimos en abrir fue Flashback, hace cerca de ocho meses, en las Torres de Tajamar y en Santiago Centro, antes de ella La Tienda Nacional, en calle Merced, comenzó a vender vinilos en noviembre de 2012.
Y no son solo espacios físicos: el comercio del vinilo ha proliferado en internet también, siendo Needle Vinilos la que más suena entre los seguidores de esta tendencia.
También hay particulares que encargan sus discos por Amazon. “Algunos encargan 20 y se quedan con tres. El resto los venden en el mercado santiaguino”, cuenta Alfredo Cabrera de la CDV.
Reivención del comercio
Desde que fue creada en el Paseo Las Palmas, Triangle era una tienda de juegos y películas, pero hace tres años, sumaron vinilos a su oferta.
Cerca de ahí, en tanto, y solo hace un año, abrió Mano de Gato, una peluquería que en su interior vende este tipo de discos y solo de artistas nacionales como Astro y Protistas. “Quería agregarle un valor a mi tienda y como noté la afición por los vinilos, los sumé”, afirma la dueña, Viviana Hormazábal.
“De a poco han desplazado al CD y a las descargas de Mp3 por la calidad de su sonido. Solo en un vinilo podrás escuchar más fidedignamente la voz de un cantante. Es un sonido análogo, que no está distorsionado digitalmente”, afirma Acuña.
Reunión en las calles
Una cosa llevó a la otra. El aumento del interés por estas piezas llevó a que en 2011 aparecieran las primeras ferias donde se ponían a disposición de los seguidores una mayor variedad y se podían conseguir mejores precios. Conocidas alcanzaron a ser las de Providencia, Ñuñoa y las que se realizaban en bares como El Desmadre.
Sin embargo, solo en 2012 estos encuentros tomaron fuerza. Solo este año ya se han hecho 10. Para junio, incluso, hay otra más, organizada por Feria Vinilo Libre, en el centro El Cerro, ubicada en Bombero Núñez. “Lo bueno de estas es que puedes encontrar joyitas. Yo, por ejemplo, llevé mi disco el sábado pasado a la del Café del Patio. Se trata del primer concierto que realizaron los Beatles en Estados Unidos en 1964 y que cuesta $ 300. 000”, dice Mauricio Carrasco, dueño la tienda Dicap, ubicada en el Biobío.
Otra de las que están detrás de estos eventos, es Coke Records.
“El perfil de gente que llega a las ferias son profesionales jóvenes, tiene buena situación. Porque un disco de Jamiroquai cuesta $ 25.000 y los interesados no van por uno, sino por varios. También hay colecciones como la de Sargent Pepper, de The Beatles, llega a los $ 89.000”, indica Cabrera, quien también es dueño de la tienda Vinilos Primitivos, del Persa de de Los Reyes.
En algunos de estos encuentros, organizados en espacios públicos también se pueden comprar tornamesas (entre $ 130.000 y $ 250.000) y otros accesorios como portavinilos y kids especiales de limpieza para estos aparatos que prometen quedarse por un buen rato.
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lunes, 10 de junio de 2013
El tesoro escondido de calle Lira
Hace dos décadas la UC encontró una cava del 1800 debajo del antiguo solar de la familia Lira. Antes de levantar ahí un nuevo edificio, sacó ladrillo por ladrillo la antigua estructura y la replicó en el Centro de Extensión, para albergar un restaurante.
por Evelyn Briceño - 09/06/2013 - 09:04
Uno a uno se desmontó cada ladrillo en el subterráneo de los terrenos que compró la Universidad Católica al poniente de Lira. Se guardaron en un espacio, con sigiloso cuidado, hasta que la entidad definiera el lugar dónde se volverían a montar uno sobre otro para dar forma a la estructura original: unos bellos arcos en forma de bóveda catalana.
En 1988, cuando la UC adquirió los terrenos delimitados por Diagonal Paraguay, Lira y Alameda, sabían que en el subsuelo se escondían algunas sorpresas, como esta cava. Pero no fue sino hasta principios de los 90 cuando se dieron cuenta del lugar preciso que ocupaba (ver infografía). Olía a humedad y estaba en mal estado, pero la universidad decidió recuperarla, por tratarse de una construcción de mitad del siglo XIX y que había pertenecido a uno de los clanes aristocráticos más influyentes de la época, la familia Lira.
Poco se sabe de la historia de estos terratenientes, excepto que tenían campos en el sur y que en la capital vivían en un solar que ocupaba una manzana que antes iba desde la Alameda hacia el sur. El historiador Miguel Laborde explica que en esa zona de la capital, entre San Francisco y Vicuña Mackenna, abundaban las propiedades agrícolas pequeñas de media héctarea (parcela) o de un par de ellas (casaquinta), y que la de los Lira “era una posesión un poco más elegante, porque tenían un activo rol social”.
Por eso presume que lo lógico fuese que tuvieran una cava grande. “Para recibir con buenos vinos a sus invitados”, dice Laborde.
Es muy probable también que ese espacio oscuro y frío cumpliera la labor de refrigerar alimentos como los granos y la sal.
En los 90 hicieron las primeras indagaciones para saber dónde estaba exactamente la reliquia del 1800 y luego de encontrarla, comenzaron a pensar qué hacer con ella. Sin embargo, sólo en 2006 la universidad encontró su destino y en 2012, su lugar definitivo: a unos pocos metros de su ubicación original, debajo del Centro de Extensión UC. De hecho, hace unos días, y en el marco de la celebración de sus 125 años, acaba de inaugurarse la réplica exacta de la cava de ladrillos y argamasa (especie de cemento), tal y cual estuvo durante décadas debajo de la casa de la familia Lira. A fin de mes el espacio abovedado de cielo curvo, abrirá al público como restaurante.
El director de infraestructura UC, Hans Muhr, cuenta que en 2006 cuando la universidad planeaba levantar el edificio Patio Alameda (MBA) en el terreno al poniente de Lira, se pensó hacerlo sobre la cava, y dejarla en medio de los estacionamientos subterráneos de la nueva construcción. Pero pronto esa idea se desechó, pues el tesoro habría perdido protagonismo. Eso sí, se mantuvo la convicción de guardar esta estructura.
Ese mismo año 2006, partió un levantamiento riguroso y el desmontaje de los ladrillos. Fue un proceso que tomó cinco meses y que contó con la opinión de Santiago Arias, ingeniero especialista en restauración patrimonial recientemente fallecido. El fue también quien dio las directrices para su reinstalación en el lugar en que hoy se encuentra.
Apenas de desmantelaron, los bloques de barro cocido se conservaron en pallets (cajones) de madera y solo seis años después, en 2012, las autoridades de la UC decidieron trasladarlos a la vereda oriente de Lira, a unos 50 metros de su ubicación original para comenzar a levantar la réplica.
Al reconstruirla, los obreros reinstalaron los bloques en el orden que mejor les pareció, “derechitos”, sin saber la fórmula correcta para llegar a la geometría perfecta de un arco. “Hubo que capacitarlos en un sistema constructivo ya extinto en Santiago para poder emprender esta tarea de conservación patrimonial que no conocían”, cuenta Francisco Prado, académico de la Escuela de Construcción Civil UC y uno de los encargados del rescate de esta reliquia arquitectónica. Junto a él, trabajaron también los arquitectos Enrique del Río y Juan Ignacio Baixas.
Fueron cerca de 27 personas -entre arquitectos, ingenieros, constructores civiles y obreros- los que trabajaron en conjunto durante ocho meses en rearmar la cava en el costado surponiente del Centro de Extensión en un nivel subterráneo. Aunque el inmueble no estaba protegido desde el punto de vista patrimonial, la casa de estudios hizo parte a la Municipalidad de Santiago y al Consejo de Monumentos Nacionales.
A fin de mes, la nueva cava de 85 m2 se abrirá como restaurante al público. Sobre ella se hizo una terraza de adoquines que une el Centro de Extensión con la plaza del edificio Patio Alameda, al otro lado de Lira.
El nuevo espacio podrá albergar a 90 comensales y su carta será internacional, con acento en las carnes finas, como wayú y cordero magallánico, a la parrilla. La patente de alcoholes está en trámite para que dentro de poco esta cava vuelva a tener botellas de vino como sus principales atractivos.
Juan Sabbagh: el arquitecto que refundará el "elefante blanco" de Pedro Aguirre Cerda
Se trata del Hospital Ochagavía, que en 1973 paró su construcción y que el 22 de junio se retoma.
por Valentina Pozo - 10/06/2013 - 06:33
“En cuanto recibí el encargo creí que era un cacho. Pensé al tiro en las excusas que daría para no hacerlo, y es que no era cualquier edificio. Era el ícono del fracaso y el abandono”, recuerda el Premio Nacional de Arquitectura, Juan Sabbagh, sobre el minuto exacto en que le ofrecen hacerse cargo de “refundar” el ex Hospital Ochagavía, ubicado en Pedro Aguirre Cerda.
Si bien el de ahora, el Núcleo Ochagavía, no es su proyecto más grande (antes hizo el pabellón de Chile en la Expo Shanghai 2010 y la fábrica y el edificio corporativo de Coca-Cola Andina), dice que es “su proyecto más importante”.
Este arquitecto de 62 años recibió el encargo en diciembre pasado en su oficina de Isidora Goyenechea. Era la séptima vez que este edificio -conocido como “elefante blanco”- llegaba a manos de un experto para que le diera mejor vida. Y la tercera vez que le llegaba a él.
“Antes me había negado a tomar el proyecto, porque el encargo no era claro. Ahora, en cambio, venía resuelto. Querían un núcleo de oficinas mezcladas con bodegas”, cuenta Sabbagh sobre la idea de la empresa Megacentro. Además, el presupuesto de US$ 40 millones estaba listo.
Otro de los argumentos que lo convenció fue el que no se estuviera forzando la estructura existente a ser algo más pretencioso, como un mall, por ejemplo. “Oficinas y bodegas era lo mejor que podría hacerse ahí”, indica el arquitecto sobre este inmueble que empezará a construirse el 22 de junio.
LO QUE QUEDA ATRAS
Ubicado entre las calles La Marina, Manuela Errázuriz, Angel Guarello y Club Hípico a la altura del 4.600, este edificio fue por 40 años el ícono de las iniciativas fallidas.
Según Sabbagh, esto se debe a que el proyecto fue erróneo desde su concepción. “¿Por qué tu objetivo va a ser el hospital más grande de Sudamérica? Es presuntuoso e innecesario, si no respondía a la realidad, ¿cómo vas a hacer departamentos en esta infraestructura?, era ridículo”, dice.
Es por eso, y pese a cargar sobre sus hombros con 84.000 m2 de terreno y centenares de toneladas de concreto y fierro, Sabbagh asegura que no fracasará y que dejará de ser el punto negro dentro de la capital en tres años.
Para potenciar la “nobleza” de la obra, él apostará por una doble piel de acero crudo, una que al oxidarse con el paso del tiempo tomará una pátina de colores muy bonita, que lo revitalizará sin ocultarlo. “No es lógico simular que no existe, lo honesto es refundarlo”, afirma.
No habrá derribos. Toda la estructura se conservará, pues comenzar a remover tierra y generar un alto tránsito de camiones sería poco sustentable. Generaría un impacto ambiental negativo, algo que ya fue absorbido por el entorno hace 40 años. Además, el inmueble demostró soportar tres terremotos: el del 71, 85 y 2010.
Sobre las oficinas, cuenta Sabbagh que “serán modulares y sofisticadas. Tendrán aire acondicionado, ascensores de última generación y el mismo estándar de uno tipo A, del mejor barrio de Santiago”.
PARTICIPACION CIUDADANA
A diferencia de otros proyectos, éste fue sometido a consulta ciudadana. Se trabajó con el municipio y los vecinos, quienes asistieron a charlas informativas, en las que expusieron dudas e ideas. También hay una caseta al costado de la obra donde se explica la iniciativa.
“Fue inédito. Los vecinos se tomaron con mucha seriedad la propuesta de mitigaciones. Ellos mismos podrán definir en qué orden ejecutarlas, la repavimentación, la instalación de áreas verdes, de juegos infantiles y de mobiliario urbano, entre otras. Fue importante para ellos, porque tomaron protagonismo en el futuro cambio de su entorno. Esto no es sólo nuestro; es del barrio”, sentencia Sabbagh.
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domingo, 9 de junio de 2013
Los últimos días de Adolfo Couve
A 15 años de la muerte del artista, se lanzan sus obras completas. Carlos Ormeño, hijo adoptivo y compañero, relata su intensa vida literaria y cómo la depresión lo llevó al suicidio.
por Roberto Careaga C. - 08/06/2013 - 07:27
Ese año no quiso volver a dar clases. Tras décadas como profesor de pintura en la Universidad de Chile, Adolfo Couve dijo al teléfono que no regresaría a la escuela. No podía. Había sido un verano duro. El peor de todos. La depresión que siempre lo acechó, en esas vacaciones lo arrinconó como nunca. Después de muchas reescrituras, había terminado la novela Cuando pienso en mi falta de cabeza y estaba seguro que era su réquiem. También estaba seguro que sería olvidado. La noche del 10 de marzo de 1998 se enteró de que había un plan familiar para internarlo. Horas después se suicidó. “Yo me muero por el arte”, había dicho poco antes.
Bicho raro entre los artistas chilenos, Couve fue un dogmático escritor realista y un influyente pintor seducido por la mancha. Fue también un intenso obsesionado con la belleza que, agotado del ruido de la ciudad, se instaló en Cartagena a mediados de los 70. Apenas se asomaba por Santiago para dar clases. Separado, padre de una hija, el autor de La lección de pintura vivió acosado por una depresión que a fines de los 90 no le dejó salida. Lentamente, se aisló del mundo. En sus últimos días, su única compañía era su perro, el Moro, y por supuesto, Carlos Ormeño. “No te olvides, Carlitos -le dijo antes de quitarse la vida-, yo muero por el arte”.
Parte de la vida íntima de Couve y fuente de leyendas, Carlos vivió junto al artista desde los 10 años y lo acompañó hasta el momento de su muerte. Fue su hijo, también fue su amante. “Con Adolfo tuvimos una relación muy especial. Yo era la única persona en quien confiaba. Con el tiempo se creó una dependencia terrible que nos llevó a aislarnos del mundo”, dice Carlos a La Tercera, a 15 años de la partida del escritor.
En las próximas semanas, Editorial Tajamar publicará una nueva versión de sus obras completas, que incluirá sus textos sobre arte (editados en 2005 por la UDP) y sus 11 concisas novelas publicadas entre 1965 y 1998: el testimonio de una rigurosa apuesta estética que a ratos, como cree el argentino César Aira, rozó la perfección.
Hoy de 40 años, Ormeño cuenta que Couve prácticamente lo crió. “Yo andaba por la calle, porque era un niño pobre, no tenía nada”, recuerda. El autor lo vio desde su departamento en Miraflores, en el centro de Santiago, y luego se hicieron amigos. Al poco tiempo, lo llevó a vivir con él, a su casa en Cartagena, con permiso de su madre. Su padre había muerto tras el gobierno militar. “Fui su hijo adoptivo de mentira. El siempre me pedía que fuera su hijo legal, pero yo no quise cambiarme el apellido de mi papá. Ese fue un dolor grande para Adolfo”, dice Carlos, que desde chico leyó novelas de Balzac o Capote que le pasaba Couve.
Primero con profesores particulares (“Adolfo no quería que me separara de su lado, creía que me podía pasar algo”) y luego en el colegio, Carlos Ormeño terminó su educación y estudió Arte en la U. de Chile, con Couve entre sus profesores. En ese tránsito, la relación cambió. “Sí, tuvimos una relación de pareja. Más que eso: él era un todo para mí. Era mi papá, mi amigo, mi maestro, mi pareja. Yo también para él era todo”, dice. “Pero quiero dejar en claro que no hubo abuso, no hubo pederastia. Yo quise estar con él. Nadie me obligó, me podría haber ido”, agrega.
Carlos Ormeño jamás se fue. Llevaba las riendas de la casa de Cartagena y seguía a diario la rutina impuesta por Couve: levantarse a las nueve de la mañana, desayunar, salir a caminar con el Moro, almorzar, dormir una siesta. Luego, cada uno a su taller. Adentro, Couve daba una batalla por la perfección. No con la pintura: la había dejado y retomado, le salía tan fácil que, según Carlos, “la odiaba”. La escritura le fascinaba por su dificultad. “Vivía su escritura a concho, se enfermaba. Pasaba toda la noche, siete, ocho horas escribiendo y cuando no le gustaba lo quemaba: ‘Esto no vale nada’. Tenía que llegar a un punto de perfección. Síntesis, síntesis”, dice Ormeño.
Después de La comedia del arte (1995), una novela sobre el callejón sin salida de la pintura tradicional en clave de sátira, Couve continuó con una segunda parte, Cuando pienso en mi falta de cabeza. Fue una guerra de corrección, que terminó en un manuscrito de menos de 50 páginas. Paralelamente, la depresión lo arrinco- naba. “Esa fue la novela que lo mató”, dice Carlos. “Era su epílogo. El mismo lo decía: ‘Mi réquiem es esta novela’”, agrega.
En esos días, la paranoia de Couve se disparó: creía que su comida estaba envenenada y Carlos Ormeño debía probarla antes que él. Casi no dormía. No se medicaba, apenas llamaba por teléfono a un primo psiquiatra. No tenía dudas del valor de su obra literaria, pero sospechaba que lo olvidarían: “Nunca más se van a acordar de mí, a la gente como nosotros nos olvidan fácilmente”, le dijo a Carlos, que explica su temor así: “Después de su muerte se iba a saber que era homosexual, aunque siempre se supo, pero nunca se dijo. Para él eso era terrible. Odiaba ser homosexual”.
Alrededor de dos semanas después de terminar Cuando pienso…, Couve se colgó en el baño de su casa, al amanecer. “Ya no hay nada de mí acá”, le había dicho a Carlos Ormeño, quien había conseguido más de una vez detener sus intentos de suicidio.
Cuenta que después de la muerte de Couve le entregó a la familia del escritor todo lo que éste le dejó y se fue a vivir a Buenos Aires. Estuvo allá casi 10 años. Hoy vive en Santiago y trabaja para el Parque del Recuerdo, escribe y reescribe una novela y no es raro que le lleguen propuestas para contar su historia con Couve: le dijo que no a Raúl Ruiz. Le dijo que sí a la fotógrafa Paz Errázuriz y a la periodista Claudia Donoso, a quienes considera familia, y juntos hicieron un video que retrata su regreso a Cartagena. Carlos también cree que el olvido está cayendo sobre Couve: “Aunque es lindo que se olviden de él, porque así queda para mí nomás”, dice.
La primera tienda de diseño del Barrio Italia cumple 15 años
El Bazar de la Fortuna abrió el 28 de mayo de 1998. Entonces sólo vendían accesorios, hoy tienen su línea propia en una multitienda.
por Valentina Pozo - 01/06/2013 - 10:20
Cuando hace 15 años la fotógrafa Carolina Peña y la socióloga Karina Berrier llegaron al Barrio Italia, el sector era un tranquilo polo residencial que sólo era alterado por los anticuarios y mueblistas de calle Caupolicán.
Su pasión por las antigüedades les hizo incursionar en este rubro con una tienda de accesorios que al poco andar dejó de ser sólo una buena idea. El 28 de mayo de 1998 abrieron el Bazar de la Fortuna, que se transformó en la primera tienda del barrio en poner de moda artículos antiguos y reciclados.
“Cuando empezamos, nadie entendía este estilo, ni tampoco querían comprar objetos antiguos. ¿Por qué comprar un rallador de queso de los años 40 si puedes comprar uno nuevo y moderno?”, explica Berrier.
Diseño y decoración
Fue la propia decoración de su tienda de objetos la que las llevó sin querer a la confección de muebles. Cuenta Berrier que un día cualquiera un cliente preguntó si uno de los muebles estilo vintage-provenzal -como ellas definen su trabajo- estaba a la venta.
“Y bueno, la necesidad tiene cara de hereje, así que lo vendimos. Nos empezaron a pedir más y así comenzó el negocio, ya que con la venta de un mueble ganábamos lo mismo que en un mes de venta de objetos”, explica Berrier.
El taller se hizo famoso rápidamente tras decorar desde el año 2000 los restaurantes Liguria con afiches publicitarios, letreros de marcas de los años 50 y 60 y fotografías enmarcadas de vírgenes, Arturo Prat, Allende, Arturo Alessandri, Camilo Sesto o equipos de fútbol. De detalles menores pasaron a ocuparse del interiorismo completo de esta cadena gastronómica.
15 años
Hace nueve años dejaron su primer local -ubicado en Avenida Italia 1794, frente al restaurante Danoi- para instalarse en un ex taller mecánico de dos pisos, en calle Girardi 1560, casi al llegar a Caupolicán. Ahí hasta hoy tienen su taller de pintura y la sala de ventas de muebles de maderas nobles.
Para celebrar los 15 años de la empresa, sus dueñas firmaron un convenio con la multitienda Ripley para vender una línea exclusiva de sus productos y exhibir una muestra permanente en su local del Parque Arauco. Ahí estarán sus sofás de terciopelo, comedores retro o estanterías y repisas francesas, muebles únicos realizados con maderas recicladas y buen gusto.
martes, 4 de junio de 2013
Arquitectos rescatarán la historia de la piscina escolar del barrio Mapocho
Tres profesionales se adjudicaron un Fondart para estudiar esta obra emblemática de Luciano Kulczewski.
por Darío Zambra - 04/06/2013 - 07:34
Pocas personas saben que la Piscina Escolar de la Universidad de Chile, el recinto de estilo art decó ubicado en Av. Santa María, a pasos de Av. Independencia, en un comienzo estuvo rodeado por árboles y jardines y no como se le ve hoy, flanqueada por el cemento de las avenidas que la rodean y los puestos de la Pérgola de las Flores, instalada ahí desde mediados de los 40.
Otro antecedente poco conocido de este recinto es que hasta hace un par de años funcionó, en el primer piso, una peluquería. Era administrada por un privado y hasta el lugar llegaban los clientes más variopintos. Son antecedentes que ha ido recabando la arquitecta de la U. de Chile María Magdalena Barros, quien desde abril investiga la historia de este recinto deportivo construido en 1929 por el arquitecto chileno Luciano Kulczewski, para la rama de natación de la casa de estudios.
El trabajo de esta arquitecta, que es miembro del comité de Patrimonio del Colegio de Arquitectos, es financiado por un Fondart que la profesional se ganó este año, para recopilar todos los antecedentes necesarios para postular al edificio como Monumento Histórico.
La investigación la desarrolla en conjunto con otros dos arquitectos, Pamela Domínguez y el polaco Christopher Dabrowsky, especialista en la obra de Kulczewski.
La piscina del barrio Mapocho fue un encargo que el Presidente Carlos Ibañez del Campo le hizo al renombrado arquitecto de origen polaco, conocido por la construcción de poblaciones para la nueva clase media santiaguina del siglo pasado en barrios de Providencia e Independencia, entre otros.
Arreglar la piscina
El corazón del edificio es la piscina, que mide 25 metros de largo por 16 de ancho. Originalmente era temperada a través de calderas y hoy se utiliza un sistema mixto de electricidad y petróleo.
“Es una de las obras más signficativas de Luciano Kulczewski”, afirma el arquitecto y autor de un libro de este polaco, Fernando Riquelme.
Por su parte, Barros cuenta que, a pesar de ser un hito dentro de la ciudad, no había mucha información acerca de éste. El Fondart le entregó financiamiento suficiente para recabar antecedentes y postularlo como Monumento Histórico ante el Consejo de Monumentos Nacionales. De obtener esta categoría, serviría para postularlo, a su vez, a fondos destinados a su recuperación.
El inmueble está hoy deteriorado. “Está rayado con grafitis y se han desprendido elementos decorativos. Sin embargo, lo más complejo está en su entorno, ya que se le adosó un edificio (el de la pérgola) y afuera se instala comercio informal. De todos modos, es valioso que siga funcionando”, explica. Hoy, en el recinto entrenan diariamente más de 700 personas, según su administrador, Luis Gálvez.
A fin de año, cuando termine la investigación, se lanzará una serie de postales de la piscina y se realizará una exposición de fotografías itinerante.
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