jueves 15 de marzo de 2012
Los trabajos tuvieron un costo de $200 millones y fueron aportados por la Congregación Claretiana y la feligresía.
Ubicada en la esquina de las calles Zenteno y Copiapó, a dos cuadras de Avenida Matta, la Basílica del Corazón de María volverá a abrir sus puertas este domingo, a las 12.00 horas, tras permanecer dos años cerrada por los desastrosos efectos que el terremoto del 27-F causó en ella.
Los principales trabajos de restauración se realizaron en 120 días. Según el jefe de obra Gonzalo Hernández, "el templo se encontraba con serios daños estructurales, principalmente la fachada, las torres y el altar mayor". Además, el terremoto destrozó la cruz que coronaba la iglesia. "A todo esto se suman los daños en la ornamentación: cornisas, dentillones, modillones, soles, pilastras y frisos", agrega.
Hernández asegura que "los trabajos fueron ejecutados con altos estándares de construcción, resguardando siempre el valor patrimonial y arquitectónico de la iglesia. El criterio de restauración fue el de la mínima intervención".
Inaugurada el 8 de diciembre de 1879, la iglesia es de estilo renacentista, construida en piedra y ladrillo. Mide 55 metros de largo por 27 de ancho y 17 de alto. Sus arquitectos y constructores fueron los religiosos claretianos José Viladrich y Pedro Mas.
La ornamentación interior cuenta con un retablo mayor dorado a fuego, el que es presidido por una imagen del Corazón de María, de 3,70 metros de alto, que fue tallada en madera en Barcelona e instalada en 1898. La imagen fue coronada por Decreto Pontificio en 1950.
La Basílica del Corazón de María es uno de los nueve templos chilenos que ostentan este título -y el tercero en antigüedad-, que se otorga por decreto vaticano, accediendo a una solicitud fundada del respectivo obispo diocesano. Para ello, deben acreditarse requisitos como un culto patronal arraigado en el pueblo cristiano, una prestancia relevante del templo, antigua tradición histórica y un bagaje artístico y cultural que prestigie desde larga data a la iglesia postulada.
De las nueve basílicas chilenas, tres están al cuidado de los misioneros claretianos: su iglesia madre del Corazón de María en Santiago, la de Andacollo y la del Corazón de María de Antofagasta. Con la última nominación, en 1999, Chile pasó a ser el único país con dos basílicas del Corazón de María, devoción que los propios claretianos, fundados por san Antonio María Claret como Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón, propagaron en el país desde su llegada, en 1870.
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