domingo, 21 de febrero de 2010

Los tesoros de Lo Abarca

http://masdecoracion.latercera.com/
2010/02/20/01/contenido/13_666_9.html

por: Francisca Jiménez




Había escuchado hablar de Lo Abarca, así es que apenas tuve la posibilidad de visitarlo, lo hice. Me impresionó la calma de este antiguo pueblo colonial que data del siglo XVI y está ubicado a unos siete kilómetros de Cartagena hacia el interior. También me encantó el camino que tomamos desde el balneario de San Sebastián, que me pareció totalmente ajeno al contexto playero. Contrario a lo que pensaba encontrar, como dunas y docas, me topé con suaves lomas y verdes valles agrícolas con irresistibles ofertas de tres enormes lechugas costinas por 500 pesos.

Una medialuna, un par de sauces llorones y un anuncio del restaurante El Sauce “Tradición en Chancho a la Chilena” confirmaban mis sospechas de que la visita sería un acierto. Así fue. Lo primero que hicimos fue llegar a la parroquia justo frente a la plaza principal. Nos recibió la hermana Brígida, una de las tres monjas de la congregación Hermanas Contemplativas del Cenáculo, que viven en Lo Abarca y cuidan los tesoros de este pueblo. ¿Y cuáles serían estos? Pues bien, una antigua Virgen de madera policromada que tiene unos 370 años, un poco menos que el pueblo mismo, de unos cuatro siglos de antigüedad.


Según cuenta la religiosa, cada 8 de diciembre la figura de la Purísima Inmaculada Concepción se convierte en el centro de atracción del lugar en el que se organiza una gran procesión. Además de esta imagen hay otras importantes figuras, como dos ángeles que la acompañan en el altar y varios santos casi tan antiguos como ese par.
El actual santuario –cuyo campanario ha sobrevivido a varios sismos– no es el original. El primero fue construido en Cartagena; como un incendio lo destruyó, la parroquia fue trasladada hacia Lo Abarca. Pero nuevamente el terremoto de 1970 echó abajo la construcción. Una vez reconstruida, volvió a derrumbarse con el de 1985. El nuevo edificio tiene ya unos 14 años.

Junto a este se encuentra el Museo Parroquial, que es un claro testimonio de la vida agrícola de la zona desde la Colonia en adelante. Quien se encargó de recolectar los objetos expuestos fue un antiguo párroco de Lo Abarca.

Ya sabe, si va hacia el litoral central este verano, no dude en pasar por este pueblo. Y si no es en estas fechas, puede ser para la fiesta de Cuasimodo, la de Todos los Santos, el 8 de diciembre o incluso para Navidad, con representación incluida. Un imperdible.

Para llegar a Lo Abarca desde Santiago puede tomar la ruta 78 hacia San Antonio. Para entrar al Santuario, hay que avisar a las hermanas. Lo mismo si quiere entrar al Museo Parroquial.

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Mosaicos en Lo Abarca... por Patricia Marin Spring y jóvenes del poblado.
Fuente: http://losmurosnoshablan.cl/portal/index.php?



Lo Abarca es un poblado ubicado a 7 kilómetros de Cartagena (Quinta Región), un valle famoso por sus lechugas costinas, por sus viñedos y sus cactus. Motivados por estos últimos visitamos el pueblo y nos encontramos con sus coloridos muros, una gran cantidad de mosaicos que adornan la plaza, las iglesias (2), las casas y hasta los paraderos de colectivos. Estos muros nos hablan de las diversas actividades del valle, por ejemplo la fiesta de cuasimodo, su historia religiosa, sus cultivos, sus paisajes, etc.

Según nos relata el joven Agustín Araya todos los mosaicos fueron realizados por la artista nacional Patricia Marin Spring junto a niños y jóvenes del poblado, él orgulloso de haber participado con ella. Algo también muy interesante es descubrir que en ellos se utilizó piedra nativa del lugar.

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http://www.nuestro.cl/
Enero 2006

Lo Abarca, localidad rural del litoral central

Santas tradiciones

A siete kilómetros de Cartagena hacia el interior, en un fértil e inesperado valle agrícola, se encuentra el antiguo y encantador poblado de Lo Abarca. Una localidad rural fundada hace más de 400 años, en donde es posible transportarse a la vida colonial campesina y sentir el recogimiento de la fe religiosa. Un paraje único para incorporar al circuito turístico del litoral central, que reúne, en muy pocos metros, un museo de objetos y documentos de gran valor histórico, una espectacular colección de carruajes del siglo XVIII y un santuario de gran tradición popular, resguardado por monjas de claustro y visitado por miles de devotos de la virgen que acuden a su procesión cada 8 de diciembre. Y hasta un milagro local, obra de la Santísima Inmaculada.

Todo condimentado con enraizadas costumbres criollas como la fiesta de Cuasimodo, la fiesta de Todos los santos, los rodeos en la medialuna, las misas a la chilena el último sábado de cada mes y la infaltable picada del chancho a la chilena en el restaurante El Sauce. Un dato curioso: en Lo Abarca las calles, la escuela, la parroquia, y hasta el cementerio están decorados y señalizados con mosaicos que le dan una particular y artística identidad.

Por Rosario Mena

Colecciones de planchas, máquinas de coser, zapatos, sombreros y otros objetos de los siglos XVIII y XIX, se exponen en modestas repisas en el Museo Parroquial Iván Larraín, de Lo Abarca, junto a certificados de bautismo y actas matrimoniales de la época colonial. Se trata del testimonio de la antigua vida de los hacendados en esta pequeña localidad rural, situada a siete kilómetros de Cartagena, reunido en 1970 en este museo local, junto al popular santuario, por el antiguo párroco del lugar, don Iván Larraín Eyzaguirre. Hijo de una adinerada familia dueña del fundo San Jerónimo, el sacerdote recolectó objetos tanto en el pueblo como en la hacienda familiar.

Fundada en agosto de 1588, como posta de descanso en los viajes que se hacían desde la costa a Santiago y otros poblados, Lo Abarca fue creciendo convirtiéndose durante la Colonia en lugar de esparcimiento, famoso por sus carreras a la chilena. Su primera iglesia fue erigida en donde hoy está el cementerio de Cartagena. La actual iglesia ha sido dos veces reconstruida. La primera, en 1978, tras el terremoto de 1970 que la destruyó completamente, a excepción del campanario. Declarado en esa ocasión Santuario de la Zona Rural Costa el templo fue derribado por el terremoto de 1985, resistiendo una vez más el campanario, cuyas campanas, unas de las más grandes de Chile, destacan por su bello sonido, producto de la combinación de oro, plata, cobre y bronce con que fueron fabricadas. Gracias a una donación privada el templo pudo ser restaurado nuevamente a fines de los ochenta.

En su interior descansa la fabulosa talla de la Purísima Inmaculada Concepción de Lo Abarca. Hecha de una pieza en madera policromada, y construida en Europa hacia el 1640, la "señora" que se ha conservado íntegramente, con toda su pintura original, es demasiado fina para sacarla al exterior, además de pesada: más de cien kilos. Es por esto que en la procesión que cada 8 de diciembre se realiza en honor a la virgen, la reemplaza otra imagen que guardan las cuatro monjas de media clausura a su cargo en la parroquia.


Tierra de milagros

Sin embargo, hubo una excepción a la regla. En una ocasión, la enorme virgen sí fue sacada del templo. La consecuencia fue un milagro. Así lo cuenta la Hermana Brígida, oriunda de Castro, Chiloé, y una de las cuatro integrantes de la Casa Madre de las Hermanas Contemplativas del Cenáculo, una comunidad fundada en Lo Abarca que cuenta con sedes en Perú, Colombia y Ecuador. "Hace como cinco años hubo una gran sequía. No llovió durante mucho tiempo. Estaban racionando la luz. Y el que era entonces párroco dijo: yo voy a sacar a la virgen el 8 de diciembre, en una camioneta, mirando los campos, para que nos haga el milagro de que llueva en el invierno. Y la sacó y no va a creer que en pleno diciembre, con un sol como el de hoy día, la virgen estaba en la puerta del templo, para subirla a la camioneta y se ha largado a llover en ese mismo momento. Todos dijeron que era un milagro y que era un anuncio de que el invierno sería muy bueno. Desde ese invierno, se acabó la sequía", narra la Hermana Brígida.

Milagros abundan en Lo Abarca y parte de ellos son estas monjas de media clausura, que llegaron al pueblo en 1978 obedeciendo al llamado divino para fundar aquí una congregación. "Nuestra fundadora recibió muchas inspiraciones de Dios, muy claras, de que tenía que hacer esta obra. La prueba que uno tiene de que es la voluntad de Dios es que la obra continúe. Porque las cosas que no son de Dios tienen su quebranto y no surgen. Nosotros ya llevamos 26 años aquí", explica Brígida.

Todo comenzó cuando la Madre Superiora, una religiosa argentina del claustro de la Orden de la Visitación en Santiago, sintió que Dios le pedía que saliera a fundar. "Las cosas del Señor son muy misteriosas -dice la hermana-. Ocurrió que justo el Obispado de Melipilla buscaba una comunidad religiosa para Lo Abarca, porque este pueblo lo estaba pidiendo. Vivían sin párroco y la gente era muy desordenada. Y además, como el pueblo es muy antiguo, había muchas cosas valiosas: objetos, bronces, documentos históricos, y las cosas se iban perdiendo porque estaba abandonado. Entonces se contactaron con nuestra Superiora que andaba por la zona en busca de un lugar para fundar la comunidad. Y cuando ella vino y entró al templo sintió la voz del Señor que le decía: este es tu lugar. Y aquí se quedó".

Y así nació en Lo Abarca una nueva congregación, dedicada plenamente a la oración y al cuidado de la iglesia y del museo parroquial, que no depende de ninguna otra orden y donde la formación de las hermanas se realiza en forma completamente autónoma. "Este lugar es muy especial. Parece que todo el pueblo fuera orante, porque hay mucho silencio".

MUSEO PARROQUIAL

CARRUAJES

MOSAICOS
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lis valenzuela, on October 14, 2008, said:
En esta iglesia se encuentra una de las dos ùnicas y autènticas virgenes de la inmaculada concepciòn a nivel mundial la que està hecha de madera y data del siglo XVII. LA IGLESIA: -Ha sido reconstruida 3 veces hasta la actualidad. -La campana esta hecha de cobre,plata y oro. codiciado arquitectònicamente. -Es la primera iglesia que se construyò en Chile.
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1 comentario:

  1. En Lo Abarca viví las mejores vacaciones de mi infancia, en las tierras de la Familia Marin, cada vez que recuerdo ese lugar, siento el olor a la tierra mojada, a las tortillas de rescoldo de la Sra. Maclina, como olvidar mi despertar en las mañanas con las campanadas de la iglesia, mmmmmmm, las azucenas, a mi papito tratándo de cazar un colibrí una hazaña que no pudo cumplir.
    Visiten Lo Abarca será una grata experiencia.

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