martes, 9 de noviembre de 2010

Paisajes y gente de Chile Obras reunidas por primera vez en el Museo Andino:

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domingo 7 de noviembre de 2010

Se exponen valiosas y desconocidas pinturas del Museo de Talca

Treinta obras de grandes autores nacionales, muy poco vistas por la mayoría del público, se exponen con todo su esplendor en el Museo Andino. Las obras pertenecen al Museo de Talca, que resultó con serios daños luego del último terremoto y las presta mientras afina los planes para su restauración.



Maite Armendáriz Azcárate
A pesar de que el terremoto del 27 de febrero de este año fracturó la estructura del edificio que alberga el Museo O'Higginiano y de Bellas Artes de Talca, sus autoridades no se han echado a morir. Gracias a un convenio con la Dibam, un buen lote de sus mejores pinturas serán exhibidas en el Museo Andino. Las obras se presentarán en este moderno espacio ubicado en Alto Jahuel, a media hora de Santiago. De este modo, este centro que se emplaza al interior de la Viña Santa Rita, sumará a sus valiosas colecciones la exhibición en sus salas temporales de la muestra titulada "Paisajes y gente de Chile":



"Son 30 obras de autores nacidos entre 1820 y 1920, desde Francisco Javier Mandiola a Fernando Morales Jordán, pasando por Lira, Molina, González, Helsby, Valenzuela Llanos, Gordon, Guevara y muchos más", adelanta Hernán Rodríguez, director del Museo Andino y curador de la muestra. "La exposición tiene el mérito de que son pinturas importantes, de grandes formatos, muchas de ellas, poco conocidas o no vistas por la mayoría del público y que, sin embargo, fueron famosas en su tiempo, como Las Playeras, de Celia Castro (premiada en 1884); El Primer Hijo, de José Mercedes Ortega (1886); Jugando al Trompo, de Agustín Undurraga (premiada en 1897), y Cosecha de Papas, de Pedro Jofré, primer premio en la Exposición Interamericana de Buffalo en 1901. En la selección también se encuentran dos de los murales que se realizaron para adornar el pabellón chileno de la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929: La Vendimia, de Arturo Gordon, y La Agricultura, de Laureano Guevara.

Textos con enjundia




La muestra se presenta con varios textos realizados por Rodríguez que hacen de ese recorrido una experiencia entretenida y didáctica: Uno informa justamente sobre cómo se realizó aquella Exposición de Sevilla y la gestación del pabellón chileno que proyectó el arquitecto Juan Martínez en el parque de María Luisa. En 1935 dicho edificio que nos representó fue regalado por el Gobierno de Chile a España y, desde entonces, es sede de la Escuela de Artes Aplicadas de Sevilla y del consulado de Chile en esa ciudad.

En el siguiente de estos textos complementarios a la exhibición se descubren los pormenores en la gestación de la enseñanza y la difusión del arte chileno. "Estos cuadros refrescan de qué modo se desarrolla en Chile la historia de la pintura tradicional hasta el reconocimiento de la escuela de la pintura chilena, que no existía hasta finales del siglo XIX". Rodríguez destaca que con algunos de los pintores e incluso con algunas de estas obras presentes en esta exposición se cristalizó el concepto de pintura chilena o escuela chilena. "Y esto es reflejo de que el país toma conciencia que también en esta área tiene un quehacer con el que puede ser reconocido internacionalmente".

El curador destaca que en este lote hay grandes autores pero también algunos talentosos ignorados como Pedro Jofré, pintor que sufrió un incendio de su taller; "algunos dicen que como era muy bueno pero poco conocido, a sus cuadros les sacaron la firma y les pusieron Pedro Lira".

Cómo se conformó la famosa "Generación del 13", también llamada Generación del Centenario, de la cual eran integrantes varios autores presentes en esta selección, es otro de los temas en los que se detiene Rodríguez.

Asimismo, el curador relata la historia del Museo O'Higginiano y de Bellas Artes de Talca, "este museo tienen una rica tradición, es el alimento del alma de esa región y por eso hay que empujarlo a que muy pronto abra sus puertas. Sería bueno que cada ciudad tuviera un foco cultural similar al de Talca", dice Rodríguez.

"Esta muestra significa un reconocimiento, desde el punto de vista museográfico; una re-valorización de nuestras colecciones patrimoniales y un re-nacer como Museo O'Higginiano y de Bellas Artes de Talca", dice su director, Alejandro Morales Yamal. Agrega que "acercarse a un público especializado, exigente y más crítico -desde el punto de vista estético y artístico- es un gran logro para este centro regional". Morales se encuentra agradecido de la acogida que se le brinda a su colección en la Capital: "El Museo Andino, entidad privada que surge bajo la iniciativa de la Fundación Claro Vial, genera una expectativa distinta a la de la Región del Maule; incluso asociado a la 'puesta en valor' desde el punto de vista del turismo de fines especiales como lo es el vino y el patrimonio en la Viña Santa Rita".



Confiesa que varias de las obras que traen al Museo Andino estaban en las salas de exhibición permanente en Talca hasta la ocurrencia del terremoto, "las cuales, después de dicha catástrofe, fueron rápidamente rescatadas". "Las Playeras", de Celia Castro, resultó una de las más afectadas, también la obra "Marina", de Juan de Dios Vargas, pero la mayoría sólo requirieron atención en sus marcos.

Tras el sismo se analizó cada una y se verificó su código de inventario patrimonial. Luego fueron embaladas y almacenadas con una etiqueta que daba cuenta de su estado de conservación.

"Si hoy es posible realizar la presente exhibición, gracias al generoso ofrecimiento del Museo Andino, se debe al trabajo realizado en los temas de conservación preventiva, documentación, restauración y modernización museográfica llevados a cabo por numerosos actores públicos y por un largo tiempo previo al terremoto del 27 de febrero", aclara Gonzalo Olmedo Espinoza, investigador del Museo de Talca.

Destaca que en la selección que encabezó Rodríguez y en la qué también él participó, "los pintores debían ser chilenos y prestigiados en el mundo del arte. En segundo lugar, las pinturas tenían que estar basadas en la figura humana y el paisaje".

Paisajes y gente de Chile

Dónde:
Museo Andino
Camino Padre Hurtado 0695.
Alto Jahuel - Buin

Desde:
14 de noviembre
Hasta: 31 de marzo de 2011.

La "terremoteada" historia del museo maulino



Cuando en 1925 se quiso crear un Museo de Bellas Artes en Talca, el terremoto de 1928 echó por tierra ese plan; no obstante, el artista José Miguel Cruz, designado para dirigirlo por la recién creada Dibam, conquistó al Liceo de Hombres de la ciudad para que en 1929 se inaugurara en sus dependencias el añorado museo que albergaba obras de artistas tanto regionales como nacionales. En 1933 se trasladó al edificio que había ocupado hasta entonces la Casa de Huérfanos de Talca. "Con el correr del tiempo ha recibido la donación pictórica de otros museos estatales, como del MNBA, que conformaron una pinacoteca de excelencia y reconocimiento nacional", recuerda Alejandro Morales, su actual director.

En la década del 60 instaló finalmente sus pinturas y esculturas en el antiguo edificio colonial conocido como Casa de la Independencia, y emplazado en calle 1 Norte a corta distancia de la plaza. Esta casa histórica del siglo XVIII, con dos patios interiores, declarado monumento nacional desde 1945 y luego restaurada, también acoge en sus recintos las obras y documentos históricos atesorados en esa Región del Maule.



Desde febrero último sus puertas se cerraron, y se debió guardar sus colecciones. No obstante, nuevamente sus autoridades se empeñan en salvarlo: "Después del terremoto que nos afectó -explica Alejandro Morales- recibimos muchas visitas de autoridades y expertos internacionales, nacionales y regionales". Desde el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, con el secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, Óscar Acuña; la directora de la Dibam, Magdalena Krebs, junto al subdirector nacional de Museos. Asimismo, el intendente, el alcalde, el gobernador y muchas otras autoridades -junto a expertos extranjeros- se han acercado para evaluar dichos daños: "Tenemos más de seis informes preliminares; la mitad asegura que es 'viable' la restauración en adobe y madera, incluso se reutilizarían los mismos materiales existentes, y los otros expertos nos aconsejan demoler y construir un 'falso histórico', es decir, un edificio con otros materiales (por ejemplo, hormigón armado) que imite el diseño y la línea arquitectónica de la antigua casa-museo. La última opción, a juicio de algunos técnicos, garantizaría la seguridad del lugar, el resguardo "íntegro' de las colecciones, el personal que labora y la vida de los usuarios del museo".



Morales agrega que hoy la dirección del museo está realizando su Planificación Estratégica 2010-2020, la cual dará una nueva orientación y lineamientos a seguir. "En el corto plazo, hay que decidir entre postular a fondos públicos nacionales o gestionar la donación de recursos privados, tanto nacionales como internacionales, para diseño y/o su ejecución". Agrega que el diseño del proyecto de restauración y/o reconstrucción costaría aproximadamente entre 20 y 40 millones de pesos. En tanto, la ejecución de dicho proyecto dependerá de la "mejor alternativa" seleccionada: "Los valores pueden variar desde 150 a 600 millones de pesos".
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www.emol.com
jueves 18 de noviembre de 2010



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Plataforma Urbana
24 Jul 2009

Museo de la Independencia revive en esplendor
Por archivo de prensa
(El Mercurio. 24/07/2009)



Romina de la Sotta y Fredy Aliaga

De adobe y madera es la “Casa de la Independencia” que acoge desde 1964 al Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca. Se dice que en esa casona colonial de 1790 -Monumento Nacional- Bernardo O’Higgins firmó el Acta de Juramento de la Independencia.

“El 12 de febrero de 1818, la ceremonia de juramentación de la Independencia fue presidida en Santiago por José de San Martín, y en Talca, por Bernardo O’Higgins, quien se hallaba con parte del ejército en el Maule para contener un avance realista dirigido por Mariano Osorio desde Concepción hacia la capital”, explica Alejandro Morales Yamal, director del museo. Talca fue esencial: allí se apertrechaban los patriotas al desplazarse entre Santiago y Concepción.Pero a la significativa casona le faltaba una mantención. Y la humedad y el frío hacían peligrar sus documentos y pinturas. Así que la Dibam decidió remodelarlo, con una inversión de más de $419 millones (ver recuadro), para exhibir, con una museografía renovada, decenas de obras, armas, objetos y muebles nunca antes mostrados, por falta de espacio.

Una biblioteca de 2.500 volúmenes, que pasó años en bodega, fue catalogada. Y también vuelven a deslumbrar sus más de 500 pinturas y 30 esculturas. Entre las preferidas del público están “La mesa revuelta”, de Federico Rojas Labarca; “El taimado”, de Pedro Lira; “Las playeras”, de Celia Castro, o “La vendimia”, de Arturo Gordon, y otras de Laureano Guevara y Gil de Castro.

También, sus más de cien reliquias de la Guerra del Pacífico, entre las que se cuentan un cañón Krupp, fusiles, bayonetas, sables e incluso un maletín quirúrgico utilizado en el conflicto. Es que la ciudad tiene memoria. “Los jóvenes talquinos se enrolaron en el Batallón Talca, la última unidad militar que abandonó Lima tras la ocupación chilena”, dice Morales.

El museo ofrece además bienes arqueológicos -petroglifos y puntas de flecha- y mobiliario de figuras claves de la República como Javiera Carrera y Juan Martínez de Rozas. Pero también invita a revivir el refrán “Talca, París y Londres”, según describe Morales: “Contamos con un archivo fotográfico que da cuenta de la evolución urbana de Talca y su gente, poseemos mapas y planos del Maule y Talca, así como también mobiliario y objetos de casa que nos dan cuenta de la forma de vivir de la elite local durante el siglo XIX”.

Otras joyas son manuscritos firmados por prohombres como José Miguel Carrera y Arturo Prat, además de documentos referentes a O’Higgins: una reproducción de las observaciones que hizo en Talca a la primera versión del Acta de la Independencia, y su acta de bautismo, además de un diploma que Perú le dio a O’Higgins. “El documento reconoce su labor y protagonismo en pos de la Independencia, a través de la organización de la Expedición Libertadora del Perú”, dice Nivia Palma, directora de la Dibam, quien agrega que “estamos desacralizando nuestros museos, construyendo nuevos guiones, y nuevas estéticas para que la gente se encuentre con su historia y sus objetos patrimoniales”.

VISITAS

Hasta 2008, había 30 mil visitas anuales en promedio. El 60% eran delegaciones estudiantiles, muchas rurales. Con la renovación, se prevé un aumento del 20%.

$419 millones
Un año cuatro meses tomó la remodelación del Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca. La Dibam invirtió sobre $254 millones, los que se sumaron a un Fondo de Desarrollo Regional por más de $165 millones. Se repararon techumbres, pisos, puertas y fachada; se renovaron las redes eléctricas, de alcantarillado y agua potable, y se climatizaron sus 11 salas. El museo tiene un área total de 1.600 m {+2} y dos mil objetos.

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1 comentario:

  1. Melisa, hola
    Soy Carlos Correa, soy Diseñador Gráfico y Calígrafo de la Quinta Región, puedes ver mi blogs: correablanco.blogspot.com
    Eres de Talca?, tengo unas consulta te consulto si tendrías un tiempito para responderlas?

    Saludos,

    Carlos Correa
    Cel. 9-9053 0312
    Correo: correablanco@gmail.com

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