lunes, 26 de diciembre de 2011

A 9 AÑOS DEL PRIMER REALITY EN CHILE Los chicos inolvidables

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sábado 24 de diciembre de 2011



Tras el fracaso de El Experimento, investigamos qué pasó con los chicos realities que comenzaron con el fenómeno que marcó para siempre a la televisión chilena. Desde Janis Pope a Oscar Garcés: los sueños, los escándalos, los prejuicios, las frustraciones y la vida de fama y anonimato de la generación que nadie olvida.

Por Gazi Jalil F.
Álvaro Ballero dice que no.

Han pasado casi 10 años desde Protagonistas de la Fama, el primer reality de la tevé chilena y el más importante de todos los que se hicieron después, y Ballero, en un mail, responde así a una solicitud de entrevista:

Así eran. Janis Pope, Óscar Garcés, Aline Blanc, Álvaro Ballero, Catalina Bono y Gerardo del Lago, la generación de oro de los realities chilenos.











Chicos de hoy. Janis Pope estudió comunicación audiovisual. Aline Blanc ahora es publicista. Gerardo del Lago cambió el teatro por la psicología.






El nuevo Ballero. Está casado desde 2008 con la rusa Ludmila Ksenofontova, con quien tiene una hija, Milla. Hoy es director comercial de una empresa y estudia publicidad.

"Cuando vuelva a aparecer en los medios debe ser por una situación no sólo alejada de la farándula dura, espero sea por un asunto positivo, distinto, en otra área donde se observe un giro importante y exitoso, como el que estoy construyendo día a día; sin embargo, hoy no es el momento".

Después de ganar aquel reality de Canal 13 y cuando se aferraba desesperadamente a la fama, para Ballero cualquier momento era el momento. Hoy, no. Hace tiempo que ya no aparece en los medios y de este nuevo Ballero habría que decir que está casado desde 2008 con la rusa Ludmila Ksenofontova, que es padre desde 2010 de Milla Ivanna, que le queda un año para terminar publicidad en la Universidad Pedro de Valdivia, que tiene "una vida normal" como escribe en su mail y que hoy es director comercial y socio minoritario de Karry, un delivery de insumos y servicios para oficinas.

En el catálogo de la empresa aparece su foto, y, viéndola con calma, nadie diría que alguna vez el serio ejecutivo de la imagen se amó a sí mismo.

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Protagonistas de la Fama es considerado hoy uno de los mejores casting de la televisión chilena. En él participaron jóvenes de entre 18 y 26 años dispuestos a ser grabados todo el día por tres meses. De los tres mil que llegaron a las audiciones, se eligieron 14. Y cuando el programa salió al aire, en enero de 2003, Catalina Bono, Álvaro Ballero, Janis Pope, Óscar Garcés, Aline Blanc y Gerardo del Lago se convirtieron en estrellas. Sergio Lagos, el conductor, pasó a ser el rostro estelar de Canal 13. Quinientos ochenta mil votantes eligieron a Catalina y Álvaro como ganadores. El programa marcó 52,5 puntos de rating, una de las sintonías más altas de la tevé y el entonces director ejecutivo de la estación, Enrique García, sentenciaba: "No pasaba un fenómeno televisivo así desde La Madrastra".

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Hace tiempo que Nicolás Quesille, uno de los cerebros creadores de Protagonistas de la Fama, no ve a Ballero. La última vez, recuerda, el ex chico reality le dijo:

-Tú has sido importante en dos etapas clave de mi vida: cuando me hice conocido y cuando me casé.

Quesille estuvo detrás del programa Estrellas en el hielo, de TVN, donde Ballero conoció a Ludmila, y detrás de 14 realities, mitad en Canal 13, mitad en TVN, canal del que fue despedido hace poco tras el fracaso de El Experimento, su último programa de telerrealidad, que no alcanzó a estar tres semanas al aire.

-Protagonistas de la Fama me cambió totalmente -dice hoy, tomándose un café en el Tavelli de Las Condes-. Me alejó de un paraguazo y para siempre del periodismo duro. Había sido jefe de prensa en dos canales. Pero lo que más me marcó fue el hecho de que me puso delante de cámara.

Quesille terminó convirtiéndose en un personaje más de su propio reality y su vida comenzó a ser informada, comentada y criticada por la prensa de farándula.

-Yo no tenía ningún interés en la figuración. Pero el fenómeno fue tal que hubo que ponerle nombre y apellido y eso me ubicó en un lugar raro: era, pero no era rostro. Hubo prensa que se sintió en el derecho de entrar en mi vida privada y eso me generó un quiebre profundo. Me enervaba estar en mi casa comiendo y aparecer en la tele y que en los programas se comentara si tenía o no polola. Muchas veces grité: ¡Yo no soy personaje, no soy noticia! Estaba así: negaba, negaba y negaba. Me costó mucho tiempo superarlo y recién, en los últimos dos años, he logrado entenderlo y asumirlo. Es algo con lo que voy a vivir.

Ahora recuerda que en el mismo casting de Protagonistas supo que Ballero era el personaje del programa. Le llamó la atención el descaro con que él planteaba sus ideas. Quesille quedó sin aliento cuando escuchó que Álvaro decía: "Voy a ser el ser el próximo Don Francisco".

-Me parecía el síntoma de una generación nueva. Se creía el cuento a fondo, de verdad; después se lo creyó mucho y eso le pasó la cuenta, pero era un cabro auténtico, hizo el reality solo. Era el único que sabía cómo estaba funcionando el programa o, al menos, intuía que le estaba yendo bien, porque los auspicios estaban creciendo y los invitados a la casa-estudio eran cada vez más importantes, como Inxs o Ana Torroja. Además, Álvaro era al único que le gustaba realmente la tele. También a la Janis, pero ella era más cabra chica para darse cuenta.

Quesille, que hoy arma una productora de contenidos para televisión junto a Cristian Mason, reconoce que el programa le produjo una sensación de culpa.

-Sentíamos que habíamos usado a los participantes. No los mirábamos como concursante de un programa de tevé. No se les pagaba mucha plata. Y frente a esto, decidimos con las autoridades del canal darles la posibilidad de estudiar una carrera en el Duoc. Yo me sentía muy responsable por ellos. Mi vinculación emocional era mucho más profunda que la que tuve antes haciendo otro programa. Ya llevaba 14 años de tele. Yo cerraba los ojos y los seguía viendo, los seguía soñando, quedé muy pegado con ellos.

Hoy Quesille pasa su cesantía viendo Perla. Dice que el docurreality de Canal 13 -y el hecho de que la estación esté preparando otro reality para 2012- demuestra una cosa:

-Que aún hay mercado para el formato.

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Algunos hitos de Protagonistas de la Fama: Janis Pope y Juan José Alvear, un chico de Temuco que tocaba la guitarra, se dieron el primer beso en un reality chileno. Janis, después, se transformó en la primera en mantener una segunda relación, al acceder a los avances de Ballero. Consuelo Inostroza fue la primera en terminar con su pololo en pantalla. Jorge Olivares y Óscar Garcés fueron los primeros archienemigos. Catalina Bono y Francisco Möller se convirtieron en la primera -y única- pareja estable salida de un reality. Hoy están casados. El Cara a Cara, la sección donde los participantes se decían verdades, pasó a ser en una institución en el país. Y Carlalí Villalba, una estudiante de periodismo, ostenta el título de ser la primera eliminada más recordada de todos los realities. La frase: "Duraste menos que Carlalí", se utiliza hasta hoy.

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Janis Pope ya tiene tres realities en el cuerpo. Después de Protagonistas estuvo en Expedición Robinson (2006) y en 1810 (2009).

Si uno le pregunta, dice que no haría un cuarto reality, aunque en seguida agrega:

-Pero todos tenemos un precio. Yo me arriendo y cobro bien caro. No tengo pudor en decirlo. Para mí es un trabajo.

Janis es la única de su generación que aún sigue en televisión. Desde que salió del reality ha sido coanimadora, notera, invitada estelar y panelista de programas de Canal 13 y rostro de campañas publicitarias. Hoy actúa en Gordis, la nueva teleserie adolescente de Chilevisión.

-Protagonistas de la Fama era para buscar actores y ahora, después de todos estos años, voy a actuar por primera vez.

Cuando entró al reality, Janis quería ser bailarina clásica y estudiar arte. Cuando salió ya sabía que lo suyo iba a ser la televisión, así que se olvidó del baile y entró a comunicación audiovisual en el Duoc. Está egresada, pero le falta el título.

-Descubrí en el camino que la tele es oscilante, un día estás y otro día no estás, y los tramos pueden ser de mucho tiempo. Existe la fórmula para mantenerse: el escándalo, la bulla, atacar a alguien, y funciona, pero no es algo que me acomode hoy. Lo ocupé no siendo muy consciente al respecto. Ya no lo volvería a hacer.

Su primer enfrentamiento con la fama fue el mismo día en que abandonó la casa-estudio. Lo primero que le mostraron fue la portada de un diario donde salía ella.

-Pensé: ¿Cómo a alguien se le puede cruzar por la cabeza ponerme en una portada? No entendía por qué era famosa. El segundo impacto fue con la gente, cuando una señora te paraba en la calle, te saludaba y te aconsejaba como si te conociera de toda la vida. Y el tercer impacto fue el Festival de Viña: pasé de verlo en mi casa a estar en tercera fila y escuchar ovaciones cuando yo aparecía en la pantalla gigante.

Fue bastante para una chica de 18 años, recién salida del colegio y que venía de Melipilla, hasta que su boom pasó.

-Cuando no tuve pega en televisión, hice de anfitriona, edité, hice sonidos, pegas que mucha gente no hace, porque el ego les gana. El ego les pasó la cuenta a algunos de mis compañeros y por eso hoy no están en ninguna parte. Uno está en la tele hasta que aparece alguien más y jodiste. Y te empiezas a cuestionar: qué hice mal, no estoy bien preparada, me relacioné con la gente equivocada, pero me di cuenta que uno responde a las necesidades del medio. Si no estoy es porque apareció alguien que marca más. Yo comprendí eso, que uno es un producto y no me siento utilizada. La televisión va y viene, y cuando viene, la tomo.

Por eso cuando le ofrecieron, participó en El baile, de TVN, programa que terminó ganando. Para ella, ese ha sido el segundo hito de su carrera, no tanto por haber triunfado, sino porque de ahí en adelante dejó de ser Janis Pope, ex chica reality.

-Ahora soy Janis Pope, la ex chica reality que baila bien -ríe-. No podría renegar del reality, sería como renegar a mi madre. Allí nací.

***

Del Facebook de Ballero:

¿Quién soy yo?

Narcisista desquiciado y humilde servidor.

Utópico soñador e inseguro absolutista.

Rechazado y encantador.

(...)

Disfruto mucho de lo simple, desde caminar con el sol cubriendo mi espalda y el viento en mi piel.

Fotografiar, escribir poemas o simples historias, Cocinar, comer y sonreír con la gente que amo. Estar bajo la ducha por muchos minutos.

Soñar y luchar por ello.

Bailar de vez en cuando, abrazar a mis amigos.

(...)

Rayo con el trabajo de Mario Toral y la poesía de Óscar Hahn.

A pesar de mi dura apariencia soy muy sensible, sólo con mi mujer y mis mejores amigos me quito la armadura".

(...)

Adoro el diseño, como una forma de vida;
buscar la belleza
y reinventarla a tu alrededor.

Comunicar también me apasiona.

Fui dirigente juvenil de RN a los 18 años.

Quiero volver a la vida política pero con varios años más de experiencia.

(...)

Asumo que me arrepiento de haber entrado tan chico a la televisión y pecar de inexperiencia en el trabajo, sin embargo, soy un gran afortunado con lo que he vivido.

***

Gerardo del Lago tiene una idea:

-¿Y si se hace un reality con puras parejas divorciadas? ¿Se juntarán o no?

E, incluso, ya le tiene nombre: Divorciados... ¿o no tanto?

Del Lago, antofagastino, más conocido en el reality como Chicho, entró a Protagonistas a los 25 años con la idea de potenciar su carrera de actor -que no iba bien- y entrar a una teleserie. Tras salir de la casa-estudio, tuvo esporádicos pasos por programas de televisión y participó en dos miniseries de Megavisión dirigidas por Alex Hernández: Amores urbanos y Don Floro, hasta que la fatalidad lo encontró: su madre falleció y al poco tiempo tuvo un accidente de tránsito en la rotonda Pérez Zujovic. Pasó un mes sin caminar, tres meses en rehabilitación y un año sin poder correr.

-La muerte de mi madre me angustió, andaba con mucha carga encima, y yo creo que por eso sucedió todo lo que me sucedió.

Pronto, por la inestabilidad de su carrera, Del Lago tomó una decisión: entró a estudiar psicología a la Uniacc. Hoy está titulado -"pon que me saqué un siete en la tesis", pide- y tiene una consulta privada en su propio departamento de Las Condes. También hace lo que él llama "obras de teatro capacitacionales", que es una mezcla entre su vocación de actor y su profesión de psicólogo. Él lo explica mejor:

-La empresa equis me pide que haga un estudio sobre el clima laboral y quiere que haga una obra acerca de la motivación de los trabajadores o el liderazgo o atención a los clientes, y me ha ido bien. La última obra que escribí se llama Yo me la puedo, que es sobre el emprendimiento de la mujer. Otra es Cómo fue que dijiste, acerca de la atención al cliente. Las escribo, las dirijo y, si puedo, las actúo.

Esa es la vida de Chicho hoy. Durante esta entrevista toma café en un tazón donde sale su rostro en una campaña que hizo para un supermercado y manda varios saludos a su familia y amigos como si hubiera una cámara en frente.

-La tele no es todo. No por no estar tanto en pantalla voy a ser un fracasado. No soy amigo de la farándula. Hay otras ventanas.

Del Lago se queja de que en las teleseries casi no hay recambio de actores, que siempre están los mismos, siempre Pancho Melo, siempre Francisco Reyes, y que es muy difícil poder entrar.

-Me encantaría que sonara mi celular y me dijeran: Chicho, te tengo un personaje para tal teleserie. Yo feliz, es lo que estudié. Me encanta más actuar que la psicología. La psicología la aprendí a amar con el tiempo. Es la profesión de mi papá.

Su padre, de 80 años, fue quien lo apoyó cuando dijo que entraría a un reality. En una entrevista declaró que estaba agradecido de Canal 13 porque nunca había visto a su hijo tan seguido. Hoy padece un cáncer a la cadera.

-No me arrepiento de la experiencia, yo la pasé bien en el programa. Maduré y descubrí que me hacían falta mis padres -dice Gerardo-. Cuando salimos nos trataron como ídolos. Te hacían sentir como dioses intocables. Me pusieron en un pedestal. La señora del almacén, que la odiabas porque te trataba mal, ahora te atendía de maravillas. Pero estábamos en desigualdad de condiciones para enfrentar el mundo laboral. Hasta hoy me pasa que me rechazan de casting porque el cliente no quiere asociar la marca a un ex chico reality.

De todos modos, Del Lago sigue con un pie en la televisión. Por YouTube se puede ver Desfachatados TV, un espacio que hace apoyado por la Uniacc, y tiene en proyecto otro programa: Al desnudo sin tabú, donde dice que animará así, sin ropa.

***

Aline Blanc, la estudiante de teatro que pololeaba con Jorge Olivares, aparece impecablemente vestida. Hace cinco años que es publicista. Hoy trabaja en el área de ventas de Grupo Digital.

-Si me hubieran ofrecido algo, como una teleserie, lo hubiera hecho, pero no se dio. Como actriz quedé con un estigma -dice-. Yo no me metí al programa por fama, quería desarrollar mi carrera, pero fue todo lo contrario, me jugó en contra. Muchos compañeros que estudiaron teatro conmigo en la Arcis hoy son conocidos. Yo fui víctima de prejuicios.

Aline piensa que a todos les pasó más o menos lo mismo. Al menos a los que les interesaba la actuación.

-Hoy ninguno tiene una carrera destacada en esto. La Cata Bono no ha hecho películas ni ha protagonizado teleseries. No por sus aptitudes, sino por las secuelas que nos dejó el programa. Chicho era súper buen actor, pero ¿qué es de él hoy?

El estigma del reality la siguió incluso cuando buscó trabajo en la publicidad. Cuenta que uno de sus primeros jefes, antes de contratarla, le dijo que tenía miedo que los clientes la prejuiciaran por haber salido de Protagonistas. Sin embargo, lejos de afectarla, ocupó ese dato a su favor.

-Me sirve para romper el hielo. Siempre me reconocen y me preguntan, ¿no eres tú la del reality? Siento que de a poco me he ganado un nombre como publicista.

Dice que no volvería a entrar a un reality, que ya no tiene razones para encerrarse de nuevo, que hoy entrar a uno está mal visto, que da la impresión que uno no tiene nada más que hacer. Pero que si algún día le ofrecen un papel interesante en una película o una teleserie, lo tomaría.

-Es una deuda que tengo conmigo.

Cuenta que vio 40 y 20 y que se río mucho, pero que, por lejos, prefiere los realities del canal E!

Quien sí pudo continuar en el teatro fue Óscar Garcés. Después de su abrupta salida de la teleserie Machos por no llegar a una grabación, la carrera de Garcés se afirmó. Trabajó en el área dramática de Mega, estudió actuación dos años y medio en México y desde hace un año es parte de la compañía de Pato Torres, donde actúa en tres obras, entre ellas Borrón y cuenta nueva.

-Estoy tapado de pega. Recorremos todo Chile y nos ha ido harto bien -dice, durante un descanso en los ensayos.

No todo ha sido bueno: enfrentó una acusación de abuso sexual por una camarera de un hotel en Calama, juicio del cual salió inocente. Ahora espera la indemnización del hotel. De todos modos, no reniega de su participación en Protagonistas. Es más, aceptó entrar a Pelotón 3, pero dice que ya no. Rechazó ser parte de 40 o 20 y de Año Cero.

-Yo no tengo ningún problema con Protagonistas; muchos quedaron resentidos, pero claramente uno se hizo conocido gracias al programa. Los errores y los aciertos pasan por uno, no por un espacio de tevé.

Oscar quedó segundo, tras Ballero, con quien se enfrentó varias veces.

-El éxito del programa no hubiera sido posible sin él -dice hoy-. El 13 repuntó gracias a Ballero. Cuando abrieron la puerta de Protagonistas para ir a la final había miles de personas peinadas como Álvaro, vestidas como Álvaro, y ahí dije: Listo, perdí. Él fue uno de los genios del programa junto a Quesille. Gracias a eso pasé un poco inadvertido y pude hacer mi vida.

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¿Qué fue de los demás participantes?

Jorge sigue en actuaciones circenses, ligado a la Casa Payaso. Declinó participar en este reportaje. "Quiero ser anónimo", dijo. Después de haber trabajado en un club nocturno, Francesca Rojas se fue a vivir a España. Hoy está casada y tiene un hijo. De Consuelo Inostroza nadie sabe mucho: dicen que ingresó a la Escuela Militar. Elizabeth Hernández, la que pololeó con Gerardo, probó suerte como vocalista de un grupo electropop sin éxito. Hoy es profesora de la escuela de Verónica Villarroel y actúa en una compañía de teatro educacional. Juan José Alvear dejó el canto y dice que está arrepentido de haber pasado por Protagonistas. Hoy es productor de la empresa Número Uno, que arrienda equipos para eventos. Carlalí Villalba dejó el periodismo y hoy es tripulante de vuelo de LAN. Y Juan Ignacio Reyes, el simpático del grupo, desapareció del mapa. Trabajó en la producción de algunos programas del 13 y después acarreó público para el late show Sin dios ni late. En su última entrevista dijo que quería tener su propia peluquería.



"Sentíamos que habíamos usado a los participantes. No los mirábamos como concursante de un programa de tevé", admite hoy Quesille.



"No podría renegar del reality, sería como renegar a mi madre. Allí nací", dice Janis Pope, la única de su generación que se ha mantenido en pantalla.



"Me encantaría que sonara mi celular y me dijeran: Chicho, te tengo un personaje para tal teleserie. Yo feliz, es lo que estudié. Me encanta más actuar que la psicología", dice Del Lago.



"Yo no me metí al programa por fama, quería desarrollar mi carrera, pero fue todo lo contrario, me jugó en contra", dice Aline, hoy publicista.

Por Gazi Jalil F..
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