domingo, 16 de mayo de 2010

Polémica Sigue el conflicto que estalló el año pasado: Se apaga el Teatro Oriente

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Domingo 16 de mayo de 2010
ARTES Y LETRAS



Así lo asegura Manuel Ahumada, quien lo gestionó hasta 2009. Lo cerraron en abril para realizar reparaciones tras el terremoto, pero él afirma que es una excusa, pues el lugar no funciona desde el 1 enero, y denuncia una instrumentalización política. Incluso emergen sospechas de intereses inmobiliarios sobre un terreno muy valioso.

Juan Ignacio Rodríguez Medina



Por reparaciones internas, las actividades en el Teatro Oriente se encuentran suspendidas". Así anuncia su estado actual la sala ubicada en Providencia y construida en 1935 por los arquitectos Carlos Cruz y Escipión Munizaga y que cobijara por décadas los conciertos de la Fundación Beethoven y durante los últimos años a las Orquestas Juveniles. ¿Las razones? El terremoto del 27 de febrero. Al menos así dicen en el teatro.


La decisión generó molestia y extrañeza en el ambiente cultural. Según relata Isaac Frenkel, presidente de la Fundación Beethoven, tras el sismo de febrero, él se contactó con el teatro para saber si habían tenido alguna dificultad: "Me indicaron que no, que habían hecho una revisión primaria, que tenían un informe de un ingeniero (que me mandaron) y que estaban haciendo otra revisión más profunda, pero que por lo que les habían comentado, no había problemas".

Independiente de eso, lo que molestó a Frenkel fue que no le informaran del cierre: se enteró por una conversación y tuvo que ser él -dice- quien se contactara con el teatro: "Teníamos toda la temporada internacional programada". El resultado es que se trasladaron al Nescafé de las Artes y por primera vez en décadas los conciertos de la fundación no se realizarán en el Oriente. ¿Y el próximo año? "Al Teatro Oriente no volvemos, eso es seguro".

Tampoco regresarán, al menos este año, las Orquestas Juveniles, que ya en enero habían decidido realizar su temporada en el Nescafé de las Artes, según confirma Christian Ellwanger, el encargado de prensa de la agrupación: "No sé si volvamos el próximo año, aunque tuvimos una buena experiencia el 2009, es difícil si vemos las condiciones técnicas en que se encuentra la sala, sobre todo por la acústica para una orquesta sinfónica como las nuestras".

El cierre también afectó al Instituto Cultural de Providencia, quienes se enteraron a través de un correo electrónico de la situación: "Quedamos un poco a la deriva -cuenta Osvaldo Rivera, director de la Corporación Cultural de Providencia-, nuestra programación musical comenzaba el 5 de mayo, pero felizmente pudimos trasladarnos al Aula Magna de la Escuela Militar". De todos modos tienen programado en octubre un concierto en el Oriente: "Hasta donde nosotros sabemos, el teatro tendría las reparaciones en el transcurso del mes de mayo", relata.

Un poco de historia


Hasta ahí el asunto no pasaría de algunas desprolijidades y desencuentros, y de la opción que cualquiera tiene de irse a otro lado. Sin embargo, Manuel Ahumada, quien hasta diciembre del año pasado estuviera a cargo de la gestión cultural del teatro, acusa que el lugar está "muerto" desde el primero de enero de este año: "Lo del terremoto es una excusa barata". Para entender el entuerto hay que hacer un poco de historia.

Desde 1989 el Teatro Oriente pertenece al ex INP, hoy llamado Instituto de Previsión Social (IPS). Según comenta Arturo Navarro, director del Centro Cultural Estación Mapocho, en 2000 el entonces Presidente Ricardo Lagos se contactó con él y le manifestó su preocupación por "salvar un teatro, que era el lugar de las temporadas Beethoven, y que se estaba deteriorando". Así, por petición del Mandatario, ellos asumen la gestión del espacio y -relata Navarro- "se lo rehabilita y posiciona en el circuito cultural, se invierten cincuenta millones de pesos y el año 2003 (cuando finaliza nuestra gestión) se alcanza una asistencia anual de cien mil personas". Sin embargo, explica, "no se cumplió el requisito de tener una corporación". Tenían listo un proyecto que consideraba la participación de privados, pero hubo diversas trabas burocráticas que dejaron la idea en nada.



Después el teatro se cedió en comodato a la Universidad de Chile, vínculo que se anuló en 2007 cuando el director del ex INP Rafael del Campo, en una gestión conjunta con Manuel Ahumada (asesor cultural de la entidad previsional), recupera la administración del teatro para la repartición estatal. Tanto Del Campo como Ahumada coinciden en que el teatro estaba en muy malas condiciones, a punto de ser clausurado por insalubre y con una deuda en contribuciones.

Se hizo un "plan maestro" con dos objetivos: recuperar la infraestructura y hacer una gestión cultural. Manuel Ahumada asegura que durante su mandato se invirtió, "fácilmente, un millón y medio de dólares", entre recursos públicos y privados, para arreglar la acústica del lugar, el escenario, las salas; para comprar equipos de sonido e iluminación; para implementar un sistema de calefacción, hacer los baños, habilitar los camarines: "Prácticamente se hizo todo de nuevo", afirma.

Además, se convocó, entre otros, a la Fundación Beethoven, a las Orquestas Juveniles y a la Universidad de Chile, para conformar un consejo asesor de cultura. Gracias a eso, se logró tener una programación permanente que iba desde actividades de capacitación, hasta un calendario propiamente cultural, el que incluía las temporadas de la Fundación Bee-thoven y de las Orquestas Juveniles, un festival de teatro gratuito durante enero (paralelo a Teatro a Mil), presentaciones de grupos de danza, arriendo para actividades de música popular: "Prácticamente todos los días había una actividad -cuenta Ahumada-; normalmente me llegaban pedidos de productores argentinos y europeos. Además le dimos un sello social, por ejemplo, al abrirle el lugar a los niños de las Orquestas Juveniles". De hecho, agrega, la última actividad de 2009 fue un concierto de Roberto Bravo en beneficio del Hogar de Cristo.

La cima de todo este esfuerzo, según explican Rafael del Campo y Manuel Ahumada, debía ser la creación, el año pasado, de una fundación a la que se traspasaría la propiedad del Teatro Oriente para evitar que el espacio estuviera sometido a las decisiones del funcionario de turno. En ella participarían los miembros del citado consejo asesor de cultura, además del Ministerio del Trabajo (del que depende el IPS), el de Cultura y el propio IPS. La fundación se hizo y se llama Corporación Cultural Teatro Oriente. Pero quedó en el papel. ¿Qué ocurrió?

El teatro del absurdo

En 2009 el ministro del Trabajo era Osvaldo Andrade. Según Del Campo, él estuvo de acuerdo con la idea del traspaso a la fundación: "El objetivo era tener una política de largo plazo", explica el ex director del IPS. Pero Andrade deja el ministerio para postularse como diputado y asume la cartera Claudia Serrano: "Entonces se desechó el proyecto, no se activa la fundación y se le da un uso de corto plazo, político". ¿Político? Sí, porque tanto Del Campo como Ahumada denuncian (ya lo habían hecho en 2009) una instrumentalización del lugar: "Metieron a operadores para hacer actividades de campaña", asevera el primero. De hecho, durante septiembre de 2009 Eduardo Frei, por esos días candidato presidencial, realizó un encuentro masivo con adultos mayores; y en diciembre, ya para la segunda vuelta, se hizo un encuentro donde estuvieron, además del candidato, entre otros, los ex Presidentes Patricio Aylwin y Ricardo Lagos. "La naturaleza de la persona que pusieron a cargo del teatro [Eduardo Reyes, el actual gerente] era esa, hacer ese tipo de actividades. Si al final, como dicen algunos, la cabra tira pa'l monte", explica Del Campo.

En marzo de 2009 Rafael del Campo es reemplazado por la actual directora del IPS, Labibe Yumha. Ella decide crear una gerencia para el teatro y pone en ese cargo a Eduardo Reyes, militante democratacristiano. Ahí comienzan los problemas con Manuel Ahumada, quien en ese momento denunció a El Mercurio que, tras pedirle el cargo, se cambiaron las chapas del teatro para que él no pudiera entrar, y que tras gestiones de Roberto Bravo y de la entonces ministra de Cultura, Paulina Urrutia, lo repusieron en su cargo.

Hoy, Ahumada reitera sus denuncias. Dejó el teatro el 31 de de diciembre de 2009 e incluso, por esta situación, renunció a su militancia en la Democracia Cristiana, donde era parte de la comisión de cultura: "No me presto para manipular nada. Lo que resulta grotesco es que este teatro, que es un lujo, hoy (gracias a la soberbia, la prepotencia y, sobre todo, la ignorancia de la gente del IPS) esté muerto. Esta gente decidió sacar a los que sabían y poner a personas con cero preparación para hacerse cargo de un teatro. Lo podríamos llamar el teatro del absurdo".

Ahumada denuncia que la nueva administración comenzó a pedir entradas a las productoras que traían eventos. Que desde enero no se hace nada en lugar (incluido el festival de teatro gratuito). Que las Orquestas Juveniles se fueron porque se les quiso cobrar una suma que no estuvieron dispuestos a pagar. Que él tenía el 2010 programado y no se ha hecho nada. A todo ello Rafael del Campo agrega otro elemento: "Creo que deben estar rondando intereses inmobiliarios". Sobre eso, cuenta que durante su gestión le llegaban cartas manifestando intenciones de comprar el teatro. Manuel Ahumada confirma que existió el interés de un banco y de un hotel para adquirir el lugar, botarlo y levantar un nuevo edificio.
A pesar de que aún aparece en el sitio web del teatro, el Consejo Asesor de Cultura tampoco funciona. Lo confirman en la Fundación Beethoven y el Instituto Cultural de Providencia, los que sólo mantenían vínculos como arrendatarios, y las Orquestas Juveniles: "Este año no hemos recibido ninguna invitación, ni ha habido ninguna reunión, por lo que entendemos que no está funcionando", señala Christian Ellwanger.



¿Qué hacer con el teatro?

Arturo Navarro cree que lo que pasa con el teatro es la coronación de una gestión incompleta o inadecuada y el problema está en lo que llama una "anomalía básica"; a saber, que el dueño sea el IPS: "Eso es lo que hay que resolver, el propietario tiene que tomar una decisión, que convoque y haga lo que corresponde para crear la institucionalidad pertinente. El Presidente Piñera puede dar hoy una instrucción, tal como lo hizo Lagos en su momento".

Para Isaac Frenkel, por principio, hay que salvar todos los teatros y mantenerlos en un buen nivel: "En éste, siendo del IPS, deberían hacerse las refacciones necesarias y, por ejemplo, podría ser un muy buen vehículo para que el Consejo de la Cultura o los organismos pertinentes atrajeran a públicos que normalmente no tienen la posibilidad de asistir, por razones económicas, a conciertos y obras de teatro".

Manuel Ahumada concuerda con la necesidad de cambiar la administración, y que se vuelva a hacer gestión cultural: "El año pasado fui invitado por el Consejo de la Cultura y las Artes a exponer la experiencia del Teatro Oriente en el 'Tercer seminario de políticas culturales comparadas Chile-Estados Unidos'. La gestión realizada en el teatro se presentó como un ejemplo de modelo de desarrollo de un espacio público. Hoy ese 'ejemplo de gestión' no existe". Y, agrega, "tampoco me parece que se les esté pagando sueldos a personas por deambular por los pasillos del teatro". "A mi juicio -concluye-, aquí existe un perjuicio económico para el Estado, ya que producto de mi gestión el teatro no sólo se autofinanciaba, sino que además generaba recursos, producto de los arriendos, que se enviaban al Estado. Estamos hablando de un promedio de más de cien millones de pesos anuales". "Debería pronunciarse el Ministerio del Trabajo". Se intentó obtener dicho pronunciamiento, pero hasta el cierre de este artículo el departamento de comunicaciones del Ministerio no respondía.

¿Y el IPS? La semana pasada Eduardo Reyes acordó una entrevista con Artes y Letras para el miércoles 12 de mayo, pero ese día Reyes informó que la dirección nacional del IPS había decidido derivar a la dirección de comunicaciones "toda conversación relativa al cierre temporal". Quien finalmente envió una respuesta es Andrés Palacios, jefe de administración del IPS y superior de Reyes. ¿Cuándo se reabre el teatro? ¿Quién hizo el segundo informe? ¿Cuáles son los daños? ¿Por qué no hay actividades desde enero, según acusa Manuel Ahumada? ¿Qué hay de la denuncia de instrumentalización política? ¿Para qué quiere el IPS un teatro? ¿Hay intereses inmobiliarios? ¿Hay un compromiso de preservarlo? ¿Por qué el cambio de administración? Encuentre usted las respuestas en la siguiente declaración: "La clausura temporal fue determinada el pasado 5 de abril, a raíz de un informe de ingeniería final elaborado por especialistas en estructuras, el cual determinó la existencia de ciertos daños en cielos y galerías del interior del teatro producto del terremoto y las posteriores réplicas, sin constituir peligro estructural alguno". "Ya iniciamos un proceso de licitación para adjudicar las reparaciones necesarias y poder continuar con el calendario de eventos culturales a partir del próximo 30 de junio". Mientras, durante la elaboración de este artículo, y antes de recibir la citada respuesta, el IPS decide pagar un aviso publicitario que apareció anteayer en El Mercurio, donde se anuncia dicha reapertura.

A la espera de que ello ocurra, lo cierto es que del Teatro Oriente ya se marcharon la Fundación Beethoven y las Orquestas Juveniles, y que el traspaso desde el IPS a una fundación quedó en nada. ¿Qué ocurrirá?



Labbé: "Nunca va a caer en manos de una inmobiliaria"
Providencia siempre anheló hacerse del Teatro Oriente, pero las gestiones fueron infructuosas.

-¿Por qué no resultó?

"Por razones políticas. Me lo dijeron: 'Nadie le va a dar el Teatro Oriente a la Municipalidad de Providencia y menos a Labbé'".

-Existió la idea de una corporación tripartita con la Estación Mapocho y la Universidad de Chile

"Sí, pero las medias son para los pies. Los monstruos de tres cabezas no han funcionado nunca. Hicieron la propuesta, pero dije: En ese proyecto yo no pongo ni un peso".

-¿Le interesa reactivar las gestiones por el Teatro Oriente?

"Si alguien quiere conversar con nosotros, no tenemos ningún problema para reexplorar el asunto".

-¿Cree que existan intereses inmobiliarios detrás del teatro?

"No, pienso que nunca va a caer en manos de una inmobiliaria. Si fuera así, ahí sí que entramos nosotros a pelearla fuerte. Lo que hay son cosas menores, indecisiones. No sé cuánto les cuesta el Teatro Oriente, pero debe tener números rojos. Yo le aseguro que si me lo entregan a mí, en seis meses lo tengo con números azules. Entréguenselo a Providencia y se acabó la historia".

El Ministro de Cultura abre una salida
Como marco general, el Ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, señala que "ningún centro cultural en el mundo hoy puede funcionar desconectado de las redes culturales".

-¿Qué se debería hacer con el Teatro Oriente?

"Esta semana precisamente conversamos con la Ministra del Trabajo para buscar una formula que permita el traspaso del Teatro Oriente al Consejo de la Cultura . Hay una enorme cantidad de bienes culturales en áreas del Estado que debieron ser parte de la nueva institucionalidad cultural y que hoy, a la vista de los resultados, intentamos reordenar".

-¿Cuál es el mejor modelo para los viejos teatros que sufren por la falta de mantención y de una gestión cultural?

"A mi juicio, lo más conveniente es que pasen a manos de sociedades de gestión de carácter privado independientemente de que los inmuebles mismos puedan ser de propiedad pública. El modelo de gestión privada a través de corporaciones o fundaciones ha probado ser una solución de costos más liviana y dúctil administrativamente que aquel que proviene del Estado, permitiendo sueldos más competitivos, reclutamiento de profesionales de primer orden y mayores libertades en la búsqueda mixta de financiamiento".
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Los conflictos tras el telón del Teatro Oriente
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lunes 23 de noviembre de 2009




La sala, propiedad del IPS (ex INP), pasa por momentos difíciles. Según denuncia Manuel Ahumada, director de gestión cultural de la sala, se le está impidiendo ejercer su trabajo.

EDUARDO MIRANDA Y JUAN ANTONIO MUÑOZ


Son días complicados para el Teatro Oriente. Detrás del telón de la sala de Providencia se esconden conflictos que han complicado el óptimo funcionamiento del espacio, construido en 1933 y que desde 1989 es propiedad del Instituto de Previsión Social (ex INP).
Manuel Ahumada, en la entrada del Teatro Oriente
La alerta la pone el director de gestión cultural de la sala, Manuel Ahumada Madariaga, quien asumió su cargo en 2007. "Fui contratado como asesor cultural del entonces INP, en momentos en que el teatro iba a ser rematado. Sus condiciones eran insalubres y desde hacía cuatro años no se pagaban las contribuciones. Por eso propuse asumir el funcionamiento del teatro y de reposicionarlo; desde entonces hasta ahora me he dedicado a generar alianzas para hacer mejoras", cuenta. "A partir del cambio de la dirección nacional del IPS este año (a cargo de la ingeniera comercial Labibe Yumha), el teatro entra en un retroceso, porque se ha desconocido el trabajo que se ha hecho hasta ahora", agrega.

El quiebre de Ahumada con el IPS ocurrió el 7 de agosto pasado: "Recibí un correo que me anunciaba que debía hacer entrega del cargo y yo respondí que no tenía ningún inconveniente. Pero un funcionario me avisó que vendría un cerrajero a cambiar las chapas para que yo no entrara. Tomé mi agenda y me fui, porque eso lo encontré brutal. Después de haber hecho un trabajo reconocido por todos, era inaceptable que se tomara esa decisión. El 12 de agosto se me comunicó que ya habían contratado a otra persona".

Sin embargo, Ahumada volvió a asumir su cargo en septiembre: "Mi contrato a honorarios fue renovado hasta diciembre de 2009, gracias a la intervención del pianista Roberto Bravo y la ministra de Cultura, Paulina Urrutia", revela Ahumada y agrega: "Pero el IPS ya había contratado a Eduardo Reyes, quien es un operador político de la DC, como administrador. Se instaló en mi oficina e incluso trajo otro cerrajero para que rompiera mi escritorio. Él mismo me dijo que esto lo hacía por instrucción de la dirección nacional del IPS. Y lo mismo adujo cuando le pregunté por qué no podía tener yo llaves del teatro si hasta los encargados de aseo las tienen. Estas acciones de humillación no corresponden a una institución del Estado. Me gustaría conocer la posición de la Ministra del Trabajo respecto de los procedimientos empleados por la directora del IPS".

Pero los problemas continuaron: "Hace tres semanas fui a revisar la agenda para programar, y mi acceso estaba bloqueado. Lo está haciendo Reyes. No procede que un administrador se dedique a eso, porque el criterio artístico es función mía".

"El 13 de noviembre envié todos los antecedentes a la Contraloría, porque no se me está permitiendo hacer mi trabajo. El sábado 14 hubo una presentación del grupo Schwenke & Nilo, y la productora se quejó porque Eduardo Reyes le pidió 300 entradas... ''.

-¿Por qué es necesario que en el Teatro Oriente haya un director de gestión cultural? ¿La sala no funciona sólo por arriendos?

"No. No es así. Nosotros también arrendamos la sala, pero nos fijamos a quién se la arrendamos. Y también hacemos proyectos propios como 'Santiago + teatro', con el cual competimos como 'Stgo. a mil', y todo el plan de conciertos de las Orquestas Juveniles".

-¿Qué camino ve para afianzar el teatro?

"Pienso que debería entregarse en comodato a la Fundación de Orquestas Juveniles. Los jóvenes podrían tener ahí un lugar digno y adecuado para ensayar".


Manuel Ahumada, en la entrada del Teatro Oriente

El apoyo para Manuel Ahumada
"Es un hombre muy responsable, hemos trabajado juntos y ha creado grandes cosas. Ha levantado el Teatro Oriente y eso es muy importante. Conozco su trabajo desde cerca y puedo dar fe de su responsabilidad".

ROBERTO BRAVO
Pianista.

"Él es un motor, porque es capaz de hacerse cargo del teatro completamente solo. Así lo ha demostrado todo este tiempo. Es muy injusto como se le ha tratado".

MAYA CASTRO
Presidenta de la Corporación de Amigos de Museos y de las Bellas Artes.

"El trabajo que ha hecho en el teatro es enorme, él lo revivió y está aún en proceso. Si se le diera a él la oportunidad de completar la restauración y arreglos del teatro, resultaría no sólo en un orgullo para la ciudad, sino que hablaría en nombre de un país que entiende que la educación y la cultura son prioridades".

MAHANI TEAVE
Pianista.

"Durante mi gestión formamos una Corporación Cultural, que logró reunir a 10 instituciones. Según entiendo, la nueva dirección ha decidido no poner en práctica esta forma de trabajo, colocando a personas que tienen una tendencia más de operadores políticos. La nueva administración no ha permitido la puesta en marcha de la Corporación que creamos".

RAFAEL DEL CAMPO
Ex director IPS




"El teatro era un desastre, uno no podía ni entrar... Estoy desolada con lo que ocurre. No entiendo cómo se ha llegado a esto, con una persona que lo está haciendo bien dentro de las posibilidades. Creo que es una persecución política".

MARY ROSE MACGILL

La otra cara de la moneda
Eduardo Reyes desconoce el conflicto y asegura que hay continuidad en la programación del Teatro Oriente. "Hay una autoridad que decidió crear una gerencia. El gestor cultural debe dedicarse a la promoción y actividades que tengan que ver con la imagen del teatro. Mi gestión tiene que ver con la contratación de eventos", cuenta Reyes.

Y explica: "Esto es en función de que somos una institución pública; estamos sometidos al escaneo de la Contraloría General de la República. La persona que está a cargo del teatro debe tener responsabilidad administrativa, y eso no lo puede ejercer alguien que está trabajando a honorarios y que no es funcionario público".

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1 comentario:

  1. Te felicito por tu blog. Lo agregué a los recomendados de mi sitio web: http://patrimoniourbano.tuars.com

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