domingo, 24 de octubre de 2010

16 episodios desconocidos que rodearon a los mineros, los rescatistas, los ministros y el Presidente

domingo 17 de octubre de 2010


Las historias no contadas del rescate

La tentación de Piñera por bajar en la cápsula
Ocurrió en la tarde del martes 12 de octubre, horas antes de que comenzara la operación en que los 33 mineros volvieron a la superficie, que el Presidente Sebastián Piñera conversaba con los jefes del equipo de rescate sobre cómo trancurriría la maniobra.

El Mandatario consultaba insistentemente si el traslado de la cápsula era seguro. Las preguntas no llamaron la atención de los jefes del equipo de rescate, pero sí de Cecilia Morel. "Me imagino que no estarás pensando en bajar en la cápsula", le dijo ella.

"¿Por qué no? ¿Cuál es el problema?", le contestó el Mandatario.

Quienes estaban presentes afirman que el Presidente explicó que hacerlo era mostrar simbólicamente que era todo el país, a través de su Presidente, que iba a buscar a los trabajadores atrapados.

Pese a los argumentos, el propio Piñera no terminó de convencerse de la idea.

"Ustedes no han comprendido la magnitud de esto"
Cuando Piñera llegó a la mina San José para interiorizarse sobre cómo se realizaría la difusión del rescate se le expusieron cuatro puntos: un container ocultaría la operación a los medios de comunicación, la transmisión oficial se haría en diferido, la imagen captada en el interior de la mina no se haría pública y los familiares esperarían a los mineros dentro del triage. Entonces el Presidente preguntó qué probabilidades había de que el rescate fracasara. "Prácticamente nulas", le respondieron.

"¡Ustedes no han comprendido la magnitud de esto!. Es un momento de gloria para Chile, no hay nada que ocultar. Esto hay que mostrarlo al mundo", dijo y revirtió las cuatro medidas.

Sedantes para Mario Sepúlveda y la dramatización que le hizo al Presidente
Mario Sepúlveda, el segundo minero en salir de la cápsula y quien llamó la atención por su triple saludo al Presidente Piñera y haber corrido hacia los rescatistas para gritar un ceacheí, continuó con su euforia en el Hospital de Copiapó. El minero hablaba insistentemente y se movía más de lo que los médicos consideraban adecuado, por lo que decidieron administrarle tranquilizantes y así asegurarse de que el trabajador pudiese descansar.

Su actitud continuó el día siguiente, cuando el Presidente Piñera se reunió con los 33 mineros y otras autoridades. Según testigos, Sepúlveda habló extensamente sobre su experiencia y luego le siguieron otros trabajadores, aunque con intervenciones más breves. De pronto, Sepúlveda volvió a pedir la palabra, lo que originó bromas y abucheos de sus compañeros que le enrostraban que ya había hablado suficiente. Sin embargo, Piñera le dio la palabra. Entonces, Sepúlveda se colocó al centro del grupo e hizo una suerte de dramatización de su encierro: se acostó en el suelo, se encogió, gritó e hizo todo tipo de manifestaciones histriónicas que sorprendieron a las autoridades.

Cómo se eligió al jefe del rescate
En la Moneda afirman que cuando Piñera analizó el escenario en la mina San José, tras el accidente, vio que había varios ministros y comentó que había "muchos miembros del directorio y ningún gerente". Fue entonces que decidió nombrar un jefe del rescate.

Luego, el Mandatario preguntó por los profesionales más experimentados y recibió los nombres de André Sougarret, gerente de minas de El Teniente, y el de Nelson Pizarro, gerente general de Mina Caserones.

Con ambos, el Mandatario sostuvo largas conversaciones en su primer viaje a Copiapó, les pidió consejos, alternativas de rescate e informes técnicos. Finalmente, Piñera se decidió por Sougarret.

La expulsión de una empresa contratista por nota de Canal 13
Cuando la máquina T-130 ya había culminado el túnel por el que bajaría la cápsula Fénix II, la empresa Geosinergia fue requerida para medir eventuales movimientos de la roca en el ducto. La compañía, que había participado en todo el rescate, bajó cámaras y sensores de movimientos, pero para hacer un mejor trabajo, solicitó un detector de sonido que Codelco no tenía ni había en Copiapó. Finalmente, se pidió un aparato que era afín a los requerimientos a Canal 13. Sin embargo, tras la medición, la estación televisiva usó la grabación para una nota que salió al aire con los comentarios del ingeniero Miguel Fortt. Indignadas, las autoridades de Codelco expulsaron de las operaciones a Geosinergia, que trabaja con la empresa estatal en otras faenas. Canal 13 debió explicar que la grabación no fue facilitada por Geosinergia, y Fortt, enviar una carta aclaratoria a Codelco.

El insólito encargo de Gloria Estefan
Cuando la escritora chilena Emma Sepúlveda, que vive hace 35 años en el extranjero, llegó a Copiapó desde EE.UU., no sólo traía la intención de escribir historias sobre la mina San José. La literata llevaba un mensaje de aliento de Gloria Estefan, a quien conoce hace tiempo, para los trabajadores atrapados. De paso, la cantante de origen cubano había pedido también un mensaje espiritual de José Henríquez -el minero que encabezaba las oraciones- y un recuerdo desde el interior de la mina. A través del mismo trabajador, la escritora consiguió una piedra subterránea para la artista.

Ley seca en el campamento
Música y bailes se apoderaron del Campamento Esperanza la noche del domingo 22 de agosto, día en que se supo que los mineros estaban vivos. La euforia contrastaba con el alicaído ambiente que había imperado en los días anteriores entre los familiares y amigos de los trabajadores atrapados. La celebración incluyó también el destape de botellas de vino y pisco y una larga fiesta. La posibilidad de que el ambiente se repitiese todas las noches y derivara en eventuales desórdenes, sin embargo, hizo que en las jornadas posteriores Carabineros realizara intensas rondas por el campamento pidiendo que no se consumiese alcohol y vigilando que la orden se respetara.

Los instrumentos que podían captar el "olor a muerte"
Antes del segundo derrumbe, los rescatistas alcanzaron a colocar sondas hacia el interior de la mina, por la chimenea, para detectar vapor orgánico. Los resultados nunca arrojaron resultados positivos. Si hubiese habido un muerto, decían, la putrefacción del cuerpo habría alterado las sondas. Este dato les sirvió para mantener la esperanza cuando en hoteles y restoranes les repetían que los rumores indicaban que el derrumbe había alcanzado a los mineros y estaban todos muertos.

Nadie apagó la luz en la mina
La moderna cámara infrarroja que sorprendió al mundo al transmitir imágenes -en vivo y en directo- de la llegada de la cápsula Fénix II al fondo de la mina San José fue "víctima" del protocolo de salvamento. Según esta norma, el dispositivo debía transmitir el momento en que el último rescatista en abandonar el fondo, Manuel González, abordara la cápsula y con su mano diera la señal para que fuese elevado. Desde ese momento, la cámara quedó en el fondo, transmitiendo vía fibra óptica hasta que se descargue por completo su batería.

La cámara no fue el único aparato que quedó funcionando abajo. El mismo protocolo de rescate indicaba que la luz no podía apagarse para que la imagen del último rescatista abandonando la mina, y dando la señal de que debían sacarlo, pudiese ser vista. En este caso, sin embargo, la corriente no dependía de una batería, por lo que podía desconectarse desde la superficie, situación que en todo caso no ocurría hasta el viernes pasado.

La llamada de la Iglesia a La Moneda por las celebraciones
Un cambio en el programa de celebración del rescate, que se hará en Santiago el próximo 25 de octubre, debió realizar el Gobierno el pasado jueves. La razón radica en un llamado de la Iglesia Católica a La Moneda solicitando que a la agenda se incorporase un gran acto ecuménico en el templo Votivo de Maipú para dar gracias por la operación de rescate. La solicitud hizo que el partido de fútbol que se realizará en el Estadio Nacional, entre los mineros y el equipo de rescate, se adelantara para las 10 de la mañana de ese lunes. Luego, los mineros serán recibidos en La Moneda, almorazarán allí y en la tarde se dirigirán a Maipú para la ceremonia religiosa.

La cirugía de urgencia que se iba a hacer abajo
El momento médico más complicado -después de que los mineros fueron hallados-, ocurrió cuando uno de los trabajadores reportó intensos dolores en el bajo vientre.

Las alarmas de una posible apendicitis se encendieron en la superficie. Dicen, en el equipo de Salud del rescate, que se pensó enviar hacia abajo intrumental médico especializado y entregarle al enfermero Yonni Barrios instrucciones sobre cómo operar al minero, cuyo nombre no es revelado por secreto profesional. Pero, finalmente, los dolores cesaron y la emergencia pasó.

"Operación profeta Jonás", el eslogan oficial que no logró prender
"Operación profeta Jonás" fue el nombre que Sebastián Piñera escogió primero para el plan de rescate de los mineros, en referencia al profeta bíblico que es tragado por una ballena y luego sale vivo de ella. Luego vino el nombre de Operación San Lorenzo, en referencia al santo de los mineros. Según explicó más tarde el propio Presidente, el primer título tenía como objetivo "rescatar del vientre de la montaña a esos 33 mineros", mientras que el segundo apuntaba a otro fin: "resguardar la salud física y la salud psíquica de los trabajadores". Aún así, el primero de los nombres tuvo poco impacto público, mientras que el segundo terminó asociado a la operación completa.

Millonaria oferta francesa por el "diario" de Segovia
Después del derrumbe, Víctor Segovia tomó el cuadernillo donde debía consignar el estado de las máquinas -conocido como "report"- y comenzó a anotar lo que ocurría en la mina, construyendo su registro que, a estas alturas, tiene un valor incalculable. Ofertas de distintas editoriales mundiales llegaron a Segovia. La más sorprendente vino desde Francia: la casa editorial Michel Laffont propuso pagar el doble de la mejor oferta -cualquiera que fuese- por convertir el registro del minero en un libro. Curiosamente, cuando Segovia subió en la cápsula, olvidó sus papeles, los que tuvieron que ser llevados a la superficie -tras desesperadas peticiones- por los rescatistas, quienes devolvieron la obra a su autor original.

La advertencia a los mineros antes del primer contacto con mujeres
Cuánto costaron los lentes especiales o cómo salió la votación del royalty fueron algunas de las sorprendentes preguntas que los mineros realizaron a los profesionales de la salud que los esperaban en el triage instalado a la salida de la cápsula Fénix II.

Aun así, el ambiente general en el proceso de exámenes era de nerviosismo, por lo que el doctor que los recibía, Andrés Llarena, optó por decirles "Bienvenido a la superficie". Luego, mientras el trabajador ingresaba al triage en camilla, venía la segunda frase médica: "Aquí te van a atender mujeres, así que pórtate bien".

La obsesión por tener planes alternativos
El primer fin de semana tras el derrumbe y cuando Piñera acababa de regresar de su viaje a Colombia y se aprontaba para visitar la mina, el ministro Laurence Golborne le comentó con orgullo al Mandatario que ya había conseguido la primera máquina perforadora para realizar los sondajes.

"Muy bien, ahora quiero que consiga no una, sino diez perforadoras", le respondió Piñera. Esta obsesión por tener distintas alternativas para un mejor resultado se repitió cuando Andina facilitó la máquina Strata, la primera de las perforadoras que podría hacer una excavación más ancha para sacar a los mineros. "Quiero un Plan B", dijo Piñera, y luego pidió un Plan C. Las exigencias motivaron la posterior llegada de la T-130 de Collahuasi y la Rig-421 de Enap.

Un cheque para Golborne
Tras conocerse la noticia del accidente, empresarios y ejecutivos que conocían a Laurence Golborne por su trabajo en compañías como Exxon, Gener y Cencosud, y que lo vieron involucrado por entero en la Mina San José, ofrecieron donaciones para que el rescate tuviese éxito. Incluso, a La Moneda habría llegado un cheque a nombre del ministro por una cifra cercana a los $100 millones. El donante se mantuvo en reserva.

El Presidente preguntó insistentemente por la seguridad de la cápsula.


Foto:PRESIDENCIA
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Emol Mundo
Miércoles 27 de Octubre de 2010 19:13

Rescate de 33 mineros fue más seguido en Internet que muerte Michael Jackson
Según un estudio realizado por la Fundación Imagen de Chile, difundido hoy, el rescate de los 33 mineros que permanecieron 70 días en el interior del yacimiento San José, en el norte de Chile, convocó a 5,3 millones de personas.
EFE

Gobierno reforzará seguridad en la pequeña minería para no repetir episodio de San José Canciller a mineros: Esta es una historia de humanidad contada en los más diversos idiomas
Sepúlveda: Dueños de la mina San José "son los empresarios más inescrupulosos del país" Diputados critican extenso homenaje de la Cámara a mineros rescatados

SANTIAGO.- El rescate de los 33 mineros se convirtió en el hecho más visto en el mundo en internet y superó el seguimiento que tuvieron la muerte de Michael Jackson y la toma de posesión del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Según un estudio realizado por la Fundación Imagen de Chile, difundido hoy, el rescate de los 33 mineros que permanecieron 70 días en el interior del yacimiento San José, en el norte de Chile, convocó a 5,3 millones de personas.

El análisis destaca que dicha cifra superó a las 4,6 millones de cibernautas que siguieron los momentos posteriores a la muerte del "rey del pop", fallecido el 25 de junio de 2009.

También el rescate de los mineros dejó atrás los 3,8 millones de espectadores que vieron la toma de posesión del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el 20 de enero de 2009.

La imagen oficial que la televisión chilena llevó al mundo, partió desde el momento en que la Fénix 2 descendió al fondo de la tierra con uno de los rescatistas en busca del primer minero, Florencio Ávalos, hasta la salida de Luis Urzúa, el número 33 y llamado el "Jefe de Turno".

Asimismo, la transmisión a todo el planeta siguió en curso hasta que salió el último de los seis rescatistas que habían bajado para ayudar en la salida de los trabajadores que estuvieron a 700 metros de profundidad.

Incluso la cámara de televisión que se instaló en el fondo de la mina siniestrada, siguió por largos minutos transmitiendo, por sí sola, la mayor odisea minera vivida en el mundo.
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