viernes, 24 de febrero de 2012

Restauradoras francesas rescatan mural del ex Hotel Carrera


LA TERCERA EDICION IMPRESA

por Darío Zambra

Desde hace dos años nadie transita por el tradicional hall del segundo piso del edificio de la Cancillería, en el barrio Cívico. En ese espacio, las paredes están cubiertas por un mural de grandes dimensiones (su superficie es de 300 m2), que tiene una particularidad: está pintado sobre un cristal llamado marbitre, un vidrio de color opaco. La obra es única en Chile y una de las pocas en el mundo con esta técnica.

Después del terremoto de 2010, muchas de las 279 placas de cristal que lo conforman se cayeron y otras aún corren el riesgo de desprenderse del muro. Como cada uno de los vidrios pesa más de 60 kilos, transitar por ese lugar es un peligro y por eso en este hall ya no se realizan las recepciones y eventos que hacía antes el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Pero desde el lunes el espacio está convulsionado: hay andamios, escaleras y mesas con grandes trozos de cristal encima. En el lugar trabaja un grupo de expertos que elaborará una propuesta para restaurar la obra que el muralista Luis Meléndez pintó en 1940, el mismo año en que se inauguró el Hotel Carrera, que funcionó en este inmueble hasta 2004.

Dos de estos especialistas, Monika Neuner y Virginie Trotignon, viajaron especialmente desde Francia para asesorar el trabajo. Ambas son expertas en restauración en pinturas sobre vidrio y han realizado trabajos en esta área con obras del Palacio de Versalles y el Museo del Louvre.

"Unico en el mundo"
Apenas lo vieron, las restauradoras quedaron impresionadas con la pintura de Meléndez. "Es muy rara, sobre todo por su monumentalidad. Ya no existen obras de este tamaño pintadas sobre vidrio. Este tipo de arte decorativo era típico de algunos barcos escandinavos de comienzos del siglo pasado, pero ya no se ven trabajos así. Es única en el mundo", asegura Trotignon.

Ambas especialistas comenzaron a trabajar el lunes en el hall y concluyen hoy su labor. Ya hicieron un completo registro fotográfico de la obra, analizaron el estado en que se encuentra y tomaron muestras de los cristales como también de la pintura. "Esto último nos permitirá identificar cuáles son los elementos originales y cuáles son las intervenciones que se hicieron después", precisa Trotignon.

De vuelta en Francia, analizarán las muestras y realizarán un estudio histórico de la pintura. Con los resultados en mano, elaborarán un informe que contendrá sugerencias acerca de la forma más adecuada para rescatarla. Este estará listo dentro de dos meses. "Su restauración es una tarea compleja, ya que involucra varias disciplinas. Podría demorar un par de años y debe hacerse en varias etapas. Está muy deteriorado", explica Neuner.

Además, desde hace un par de meses trabaja en el lugar una empresa de ingeniería que analiza la situación estructural del mural. Esto, para saber si los cristales deben volver a adherirse directamente al muro o a una estructura nueva, como un metal. El diagnóstico de los ingenieros se complementará con el de las expertas francesas y el de los especialistas del Centro de Restauración de la Dibam.

Con estas conclusiones se elaborará la estrategia para recuperar la obra, la que debiera estar lista el primer semestre de 2012. Luego, la Cancillería financiará la restauración de este particular mural.

El itinerario de las expertas en Santiago


Las restauradoras francesas aprovecharán su viaje para visitar otras obras patrimoniales importantes de la ciudad y que se encuentran en mal estado. El sábado irán al Palacio Septiembre, una construcción de estética renacentista de fines del siglo XIX, ubicada en calle Catedral, frente a los jardines del ex Congreso Nacional. El inmueble alberga a la Academia Diplomática (que depende del Ministerio de RR.EE.) y en su jardín de invierno tiene una cúpula de cristal con vitrales dañados por el terremoto. Esta estructura está siendo restaurada y las especialistas francesas opinarán del proceso.

El mismo día visitarán la Basílica del Salvador, otro lugar emblemático del centro de Santiago que se encuentra deteriorado. Esta construcción del barrio Brasil fue dañada en forma severa por el terremoto y hoy está abandonada. Bajo los escombros quedaron muchos de sus vitrales y la idea es que las restauradoras entreguen su opinión técnica acerca de cuál es la forma más adecuada para retirarlos sin que se dañen. En este caso, la colaboración la solicitó el MOP, que está liderando un proyecto para rescatar este hito arquitectónico de la capital.


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