domingo, 8 de abril de 2012

Las historias que guarda el "gran ropero" de la sociedad chilena

www.emol.com
sábado 7 de abril de 2012

KATHERINE AEDO A. FOTOGRAFÍAS, 
COLECCIÓN TEXTIL MUSEO HISTÓRICO NACIONAL 



"Nunca lo vi puesto porque en el momento que nací ella murió" recuerda la artista visual Matilde Pérez, a sus 94 años, sobre el vestido que perteneció a su mamá, Matilde (de la) Cerda, y que donó al Museo Histórico Nacional. Fue su abuela, Matilde Cruz, quien se lo dio para que hiciera lo que quisiera. Y ella lo transformó: "Le saqué la cola porque no le agregaba nada, en cambio así nítido se ve perfectito.

También le saqué el "de la" al apellido de mi mamá porque sonaba muy fantoche", agrega.
El vestido junto a otras cuatro mil piezas -que datan de 1800 hasta el 2000- conforma la colección textil del museo, un verdadero "ropero" de la sociedad chilena, que da cuenta de la evolución de la moda en el país y de cómo ésta sirve para contar la historia.











"La moda no es un juego a la voluntad de un modisto. Es un momento de la civilización" asegura Paco Rabanne. Y esa es la sensación que queda al recorrer esta colección de trajes, uniformes militares, ropa de niños, zapatos, sombrillas y abanicos, entre otros accesorios, que comenzó a formarse en 1978,  de la mano del arquitecto Hernán Rodríguez, María Elena Troncoso y un equipo de profesionales y voluntarias, cuando a propósito de una gran exposición de vestidos, el museo invitó a los participantes a donar las prendas, muchas de ellas impresionantes no sólo por sus diseños y telas, sino por las anécdotas que guardan, las mismas que algunos de sus donantes o sus descendientes quisieron revelar.


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